julio 27, 2005

Animalidades

Otro que se va dejando estela de pendientes
Marielena Hoyo

Seguramente AMLO está convencido de que no sólo cumplió con su deber al frente del D. F., sino que hasta se excedió. Me canso que este pendenciero personaje está ampliamente satisfecho y junto con él su espejito mágico, los familiares más allegados y el séquito de lambiscones que lo rodean en espera de ganarse un lugar en el gabinete cuando el tabasqueño arribe a la presidencia de la República. Pero lo más preocupante de esa personalidad marrullera no es tanto su evidente mitomanía sino ese problema de NUNCA TERMINAR LO QUE COMIENZA, situación que parece ser un mal extendido en el perredismo. Su honestidad, por otro lado, me resulta hartamente cuestionable y con ello no estoy afirmando que sea un ladrón. No me consta, pero hay muchas y muy diversas formas de faltar a la honradez, lo que entre otros asuntillos ha quedado más que evidente con el manipuleo de la ley de transparencia para el D. F., ordenamiento por entero a gusto del patrón.

Por lo que corresponde al tema de los animales no humanos, eso de la “honestidad valiente” y el no terminar nunca lo que empieza… resultó más que evidente, demostrativo, por ejemplo, con la situación de los zoológicos capitalinos. Desde el ¿gobierno? cardenista, el mismo Cuauhtémoc ofreció públicamente (y hasta me retó personalmente) remodelar el de San Juan de Aragón para dejarlo como del siglo XXI (¿?), asegurando públicamente para ello una inversión monetaria y tiempos mucho más cortos que los aplicados en la construcción de Chapultepec. El cuate se fue sin más a perseguir por tercera vez su patológico anhelo por la presidencia sin cumplir con lo ofrecido. Lo peor fue que en lugar de reestructurar los planes y ofrecer realidades, la sustituta, su incondicional Rosario Robles, siguió en la misma terca no alcanzando tampoco el objetivo, pero eso sí, dejándolo como herencia a López O., quien en principio hasta buscó fechas clave para inaugurar con bombo y platillo pedacitos del zoológico enclavado en la Delegación Gustavo A. Madero, pero que con todo, tampoco terminó los trabajos comprometidos tal y como pasó con las vialidades.

Asimismo, con un gran trabajo de negociación respaldándola y mucho mérito por parte de algunas organizaciones no gubernamentales de protección a los animales, se logró crear una nueva Ley de Protección a los Animales del Distrito Federal que sustituyera a la del 81, obteniendo por unanimidad su aprobación en la Cámara respectiva, pero ordenamiento que a pesar de haberlo firmado y publicado en la Gaceta Oficial del 26 de febrero del 2002 nunca ha podido ejercerse puesto que AMLO nunca emitió ni el Reglamento ni las Normas Zoológicas que le correspondían, dejando a medias una Ley que nadie reconoce porque ningún funcionario del ¿gobierno? capitalino, incluyendo Jueces de Paz y Ministerios Públicos, tiene conocimiento de las obligaciones que por ella les competen. Así de fácil el señor López se pasó por donde ya saben sus compromisos… una vez más. Lo más triste y preocupante de esta situación es que sí operó el documento a favor económico de su ¿gobierno? puesto que le fueron entregados, al menos, 56 MILLONES DE PESOS repartidos en dos ocasiones (para 2002 y 2003) de acuerdo a lo especificado en el Capítulo IV del mandato en cuestión y hasta la fecha no se sabe puntualmente dónde está el dinero, en qué se invirtió exactamente el Fondo para el Bienestar de los Animales, así que… si algún funcionario tuviera a bien DEMOSTRARME PORMENORIZADAMENTE en qué terminó tamaña cifra, se lo agradeceré. De ahí que, mí no entender el tremendo escándalo armado por las diputadas ante lo que gasta la señora Marta en su vestuario que, aunque nos tuerza, es una cifra mucho menor que la citada y que al menos vemos aplicada en los tantos actos protagonistas de la esposa del Presidente Fox. Quisiera ver actuando de la misma forma a los representantes del pueblo por lo tocante a este dinero, cuestión que seguramente será tratada con pesa y medida diferentes ¿verdad?

Igualmente, la venta callejera de perros y otros animales pululó por toda la Ciudad durante el ¿gobierno? de Andrés Manuel, sin el menor recato e ignorando por completo la Ley que la prohibe en propio beneficio sanitario de la población, pero eso sí, bien supieron abusar ciertas autoridades de su equipo de salud para irse sobre personas mayores, indefensas y enfermas con el fin de saquearles y seguramente con la intención de matarles (pero se les apareció la bruja) a sus perros ante una influyente queja vecinal, irregularidad que tenemos muy bien documentada porque, entre otras, no existe ordenamiento alguno que limite el número de animales de compañía que puede uno tener en casa. De los antirrábicos… ni qué decir, pero eso sí, pida usted que recojan de la vía pública un ejemplar agresor y verá qué pasa.

Delicado fue que también durante este periodo en la jefatura de ¿gobierno? se dio al traste
con todos los animales que estorbaron para “revivir” Chapultepec, eliminándolo por cierto como bosque urbano para convertirlo en un parque de diversiones muy limpiecito, bien arregladito y ordenando, pero a costa de cuántas vidas de ardillas, peces, perros, gatos, palomas, patos y demás animalillos de los que dieron cuenta bajo una dizque custodia académica, pero sobre lo cual no hay explicación clara ni del destino que tuvieron los especímenes, ni de los métodos empleados para ¿erradicarlos?.

Para colmo, se organizó un muy bien seleccionado cuerpo policiaco en el que se invirtieron una buena cantidad de lana y muchísimas horas de capacitación, uniformes, equipo, etc. para que como brigada especializada procediera a la vigilancia del cumplimiento de la Ley de Protección a los animales como medida preventiva del delito y nada. Al cambio de Secretario de Seguridad Pública les valió gorro y todo el esfuerzo se fue al caño, tratándonos de engañar diciendo que sigue vigente y que sólo se transfirió de área, pero… ¿acaso sabe algún lector algo de este preparadísimo equipo?

Como platillo final y tema sobre el que en próxima fecha me extenderé, el señor López Obrador permitió que un espacio privilegiado de nuestra Ciudad, el Centro de Convivencia Infantil que desde 1972 se dedicó por entero a la niñez y lugar donde entre otras muchas actividades se enseñaba a los pequeñ@s cómo convivir sana y respetuosamente con los animales no humanos, fue desaparecido y en su lugar se desarrollará un “jardín etnobotánico” que seguramente será de gran atractivo para los menores que por lo que se aprecia, tampoco son del gusto de AMLO y eso si que espanta. Se los dejo de tarea para analizar.

producciones_serengueti@yahoo.com