Alemania: Otto von Frauden
Arabia Saudita: Elim Postor
Brasil: T. del Falcao do Nascimento
China: Chan Chu Yo
Corea del Norte: Chin Guen Guen Son
Corea del Sur: Kuan Do No
Cuba: Silvio Panada
España: Paco R. Ovando
Francia: Pierre D'Elvotto
Grecia: Hurto Sinescroupoulos y Akylos Transo
Holanda: T. Van Aestaffar
India: Gandhi Sima Farsa
Israel: Abraham Urnas
Italia: Massimo Atraco
Japón: Tekito Tuboto
Libano: Mestafa Al-Botar
Panamá: Many Puleo!
Portugal: Santiago de Trampinha
República Checa: Ivana Jodernos
Rumania: Robele Sinolopescu
Rusia: Ivana Timar
Uganda: Amin Mewele Alomimo
USA: Johnny Miro
Vietnam: Jo Dan Sen
febrero 28, 2006
2001 Democracy Award: Vicente Fox
Fuente: National Endowment for Democracy
Septiembre 5 de 2001.
Vicente Fox
Dentro del apogeo de la democratización que se ha expandido por el mundo en el pasado reciente, la transición democrática de México, puesta de relieve por la elección de Vicente Fox, ha resonado con una fuerza especial. Para México, promete un nuevo presente de limpia y eficiente gobernabilidad, de un poder descentralizado y del establecimiento del estado de derecho. Para Estados Unidos, ofrece el prospecto de una nueva y democrática relación bilateral para atender problemas comunes que sólo pueden solucionarse a través de la cooperación. Para el hemisferio, posibilita una nueva unidad para enfrentar los retos de la globalización y la integración económica. Y para el mundo, proporciona un nuevo impulso al avance de la libertad en una época en que el progreso democrático se ha detenido.
Vicente Fox retó al viejo régimen de México desde el estado de Guanajuato, en donde Miguel Hidalgo y Costilla inició la Guerra de Independencia hace casi 200 años. Habiendo perdido su primera carrera hacia la Gobernatura en 1991, en medio de una elección fraudulenta, Fox regresó para ganar con una victoria arrolladora cuatro años después. Usó su mandato para reducir la inseguridad y el desempleo, mejorar los servicios de educación y de salud, y expandir el microcrédito a los menos favorecidos. Su triunfo en las elecciones presidenciales del año pasado fue sin duda un tributo a su propio récord de eficiencia como Gobernador. Pero fue también la culminación de años de reformas políticas en México, y reflejó la determinación del pueblo mexicano de transformar al país en una auténtica democracia, al dar fin a 70 años del partido oficial en el poder.
Como Presidente, Vicente Fox ha demostrado valentía y una genuina convicción democrática en su oposición a la corrupción, en sus esfuerzos por mejorar la colaboración entre la sociedad civil y el Gobierno, en el respeto que ha mostrado ante el toma y daca de la política democrática en los debates con el Congreso respecto de la reforma fiscal, y en su compromiso de otorgar más poder a los gobiernos estatales y municipales. En el marco internacional, ha comenzado a posicionar a México como un país democrático líder en el hemisferio y en el mundo, y ha dado prioridad a los temas de comercio e integración económica, política migratoria, defensa de la democracia y derechos humanos, así como la lucha contra el narcotráfico.
Cuando los mexicanos celebren su Independencia dentro de diez días, se escuchará el grito tradicional “¡Vivan los héroes que nos dieron Patria! ¡Viva la República!”, a lo que el pueblo responde “¡Viva! ¡Viva!”. Hoy la Fundación Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy, en inglés) proclama a Vicente Fox uno de los héroes de la democracia, alguien que encarna el nuevo espíritu democrático del país y a quien estamos orgullosos de otorgar el Premio a la Democracia del año 2001.
Septiembre 5 de 2001.
Vicente Fox
Dentro del apogeo de la democratización que se ha expandido por el mundo en el pasado reciente, la transición democrática de México, puesta de relieve por la elección de Vicente Fox, ha resonado con una fuerza especial. Para México, promete un nuevo presente de limpia y eficiente gobernabilidad, de un poder descentralizado y del establecimiento del estado de derecho. Para Estados Unidos, ofrece el prospecto de una nueva y democrática relación bilateral para atender problemas comunes que sólo pueden solucionarse a través de la cooperación. Para el hemisferio, posibilita una nueva unidad para enfrentar los retos de la globalización y la integración económica. Y para el mundo, proporciona un nuevo impulso al avance de la libertad en una época en que el progreso democrático se ha detenido.
Vicente Fox retó al viejo régimen de México desde el estado de Guanajuato, en donde Miguel Hidalgo y Costilla inició la Guerra de Independencia hace casi 200 años. Habiendo perdido su primera carrera hacia la Gobernatura en 1991, en medio de una elección fraudulenta, Fox regresó para ganar con una victoria arrolladora cuatro años después. Usó su mandato para reducir la inseguridad y el desempleo, mejorar los servicios de educación y de salud, y expandir el microcrédito a los menos favorecidos. Su triunfo en las elecciones presidenciales del año pasado fue sin duda un tributo a su propio récord de eficiencia como Gobernador. Pero fue también la culminación de años de reformas políticas en México, y reflejó la determinación del pueblo mexicano de transformar al país en una auténtica democracia, al dar fin a 70 años del partido oficial en el poder.
Como Presidente, Vicente Fox ha demostrado valentía y una genuina convicción democrática en su oposición a la corrupción, en sus esfuerzos por mejorar la colaboración entre la sociedad civil y el Gobierno, en el respeto que ha mostrado ante el toma y daca de la política democrática en los debates con el Congreso respecto de la reforma fiscal, y en su compromiso de otorgar más poder a los gobiernos estatales y municipales. En el marco internacional, ha comenzado a posicionar a México como un país democrático líder en el hemisferio y en el mundo, y ha dado prioridad a los temas de comercio e integración económica, política migratoria, defensa de la democracia y derechos humanos, así como la lucha contra el narcotráfico.
Cuando los mexicanos celebren su Independencia dentro de diez días, se escuchará el grito tradicional “¡Vivan los héroes que nos dieron Patria! ¡Viva la República!”, a lo que el pueblo responde “¡Viva! ¡Viva!”. Hoy la Fundación Nacional para la Democracia (National Endowment for Democracy, en inglés) proclama a Vicente Fox uno de los héroes de la democracia, alguien que encarna el nuevo espíritu democrático del país y a quien estamos orgullosos de otorgar el Premio a la Democracia del año 2001.
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