(Gracias Rocío por rescatar este testimonio)
Ikram Antaki
El Universal
Febrero del 2000
Nuestro país no tiene una relación privilegiada con el derecho; de hecho vivimos, en muchos aspectos, en una circunstancia pre-legal. No hemos interiorizado la ley y seguimos privilegiando las relaciones de fuerza. Hablar de “estado de derecho” cuando se tiene si quiera la idea de que un hombre absolutamente solo, erguido ante mitos, pueda tener la razón y que la fuerza del Estado en su totalidad, como garante del derecho, de apoyarlo y hacerlo triunfar, hablar de “estado de derecho” –digo en estas circunstancias , es palabrería vacía y es mentira.
Supongamos que un hombre, originario de un estado, quiera competir para la gubernatura del D.F., un dato básico le impide hacerlo: no cumple con las reglas de residencia. Saltando por encima de la ley, este hombre organiza un referendo; el número se sustituye a la ley ( es decir, si diez personas decidieron robar a una, estas diez personas tendrán necesariamente la razón; y si un grupo decide que un individuo es culpable, este individuo será considerado como culpable sin tener que pasar por las pruebas del derecho). ¿Por qué los demás lo dejaron competir? Por cobardía. Las instancias legales y sus propios adversarios públicos aceptaron la violación de la ley como acto fundador de la contienda. ¿Por qué? Por miedo al número, de la misma manera en que se legalizaban las ocupaciones de tierras por parte de las paracaidistas, doblando la ley ante el estado de derecho.
Quien sabe de leyes y acepta su violación lo hace por miedo; su decisión es política, no jurídica. La política dice que hay que dejar al PRD un D.F. que éste no iba a devolver en caso de perderlo con otro candidato, así que más valía dejárselo con este candidato.
¿Acaso se dan cuenta los habitantes del D.F. de lo que va a ser su vida durante los próximo tres o seis años? ¿Acaso tienen idea del infierno que podría ser? Quien los va a gobernar no es James Dean, sino un provinciano ignorante, violento y fanático. El referendo fue históricamente, el arma de los fascistas, a los demócratas, les basta con la aplicación de derecho. El referendo que daba el apoyo inicial al candidato del PRD estaba destinado a amedrentar a los jueces, es la dictadura, el terror del número ante cualquier circunstancia. La Ley de la selva no es la ley; un grupo de depredadores que deciden comerse al individuo débil y sólo no necesitan de la ley, les basta con la fuerza. Estas son las relaciones de fuerza del universo pre-legal, y estas son las relaciones que nos esperan bajo el próximo gobierno perredista. Cárdenas tenía las limitaciones que le imponía el sueño presidencial: Andrés Manuel López Obrador no tendrá límites. No será el valiente educador que se opondrá al pueblo si el pueblo yerra; para él, el pueblo tiene la razón simplemente porque es pueblo, y diez tendrán necesariamente más razón que dos o uno.
Sin el derecho, no hay vida soportable en sociedad; es el que evita a los hombres recaer en el estado de guerra que caracteriza el estado de naturaleza. El que empieza su reino violando la ley que regía este reino, no será un gobernante legal; será un golpista. ¿Por qué es que el DF insiste en darse este tipo de gobierno? El mito de un DF culto y politizado, en comparación con un campo ignorante y controlado por el PRI, es una de las grandes mentiras políticas que vivimos. Existe algo peor que la ignorancia y es el saber poco. El ignorante generalmente se sabe ignorante; el que sabe poco cree que sabe, y su prepotencia lo lleva a cometer todos los errores. Esta ignorancia que se esconde detrás de los temas del Fobaproa y demás retórica demagógica, le hace creer que sabe más y mejor que el campesino que piensa y vota de manera diferente a la suya.
Estamos llegando a los tiempos fanáticos e inseguros; no es este el cambio con el cual soñábamos. Este cambio no es un paso adelante; es un retroceso.
Esa atmósfera de intolerancia y de odio, de envidia, de maledicencia y de condena, no es una alternancia normal. Nuestra izquierda no es el PSOE; ignora, desprecia y viola la Ley, además de considerarla como un instrumento de burguesía.
junio 25, 2006
Considera el candidato del PAN a la Presidencia que se encuentra a sólo una semana de lo que será “una victoria contundente”

"Jamás acepté el mito de que había un candidato indestructible; rompimos con todos los augurios. Estoy preparado profesional y espiritualmente para gobernar al país"
Felipe Calderón, candidato presidencial del PAN
Sergio Javier Jiménez
El Universal
Ciudad de México
Domingo 25 de junio de 2006
13:54 El candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, aseguró estar preparado profesional y espiritualmente para gobernar a México durante el mensaje que emitió, apoyado con un apuntador, en el Estadio Azteca.
El candidato del PAN habló ante los más de 110 mil simpatizantes reunidos en el estadio de futbol, a donde llegaron funcionarios del gobierno federal, legisladores, funcionarios del partido y el equipo de campaña.
Al lugar llegaron cientos de autobuses principalmente de estados del centro del país como Estado de México, Morelos, Puebla, Veracruz, Michoacán, Guanajuato, Tlaxcala e Hidalgo.
En su mensaje el candidato del PAN aseguró que se encuentra a sólo una semana de lo que consideró será “una victoria contundente”.
Reiteró el mensaje que ha repetido durante los últimos días de su campaña acerca de que el PRD y su candidato Andrés Manuel López obrador representan el endeudamiento, la quiebra y las devaluaciones.
Comparó la propuesta de López Obrador de incrementar en 20% el ingreso de los mexicanos pobres con la que hiciera durante su administración el ex presidente José López Portillo en 1982.
Calderón Hinojosa subrayó en el evento que es la primera vez que se utiliza el Estadio Azteca para organizar un evento político.
El candidato del PAN recordó: “Jamás acepté el mito de que había un candidato indestructible rompimos con todos los augurios. Estoy preparado profesional y espiritualmente para gobernar al país, para ello convocaré a un gobierno de unidad nación al e incluso estoy dispuesto a integrar un gobierno de coalición”.
Calderón hinojosa viajará después de este evento a Sinaloa en donde por la noche encabezará ahí un cierre de campaña.
Que nadie se rinda.- Calderón

Ernesto Núñez
Grupo Reforma
Ciudad de México (25 junio 2006).- En su discurso ante más de 100 mil personas congregadas en el Estadio Azteca, el panista Felipe Calderón pidió este domingo a sus simpatizantes que no se rindan en esta recta final de la campaña.
El candidato presidencial pidió a los panistas y simpatizantes reunidos en el Coloso de Santa Úrsula, en su cierre nacional de campaña, que multipliquen sus esfuerzos y que recorran todas las secciones electorales, las colonias y los ranchos, para que no quede ningún mexicano sin ser visitado y tratar de convencerlo de votar ellos.
"No cedan ni un milímetro de sus sueños; abran su espíritu, vayan a convencer a mexicanos que aún no deciden. Que nadie se rinda", exhortó el panista.
Calderón pronunció un discurso de 30 minutos, de los cuales dedicó por lo menos 20 a contrastar su proyecto con el de su rival perredista Andrés Manuel López Obrador.
Insistió en el llamado a sus adherentes a no dar un paso atrás, para impedir una victoria de Andrés Manuel López Obrador, que provocaría crisis económica, devaluaciones e inestabilidad política.
Comparó a López Obrador con el ex Presidente José López Portillo, y ante las decenas de miles de asistentes al Azteca, desglosó las cifras que dan cuenta del desastre económico provocadas tras ese sexenio.
Una y otra vez, el abanderado del blanquiazul dijo soñar con un México justo, en el que no haya diferencias entre mexicanos pobres y ricos.
"Toda mi vida me he guiado por un sueño; soy un hombre que sueña y lucha por un México equitativo, un México que es hermano de sus hermanos, que apoya a sus madres solteras y a sus adultos mayores, un México en el que no hay distingo entre un mexicano y otro", refirió
El candidato panista ocupó un templete espectacular montado en la cancha del Estadio Azteca, y contó con cuatro pantallas que le servían de apuntadores.
En las primeras filas de la zona de invitados especiales había gobernadores, como el de Yucatán, San Luis Potosí, Guanajuato y Tlaxcala, así como secretarios de Estado, como el de Turismo, Rodolfo Elizondo, y el de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez.
Calderón abandonó el Estadio Azteca alrededor de las 13:40 horas para dirigirse al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en donde abordará un avión para viajar a Culiacán, Sinaloa, en donde esta noche encabezará un cierre de campaña.
Los encuestadores dicen que es difícil dar un ganador en las presidenciales mexicanas debido a la escasa ventaja
México, 24 jun (EFE).- Siete encuestadoras en México dijeron hoy que es difícil saber quién tiene más posibilidades de ganar las presidenciales del próximo 2 de julio por la poca ventaja entre el derechista Felipe Calderón y el izquierdista Andrés López Obrador.
Las diferencias entre los candidatos son mínimas, reconocieron los directores de las firmas de sondeos de opinión BGC Ulises Beltrán, IPSOS-BIMSA, Consulta Mitofsky, Covarrubias y Asociados (CA), Análisis y Resultados en Comunicación y Opinión Pública (ARCOP), Demotecnia y el diario "Reforma", quienes se reunieron en el Colegio de México (Colmex), en el sur de la capital mexicana.
Para el director general de ARCOP, Rafael Gimenez, "la elección está absolutamente en el aire" a nueve días de que 70,5 millones de mexicanos estén llamados a votar.
Indicó que de las últimas trece encuestas publicadas en México, siete dan ventaja a López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), cinco a Calderón, del oficialista Partido de Acción Nacional (PAN), y una establece un empate.
Sin embargo, precisó que "doce de las trece encuestas reportan resultados con una diferencia entre el primero y el segundo candidato menor al margen de error estadístico de la muestra", lo que significa que la mayoría de los sondeos tendría un empate técnico.
Un promedio de esas trece encuestas da como ganador a López Obrador, con 34,7 puntos, seguido de Calderón, con 34,2.
El especialista Ulises Beltrán señaló que su firma tampoco sabe "qué pueda pasar el 2 de julio", si bien en su sondeo de hoy muestra un empate técnico entre ambos, con el 34 por ciento.
En tercer lugar está el aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Roberto Madrazo (26 por ciento), y más alejados Patricia Mercado y Roberto Campa, postulados por partidos de nueva creación.
Beltrán indicó que según los promedios de encuestas que ha realizado, López Obrador "ganaría por una nariz", y aseguró que Madrazo "en un lejano tercer lugar, prácticamente está sin ninguna posibilidad".
Para Beltrán el proceso electoral estuvo dominado por tres etapas: De enero a abril López Obrador tenía la elección ganada, del 25 de abril al 31 de mayo Calderón remontó y superó al izquierdista, y del 6 junio a la fecha, cuando las preferencias se nivelaron.
El presidente de Consulta Mitofsky, Roy Campos, afirmó que será "una elección con incertidumbre sobre el ganador".
Un sondeo que divulgó hoy da a López Obrador el 36 por ciento de las preferencias, por delante de Calderón (33) y Madrazo (27).
Campos explicó que en este momento el abanderado del PAN y el del PRD están empatados en el nivel de conocimiento que los electores tienen de ellos y en el grado de opinión que generan.
Consideró que a partir del segundo debate televisado, el pasado día 6, López Obrador ganó cierta ventaja en las encuestas porque acusó a Calderón de haber favorecido supuestamente a un cuñado suyo, Diego Zavala, cuando era ministro de Energía, lo que dañó la imagen del conservador.
Por el contrario, la directora de Demotecnia, María de las Heras, considera que el último repunte de López Obrador se debe a que Calderón tiene mejor estrategia en medios, pero el izquierdista le supera "en tierra", en el trabajo con la gente en la calle.
Un estudio de la Universidad de Guadalajara difundido ayer da a López Obrador una ligera ventaja, pero reconoce que Calderón ha sido el que mejor ha llevado su imagen y manejo de campaña.
Pese a estas valoraciones De las Heras recalcó que las encuestas no dan pronósticos, sino que delinean tendencias.
El Instituto Federal Electoral (IFE) autorizó a los encuestadores a difundir sus resultados hasta hoy y solamente lo podrán hacer de nuevo a las 20.00 hora local del día de las elecciones, el 2 de julio, (1.00 GMT del 3 de julio), con los primeros sondeos a pie de urna, pocas horas antes de que se divulguen los primeros datos oficiales.
Las diferencias entre los candidatos son mínimas, reconocieron los directores de las firmas de sondeos de opinión BGC Ulises Beltrán, IPSOS-BIMSA, Consulta Mitofsky, Covarrubias y Asociados (CA), Análisis y Resultados en Comunicación y Opinión Pública (ARCOP), Demotecnia y el diario "Reforma", quienes se reunieron en el Colegio de México (Colmex), en el sur de la capital mexicana.
Para el director general de ARCOP, Rafael Gimenez, "la elección está absolutamente en el aire" a nueve días de que 70,5 millones de mexicanos estén llamados a votar.
Indicó que de las últimas trece encuestas publicadas en México, siete dan ventaja a López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), cinco a Calderón, del oficialista Partido de Acción Nacional (PAN), y una establece un empate.
Sin embargo, precisó que "doce de las trece encuestas reportan resultados con una diferencia entre el primero y el segundo candidato menor al margen de error estadístico de la muestra", lo que significa que la mayoría de los sondeos tendría un empate técnico.
Un promedio de esas trece encuestas da como ganador a López Obrador, con 34,7 puntos, seguido de Calderón, con 34,2.
El especialista Ulises Beltrán señaló que su firma tampoco sabe "qué pueda pasar el 2 de julio", si bien en su sondeo de hoy muestra un empate técnico entre ambos, con el 34 por ciento.
En tercer lugar está el aspirante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Roberto Madrazo (26 por ciento), y más alejados Patricia Mercado y Roberto Campa, postulados por partidos de nueva creación.
Beltrán indicó que según los promedios de encuestas que ha realizado, López Obrador "ganaría por una nariz", y aseguró que Madrazo "en un lejano tercer lugar, prácticamente está sin ninguna posibilidad".
Para Beltrán el proceso electoral estuvo dominado por tres etapas: De enero a abril López Obrador tenía la elección ganada, del 25 de abril al 31 de mayo Calderón remontó y superó al izquierdista, y del 6 junio a la fecha, cuando las preferencias se nivelaron.
El presidente de Consulta Mitofsky, Roy Campos, afirmó que será "una elección con incertidumbre sobre el ganador".
Un sondeo que divulgó hoy da a López Obrador el 36 por ciento de las preferencias, por delante de Calderón (33) y Madrazo (27).
Campos explicó que en este momento el abanderado del PAN y el del PRD están empatados en el nivel de conocimiento que los electores tienen de ellos y en el grado de opinión que generan.
Consideró que a partir del segundo debate televisado, el pasado día 6, López Obrador ganó cierta ventaja en las encuestas porque acusó a Calderón de haber favorecido supuestamente a un cuñado suyo, Diego Zavala, cuando era ministro de Energía, lo que dañó la imagen del conservador.
Por el contrario, la directora de Demotecnia, María de las Heras, considera que el último repunte de López Obrador se debe a que Calderón tiene mejor estrategia en medios, pero el izquierdista le supera "en tierra", en el trabajo con la gente en la calle.
Un estudio de la Universidad de Guadalajara difundido ayer da a López Obrador una ligera ventaja, pero reconoce que Calderón ha sido el que mejor ha llevado su imagen y manejo de campaña.
Pese a estas valoraciones De las Heras recalcó que las encuestas no dan pronósticos, sino que delinean tendencias.
El Instituto Federal Electoral (IFE) autorizó a los encuestadores a difundir sus resultados hasta hoy y solamente lo podrán hacer de nuevo a las 20.00 hora local del día de las elecciones, el 2 de julio, (1.00 GMT del 3 de julio), con los primeros sondeos a pie de urna, pocas horas antes de que se divulguen los primeros datos oficiales.
Las elecciones mexicanas tendrán 693 observadores internacionales
México, 23 jun (EFE).- Un total de 693 extranjeros provenientes de 60 países participarán como observadores electorales durante las fases de organización y el desarrollo de la jornada electoral del próximo 2 de julio, dijo hoy el Instituto Federal Electoral (IFE).
Estados Unidos, con un total de 219 observadores, es el país con más participación, seguido de España (51), Venezuela (36), Argentina y Canadá (33 cada uno), informó en rueda de prensa Alejandra Latapí, consejera del IFE.
Latapí, quien es además presidenta de la Comisión de Relaciones Institucionales e Internacionales del IFE, explicó que estas elecciones rebasarán en número de países representados a los comicios presidenciales de 2000 y de 1994, cuando un total de 943 y de 860 personas, respectivamente, participaron como observadores.
El coordinador de Asuntos Internacionales del IFE, Manuel Carrillo, destacó que por primera vez en una elección en México habrá observadores electorales de países como Afganistán, Eslovaquia, Estonia, Filipinas, Grecia, Iraq, Lituania, Marruecos, Turquía y Uganda, entre otros.
Carrillo destacó el caso de un observador electoral proveniente de Colombia, al que se le rechazó la solicitud porque "no presentó fotocopia de su pasaporte como lo establecían los requisitos".
Del total de extranjeros acreditados, 72 pertenecen a autoridades electorales de otros países, 45 son miembros de instituciones especializadas en democracia, 74 provienen de organismos no gubernamentales y 61 son representantes de partidos políticos.
Adicionalmente, formarán parte del proceso 75 parlamentarios internacionales, 143 diplomáticos, 77 estudiantes, académicos e investigadores y 146 personas de otros sectores de la sociedad.
Los observadores "tienen el derecho y la posibilidad de informarse de los preparativos de la elección, entrevistarse con los diferentes actores políticos, tener contacto con los medios de comunicación, ofrecer ruedas de prensa y dar una opinión y una valoración respecto de la organización electoral, las campañas, los partido y los candidatos", sostuvo Carrillo.
Sin embargo, los funcionarios del IFE precisaron que no deben intervenir con la autoridad electoral en el desarrollo de sus funciones ni hacer proselitismo.
Entre los organismos internacionales que desplegarán misiones sobresalen Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA).
La OEA dispondrá de una pequeña misión de observadores que sólo verificará el día mismo de la elección.
Por el contrario, bloques como la Unión Europea comenzaron hoy a despachar observadores a todos los estados de México.
Latapí indicó que el IFE acordó crear una comisión para sistematizar los informes que produzcan las diferentes misiones de observación, y que además realizará un foro en el que se analizarán estos documentos con el fin de "perfeccionar el proceso electoral mexicano".
Estados Unidos, con un total de 219 observadores, es el país con más participación, seguido de España (51), Venezuela (36), Argentina y Canadá (33 cada uno), informó en rueda de prensa Alejandra Latapí, consejera del IFE.
Latapí, quien es además presidenta de la Comisión de Relaciones Institucionales e Internacionales del IFE, explicó que estas elecciones rebasarán en número de países representados a los comicios presidenciales de 2000 y de 1994, cuando un total de 943 y de 860 personas, respectivamente, participaron como observadores.
El coordinador de Asuntos Internacionales del IFE, Manuel Carrillo, destacó que por primera vez en una elección en México habrá observadores electorales de países como Afganistán, Eslovaquia, Estonia, Filipinas, Grecia, Iraq, Lituania, Marruecos, Turquía y Uganda, entre otros.
Carrillo destacó el caso de un observador electoral proveniente de Colombia, al que se le rechazó la solicitud porque "no presentó fotocopia de su pasaporte como lo establecían los requisitos".
Del total de extranjeros acreditados, 72 pertenecen a autoridades electorales de otros países, 45 son miembros de instituciones especializadas en democracia, 74 provienen de organismos no gubernamentales y 61 son representantes de partidos políticos.
Adicionalmente, formarán parte del proceso 75 parlamentarios internacionales, 143 diplomáticos, 77 estudiantes, académicos e investigadores y 146 personas de otros sectores de la sociedad.
Los observadores "tienen el derecho y la posibilidad de informarse de los preparativos de la elección, entrevistarse con los diferentes actores políticos, tener contacto con los medios de comunicación, ofrecer ruedas de prensa y dar una opinión y una valoración respecto de la organización electoral, las campañas, los partido y los candidatos", sostuvo Carrillo.
Sin embargo, los funcionarios del IFE precisaron que no deben intervenir con la autoridad electoral en el desarrollo de sus funciones ni hacer proselitismo.
Entre los organismos internacionales que desplegarán misiones sobresalen Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos (OEA).
La OEA dispondrá de una pequeña misión de observadores que sólo verificará el día mismo de la elección.
Por el contrario, bloques como la Unión Europea comenzaron hoy a despachar observadores a todos los estados de México.
Latapí indicó que el IFE acordó crear una comisión para sistematizar los informes que produzcan las diferentes misiones de observación, y que además realizará un foro en el que se analizarán estos documentos con el fin de "perfeccionar el proceso electoral mexicano".
Vamos a ganar el 2 de julio por un millón y medio de votos: Calderón
Once TV
viernes 23 de junio
Si bien las recientes encuestas de intención del voto para el 2 de julio advierten una contienda presidencial cerrada. Para el candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón Hinojosa, no es así. Pronostica una votación superior al 60% y hasta adelanta con cuanto podría ganar.
"Por el trabajo que tenemos de campo en detección de simpatizantes y promoción de voto. Por las propias encuestas y estimaciones que tenemos vamos a ganar el próximo domingo 2 de julio por un millón y medio de votos", expresó Calderón Hinojosa.
Al cerrar su gira proselitista por Ensenada, Tijuana, Ciudad Juárez, Chihuahua y Hermosillo, el candidato panista no obstante su confianza volvió a llamar al voto útil específicamente al de los priistas: "Y saben que la alternativa que va a derrotar y que va a ganar al PRD es Acción Nacional, por eso estamos pidiendo en su voto un voto útil de parte de los priistas que quieren un México mejor para asegurar nuestro triunfo y ampliar nuestra ventaja".
En este cierre de campaña por el norte del país el panista ha puesto sobre la mesa sus propuestas en materia de seguridad y desarrollo social.
En ciudades como Ensenada, Tijuana y Ciudad Juárez además de comprometerse a limpiar las policías locales y combatir el narcotráfico, también dice que combatirá las secuelas que dejan: "El programa más ambicioso de prevención y tratamiento de adicciones entre jóvenes y adolescentes, porque estamos dejando solos a los muchachos, yo quiero que en cada colonia, en cada prepa, en cada secundaria, en cada universidad, haya un centro de prevención y tratamiento de adicciones".
Felipe Calderón también se comprometió a crear una contraloría social de programas sociales, donde los ciudadanos vigilen el destino de recursos para los mas necesitados: "Para que ciudadanas, ciudadanos con solvencia moral reconocidos en la comunidad, ellos no ayuden a vigilar si un programa está bien aplicado, va a servir también hasta para efectos electorales que los programas sociales no se utilicen en campañas políticas, que los programas sociales no se utilicen para generar clientelas electorales".
viernes 23 de junio
Si bien las recientes encuestas de intención del voto para el 2 de julio advierten una contienda presidencial cerrada. Para el candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón Hinojosa, no es así. Pronostica una votación superior al 60% y hasta adelanta con cuanto podría ganar.
"Por el trabajo que tenemos de campo en detección de simpatizantes y promoción de voto. Por las propias encuestas y estimaciones que tenemos vamos a ganar el próximo domingo 2 de julio por un millón y medio de votos", expresó Calderón Hinojosa.
Al cerrar su gira proselitista por Ensenada, Tijuana, Ciudad Juárez, Chihuahua y Hermosillo, el candidato panista no obstante su confianza volvió a llamar al voto útil específicamente al de los priistas: "Y saben que la alternativa que va a derrotar y que va a ganar al PRD es Acción Nacional, por eso estamos pidiendo en su voto un voto útil de parte de los priistas que quieren un México mejor para asegurar nuestro triunfo y ampliar nuestra ventaja".
En este cierre de campaña por el norte del país el panista ha puesto sobre la mesa sus propuestas en materia de seguridad y desarrollo social.
En ciudades como Ensenada, Tijuana y Ciudad Juárez además de comprometerse a limpiar las policías locales y combatir el narcotráfico, también dice que combatirá las secuelas que dejan: "El programa más ambicioso de prevención y tratamiento de adicciones entre jóvenes y adolescentes, porque estamos dejando solos a los muchachos, yo quiero que en cada colonia, en cada prepa, en cada secundaria, en cada universidad, haya un centro de prevención y tratamiento de adicciones".
Felipe Calderón también se comprometió a crear una contraloría social de programas sociales, donde los ciudadanos vigilen el destino de recursos para los mas necesitados: "Para que ciudadanas, ciudadanos con solvencia moral reconocidos en la comunidad, ellos no ayuden a vigilar si un programa está bien aplicado, va a servir también hasta para efectos electorales que los programas sociales no se utilicen en campañas políticas, que los programas sociales no se utilicen para generar clientelas electorales".
Aprender a votar
Andrés Pascoe Rippey
La Crónica
25 de Junio de 2006
Entre todos los interminables análisis electorales que se están haciendo tiende a haber un acuerdo más o menos amplio: la elección está empatada y los indecisos determinarán quién será el próximo presidente.
Se está especulando mucho en torno a los motivos de los indecisos o la existencia de un llamado “voto oculto”, aquel de la gente que ya decidió pero prefiere no decir por quién votará. En la época del dominio del PRI, este voto solía ser de oposición. Era razonable: el Estado era un ente temible y los electores temían represalias si decían que su voto iría hacia los partidos distintos al gobernante.
Ahora no es tan fácil hacer esa aseveración. Percibo que la sociedad se ha acostumbrado a la democracia un poco más rápido que el llamado “círculo rojo”. Por ejemplo, el gran debate de los encuestadores gira en torno a la dimensión del voto priista (o más específicamente, el voto por Madrazo). El voto duro del PRI es grande, pero creo que algunos tienen la propensión a sobreestimar su lealtad. Me parece que una gran parte del voto priista del siglo pasado no lo era tanto por lealtad, sino por conveniencia. Los economistas dicen que todos los seres humanos son fundamentalmente utilitaristas. Es decir, en el fondo siempre estamos buscando la mayor conveniencia de costo-beneficio, incluso inconscientemente, y rara vez existe un auténtico ideal detrás de las decisiones. Los ideales tienden a adaptarse a lo que nosotros deseamos que suceda bajo la lógica de que nos conviene personalmente que la realidad sea de tal o cual manera.
Así, siento que muchos de los antiguos priistas “duros” se han suavizado porque ya no reciben los beneficios (o protección) que les daba el gigantesco aparato gubernamental. Al mismo tiempo, el PRI ha perdido su aura de ser un organismo al cual había que tenerle miedo. Y aunque suene frívolo, también es posible que el PRI simplemente ya no este de moda. Es más “in”, ahora, ser perredista o panista, según la tendencia ideológica de cada quién. El PRI no ha logrado esa renovación indispensable que le hace falta para aparentar ser un partido contemporáneo. El voto oculto, entonces, es más misterioso de lo que podría pensarse.
Un elemento que ha faltado en los análisis actuales sobre la coyuntura es el proceso social que implica aprender a votar. Votar es más difícil que ir a la urna y marcar un pedazo de papel. Es una compleja decisión utilitarista: ¿Qué me beneficia más, personalmente? ¿Quién me gusta o inspira más confianza? ¿Quién es más como yo o como quisiera ser? ¿Qué le conviene a México y, en consecuencia, a mí? O, en su caso, ¿quién me irrita más o me cae peor? Todos estos elementos - y muchos otros - se entrelazan en la reflexión social sobre el voto. Sin embargo, aún estamos muy lejos de ser una sociedad pensante que emita un voto profundo, generoso y sofisticado. Pero creo que nos estamos acercando y eso se percibe en dos factores importantes.
Uno, es el claro crecimiento de Alternativa Socialdemócrata. A pesar del hostigamiento que ese pequeño partido está sufriendo por parte del PRI y PRD, que se traduce en compra de candidatos, ataques y difamaciones, su voto parece ser relativamente sólido. A pesar de que “pensadores” como Guadalupe Loaeza han cuestionado su existencia e incluso su derecho a criticar a AMLO (¡atrevidos! ¡Debería ser ilegal!), la verdad de las cosas es que este país necesita desesperadamente la existencia de una alternativa - valga la redundancia - de izquierda auténticamente progre. No está a discusión que dicho partido necesite repensarse seriamente. Han cometido graves errores en este proceso, en particular en sus alianzas y designación de candidatos. Pero aún así es un partido que representa ideas que tienen que estar en el debate político y que el PRD no se atreve, ni por asomo, a discutir. Un auténtico voto de izquierda tiene que ser por el PASC. Y ese es un voto informado y nunca desperdiciado. ¿Qué desperdicio hay en ser valiente y osado?
Dos, es que el voto de centro está en una disyuntiva triple. Pueden votar por el PRI, con un precio específico: reafirmar la no modernización de ese partido. El PRI, creo, necesita una lección de fondo y hay que negarle el voto. No han sabido desprenderse de sus propios vicios y no merecen apoyo. Pueden votar por el PRD, con los riesgos que eso representa. Y no me refiero tanto a la economía. Eso es lo que menos me preocupa. Lo grave es que pase con el país lo que ha pasado con el DF: la corporativización masiva, el uso de la pobreza como botín político, el desprecio sistemático por la ley. AMLO nunca ha tenido interés en acabar con la pobreza sino, como el viejo PRI, ha querido usarla para su beneficio político. Las promesas de AMLO son iguales a la vieja compra de voto masiva del PRI, pero con una diferencia: son compras a crédito. Es decir, AMLO está comprando votos no con dinero, sino con la promesa de dinero. Los hechos hablan por si mismos.
Y la última opción es el PAN. No es fácil para mucha gente votar por un partido que, por su parte, sufre graves resistencias internas para volverse auténticamente “actual”, y resistir sus tendencias conservadoras. Sin embargo, como sociedad, es mucho más fácil evitar la tendencia conservadora que la tendencia autoritaria.
Esta elección será una lección histórica para saber si los mexicanos están aprendiendo a votar o siguen tentados por las soluciones utilitaristas “fáciles” de la promesa económica directa. Ojalá hayamos aprendido que el voto no está a la venta. Ojalá hayamos aprendido a votar.
apascoe@cronica.com.mx
La Crónica
25 de Junio de 2006
Entre todos los interminables análisis electorales que se están haciendo tiende a haber un acuerdo más o menos amplio: la elección está empatada y los indecisos determinarán quién será el próximo presidente.
Se está especulando mucho en torno a los motivos de los indecisos o la existencia de un llamado “voto oculto”, aquel de la gente que ya decidió pero prefiere no decir por quién votará. En la época del dominio del PRI, este voto solía ser de oposición. Era razonable: el Estado era un ente temible y los electores temían represalias si decían que su voto iría hacia los partidos distintos al gobernante.
Ahora no es tan fácil hacer esa aseveración. Percibo que la sociedad se ha acostumbrado a la democracia un poco más rápido que el llamado “círculo rojo”. Por ejemplo, el gran debate de los encuestadores gira en torno a la dimensión del voto priista (o más específicamente, el voto por Madrazo). El voto duro del PRI es grande, pero creo que algunos tienen la propensión a sobreestimar su lealtad. Me parece que una gran parte del voto priista del siglo pasado no lo era tanto por lealtad, sino por conveniencia. Los economistas dicen que todos los seres humanos son fundamentalmente utilitaristas. Es decir, en el fondo siempre estamos buscando la mayor conveniencia de costo-beneficio, incluso inconscientemente, y rara vez existe un auténtico ideal detrás de las decisiones. Los ideales tienden a adaptarse a lo que nosotros deseamos que suceda bajo la lógica de que nos conviene personalmente que la realidad sea de tal o cual manera.
Así, siento que muchos de los antiguos priistas “duros” se han suavizado porque ya no reciben los beneficios (o protección) que les daba el gigantesco aparato gubernamental. Al mismo tiempo, el PRI ha perdido su aura de ser un organismo al cual había que tenerle miedo. Y aunque suene frívolo, también es posible que el PRI simplemente ya no este de moda. Es más “in”, ahora, ser perredista o panista, según la tendencia ideológica de cada quién. El PRI no ha logrado esa renovación indispensable que le hace falta para aparentar ser un partido contemporáneo. El voto oculto, entonces, es más misterioso de lo que podría pensarse.
Un elemento que ha faltado en los análisis actuales sobre la coyuntura es el proceso social que implica aprender a votar. Votar es más difícil que ir a la urna y marcar un pedazo de papel. Es una compleja decisión utilitarista: ¿Qué me beneficia más, personalmente? ¿Quién me gusta o inspira más confianza? ¿Quién es más como yo o como quisiera ser? ¿Qué le conviene a México y, en consecuencia, a mí? O, en su caso, ¿quién me irrita más o me cae peor? Todos estos elementos - y muchos otros - se entrelazan en la reflexión social sobre el voto. Sin embargo, aún estamos muy lejos de ser una sociedad pensante que emita un voto profundo, generoso y sofisticado. Pero creo que nos estamos acercando y eso se percibe en dos factores importantes.
Uno, es el claro crecimiento de Alternativa Socialdemócrata. A pesar del hostigamiento que ese pequeño partido está sufriendo por parte del PRI y PRD, que se traduce en compra de candidatos, ataques y difamaciones, su voto parece ser relativamente sólido. A pesar de que “pensadores” como Guadalupe Loaeza han cuestionado su existencia e incluso su derecho a criticar a AMLO (¡atrevidos! ¡Debería ser ilegal!), la verdad de las cosas es que este país necesita desesperadamente la existencia de una alternativa - valga la redundancia - de izquierda auténticamente progre. No está a discusión que dicho partido necesite repensarse seriamente. Han cometido graves errores en este proceso, en particular en sus alianzas y designación de candidatos. Pero aún así es un partido que representa ideas que tienen que estar en el debate político y que el PRD no se atreve, ni por asomo, a discutir. Un auténtico voto de izquierda tiene que ser por el PASC. Y ese es un voto informado y nunca desperdiciado. ¿Qué desperdicio hay en ser valiente y osado?
Dos, es que el voto de centro está en una disyuntiva triple. Pueden votar por el PRI, con un precio específico: reafirmar la no modernización de ese partido. El PRI, creo, necesita una lección de fondo y hay que negarle el voto. No han sabido desprenderse de sus propios vicios y no merecen apoyo. Pueden votar por el PRD, con los riesgos que eso representa. Y no me refiero tanto a la economía. Eso es lo que menos me preocupa. Lo grave es que pase con el país lo que ha pasado con el DF: la corporativización masiva, el uso de la pobreza como botín político, el desprecio sistemático por la ley. AMLO nunca ha tenido interés en acabar con la pobreza sino, como el viejo PRI, ha querido usarla para su beneficio político. Las promesas de AMLO son iguales a la vieja compra de voto masiva del PRI, pero con una diferencia: son compras a crédito. Es decir, AMLO está comprando votos no con dinero, sino con la promesa de dinero. Los hechos hablan por si mismos.
Y la última opción es el PAN. No es fácil para mucha gente votar por un partido que, por su parte, sufre graves resistencias internas para volverse auténticamente “actual”, y resistir sus tendencias conservadoras. Sin embargo, como sociedad, es mucho más fácil evitar la tendencia conservadora que la tendencia autoritaria.
Esta elección será una lección histórica para saber si los mexicanos están aprendiendo a votar o siguen tentados por las soluciones utilitaristas “fáciles” de la promesa económica directa. Ojalá hayamos aprendido que el voto no está a la venta. Ojalá hayamos aprendido a votar.
apascoe@cronica.com.mx
Voto útil
Jaime Sánchez Susarrey
Grupo Reforma
25 de junio de 2006
No hay duda. Vamos hacia una elección muy cerrada. La moneda está en el aire. Los electores flotantes decidirán la elección. Son ellos los que tendrán en el último momento la última palabra. Las semanas y días recientes muestran que los cambios de humor ocurren por días y en ocasiones por horas. Un incidente o una noticia de último minuto podrían inclinarlos en un sentido o en otro. Por eso nada sabremos a ciencia cierta hasta el 2 de julio.
AMLO, sin embargo, reitera que la ventaja que lleva es de 10 puntos. Ninguna encuesta publicada le parece confiable; todas están "truqueadas", dice. Las que lo sitúan por debajo de Calderón por razones obvias y las que le otorgan una ventaja de dos o tres puntos porque no reflejan la verdadera distancia que le lleva al candidato del PAN. Pero ese discurso es ornamental, no real. Es incluso probable que el famoso sondeo ni siquiera exista.
Pero la realidad es que en los entornos de AMLO hay preocupación. La elección depende de unos cuantos puntos. La distancia entre el vencedor y el segundo lugar podría ser incluso menor de dos puntos. De ahí la ofensiva que están lanzando contra Patricia Mercado y el partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina. Ese y no otro es el sentido de la tesis del voto útil: no votes por una candidata que no tiene oportunidad de ganar; no desperdicies tu voto. Vota por Andrés Manuel y evita que la derecha conserve el poder.
No es ésta la primera vez que se maneja el argumento del voto útil. Vicente Fox lo utilizó en el 2000 con muy buenos dividendos. El objetivo era sacar al PRI de Los Pinos. No había pues que desperdiciar el voto. Había que dejar de lado las diferencias ideológicas y programáticas para concentrarse en el objetivo fundamental: terminar con 71 años de hegemonía priista. Lo demás vendría por añadidura. Y en efecto, el 2 de julio de 2000 muchos militantes y simpatizantes votaron por Vicente Fox.
Hoy las circunstancias son diferentes. La convocatoria al voto útil que están haciendo los perredistas y los intelectuales que les son afines no es clara en sus objetivos ni en sus definiciones. Su fundamento último es de oportunidad: vota por AMLO porque él es el único que puede ganar la Presidencia de la República. No hay más. Y digo que no hay más porque, por una parte, soslaya las críticas que suscita López Obrador y, por la otra, inventa un monstruo de 100 cabezas para restarle importancia a las diferencias.
Vayamos por partes. El monstruo de 100 cabezas no es difícil de describir. Felipe Calderón, se dice, no es una mala persona. Pero está cercado y manipulado por la extrema derecha de Acción Nacional. Manuel Espino y el Yunque son el enemigo a vencer. Si Calderón gana la Presidencia, serán ellos los que se impongan y veremos un retroceso en todos los órdenes, desde las políticas de salud hasta una ofensiva contra la educación laica. Así que no hay que desperdiciar el voto para impedir que la ultraderecha se apodere del gobierno.
Las objeciones a esta tesis son múltiples y evidentes. Cabe recordar, en primer lugar, que lo mismo se dijo en el 2000 de Vicente Fox. El petate del muerto era el mismo: la llegada de Acción Nacional terminará con la educación laica, prohibirá el condón, las píldoras anticonceptivas y nos pondrá a todos a rezar el rosario de 7 a 7:30. Pero nada de eso aconteció. Es más, en varias cuestiones, como la píldora del día siguiente, el gobierno foxista fue más liberal que los últimos gobiernos priistas.
La razón de esto es doble: existe una sociedad laica que no admitiría un retroceso en estas materias y el propio Vicente Fox es una persona bastante liberal. Felipe Calderón es, sin duda, un hombre que profesa la fe católica, como el propio Fox, pero ha reiterado que las convicciones morales no pueden imponerse en el espacio público al resto de la población. Y no sólo eso. En su entorno hay personajes, como Josefina Vázquez Mota, que mantienen posiciones liberales en lo que se refiere a las políticas de salud pública.
Y por lo que toca al complot del Yunque, baste decir que las tensiones que ha habido entre Felipe Calderón y el presidente del PAN son muy conocidas. Manuel Espino ha sido un verdadero dolor de cabeza para el equipo de campaña del candidato panista. Por eso se puede esperar cualquier cosa, menos que Calderón, ya como Presidente, se doblegue o se deje cercar por Manuel Espino y el Yunque. En suma, los llamados al voto útil para detener el avance de la ultraderecha son basura pura; no tienen sustancia ni consistencia.
Pasemos, ahora, a la segunda cuestión: las dudas y las críticas que suscitan AMLO y su proyecto entre muchos militantes de izquierda. Y en ese sentido, la primera pregunta que hay que formularse es si López Obrador es un hombre que tiene un proyecto y un programa de izquierda.
Vayamos, de nuevo, por partes: ¿Es de izquierda regresar a los precios de garantía en el campo, a los desayunos escolares y a la entrega de útiles escolares, como ocurría durante los gobiernos de Echeverría y López Portillo?
¿Es de izquierda rodearse de expriistas, contar con el apoyo de Manuel Bartlett, la CROC y, al mismo tiempo, marginar a las corrientes tradicionales del PRD, incluido el cardenismo?
¿Es de izquierda minimizar el proceso de globalización y proponer una revisión del Tratado de Libre Comercio?
¿Es de izquierda no tener una posición clara frente a la píldora del día siguiente y guardar un "prudente" silencio cuando se interroga a AMLO sobre esta cuestión?
¿Es de izquierda sumarse ciegamente al liderazgo de un personaje que no tolera la crítica y que se asume como la única oportunidad de redención de los pobres de este país?
¿Es de izquierda negarse a responder preguntas de cultura general para no vulnerar la imagen y la esperanza de millones de mexicanos que dice encarnar?
¿Es de izquierda tolerar los linchamientos con el argumento de que con los usos y costumbres de los pueblos no hay que meterse?
La respuesta obvia es: no, no es de izquierda. Por eso muchos militantes y simpatizantes del PRD, que se sienten defraudados por AMLO y su proyecto, están volteando hacia Patricia Mercado y Alternativa Socialdemócrata y Campesina. Al hacerlo no cometen ningún pecado; al contrario, reconocen una realidad y apuestan por un proyecto alternativo. Es cierto que no es para mañana y que se trata de una inversión de largo plazo. Pero ese es un voto útil y moralmente inobjetable. México necesita una izquierda moderna y democrática, no un mesías tropical.
Grupo Reforma
25 de junio de 2006
No hay duda. Vamos hacia una elección muy cerrada. La moneda está en el aire. Los electores flotantes decidirán la elección. Son ellos los que tendrán en el último momento la última palabra. Las semanas y días recientes muestran que los cambios de humor ocurren por días y en ocasiones por horas. Un incidente o una noticia de último minuto podrían inclinarlos en un sentido o en otro. Por eso nada sabremos a ciencia cierta hasta el 2 de julio.
AMLO, sin embargo, reitera que la ventaja que lleva es de 10 puntos. Ninguna encuesta publicada le parece confiable; todas están "truqueadas", dice. Las que lo sitúan por debajo de Calderón por razones obvias y las que le otorgan una ventaja de dos o tres puntos porque no reflejan la verdadera distancia que le lleva al candidato del PAN. Pero ese discurso es ornamental, no real. Es incluso probable que el famoso sondeo ni siquiera exista.
Pero la realidad es que en los entornos de AMLO hay preocupación. La elección depende de unos cuantos puntos. La distancia entre el vencedor y el segundo lugar podría ser incluso menor de dos puntos. De ahí la ofensiva que están lanzando contra Patricia Mercado y el partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina. Ese y no otro es el sentido de la tesis del voto útil: no votes por una candidata que no tiene oportunidad de ganar; no desperdicies tu voto. Vota por Andrés Manuel y evita que la derecha conserve el poder.
No es ésta la primera vez que se maneja el argumento del voto útil. Vicente Fox lo utilizó en el 2000 con muy buenos dividendos. El objetivo era sacar al PRI de Los Pinos. No había pues que desperdiciar el voto. Había que dejar de lado las diferencias ideológicas y programáticas para concentrarse en el objetivo fundamental: terminar con 71 años de hegemonía priista. Lo demás vendría por añadidura. Y en efecto, el 2 de julio de 2000 muchos militantes y simpatizantes votaron por Vicente Fox.
Hoy las circunstancias son diferentes. La convocatoria al voto útil que están haciendo los perredistas y los intelectuales que les son afines no es clara en sus objetivos ni en sus definiciones. Su fundamento último es de oportunidad: vota por AMLO porque él es el único que puede ganar la Presidencia de la República. No hay más. Y digo que no hay más porque, por una parte, soslaya las críticas que suscita López Obrador y, por la otra, inventa un monstruo de 100 cabezas para restarle importancia a las diferencias.
Vayamos por partes. El monstruo de 100 cabezas no es difícil de describir. Felipe Calderón, se dice, no es una mala persona. Pero está cercado y manipulado por la extrema derecha de Acción Nacional. Manuel Espino y el Yunque son el enemigo a vencer. Si Calderón gana la Presidencia, serán ellos los que se impongan y veremos un retroceso en todos los órdenes, desde las políticas de salud hasta una ofensiva contra la educación laica. Así que no hay que desperdiciar el voto para impedir que la ultraderecha se apodere del gobierno.
Las objeciones a esta tesis son múltiples y evidentes. Cabe recordar, en primer lugar, que lo mismo se dijo en el 2000 de Vicente Fox. El petate del muerto era el mismo: la llegada de Acción Nacional terminará con la educación laica, prohibirá el condón, las píldoras anticonceptivas y nos pondrá a todos a rezar el rosario de 7 a 7:30. Pero nada de eso aconteció. Es más, en varias cuestiones, como la píldora del día siguiente, el gobierno foxista fue más liberal que los últimos gobiernos priistas.
La razón de esto es doble: existe una sociedad laica que no admitiría un retroceso en estas materias y el propio Vicente Fox es una persona bastante liberal. Felipe Calderón es, sin duda, un hombre que profesa la fe católica, como el propio Fox, pero ha reiterado que las convicciones morales no pueden imponerse en el espacio público al resto de la población. Y no sólo eso. En su entorno hay personajes, como Josefina Vázquez Mota, que mantienen posiciones liberales en lo que se refiere a las políticas de salud pública.
Y por lo que toca al complot del Yunque, baste decir que las tensiones que ha habido entre Felipe Calderón y el presidente del PAN son muy conocidas. Manuel Espino ha sido un verdadero dolor de cabeza para el equipo de campaña del candidato panista. Por eso se puede esperar cualquier cosa, menos que Calderón, ya como Presidente, se doblegue o se deje cercar por Manuel Espino y el Yunque. En suma, los llamados al voto útil para detener el avance de la ultraderecha son basura pura; no tienen sustancia ni consistencia.
Pasemos, ahora, a la segunda cuestión: las dudas y las críticas que suscitan AMLO y su proyecto entre muchos militantes de izquierda. Y en ese sentido, la primera pregunta que hay que formularse es si López Obrador es un hombre que tiene un proyecto y un programa de izquierda.
Vayamos, de nuevo, por partes: ¿Es de izquierda regresar a los precios de garantía en el campo, a los desayunos escolares y a la entrega de útiles escolares, como ocurría durante los gobiernos de Echeverría y López Portillo?
¿Es de izquierda rodearse de expriistas, contar con el apoyo de Manuel Bartlett, la CROC y, al mismo tiempo, marginar a las corrientes tradicionales del PRD, incluido el cardenismo?
¿Es de izquierda minimizar el proceso de globalización y proponer una revisión del Tratado de Libre Comercio?
¿Es de izquierda no tener una posición clara frente a la píldora del día siguiente y guardar un "prudente" silencio cuando se interroga a AMLO sobre esta cuestión?
¿Es de izquierda sumarse ciegamente al liderazgo de un personaje que no tolera la crítica y que se asume como la única oportunidad de redención de los pobres de este país?
¿Es de izquierda negarse a responder preguntas de cultura general para no vulnerar la imagen y la esperanza de millones de mexicanos que dice encarnar?
¿Es de izquierda tolerar los linchamientos con el argumento de que con los usos y costumbres de los pueblos no hay que meterse?
La respuesta obvia es: no, no es de izquierda. Por eso muchos militantes y simpatizantes del PRD, que se sienten defraudados por AMLO y su proyecto, están volteando hacia Patricia Mercado y Alternativa Socialdemócrata y Campesina. Al hacerlo no cometen ningún pecado; al contrario, reconocen una realidad y apuestan por un proyecto alternativo. Es cierto que no es para mañana y que se trata de una inversión de largo plazo. Pero ese es un voto útil y moralmente inobjetable. México necesita una izquierda moderna y democrática, no un mesías tropical.
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