
agosto 16, 2006
REFLEXIONES. El mejor sustituto...
El Economista
Ago 16, 2006
Bernardo Graue Toussaint
Manuel Andrés López Obrador (MALO)
Exabanderado presidencial de la Coalición Por El Bien de Todos.
Presente
Este lunes, los capitalinos vimos que soltó a sus perros bravos (con disculpa para los canes que podrían ofenderse por la comparación) en las puertas del Palacio Legislativo de San Lázaro.
Ahí estaban los mejores representantes de su presunta resistencia civil "pacífica", tratando de romper el cerco policiaco con un microbús, arrojando piedras y rejas metálicas contra la PFP, la cual resguarda el recinto parlamentario a petición expresa del presidente de la Cámara de Diputados. Ese es el verdadero rostro de su falaz pacifismo.
Sr. López, ¿Quiénes iban al frente de su ejército invasor del Congreso?
Veamos:
- Martí Batres Guadarrama (porrito desde su época universitaria, madreador verbal y callejero de tiempo completo).
- Dolores Padierna, esposa fiel del Señor de las Ligas (y de los dólares), líder de la llamada Corriente de Izquierda Democrática (qué curioso, una corriente dirigida por una idem)
- Inti Muñoz, exlíder y porro del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), antecedente del CGH.
- Francisco Chiguil, José Luis Muñoz, Andrés Lozáno, Gerardo Villanueva y Emilio Serrano, destacados miembros de esa Corriente de Izquierda Democrática, bastión de los hermanos René y Elio Bejarano, éste último, además, cabeza del siempre violento Frente Popular Francisco Villa.
- Clara Brugada que a empujones con los uniformados gritaba: ¡Quítense, hijos de la chingada, que soy diputada!
Si observamos con detenimiento el perfil de estos liderazgos, Sr. López, debemos de entender que su presunta resistencia civil "pacífica" es una perla más de su rosario interminable de mentiras. Debe quedar perfectamente claro: su círculo cercano lo componen profesionales históricos de la violencia y del chantaje. No de pacifistas y mucho menos de demócratas.
Ese "bejaranismo" del que usted -en tiempos de campaña- se desmarcaba, hoy se muestra como su brazo ejecutor en las calles de la capital.
No bastando lo anterior, Sr. López, se voló la barda al asegurar que Vicente Fox Quesada utiliza (textual) "... métodos represivos, usados por Huerta para silenciar a legisladores, métodos represivos utilizados por presidentes autoritarios de una época que pensábamos ya superada, métodos represivos utilizados por Gustavo Díaz Ordaz".
Sr. López, no diga tonterías. El represivo presidente Gustavo Díaz Ordaz no le habría permitido a usted instalar ni media tienda de campaña en el Paseo de la Reforma. Ese fallecido mandatario emanado de las filas del PRI (partido del que usted fue orgullosísimo miembro por muchísimos años, aunque hoy lo oculte) no le habría dejado a usted pernoctar en el Zócalo ni por una noche. Repito, no diga tonterías.
Antes de escribir sus discursos, valdría la pena que recordara
-como se lo recomendé hace más de un año- lo siguiente: El mejor sustituto del cerebro es el silencio. Sr. López, México no merece el contagio de sus desvaríos emocionales ni pagar los costos de los altos niveles de orfandad, tanto de usted cuanto de sus líderes violentos.
Bernardo Graue Toussaint
P.D. Le confirmo que algunos especialistas en materia de psiquiatría han asegurado que la paranoia efectivamente no es locura, pero sí esenfermedad. Atiéndase.
Ago 16, 2006
Bernardo Graue Toussaint
Manuel Andrés López Obrador (MALO)
Exabanderado presidencial de la Coalición Por El Bien de Todos.
Presente
Este lunes, los capitalinos vimos que soltó a sus perros bravos (con disculpa para los canes que podrían ofenderse por la comparación) en las puertas del Palacio Legislativo de San Lázaro.
Ahí estaban los mejores representantes de su presunta resistencia civil "pacífica", tratando de romper el cerco policiaco con un microbús, arrojando piedras y rejas metálicas contra la PFP, la cual resguarda el recinto parlamentario a petición expresa del presidente de la Cámara de Diputados. Ese es el verdadero rostro de su falaz pacifismo.
Sr. López, ¿Quiénes iban al frente de su ejército invasor del Congreso?
Veamos:
- Martí Batres Guadarrama (porrito desde su época universitaria, madreador verbal y callejero de tiempo completo).
- Dolores Padierna, esposa fiel del Señor de las Ligas (y de los dólares), líder de la llamada Corriente de Izquierda Democrática (qué curioso, una corriente dirigida por una idem)
- Inti Muñoz, exlíder y porro del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), antecedente del CGH.
- Francisco Chiguil, José Luis Muñoz, Andrés Lozáno, Gerardo Villanueva y Emilio Serrano, destacados miembros de esa Corriente de Izquierda Democrática, bastión de los hermanos René y Elio Bejarano, éste último, además, cabeza del siempre violento Frente Popular Francisco Villa.
- Clara Brugada que a empujones con los uniformados gritaba: ¡Quítense, hijos de la chingada, que soy diputada!
Si observamos con detenimiento el perfil de estos liderazgos, Sr. López, debemos de entender que su presunta resistencia civil "pacífica" es una perla más de su rosario interminable de mentiras. Debe quedar perfectamente claro: su círculo cercano lo componen profesionales históricos de la violencia y del chantaje. No de pacifistas y mucho menos de demócratas.
Ese "bejaranismo" del que usted -en tiempos de campaña- se desmarcaba, hoy se muestra como su brazo ejecutor en las calles de la capital.
No bastando lo anterior, Sr. López, se voló la barda al asegurar que Vicente Fox Quesada utiliza (textual) "... métodos represivos, usados por Huerta para silenciar a legisladores, métodos represivos utilizados por presidentes autoritarios de una época que pensábamos ya superada, métodos represivos utilizados por Gustavo Díaz Ordaz".
Sr. López, no diga tonterías. El represivo presidente Gustavo Díaz Ordaz no le habría permitido a usted instalar ni media tienda de campaña en el Paseo de la Reforma. Ese fallecido mandatario emanado de las filas del PRI (partido del que usted fue orgullosísimo miembro por muchísimos años, aunque hoy lo oculte) no le habría dejado a usted pernoctar en el Zócalo ni por una noche. Repito, no diga tonterías.
Antes de escribir sus discursos, valdría la pena que recordara
-como se lo recomendé hace más de un año- lo siguiente: El mejor sustituto del cerebro es el silencio. Sr. López, México no merece el contagio de sus desvaríos emocionales ni pagar los costos de los altos niveles de orfandad, tanto de usted cuanto de sus líderes violentos.
Bernardo Graue Toussaint
P.D. Le confirmo que algunos especialistas en materia de psiquiatría han asegurado que la paranoia efectivamente no es locura, pero sí esenfermedad. Atiéndase.
La sombra del caosillo
Cochinero
Guillermo Sheridan
Letras Libres
Agosto de 2006
------------
¿Están de acuerdo?
Andrés Manuel López Obrador
a su Asamblea.
------------
–¿Quieeeeeeeeeén?
–¿CÒMO DE QUE “QUIÈN”? ¡SOMOS LA GENTE!
–¿Toda?
–¡CLARO DE QUE NO TODA: SUS MANDATADOS!
– Pero… ¿y quién los mandató?
–¡LA ASAMBLEA INFORMATIVA! ¡TODOS LO SABEN!
–¿Y qué desean?
–¡TENEMOS QUE HABLAR CONTIGO!
–¿La Gente quiere hablar conmigo?
–¡DE INMEDIATO!
–¿Y de qué quieren hablar?
–¡DE QUE COMO LA ASAMBLEA MANDATÒ DE QUE SE REVISARA EL VOTO CASA POR CASA, QUEREMOS SABER SI SI FUISTE A VOTAR!
–Bueno, pues sí. Claro que fui a votar, pero…
–¡NÚMERO DE CASILLA!
–Deje ver… la casilla ordinaria 706.
–¡A VER! ¡COMPAÑERO GENTE, COTEJE USTÉ LA 706! ¡A JA JÁ! ¡TAL COMO LO IMAGINAMOS!: ¡CASILLA CUCHAREADA!
–¿“Cuchareada”? ¿Qué quiere de…?
–¡CASILLA TRAMPOSA, ESPURIA, FRAUDULENTA, CONTROLADA POR LOS SEÑORES DEL DINERO! ¡ES DE TODOS SABIDO! ¡YA LA IMPUGNAMOS!
–Pero…
–Y CUANDO FUISTE A VOTAR, ¿NO VISTES EL PINCHE FRAUDE?
–Bueno, mire… Vi mi casilla, muy en orden y en paz y...
–¡“ORDEN” y “PAZ”, SÍ CLAAARO!
–Ahí estaban sus funcionarios ciudadanos, y los representantes de los partidos. Por cierto la del prd es mi vecina, una señora muy amable que…
–¿ESA VECINA REPRESENTABA A LA GENTE?
–No, representaba al prd, pero…
–¡SI REPRESENTABA AL PRD, REPRESENTABA A LA GENTE!
–Si usted lo dice, aunque…
–¿ESTÁS SEGURO DE QUE REPRESENTABA A LA GENTE? ¡PORQUE HUBO MUCHOS DE QUE DIJERON REPRESENTAR A LA GENTE Y DE QUE EN REALIDAD SE HABÍAN VENDIDO A LOS CIUDADANOS!
–¿A los ciudadanos? Ahora sí no entien…
–¡SÍ, A LOS CIUDADANOS, AL APARATO DEL ESTADO, A SUS LEYES FRAUDULENTAS HECHAS PARA SERVIR SUS INTERESES MEZQUINOS, AL COCHINERO!
–A ver, ¿no es lo mismo la gente que los ciudadanos?
–¡CLARO QUE NO ES LO MISMO! ¡LA GENTE ES LA GENTE Y LOS CIUDADANOS SON SÓLOS CIUDADANOS!
–Pues no entiendo.
–¡CLARO DE QUE NO! ¡PORQUE NO ERES GENTE Y NO VAS A LAS ASAMBLEAS INFORMATIVAS!
–Lo que no entiendo es quién dice que unos son gente y otros son ciud…
–¡LO DIJO LA GENTE Y YA! ¡BUENO! ¿Y LUEGO DE LLEGAR A LA CASILLA QUÉ HICISTES?
–Pues entregué mi credencial para votar con fo…
–¿Y LA ACEPTARON?
–¿Por qué no habían de acept…?
–¡PORQUE LOS CIUDADANOS TIENEN MILES DE CREDENCIALES HILDEBRANDAS! ¡TODOS LO SABEN!
–Yo no creo que…
–¡QUÉ DIGO MILES: CIENTOS DE MILES, COMO TRESCIENTAS MIL, PARA SER MÁS O MENOS EXACTOS!
–Pero si tiene mi foto y mi huella y mi firma y su holograma y su…
–¡Y QUÉ! ¡LOS CIENTÍFICOS GENTE YA DEMOSTRARON QUE ESAS CREDENCIALES LAS CUCHAREARON CON UN PINCHE ALGORITMO! ¡ES DE TODOS SABIDO!
–Pues yo creí que las diseñamos para que…
–¡LAS DISEÑAMOS! ¿QUIÉNES LAS “DISEÑAMOS”?
–Pues cuando diseñamos el ife y el tepjf, los ciudada …
–¡Y QUIÉNES SON LOS CIUDADANOS, A VER!
–¿El pueblo de Méxi…?
–¡AHÍ ESTÁ! ¡NO LAS DISEÑÓ LA GENTE!
–Pero si están llenas de candados de seguridad, no veo cómo…
–¡PUES PA DE QUE VEAS! ¡TODOS LO SABEN!
–Pues Woldenberg dice que el sistema es a prueba de frau…
–¡AY SI TÚ, WOLDENBERG! ¡PUES DA LA CASUALIDAD DE QUE WOLDENBERG ES CIUDADANO, NO GENTE! ¡Y TODOS SABEMOS DE QUE SÍ HUBO FRAUDE! ¿AH, VERDAD?
–¿Y Manuel Camacho y Arturo Núñez ¿son ciudadanos o son gente?
–¡FUERON CIUDADANOS, PERO AHORA SON GENTE! ¿Y LUEGO QUÉ PASÓ?
–Bueno, pues cotejaron mi credencial con su libro ése donde tienen las copias de cada credencial.
–¡JA, “EL LIBRO”, CLARO! ¡ESOS LIBROS ESTÁN TODOS ESPURIOS, YA SE SABE! ¿QUÉ MÁS?
–Me dieron mis votos en blanco, sufragué e introduje mis sufragios en las urnas.
–¡AH, CLARO, LAS FAMOSAS URNAS! ¡QUE YA ESTABAN PREÑADAS Y COPETEADAS Y CUCHAREADAS Y PELELES! ¿Y LUEGO?
–Luego me sellaron la credencial y anotaron que voté y me entintaron el pulgar y…
–¡CLARO, LA FAMOSA TINTA HILDEBRANDO! ¡COMO SI NO SUPIÉRAMOS!
–Y luego en la tarde regresé a ver el cierre de la casilla y vi a los ciudadanos funcionarios contar los votos y hacer las actas, observados por los representantes de los partidos y, para terminar, colocaron la sábana con los resultados afuera de la casilla. En fin, lo que dice la ley.
–¡UNA LEY FRAUDULENTA, COMO LO HA DECIDIDO LA ASAMBLEA INFORMATIVA! ¡PURO COCHINERO!
–Yo no lo sé de cierto...
–¡PUES LA ASAMBLEA SÍ SABE Y YA HABLÓ, Y CUANDO LA ASAMBLEA SABE ES PORQUE SABE! ¡TODOS LO SABEN!
–Bueno, pues. Pero ya no grite.
–¡ASÍ HABLA LA ASAMBLEA, PARA QUE TODOS OIGAMOS!
–Oiga, ¿puedo preguntar algo?
–¡LO QUE DIGA LA ASAMBLEA! ¡DEJE VER! ¿DE QUE SI SE PUEDE PREGUNTAR? ¡QUE DICE LA ASAMBLEA QUE NO!
–Yo no sé hasta dónde piensan llegar con esto…
–¡¡HASTA DONDE LA GENTE DIGA!!
–¿Y hasta dónde dice?
–¡HASTA DONDE LO DISPONGA EL CAUDILLO!
–Y hasta dónde dispone el Caudillo?
–¡¡HASTA DONDE LA GENTE QUIERA!! ¡Y YA NOS VAMOS PORQUE TENEMOS MUCHO DE QUE HACER! ¡HASTA MUY PRONTO!
–Pues sí... Hasta muy pronto... ~
Guillermo Sheridan
Letras Libres
Agosto de 2006
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¿Están de acuerdo?
Andrés Manuel López Obrador
a su Asamblea.
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–¿Quieeeeeeeeeén?
–¿CÒMO DE QUE “QUIÈN”? ¡SOMOS LA GENTE!
–¿Toda?
–¡CLARO DE QUE NO TODA: SUS MANDATADOS!
– Pero… ¿y quién los mandató?
–¡LA ASAMBLEA INFORMATIVA! ¡TODOS LO SABEN!
–¿Y qué desean?
–¡TENEMOS QUE HABLAR CONTIGO!
–¿La Gente quiere hablar conmigo?
–¡DE INMEDIATO!
–¿Y de qué quieren hablar?
–¡DE QUE COMO LA ASAMBLEA MANDATÒ DE QUE SE REVISARA EL VOTO CASA POR CASA, QUEREMOS SABER SI SI FUISTE A VOTAR!
–Bueno, pues sí. Claro que fui a votar, pero…
–¡NÚMERO DE CASILLA!
–Deje ver… la casilla ordinaria 706.
–¡A VER! ¡COMPAÑERO GENTE, COTEJE USTÉ LA 706! ¡A JA JÁ! ¡TAL COMO LO IMAGINAMOS!: ¡CASILLA CUCHAREADA!
–¿“Cuchareada”? ¿Qué quiere de…?
–¡CASILLA TRAMPOSA, ESPURIA, FRAUDULENTA, CONTROLADA POR LOS SEÑORES DEL DINERO! ¡ES DE TODOS SABIDO! ¡YA LA IMPUGNAMOS!
–Pero…
–Y CUANDO FUISTE A VOTAR, ¿NO VISTES EL PINCHE FRAUDE?
–Bueno, mire… Vi mi casilla, muy en orden y en paz y...
–¡“ORDEN” y “PAZ”, SÍ CLAAARO!
–Ahí estaban sus funcionarios ciudadanos, y los representantes de los partidos. Por cierto la del prd es mi vecina, una señora muy amable que…
–¿ESA VECINA REPRESENTABA A LA GENTE?
–No, representaba al prd, pero…
–¡SI REPRESENTABA AL PRD, REPRESENTABA A LA GENTE!
–Si usted lo dice, aunque…
–¿ESTÁS SEGURO DE QUE REPRESENTABA A LA GENTE? ¡PORQUE HUBO MUCHOS DE QUE DIJERON REPRESENTAR A LA GENTE Y DE QUE EN REALIDAD SE HABÍAN VENDIDO A LOS CIUDADANOS!
–¿A los ciudadanos? Ahora sí no entien…
–¡SÍ, A LOS CIUDADANOS, AL APARATO DEL ESTADO, A SUS LEYES FRAUDULENTAS HECHAS PARA SERVIR SUS INTERESES MEZQUINOS, AL COCHINERO!
–A ver, ¿no es lo mismo la gente que los ciudadanos?
–¡CLARO QUE NO ES LO MISMO! ¡LA GENTE ES LA GENTE Y LOS CIUDADANOS SON SÓLOS CIUDADANOS!
–Pues no entiendo.
–¡CLARO DE QUE NO! ¡PORQUE NO ERES GENTE Y NO VAS A LAS ASAMBLEAS INFORMATIVAS!
–Lo que no entiendo es quién dice que unos son gente y otros son ciud…
–¡LO DIJO LA GENTE Y YA! ¡BUENO! ¿Y LUEGO DE LLEGAR A LA CASILLA QUÉ HICISTES?
–Pues entregué mi credencial para votar con fo…
–¿Y LA ACEPTARON?
–¿Por qué no habían de acept…?
–¡PORQUE LOS CIUDADANOS TIENEN MILES DE CREDENCIALES HILDEBRANDAS! ¡TODOS LO SABEN!
–Yo no creo que…
–¡QUÉ DIGO MILES: CIENTOS DE MILES, COMO TRESCIENTAS MIL, PARA SER MÁS O MENOS EXACTOS!
–Pero si tiene mi foto y mi huella y mi firma y su holograma y su…
–¡Y QUÉ! ¡LOS CIENTÍFICOS GENTE YA DEMOSTRARON QUE ESAS CREDENCIALES LAS CUCHAREARON CON UN PINCHE ALGORITMO! ¡ES DE TODOS SABIDO!
–Pues yo creí que las diseñamos para que…
–¡LAS DISEÑAMOS! ¿QUIÉNES LAS “DISEÑAMOS”?
–Pues cuando diseñamos el ife y el tepjf, los ciudada …
–¡Y QUIÉNES SON LOS CIUDADANOS, A VER!
–¿El pueblo de Méxi…?
–¡AHÍ ESTÁ! ¡NO LAS DISEÑÓ LA GENTE!
–Pero si están llenas de candados de seguridad, no veo cómo…
–¡PUES PA DE QUE VEAS! ¡TODOS LO SABEN!
–Pues Woldenberg dice que el sistema es a prueba de frau…
–¡AY SI TÚ, WOLDENBERG! ¡PUES DA LA CASUALIDAD DE QUE WOLDENBERG ES CIUDADANO, NO GENTE! ¡Y TODOS SABEMOS DE QUE SÍ HUBO FRAUDE! ¿AH, VERDAD?
–¿Y Manuel Camacho y Arturo Núñez ¿son ciudadanos o son gente?
–¡FUERON CIUDADANOS, PERO AHORA SON GENTE! ¿Y LUEGO QUÉ PASÓ?
–Bueno, pues cotejaron mi credencial con su libro ése donde tienen las copias de cada credencial.
–¡JA, “EL LIBRO”, CLARO! ¡ESOS LIBROS ESTÁN TODOS ESPURIOS, YA SE SABE! ¿QUÉ MÁS?
–Me dieron mis votos en blanco, sufragué e introduje mis sufragios en las urnas.
–¡AH, CLARO, LAS FAMOSAS URNAS! ¡QUE YA ESTABAN PREÑADAS Y COPETEADAS Y CUCHAREADAS Y PELELES! ¿Y LUEGO?
–Luego me sellaron la credencial y anotaron que voté y me entintaron el pulgar y…
–¡CLARO, LA FAMOSA TINTA HILDEBRANDO! ¡COMO SI NO SUPIÉRAMOS!
–Y luego en la tarde regresé a ver el cierre de la casilla y vi a los ciudadanos funcionarios contar los votos y hacer las actas, observados por los representantes de los partidos y, para terminar, colocaron la sábana con los resultados afuera de la casilla. En fin, lo que dice la ley.
–¡UNA LEY FRAUDULENTA, COMO LO HA DECIDIDO LA ASAMBLEA INFORMATIVA! ¡PURO COCHINERO!
–Yo no lo sé de cierto...
–¡PUES LA ASAMBLEA SÍ SABE Y YA HABLÓ, Y CUANDO LA ASAMBLEA SABE ES PORQUE SABE! ¡TODOS LO SABEN!
–Bueno, pues. Pero ya no grite.
–¡ASÍ HABLA LA ASAMBLEA, PARA QUE TODOS OIGAMOS!
–Oiga, ¿puedo preguntar algo?
–¡LO QUE DIGA LA ASAMBLEA! ¡DEJE VER! ¿DE QUE SI SE PUEDE PREGUNTAR? ¡QUE DICE LA ASAMBLEA QUE NO!
–Yo no sé hasta dónde piensan llegar con esto…
–¡¡HASTA DONDE LA GENTE DIGA!!
–¿Y hasta dónde dice?
–¡HASTA DONDE LO DISPONGA EL CAUDILLO!
–Y hasta dónde dispone el Caudillo?
–¡¡HASTA DONDE LA GENTE QUIERA!! ¡Y YA NOS VAMOS PORQUE TENEMOS MUCHO DE QUE HACER! ¡HASTA MUY PRONTO!
–Pues sí... Hasta muy pronto... ~
Tabasco, Chiapas, Oaxaca: El separatismo
Jorge Fernández Menéndez
Razones
AM de León, Guanajuato
16 de agosto de 2006
Uno de los aspectos más perversos de la estrategia de López Obrador, es la lógica de la división nacional en todos sus sentidos: social (ricos contra pobres, empresarios contra trabajadores); racial (los "oscuros" contra los "blanquitos"); seudo religiosas (buenos contra malos) y también geográfica (el sur contra el norte, las colonias pobres de la ciudad contra la ricas), con un simplismo que sería hasta cómico sino estuviera basado en la lógica, a través de esas simplificaciones, no de competir políticamente, sino de hacerse a través de un golpe insurreccional con el poder, como lo señaló su firme seguidor Juan Enríquez Cabot días atrás en Reforma, o siquiera con una parte de él.
Hace ya tiempo que señalamos que la lógica de López Obrador no es la de un demócrata con el que se puede estar de acuerdo o no, sino la de un golpista, incluso por ello su intención de acicatear particularmente al Ejército, porque busca provocar, también allí, una división y lograr lo que no ha logrado hasta hoy: el apoyo de siquiera un grupo minoritario de oficiales que le dé sustento a esa lógica golpista. No es nuevo, es lo que hicieron Hugo Chávez en Venezuela o Lucio Gutiérrez en Ecuador, lo que logró con un grupo de militares afines Evo Morales en Bolivia: ejercer la suficiente presión sobre el centro del poder, porque, en su lógica, se debe presionar directamente allí para hacerlo tambalear: es una suerte de "foquismo insurreccional". Pero en esa lógica de división también parece insertarse otro capítulo que no debe ser ignorado: el separatismo.
Desde hace años, sobre todo después del levantamiento zapatista, un fantasma recorre las mentes de distintas corrientes que se creen de izquierda: la de una región autónoma que comprenda, básicamente, los estados de Tabasco, Chiapas y Oaxaca. Allí pueden concentrarse desde el discurso racista disfrazado de indigenismo hasta las reivindicaciones sobre las riquezas naturales (petróleo, agua) pasando por la revancha social de un norte próspero que explota a un sur pobre. No es un invento, es una realidad que puede ser sacada adelante con audacia y que ha sido alimentada por demasiados gobiernos omisos y corruptos. Es parte de un interesante juego geopolítico de poder: allí se concentra el petróleo, buena parte del gas, de los recursos hidráulicos, madereros, turísticos del país, incluso de las remesas que se envían desde Estados Unidos. Si no se pudo, si no alcanzó para llegar al poder por vía electoral, se puede jugar al separatismo. En última instancia es la estrategia que siempre siguieron los grupos armados, desde el viejo Procup hasta el actual EPR y que sobre todo desarrolló ideológicamente Marcos con el EZLN. Ahora lo retoma el lopezobradorismo con mayores posibilidades que el casi desaparecido subcomandante.
Las lógicas polarizantes, las que generan la ruptura y el separatismo, siempre han sido nefastas para el futuro de una región o un país. Las elecciones chiapanecas de este domingo y las de Tabasco en octubre, lo mismo que el conflicto político en Oaxaca, se enmarcan en la lógica anterior. Por supuesto que se trata, como hemos señalado aquí, de
procesos, sobre todo el chiapaneco, con un fuerte componente local, pero ellos han sido absorbidos por esa fuerte lógica geopolítica de carácter estratégico. Si el lopezobradorismo gana Chiapas y Tabasco, si consigue desestabilizar completamente a Oaxaca, en los hechos se quedará con el control de toda esa región, la única, por cierto que conoce y asume como propia López Obrador. En Chiapas, por ejemplo, el candidato de la Coalición Por el Bien de Todos, Juan Sabines o el gobernador Pablo Salazar, no están en esa lógica separatista, están defendiendo intereses políticos, personales y de grupo, legítimos, pero han tenido que recargarse en López Obrador y éste, como ya hizo
antes con el propio PRD, los ha cooptado: hoy, aunque no lo quieran, están a su servicio. En Oaxaca, la fuerza política importante de la Coalición Por el Bien de Todos, no es el PRD, ni siquiera López Obrador: pasa por Convergencia Democrática, por Gabino Cué, por Jesús Martínez Álvarez y otros grupos políticos, que como en Chiapas con Sabines y Salazar, son en realidad desprendimientos del PRI. El peligro es que ellos se están viendo rebasados por un movimiento que no pueden controlar: la Asamblea Popular del Pueblo Oaxaqueño, que ha quedado bajo el mando de dirigentes ligados de una u otra manera al EPR, comenzando por el profesor Felipe Martínez Soriano, que ya han
expresado que su lucha va más allá de la caída del gobernador Ulises Ruiz, sino que está de la mano con causa de López Obrador. Por eso también, el distanciamiento de Convergencia Democrática con el más duro lopezobradorismo será en el futuro próximo prácticamente inevitable, ya que sus dirigentes saben que no pueden entrar en un juego separatista donde no tienen nada que ganar y sí mucho que perder.
La respuesta de las otras fuerzas políticas ha sido relativamente inteligente pero debe ir más allá. En Chiapas, el PAN aceptó la declinación a su candidato Francisco Rojas para apoyar al priísta José Antonio Aguilar Bodegas. Algo similar, si el experimento chiapaneco tiene éxito, podría producirse en Tabasco. En Oaxaca, el PAN y el PRI ya han anunciado que no respaldarán la demanda de la renuncia de Ulises Ruiz. Es una respuesta lógica, pero debe ir más allá, no debe ser una respuesta de resistencia sino superadora: si se da una alianza del PRI y el PAN, no debe ser no para mantener las cosas como están sino para superarlas, para demostrar que la vía democrática es mejor, más benéfica para todos que la rupturista, que un México unido y fuerte es mejor para todos que las locuras separatistas, que la riqueza y la pobreza pueden disminuir la distancia con una economía sana y abierta. Se debe ofrecer y concretar, en lo local y nacional, un futuro mejor.
Razones
AM de León, Guanajuato
16 de agosto de 2006
Uno de los aspectos más perversos de la estrategia de López Obrador, es la lógica de la división nacional en todos sus sentidos: social (ricos contra pobres, empresarios contra trabajadores); racial (los "oscuros" contra los "blanquitos"); seudo religiosas (buenos contra malos) y también geográfica (el sur contra el norte, las colonias pobres de la ciudad contra la ricas), con un simplismo que sería hasta cómico sino estuviera basado en la lógica, a través de esas simplificaciones, no de competir políticamente, sino de hacerse a través de un golpe insurreccional con el poder, como lo señaló su firme seguidor Juan Enríquez Cabot días atrás en Reforma, o siquiera con una parte de él.
Hace ya tiempo que señalamos que la lógica de López Obrador no es la de un demócrata con el que se puede estar de acuerdo o no, sino la de un golpista, incluso por ello su intención de acicatear particularmente al Ejército, porque busca provocar, también allí, una división y lograr lo que no ha logrado hasta hoy: el apoyo de siquiera un grupo minoritario de oficiales que le dé sustento a esa lógica golpista. No es nuevo, es lo que hicieron Hugo Chávez en Venezuela o Lucio Gutiérrez en Ecuador, lo que logró con un grupo de militares afines Evo Morales en Bolivia: ejercer la suficiente presión sobre el centro del poder, porque, en su lógica, se debe presionar directamente allí para hacerlo tambalear: es una suerte de "foquismo insurreccional". Pero en esa lógica de división también parece insertarse otro capítulo que no debe ser ignorado: el separatismo.
Desde hace años, sobre todo después del levantamiento zapatista, un fantasma recorre las mentes de distintas corrientes que se creen de izquierda: la de una región autónoma que comprenda, básicamente, los estados de Tabasco, Chiapas y Oaxaca. Allí pueden concentrarse desde el discurso racista disfrazado de indigenismo hasta las reivindicaciones sobre las riquezas naturales (petróleo, agua) pasando por la revancha social de un norte próspero que explota a un sur pobre. No es un invento, es una realidad que puede ser sacada adelante con audacia y que ha sido alimentada por demasiados gobiernos omisos y corruptos. Es parte de un interesante juego geopolítico de poder: allí se concentra el petróleo, buena parte del gas, de los recursos hidráulicos, madereros, turísticos del país, incluso de las remesas que se envían desde Estados Unidos. Si no se pudo, si no alcanzó para llegar al poder por vía electoral, se puede jugar al separatismo. En última instancia es la estrategia que siempre siguieron los grupos armados, desde el viejo Procup hasta el actual EPR y que sobre todo desarrolló ideológicamente Marcos con el EZLN. Ahora lo retoma el lopezobradorismo con mayores posibilidades que el casi desaparecido subcomandante.
Las lógicas polarizantes, las que generan la ruptura y el separatismo, siempre han sido nefastas para el futuro de una región o un país. Las elecciones chiapanecas de este domingo y las de Tabasco en octubre, lo mismo que el conflicto político en Oaxaca, se enmarcan en la lógica anterior. Por supuesto que se trata, como hemos señalado aquí, de
procesos, sobre todo el chiapaneco, con un fuerte componente local, pero ellos han sido absorbidos por esa fuerte lógica geopolítica de carácter estratégico. Si el lopezobradorismo gana Chiapas y Tabasco, si consigue desestabilizar completamente a Oaxaca, en los hechos se quedará con el control de toda esa región, la única, por cierto que conoce y asume como propia López Obrador. En Chiapas, por ejemplo, el candidato de la Coalición Por el Bien de Todos, Juan Sabines o el gobernador Pablo Salazar, no están en esa lógica separatista, están defendiendo intereses políticos, personales y de grupo, legítimos, pero han tenido que recargarse en López Obrador y éste, como ya hizo
antes con el propio PRD, los ha cooptado: hoy, aunque no lo quieran, están a su servicio. En Oaxaca, la fuerza política importante de la Coalición Por el Bien de Todos, no es el PRD, ni siquiera López Obrador: pasa por Convergencia Democrática, por Gabino Cué, por Jesús Martínez Álvarez y otros grupos políticos, que como en Chiapas con Sabines y Salazar, son en realidad desprendimientos del PRI. El peligro es que ellos se están viendo rebasados por un movimiento que no pueden controlar: la Asamblea Popular del Pueblo Oaxaqueño, que ha quedado bajo el mando de dirigentes ligados de una u otra manera al EPR, comenzando por el profesor Felipe Martínez Soriano, que ya han
expresado que su lucha va más allá de la caída del gobernador Ulises Ruiz, sino que está de la mano con causa de López Obrador. Por eso también, el distanciamiento de Convergencia Democrática con el más duro lopezobradorismo será en el futuro próximo prácticamente inevitable, ya que sus dirigentes saben que no pueden entrar en un juego separatista donde no tienen nada que ganar y sí mucho que perder.
La respuesta de las otras fuerzas políticas ha sido relativamente inteligente pero debe ir más allá. En Chiapas, el PAN aceptó la declinación a su candidato Francisco Rojas para apoyar al priísta José Antonio Aguilar Bodegas. Algo similar, si el experimento chiapaneco tiene éxito, podría producirse en Tabasco. En Oaxaca, el PAN y el PRI ya han anunciado que no respaldarán la demanda de la renuncia de Ulises Ruiz. Es una respuesta lógica, pero debe ir más allá, no debe ser una respuesta de resistencia sino superadora: si se da una alianza del PRI y el PAN, no debe ser no para mantener las cosas como están sino para superarlas, para demostrar que la vía democrática es mejor, más benéfica para todos que la rupturista, que un México unido y fuerte es mejor para todos que las locuras separatistas, que la riqueza y la pobreza pueden disminuir la distancia con una economía sana y abierta. Se debe ofrecer y concretar, en lo local y nacional, un futuro mejor.
Las acciones de AMLO
Catón
De política y cosas peores
El Norte
16 de agosto de 2006
Crece el repudio contra López Obrador, y crece también el tono de las voces que exigen se ponga freno ya a sus abusos. Es legítimo el derecho a manifestar en forma pacífica las opiniones y protestas, pero nada de pacífico tiene el movimiento emprendido por este hombre extremista, y sus acciones carecen de toda justicia y legitimidad. El Estado debe seguir actuando con prudencia, por más que en el Congreso se vio la eficacia de la fuerza pública cuando se aplica conforme al derecho y la razón. Llegará el momento, sin embargo, en que las crecientes provocaciones de López Obrador harán forzosa una intervención mayor. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dirá la última palabra sobre la elección presidencial, y todos deberán acatar ese dictamen. Sin embargo AMLO y los radicales que aún lo apoyan han descalificado a priori esa autoridad, y buscan -está claro- que haya una confrontación grave entre su gente y la fuerza de la autoridad, sea Policía o Ejército. Tal se diría que quieren que haya muertos, según lo describió Paco Calderón en uno de sus espléndidos cartones. De ahí el abierto reto que lanzan al Ejército esos hombres violentos cuando, de consuno con la inmoral e
hipócrita administración del Distrito Federal, anuncian una "convención nacional" que debe celebrarse en el mismo espacio y a la misma hora en que se lleva a cabo el desfile militar del 16 de septiembre. Las acciones de AMLO no tienen apoyo en la ciudadanía, y son objeto de rechazo general. Ya nada más los necios, los fanáticos o los profesionales de las manifestaciones callejeras lo acompañan en sus despropósitos. López Obrador, sin embargo, ciego y sordo, no atiende otra voz más que la suya propia. Es falso lo que proclamó: "Llegaré hasta donde diga la gente". Debió decir: "Hasta donde diga mi gente. O sea hasta donde diga yo". En todas las formas la inmensa mayoría de la gente del DF le está diciendo que se detenga ya, que deje sus bloqueos; pero él sigue por el despeñadero en que lo ha puesto su cerrazón, su falta absoluta de talante democrático. Ojalá en el PRD -amenazado también por el empecinamiento de López Obrador-, lo mismo que en los partidos que con él se coligaron y en la sana izquierda mexicana, surja una corriente de mujeres y hombres sensatos que hagan ver a este hombre los daños que puede causar con sus violencias y su empecinamiento...
De política y cosas peores
El Norte
16 de agosto de 2006
Crece el repudio contra López Obrador, y crece también el tono de las voces que exigen se ponga freno ya a sus abusos. Es legítimo el derecho a manifestar en forma pacífica las opiniones y protestas, pero nada de pacífico tiene el movimiento emprendido por este hombre extremista, y sus acciones carecen de toda justicia y legitimidad. El Estado debe seguir actuando con prudencia, por más que en el Congreso se vio la eficacia de la fuerza pública cuando se aplica conforme al derecho y la razón. Llegará el momento, sin embargo, en que las crecientes provocaciones de López Obrador harán forzosa una intervención mayor. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dirá la última palabra sobre la elección presidencial, y todos deberán acatar ese dictamen. Sin embargo AMLO y los radicales que aún lo apoyan han descalificado a priori esa autoridad, y buscan -está claro- que haya una confrontación grave entre su gente y la fuerza de la autoridad, sea Policía o Ejército. Tal se diría que quieren que haya muertos, según lo describió Paco Calderón en uno de sus espléndidos cartones. De ahí el abierto reto que lanzan al Ejército esos hombres violentos cuando, de consuno con la inmoral e
hipócrita administración del Distrito Federal, anuncian una "convención nacional" que debe celebrarse en el mismo espacio y a la misma hora en que se lleva a cabo el desfile militar del 16 de septiembre. Las acciones de AMLO no tienen apoyo en la ciudadanía, y son objeto de rechazo general. Ya nada más los necios, los fanáticos o los profesionales de las manifestaciones callejeras lo acompañan en sus despropósitos. López Obrador, sin embargo, ciego y sordo, no atiende otra voz más que la suya propia. Es falso lo que proclamó: "Llegaré hasta donde diga la gente". Debió decir: "Hasta donde diga mi gente. O sea hasta donde diga yo". En todas las formas la inmensa mayoría de la gente del DF le está diciendo que se detenga ya, que deje sus bloqueos; pero él sigue por el despeñadero en que lo ha puesto su cerrazón, su falta absoluta de talante democrático. Ojalá en el PRD -amenazado también por el empecinamiento de López Obrador-, lo mismo que en los partidos que con él se coligaron y en la sana izquierda mexicana, surja una corriente de mujeres y hombres sensatos que hagan ver a este hombre los daños que puede causar con sus violencias y su empecinamiento...
Mexico's Moment of Truth
Will a fair vote stand?
washingtonpost.com
Wednesday, August 16, 2006; A12
IN THE 6 1/2 weeks since he narrowly lost Mexico's presidential election, Andrés Manuel López Obrador has turned the nation's politics into a public spectacle. A fiery populist with a messianic streak, Mr. López Obrador has led thousands of his supporters to pitch tent cities in downtown Mexico City, occupying the Zocalo, its main square, and a two-mile stretch of the Paseo De La Reforma, one of its major boulevards. He has denounced the election as a fraud and the product of a vast conspiracy, without furnishing even remotely convincing proof. Now, after a partial recount has apparently failed to yield any significant shift in his favor, he threatens to paralyze Mexico with a campaign of civil disobedience "for years, if that is what circumstances warrant."
His goal, Mr. López Obrador nobly insists, is to "save" Mexico's fragile democracy. In fact, by daily demonstrating his disdain for the country's electoral institutions while showing no actual failure on their part, Mr. López Obrador threatens to subvert the democracy he claims to champion.
As Mr. López Obrador recklessly toys with the stability of a nation that emerged from one-party rule just this decade, it is worth examining the election he has been so busy maligning. Although he trailed Felipe Calderón, a center-right candidate, by 244,000 votes in the presidential tally -- barely 0.59 percent of the 41 million votes cast -- the vote yielded big gains for Mr. López Obrador's left-leaning Party of the Democratic Revolution; it picked up seats in the nation's Congress. When some members of Mr. López Obrador's own party disputed his allegations of fraud, he publicly accused them of having been bought. Although there was no evidence of widespread irregularities, let alone fraud, on Aug. 5, Mexico's independent Federal Electoral Tribunal, a seven-judge panel, ordered a recount at 11,839 polling stations, about 9 percent of the total.
That recount is complete. According to Mexican press reports, it has yielded no major change in the presidential results -- certainly nothing sufficient to justify Mr. López Obrador's wild allegations. The Federal Electoral Tribunal now has until Sept. 6 to either annul the election or certify the results and declare a winner.
Mexico, for years a party-led dictatorship, is at a turning point. Will its relatively new and untested democratic institutions be able to resolve a contested election, or will it descend into chaos and weak central authority as a result of a failed candidate's cult of personality? One hopeful sign is that lately Mr. López Obrador's crowds have dwindled in the streets of Mexico City. That may mean that even his partisans have begun to recognize that Mexico's continuing progress toward democracy is more important than one man's unbridled ambition.
© 2006 The Washington Post Company
washingtonpost.com
Wednesday, August 16, 2006; A12
IN THE 6 1/2 weeks since he narrowly lost Mexico's presidential election, Andrés Manuel López Obrador has turned the nation's politics into a public spectacle. A fiery populist with a messianic streak, Mr. López Obrador has led thousands of his supporters to pitch tent cities in downtown Mexico City, occupying the Zocalo, its main square, and a two-mile stretch of the Paseo De La Reforma, one of its major boulevards. He has denounced the election as a fraud and the product of a vast conspiracy, without furnishing even remotely convincing proof. Now, after a partial recount has apparently failed to yield any significant shift in his favor, he threatens to paralyze Mexico with a campaign of civil disobedience "for years, if that is what circumstances warrant."
His goal, Mr. López Obrador nobly insists, is to "save" Mexico's fragile democracy. In fact, by daily demonstrating his disdain for the country's electoral institutions while showing no actual failure on their part, Mr. López Obrador threatens to subvert the democracy he claims to champion.
As Mr. López Obrador recklessly toys with the stability of a nation that emerged from one-party rule just this decade, it is worth examining the election he has been so busy maligning. Although he trailed Felipe Calderón, a center-right candidate, by 244,000 votes in the presidential tally -- barely 0.59 percent of the 41 million votes cast -- the vote yielded big gains for Mr. López Obrador's left-leaning Party of the Democratic Revolution; it picked up seats in the nation's Congress. When some members of Mr. López Obrador's own party disputed his allegations of fraud, he publicly accused them of having been bought. Although there was no evidence of widespread irregularities, let alone fraud, on Aug. 5, Mexico's independent Federal Electoral Tribunal, a seven-judge panel, ordered a recount at 11,839 polling stations, about 9 percent of the total.
That recount is complete. According to Mexican press reports, it has yielded no major change in the presidential results -- certainly nothing sufficient to justify Mr. López Obrador's wild allegations. The Federal Electoral Tribunal now has until Sept. 6 to either annul the election or certify the results and declare a winner.
Mexico, for years a party-led dictatorship, is at a turning point. Will its relatively new and untested democratic institutions be able to resolve a contested election, or will it descend into chaos and weak central authority as a result of a failed candidate's cult of personality? One hopeful sign is that lately Mr. López Obrador's crowds have dwindled in the streets of Mexico City. That may mean that even his partisans have begun to recognize that Mexico's continuing progress toward democracy is more important than one man's unbridled ambition.
© 2006 The Washington Post Company
Amenaza AMLO con derribar democracia.-WP
El diario estadounidense califica a López Obrador como un populista ardiente 'con un toque mesiánico'
Grupo Reforma
Ciudad de México (16 agosto 2006).- El diario estadounidense The Washington Post dedicó este miércoles su editorial a Andrés Manuel López Obrador, advirtiendo que pese a que el objetivo del candidato tras las elecciones ha sido "salvar" la frágil democracia del país, su desdén a las instituciones electorales amenaza con derribarla.
"En los hechos, demostrando diariamente desdén a las instituciones electorales del País, el señor López Obrador amenaza con derribar la democracia que él asegura defender", advierte el periódico.
En 'El Momento de la Verdad para México', The Washington Post acusa que seis y media semanas después de la elección presidencial, López Obrador ha convertido la política nacional en un espectáculo público con su carácter de 'populista ardiente con un toque mesiánico' y que ha paralizado al DF llamando a sus miles de simpatizantes a instalarse en un campamento en el centro Ciudad de México, ocupando el Zócalo y el Paseo de la Reforma.
"Él (AMLO) ha denunciado que la elección fue producto de un fraude y de una enorme conspiración, aunque no ha podido presentar hasta ahora una prueba ni remotamente convincente. Ahora, después de un recuento parcial, al parecer ha decidio no ceder a menos que haya un movimiento significativo a su favor, y amenaza con paralizar a México con su campaña de resistencia pacífica 'durante años, si es que las circunstancias lo requieren'", advierte el diario.
El editorial analiza el sistema unipartidista que rigió al País y reconoce a López Obrador y a la izquierda mexicana un gran avance por la cantidad de votos obtenidos: el número de lugares en el Congreso obtenidos por el PRD, pero lamenta que pese a ello se insista en el fraude.
"México, durante años una dictadura conducida por partido, está en un punto decisivo: ¿sus relativamente nuevas e improbas instituciones democráticas serán capaces de resolver una elección impugnada, o derivará esto en el caos y la debilidad de la autoridad como consecuencia del fallido culto a la personalidad de un candidato?
"Un signo esperanzador es que las muchedumbres que antes apoyaron al Sr. López Obrador han disminuido en las calles de Ciudad de México. Esto puede significar que hasta sus partidarios han comenzado a reconocer que el proceso de continuidad hacia la democracia en México es más importante que la ambición desenfrenada del un hombre", concluye.
Grupo Reforma
Ciudad de México (16 agosto 2006).- El diario estadounidense The Washington Post dedicó este miércoles su editorial a Andrés Manuel López Obrador, advirtiendo que pese a que el objetivo del candidato tras las elecciones ha sido "salvar" la frágil democracia del país, su desdén a las instituciones electorales amenaza con derribarla.
"En los hechos, demostrando diariamente desdén a las instituciones electorales del País, el señor López Obrador amenaza con derribar la democracia que él asegura defender", advierte el periódico.
En 'El Momento de la Verdad para México', The Washington Post acusa que seis y media semanas después de la elección presidencial, López Obrador ha convertido la política nacional en un espectáculo público con su carácter de 'populista ardiente con un toque mesiánico' y que ha paralizado al DF llamando a sus miles de simpatizantes a instalarse en un campamento en el centro Ciudad de México, ocupando el Zócalo y el Paseo de la Reforma.
"Él (AMLO) ha denunciado que la elección fue producto de un fraude y de una enorme conspiración, aunque no ha podido presentar hasta ahora una prueba ni remotamente convincente. Ahora, después de un recuento parcial, al parecer ha decidio no ceder a menos que haya un movimiento significativo a su favor, y amenaza con paralizar a México con su campaña de resistencia pacífica 'durante años, si es que las circunstancias lo requieren'", advierte el diario.
El editorial analiza el sistema unipartidista que rigió al País y reconoce a López Obrador y a la izquierda mexicana un gran avance por la cantidad de votos obtenidos: el número de lugares en el Congreso obtenidos por el PRD, pero lamenta que pese a ello se insista en el fraude.
"México, durante años una dictadura conducida por partido, está en un punto decisivo: ¿sus relativamente nuevas e improbas instituciones democráticas serán capaces de resolver una elección impugnada, o derivará esto en el caos y la debilidad de la autoridad como consecuencia del fallido culto a la personalidad de un candidato?
"Un signo esperanzador es que las muchedumbres que antes apoyaron al Sr. López Obrador han disminuido en las calles de Ciudad de México. Esto puede significar que hasta sus partidarios han comenzado a reconocer que el proceso de continuidad hacia la democracia en México es más importante que la ambición desenfrenada del un hombre", concluye.
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