agosto 17, 2007

Carta a Santaclós

Carlos Marín
Milenio
agosto 17, 2007

Caudillo inapelable del perredismo, López Obrador terminó así su arenga:

“El PRD sólo puede tener como caudillo al PRD, y un solo compromiso: la gente”.

Si caudillo es el hombre que, como cabeza, guía y manda; el que dirige algún gremio, comunidad o cuerpo, el caudillaje de AMLO es tan indisoluble que opera como único factor de unidad del perredismo.

Lo del compromiso con la gente, bueno, en cuanto que la palabra significa pluralidad de personas, lo mejor fue que no le añadiera ningún adjetivo excluyente ni siquiera de sus adversarios.

Pidió: “No rehuyamos al debate y a la autocrítica”, pero no llamó a la congruencia para debatir en el Congreso con el “ilegítimo” Calderón, y volvió a derrapar contra los medios con “la campaña de odio en contra nuestra”, quizá porque no vio a Encinas con Adela, escuchado a Leonel Cota con Joaquín, o que no se dé por enterado de las reiteradas peticiones de Ciro para entrevistarlo.

Pero así es Él.