Leticia Robles De La Rosa
exonline.com
abril 22, 2008
PAN, PVEM y PRI descartan el proyecto del FAP, que exigía el compromiso de no llamar a un periodo extraordinarioEl Senado de la República suspendió el proyecto para el debate petrolero, porque PAN, PRI y PVEM advirtieron al PRD, PT y Convergencia (que conforman el FAP) que es inaceptable la firma de un documento en el que se obligue a los senadores a no legislar o a no convocar un periodo extraordinario de sesiones.
Enterados de que Andrés Manuel López Obrador autorizó a los legisladores del Frente Amplio Progresista (FAP) a soltar la tribuna siempre y cuando se comprometan a volverla a tomar si se aprueba un periodo extraordinario de sesiones, los senadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Partido Acción Nacional (PAN) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM) asumieron ayer una actitud inusualmente enérgica.
El panista Santiago Creel y el priista Manlio Fabio Beltrones advirtieron que sólo negociarán con legisladores libres, autónomos, porque no quieren que un sujeto externo al Senado de la República (en este caso, López Obrador) dicte la agenda y los ritmos de trabajo.
“Para mí en lo particular, creo que debemos esperar a los grupos parlamentarios, por sí mismos y de manera autónoma, sin consultas a quienes están interesados en otros propósitos, para reanudar la normalidad total de la vida en el Congreso”, explicó Beltrones Rivera, presidente de la Junta de Coordinación Política en Xicoténcatl.
“Yo no puedo permitir, como presidente del Senado, que la agenda de esta cámara se fije en situaciones extralegislativas, por planteamientos que están haciendo otros actores políticos que nada tienen que ver con el trabajo legislativo. No vamos a fijar una agenda a través de presiones o de situaciones ajenas al Senado”, añadió Santiago Creel.
Desde el PAN, incluso, existen dos propuestas de formato de debate sobre el futuro de Petróleos Mexicanos (Pemex), uno con los legisladores que integran el Frente Amplio Progresista y otro sin ellos, escenarios que ayer fueron discutidos entre Santiago Creel y el priista Francisco Labastida Ochoa.
Labastida, quien es presidente de la Comisión de Energía, anunció la suspensión del proyecto de formato sobre el foro de debate sobre Pemex.
—¿Imposiciones no? —se le preguntó.
—Digamos que chantajes más bien, porque una imposición es cuando da resultado y que más bien yo lo que hago como senador y a título personal es demandarles a ellos que nos den garantías para que podamos realizar nuestra labor y nuestras responsabilidades en libertad.
El panista Rubén Camarillo, secretario de la Comisión de Energía, criticó las constantes condicionantes que establecen los integrantes del FAP para permitir que se retome la vida legislativa.
“Parece ser el cuento de nunca acabar. No terminamos de acordar algo cuando ya están pidiendo algo más. Yo creo que no hay seriedad de parte del FAP”, destacó el panista, quien comentó que si el FAP insiste en autoexcluirse en el Senado se legislará en materia petrolera sin el FAP y a pesar de ellos.
“Yo he dicho que parece ser que hay una voz, que a veces se convierte en mano, que golpea la mesa y todos se alinean a la izquierda”, consideró el legislador.
Interrogado sobre todas las expresiones de priistas y panistas, que conoció por los medios de comunicación, Carlos Navarrete, coordinador de los senadores del PRD, dijo que no daba por recibido “ningún mensaje por la vía de declaraciones públicas”.
Las posiciones expresadas por los coordinadores parlamentarios confirman lo adelantado ayer por Excélsior, en el sentido de que los senadores no aceptan firmar un pacto para no trabajar.
Francisco Labastida, encargado de organizar el foro que pidió el FAP, explicó que ante el nuevo requisito de los legisladores cercanos a López Obrador, el proyecto de formato de debate se presentará después de que el FAP se comprometa por escrito a “darnos las garantías necesarias para que podamos reunirnos en libertad y con las garantías que la ley le establece al Congreso de la Unión.
“Yo dije que había escuchado las opiniones y que, conforme a ello, estábamos tratando de trabajar en un nuevo proyecto, pero que éste queda suspendido por estas afirmaciones y demandas”, advirtió.
El priista añadió que México requiere de una izquierda que evolucione, y reconoció que muchos legisladores del PRD son muy valiosos para la LX Legislatura —la actual—, pero “me parece que ellos están siendo avasallados por un grupo de intransigentes, que está llevando no sólo a una crisis dentro de su propio partido, sino que están tratando de meter a una crisis a todo el Congreso y al sistema político mexicano”.
Beltrones Rivera comentó que “lo que no podemos poner nosotros en un documento por escrito es la renuncia a nuestros derechos constitucionales y legales como legisladores, porque estaríamos conculcando de manera total la obligación de un poder Legislativo, de un Poder dentro del Estado mexicano”.