aleman2@prodigy.net.mx
La otra opinión
El Universal

¿Te acuerdas del escándalo?
Está claro que el ejercicio memorioso de hoy se facilitará a las o los lectores mayores de 30 años, que en ese 1988 tenían diez o más años.
¿Tú que hacías en ese tiempo?
¿Estudiabas, trabajabas..?
¿Acudiste a votar?
¿Por quien votaste?
El autor de estas líneas tenía bajo su responsabilidad la cobertura informativa del candidato presidencial del PAN, Manuel J. Clouthier, por el diario La Jornada.
¿Qué crees que cambió en México desde ese histórico 1988, comparado con lo que hoy vivimos en el México de 2008?
Para algunos desinformados, la primera comparación que se hace es con el llamado fraude electoral de julio de 2006. Y la verdad es que resulta de risa esa simplificación.
Y es que precisamente si comparamos lo que había entonces, hace 20 años; cómo se hacía la política partidista, las reglas del juego de entonces, las elecciones, con lo que hoy tenemos –y claro, y si somos honestos–, la conclusión obligada es que no existe punto de comparación.
Algunos ejemplos.
Hace 20 años, no había IFE, las elecciones estaban totalmente en manos del gobierno, del secretario de Gobernación, que entonces era el hoy amlista Manuel Bartlett, autor de la famosa “caída del sistema”.
Hace 20 años el PRI recibía todos los apoyos económicos y políticos del gobierno en turno –el tema de la transparencia era inexistente–, mientras la oposición no contaba con un solo peso partido por la mitad para hacer propaganda. Partidos como el PAN vivían de las rifas de autos y casas, con lo que se financiaban.
Hace 20 años los candidatos presidenciales opositores como Cuauhtémoc Cárdenas y Manuel J. Clouthier no tenían espacio en la televisión, en la radio era limitada y sólo en la prensa se hablaba de libertad de expresión.
Hace 20 años todos los medios electrónicos de comunicación; televisoras y estaciones de radio, estaban al servicio del gobierno en turno, del PRI y de su candidato, en tiempos electorales, claro.
Con esas comparaciones básicas podemos concluir que no hay punto de comparación entre las elecciones de 1988 y 2006.
¿Quiénes hicieron el fraude?
El gobierno de Miguel de la Madrid, a través de sus operadores como el secretario de Gobernación, Manuel Bartlett; el candidato presidencial Carlos Salinas, y sobre todo sus operadores, los señores Manuel Camacho y Marcelo Ebrard.
¿Y dónde están hoy muchos de los que hicieron ese fraude?
Son los que gritan que hubo fraude en las elecciones de 2006, como Manuel Camacho, Ricardo Monreal y otros… en tanto que ese PRI que fue echado del poder en 1997, está de vuelta gobernando el DF, bajo las siglas del PRD; con Marcelo Ebrard como cabeza de playa.
¿Qué ha cambiado desde 1988?
¿Crees que valió la pena?
Sin duda que son muchos los cambios; las elecciones ya no las hace el gobierno, los partidos tienen dinero público proporcional a su votación, existe libre expresión, el PRI fue echado del poder presidencial…
Y por supuesto que es mucho lo que falta para que la democracia electoral se aproxime a lo razonablemente aceptable, y que la democracia a secas se haga una realidad.
Pero nadie puede negar que en los últimos 20 años evolucionó de manera sorprendente la democracia electoral mexicana.
Bueno, no faltarán los fanáticos pejistas que aún no digieren la derrota y que insistirán en el cuento del fraude de 2006.
Y en realidad lo que ocurre es que no acabamos de asimilar los elementos fundamentales de toda democracia; saber ganar, pero también saber perder.
Y de ese tema trató precisamente el Itinerario Político del 2 de julio de 2006. No tenemos una cultura de triunfo o derrota.
Bueno, ya en el colmo del delirio, los peje-fanáticos se niegan a aceptar investigaciones como las de José Antonio Crespo, que demuestra que no hubo fraude, y ante la falta de argumentos ahora salen con que “le regalaron la elección a Calderón”.
Lo importante, en todo caso, es que los ciudadanos de a pie hoy podemos expresarnos libremente en espacios como éste, que eran impensables en 1988.
Recuerda: la tuya es LA OTRA OPINIÓN.