julio 31, 2008

Victoriano Huerta, el héroe

Fernando Serrano Migallón
fernando.serrano@cide.edu
Excélsior

En uno de sus pocos libros con tintes autobiográficos, Crónica de Piedra, Ismaíl Kadaré consigna una frase que resume mucho del respeto que una cultura debe profesar por sus símbolos. Al referirse a una chica que se aburre en una ciudad antigua, dice: “En una palabra, se aburría extraordinariamente. Esta palabra le encantaba y la pronunciaba con un cuidado especial, como si temiera dañarla sin querer con los dientes o la lengua...” El respeto de los signos es la antesala del respeto por la cultura y la historia. Se comienza despreciando los símbolos y se termina exterminando la historia y con ella la identidad.

En febrero de 2002, el Cabildo de la ciudad de Aguascalientes aprobó cambiar los nombres de las calles de la colonia Vicente Guerrero. Modificar el nombre a una calle implica cierta responsabilidad, por un lado, alterar la identidad de un barrio y transformar la historia urbana. Todavía existimos quienes recordamos los nombres que el Eje Central llevó durante décadas y todavía pensamos en el Hotel de México como una referencia urbana y, por la otra, constituye la construcción de nuevos símbolos urbanos que envían mensajes para la posteridad. De ahí que el antiguo emplazamiento del hotel Regis sea ahora la Plaza de la Solidaridad. Por eso, no existen cambios en los nombres de las calles que se hagan de manera inocente, y en todos los municipios hay reglas que fijan límites a la imaginación de los constructores de nomenclaturas.

El hecho es que el 5 de agosto de 2005, el Cabildo de Aguascalientes decidió confirmar los nombres de Porfirio Díaz y de Victoriano Huerta a dos calles de aquella colonia. El hecho de que junto a esas calles permanecieran otras, como Francisco Villa, Francisco I. Madero o Miguel Hidalgo, habla, por lo menos, de incongruencia, si queremos ser benévolos, aunque tal vez debamos leer algo perverso en la vacuidad de los argumentos que el Cabildo tuvo que escuchar al momento de establecer estos nombres, que contravienen el sentido común, pero, sobre todo, nuestra historia. Ello particularmente en Aguascalientes, a la que bien puede aplicarse lo que Chesterton dijo de Francia e Inglaterra con respecto a que lo importante de ambos países no es que guardaran restos romanos, sino que ellos mismos son restos romanos. Lo importante en Aguascalientes no es que guarde recuerdos importantes de la Revolución, sino que ella misma es producto de la Revolución.

Se ideologizan las calles, a la mala, como decimos popularmente, bajo el pretexto de que no hay necesidad de causar molestias a los electores que habitan en ellas y que necesitarían cambiar su credencial para votar si se les modifica el nombre de la calle, único argumento que esgrimieron a quienes les parecía normal que una calle en México llevara el nombre del más férreo dictador de nuestra historia y del más abyecto militar y sangriento usurpador del poder público.

Es cierto que en la Ciudad de México existe una calle Porfirio Díaz, pero también que es la calle Coronel Porfirio Díaz, en la que al menos se tuvo la sutileza de delimitar el momento histórico que esa vía pretende honrar y es que, en el fondo, el hecho de que una calle lleve el nombre de un individuo se considera en nuestra cultura y en cualquiera un honor reservado para muy pocos sujetos.

Honrar a Victoriano Huerta, a quien venció la Convención, precisamente de Aguascalientes, es honrar la estupidez metódica y la incuria sistemática. Es mofarse de los miles y miles de muertos que produjo el movimiento nacional para su derrocamiento y constituye una vulgar pretensión para quienes disfrutarían viendo la glorieta del generalísimo Franco, la plaza Adolfo Hitler o el bulevar Augusto Pinochet. Y estos ejemplos sirven para dimensionar el despropósito que han querido perpetuar algunos desaprensivos representantes populares.

'Mothernización' por Paco Calderón

Tú las traes pa’ 2012

Yuriria Sierra
Nudo Gordiano
Excélsior

Ahora que Marcelo Ebrard se autodestapó como presidenciable del PRD, los reflectores y los micrófonos comenzaron a girar hacia los probables candidatos de los demás partidos.

La primera parada después de haber sido dado el banderazo, en este caso amarillo, fue con Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, quien, estando de gira por Washington, en Estados Unidos, llamó futurista al jefe de Gobierno capitalino por atreverse a hablar del futuro cuando tendría que estar 100% preocupado por el presente de la ciudad que gobierna.

¿Por qué la primera parada con Peña Nieto?

Sencillamente porque no hay figura entre los tricolores mejor posicionada que él para devolverle al PRI la residencia oficial de Los Pinos.

Y es que sin que su declaración se tome como un destape, una vez dado el disparo de salida para la competencia, que en la meta tiene aquel domicilio, tanto Ebrard, representando al PRD, como el PAN (por lo pronto con Vicente Fox dentro del equipo de los azules), rumbo a las elecciones de 2009, han iniciado sus movimientos.

Sólo falta conocer la estrategia y el camino que tomará el PRI para intentar posicionarse como el partido oficial.

También podemos pensar que Peña Nieto criticó a Ebrard porque se le adelantó en la carrera.

Recordemos que en las elecciones presidenciales pasadas han sido el PAN y el PRD quienes han marcado la pauta en la contienda; en 2000, fue Vicente Fox quien inició su precampaña cuando aún era gobernador de Guanajuato.

Para 2006 fue Andrés Manuel López Obrador (asunto que aceleró los predestapes de Santiago Creel y del malogradísimo Roberto Madrazo), quien comenzó la competencia presidencial desde cuando despachaba en el Palacio del Ayuntamiento capitalino.

Aunque en esta ocasión los presidenciables están más definidos (al menos por ahora), con Ebrard, el mismo Peña Nieto y con Juan Camilo Mouriño del lado de los blanquiazules; sólo faltaba que alguno de ellos diera el banderazo.

A pesar de que todos se encuentran en funciones, dos gobernando y uno más como secretario de Gobernación, ahora ya conocemos de viva voz las intenciones que las pistas de hielo, las playas artificiales y las famosas consultas ciudadanas tienen no sólo en el presente y futuro del DF, sino también en el futuro político de Ebrard.

Por lo pronto, antes de que lleguen las campañas rumbo a 2009, y mucho, muchísimo antes de que se conozca de manera oficial a los aspirantes a suceder a Felipe Calderón, como mero ensayo a cómo se podrían ver las boletas electorales en 2012, y porque hasta que el momento no llegue, no pueden aspirar a obtener otros votos, estos tres personajes comparten la portada de la revista Quién, que está en busca del político que más suspiros despierta y, según los resultados, ahí Peña Nieto tiene su primera victoria.

Con el banderazo dado por Ebrard, ahora todo será un ping-pong de declaraciones, unos para desacreditar lo dicho por el otro, pero ambas posturas, evidentemente, tendrán la mira puesta en Los Pinos…

Dando vueltas

Macario Schettino
schettino@eluniversal.com.mx
Profesor de Humanidades del ITESM-CCM
Economía Informal
El Universal

La propuesta que presentó Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los senadores del PRI, a nombre de su bancada, sigue en la estructura general a la que había presentado el presidente Calderón

Pues no ha habido oportunidad de analizar con usted la reforma petrolera que presentó el PRI. Ya le decíamos que es muy parecida a la del presidente Calderón, con algunas diferencias menores y un par más importantes: la negativa a contratar servicios en refinación y distribución, y el tema de los contratos incentivados, de riesgo, o como les quiera llamar.

Aunque me gustaría comentar con usted hoy acerca del índice de desarrollo humano que recientemente se publicó para los municipios de México, creo que ya tenemos que entrarle a la propuesta del PRI, así que lo del desarrollo lo dejo para el blog del lunes, en el que espero que me pueda acompañar.

La propuesta que presentó Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los senadores del PRI, a nombre de su bancada, sigue en la estructura general la que había presentado el presidente Calderón por allá de abril. La idea de modificar el funcionamiento interno de Pemex se mantiene, pero en el caso del PRI se propone que los consejeros profesionales no sean de medio tiempo, sino de tiempo completo. Estos consejeros se están proponiendo para tener un consejo de administración en la paraestatal que sí pueda servir de algo. Hoy hay cinco representantes del sindicato y seis secretarios de Estado en ese consejo, de forma que a nadie le importa lo que pase en Pemex. La inclusión de estos cuatro consejeros permitirá tener personas realmente dedicadas a lograr que Pemex funcione mejor. Es un paso tímido, pero paso a fin de cuentas, en el camino de hacer de Pemex una empresa.

El presidente proponía que, de los cuatro consejeros profesionales, dos fueran de medio tiempo. La idea, me imagino, era permitir que estos dos pudieran ser empresarios. El PRI propone que los cuatro sean de tiempo completo, lo que impediría que un empresario participara en Pemex como consejero. Es la visión tradicional del PRI, estatista, que desconfía de los empresarios (aunque la mayoría de los políticos priístas sean también empresarios, por cierto). Por si fuese poco, el PRI propone que estos consejeros profesionales sean nombrados por el presidente, como en la propuesta original de éste, pero ratificados por el Senado. Una tontería más que va a politizar los nombramientos y a complicarlos, como ha ocurrido con los consejeros del IFE o los subgobernadores del Banco de México.

Pero el cambio más importante en la reforma del PRI es que en ésta no se permite a Pemex subcontratar servicios de refinación o de transporte y distribución de petrolíferos. Lo que proponen es que la iniciativa privada construya las refinerías, o los ductos, pero que no las pueda operar. Para eso se crearán empresas subsidiarias de Pemex, con capital 100% de Pemex, que tendrán la única diferencia con su empresa madre de que podrá tenerse un nuevo contrato colectivo con el mismo sindicato. Es una manera de intentar que estas empresas no nazcan con la losa de los pasivos laborales, pero que no impide que las malas prácticas, tanto de la empresa como del sindicato, pasen sin problema de Pemex a sus subsidiarias. En otras palabras, podemos desde hoy pronosticar que habrá problemas de operación con estas refinerías y ductos. Problemas similares a los que hoy tiene Pemex.

Lo que se gana con esta propuesta es desaparecer el fantasma de la privatización, o dicho de otra manera, es una concesión a la estupidez. Puede incluso resultar peor para Pemex esta nueva idea, porque si la iniciativa privada construye una refinería y la arrienda a Pemex, todo el riesgo se queda en la paraestatal. En la propuesta del presidente, al subcontratar Pemex a un privado, el riesgo le quedaba al privado por completo. Pero esto pasa cuando uno no entiende razones y sólo repite prejuicios.

Finalmente, en materia de contratos incentivados, la iniciativa del PRI los prohíbe, pero crea una nueva figura de proyectos, en los que se pueden dar premios o castigos a las empresas que se contraten, dependiendo de cuestiones totalmente nebulosas. Me da la impresión que es una manera de fingir los incentivos, pero se hace de manera tal que no creo que haya empresas privadas interesadas en participar. A menos que sean empresas de políticos, claro, como ocurrió durante todo el siglo pasado.

En el fondo, el problema que tenemos es el mismo desde hace mucho tiempo. No nos decidimos a entrar en serio a la modernidad, y nuestras creencias sobre la maldad de los empresarios nos impide negociar con ellos. Hemos preferido, por décadas, convertir a políticos en empresarios, es decir, hacerlos ricos, que permitir que otras personas participen en el desarrollo del país. El resultado es muy claro: un país que ha sido un fracaso, pero con una clase político-empresarial que se ha hecho rica, no generando riqueza, sino cosechando rentas. Eso es lo que defienden los “izquierdistas”. ¡Hágame favor!

Cosas que no se pueden decir

Román Revueltas Retes
rrevueltas@milenio.com
MIlenio

Los mexicanos ricos, como ustedes saben, viajan a Estados Unidos (de América) por placer mientras que los mexicanos pobres emigran por necesidad. De una u otra manera, millones de autóctonos cruzan la frontera, algunos para desnaturalizarse de forma permanente y otros para disfrutar con toda naturalidad de los placeres que te ofrece un Primer Mundo que lo tenemos allí, a las puertas.

Habría que preguntarse cuál es la receta de esa gente —los yanquis, esto es— para que su país sea tan atractivo. Digo, la señora del aseo me anuncia que muy pronto dejará de brindarme sus servicios para irse a buscar un destino del otro lado y yo corro a mirarme en el espejo para comprobar si soy tan mal empleador. No toda la culpa es mía, desde luego: parientes cercanos y otros no tan lejanos afincados en Chicago y en Waco le cantan un irresistible canto de sirenas mientras que aquí, donde estamos, la vida de todos los días es simplemente lo que es. El asunto, con todo, debería de remover las neuronas de nuestros politicastros. Para empezar, USA es un país descaradamente capitalista, es decir, está lleno de gente que posee cosas y que gana dinero y que explota descaradamente los bienes de la nación. Nos han dicho, los defensores de la patria, que ese sistema es perverso. O sea, que no es aplicable en estos pagos. Y nos han machacado, encima, que los asuntos de los mexicanos los decidimos los mexicanos, sí señor. Pero, si México fuera un buen país para su gente, entonces las encuestas no revelarían una cifra escandalosa: la mitad de los naturales de este país se iría fuera si pudiera. Y no emigraría a Cuba sino al país más capitalista del universo. Tómate ésa.

Ciudad de izquierda

Rafael Cardona
racarsa@hotmail.com
La Crónica de Hoy

“... considerando, como la dicha Ciudad, es tan insigne, y Noble, y el más principal Pueblo, que hasta ahora, en la dicha Tierra, por Nos, se ha hallado Poblado; que esperamos, que será, para Servicio Nuestro, Señor, y enzalzamiento de su Santa Fe Católica, y honra, y acrecentamiento, de Nuestros Reynos, acatando los trabajos y peligros, que en ganalla, los Cristianos españoles, Nuestros Vasallos han, pasado, y sus servicios, y porque, es cosa justa, y razonable, que los que bien sirven, sean honrados y favorecidos de sus Príncipes; por la mucha voluntad, que tenemos, que la dicha Ciudad, sea más noblecida y honrada, tovimoslo, por bien, y por la presente, hacemos Merced, y señalamos...”

De este jaez y dimensiones eran los argumentos con los cuales Carlos V —“por la Gracia de Dios, Rey de Romanos Emperador. Semper Augusto, y Doña Juana su Madre, y el mismo Don Carlos, por la misma Gracia: Reyes de Castilla de León, de Aragón, de las dos Sicilias...”—, declaraba a esta ciudad (o a su bisabuela) Insigne y Noble y la dotaba de un escudo de armas cuya reproducción en mosaicos de Talavera aún se puede observar en el portal del viejo edificio del Ayuntamiento donde despacha el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard.

Eso fue en 1523 y exactamente 485 años después una nueva definición le viene a caer a la capital de los mexicanos: como varios cientos de miles de entre sus ocho millones acataron una consulta sobre asuntos petroleros, convocada por el gobierno de la Revolución Democrática, pues ahora la ciudad es (por decreto) “de izquierda”.

Si bien Carlos V derramaba el contenido fuera del bacín cuando elogiaba a los conquistadores e ignoraba en su arenga monárquica el cruel sometimiento de los naturales de la ciudad vencida, para entregar un blasón con sus leones rampantes, sus calzadas y sus avenidas acuáticas; su enorme torre y sus “tunas y abrojos”, lo mismo hace ahora Marcelo Ebrard quien confunde una toma parcial de opinión con una irrebatible definición ideológica colectiva.

Todos sabemos la naturaleza coyuntural del cuestionario sometido a la consideración nacional y cuál es el verdadero motivo de presentárselo a los ciudadanos. Ya se ha dicho y repetido y no tiene caso insistir. Lo saben los promotores y también los opositores quienes le dan por cierto demasiada importancia.

Pero derivar de la magra concurrencia una generalización resulta por lo menos erróneo.

Yo no sé si esta ciudad era también de izquierda cuando en “éxtasis fervoroso se paralizaba cuando Juan Pablo II le gritaba ‘siempre fiel’” y hacía crujir el alma de millones de personas.

Ignoro si una ciudad indiferente al grito siempre fracasado de “!Únete pueblo!”, en las marchas de ferrocarrileros, maestros, médicos y estudiantes ha sido izquierdista. No sé si lo fue cuando indiferente se cruzó de brazos el 3 de octubre de Tlatelolco (un día después) sin otro ánimo visible como no fuera aplaudir los juegos olímpicos. Quizá lo fue fugazmente cuando en el Zócalo fue izado el logotipo del Consejo Nacional de Huelga.

O a lo mejor la ciudad fue absolutamente progresista y ubicada en el polo izquierdo cuando Spencer Tunnik puso en vivos pellejos a unos cuantos miles de exhibicionistas en el Zócalo, o cuando muchos y muchas se fueron a patinar en hielo sobre la Plaza de la Constitución. Quizá eso defina una orientación ideológica pues patinaban en sentido contrario a las manecillas del reloj, según uno los miraba.

Quizá esta ciudad de mil y tantas peregrinaciones anuales a la Basílica sea izquierdista sin darse cuenta: posiblemente por eso se venden tanto el Hola y el Quien (con todo y Marcelo en la portada como uno de los guapos de la polaca) y un poco menos el SDP (Sendero del Peje). Posiblemente somos la izquierda del Canal de las Estrellas o ya nos desesperamos de esperar en la ciudad de la Esperanza.

¿Fuimos de izquierda cuando sin definiciones alzamos los escombros del 85? ¿Lo fuimos cuando facilitamos mecanismos clientelares para favorecer a quienes hoy controlan el PRD? Por favor. Un poco de memoria antes de la bula papal o la Cédula real de nuestra obligatoria inscripción en una izquierda cuya verdadera naturaleza no representa ni significa el tercer partido en la azarosa vida de Marcelo Ebrard.

Bravucón ha estado en estos días el jefe de Gobierno.

Ya no se le mira contrito (quizá nunca lo estuvo sinceramente) como en los días del News Divine. La corbata negra de la primera conferencia de prensa ya se fue al olvido o a la tintorería.

Hoy no queda sino echar “p’adelante”, pues esa es la mejor estrategia del momento, así necesite para eso pelearse en el mismo contra quienes desestiman su consulta en Los Pinos o lo señalan por el arrebato de su destape en Univision y sus subsecuentes acercamientos al auto-destape, como sucedió en el caso de Enrique Peña Nieto quien tuvo la osadía de hacer comentarios en tono de los aceleres marcelianos.

A ese paso, pronto la ciudad tendrá un himno. Marcelo cantando a coro con Alejandra Barrales, “la izquierda unida, jamás será vencida… (o vendida?)”.

Alertan a Fox

Francisco Garfias
Arsenal
Excélsior

A Vicente Fox, recién nombrado a la cabeza del Comité de Planeación Estratégica rumbo a las elecciones de 2009, ya lo alertaron sobre la posibilidad de que Germán Martínez, jefe nacional del PAN, lo quiera utilizar para descargar responsabilidades, en caso de que los azules pierdan posiciones en las urnas.

“Te están usando. Si las cosas no salen bien, te van a cargar el muerto”, le advirtió un ex colaborador y amigo. Le recordó que el resultado de las elecciones es responsabilidad primordial del presidente del CEN. El ex mandatario escuchó la advertencia “y se quedó reflexionando…”, nos dicen.

Y es que las cosas no le pintan muy bien al azul. El entorno económico se perfila muy difícil para el gobierno federal —inflación, crisis alimentaria, bajo crecimiento— y los resultados de la lucha contra el narcotráfico nomás no se perciben. Eso se puede reflejar en las urnas.

* * *

El senador del PRD Carlos Navarrete tiene los momios en contra en su apuesta por convertirse en el sucesor de Santiago Creel en la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara alta. Las cábalas nos indican que Gustavo Madero, coordinador de la bancada del PAN, es el ganón.

Navarrete aún cree en sus posibilidades, a pesar de que el tamaño de su bancada, 28 senadores, no le alcanza para dar un manotazo en la mesa. Basa su optimismo en la necesidad que tiene el gobierno federal de que el tripié (PAN, PRI, PRD) en el que se ha apoyado el Senado para lograr acuerdos, se mantenga. “Si decide volver al bipié, como fue el caso con el binomio Jackson-Diego en la Legislatura pasada, tendrá que valorarlo”, advirtió.

-Cuántas fuerzas han conducido el Senado en estos dos años, ¿dos o tres?, nos preguntó Navarrete.

-Una, le respondimos, provocadores.

-Esa es una buena nota periodística. A ustedes (los periodistas) les encanta andar inventando personajes de fábula, reviró, molesto, el perredista, en alusión a Manlio Fabio Beltrones.

* * *

Le expresamos también una preocupación que flota en el ambiente: que López Obrador radicalice las acciones del “movimiento en resistencia”, para provocar un acto de represión del gobierno federal, en el caso, más que probable, de que el PRI y el PAN aprueben la reforma energética que presentó el tricolor. “Siempre hay una posibilidad de que alguien quiera caminar por esa vía; que lo que se tejió en 71 días de debate, se desteja por una decisión personal”, admitió Navarrete.

* * *

Ayer tomó protesta como cónsul de México en San José, California, el diputado panista con licencia David Figueroa, durante la sesión de la Comisión Permanente. El hecho no sería noticia, si no fuera porque este sonorense, ex alcalde de Agua Prieta, Sonora, ha sido víctima de dos atentados en menos de un par de años.

Hijo de un ex bracero, quien también fue víctima de un atentado en 2006, Figueroa manifiesta su convencimiento de que la violencia en su contra es obra del crimen organizado “por decisiones que tomé cuando fui presidente municipal”. En su frente lleva una cicatriz que le quedó de su primer atentado, en noviembre de 2006. “Fue en la carretera México-Toluca”, nos dice, mientras se levanta el cabello para mostrarla.

El ácido comentario de un legislador del PRI ilustra los motivos por los que lo sacan del país. “Gayosso anda detrás de él”, dijo.

* * *

A Enrique Peña Nieto no le gusta que le busquen pleito con Marcelo Ebrard y menos con Beatriz Paredes. “Pareciera que algunos han tenido interés por amarrar navajas entre correligionarios, y entre algunos otros actores”, declaró el mexiquense.

El gobernador, por cierto, mandó poner en el escritorio de Yessica Miranda, vocera del GDF, la versión estenográfica de la conferencia de prensa que ofreció en Washington, en la que supuestamente habría criticado el autodestape de Marcelo para 2012.

Peña asegura que sus declaraciones fueron sacadas de contexto. Insistió en que su relación con Ebrard ha sido de gran cordialidad y colaboración institucional. “No debemos dejarnos llevar por malos entendidos e imprecisiones”, pidió.

En otra columna, que se publicó hace diez días, se afirma que Beatriz le dio un “jalón de orejas”, por andar proponiendo realizar una “consulta ciudadana” sobre la reforma energética, para “arrebatarle” la bandera al PRD.

El mexiquense ha comentado en corto su convencimiento de que esta filtración emana de priistas a los que les molesta la “cercanía” que tiene con la presidenta de su partido. Su relación con la tlaxcalteca es cordial, respetuosa, y muy alejada de los “supuestos tonos” con los que esa columna trató el encuentro, asegura.

La muerte del caudillo 4. Los dolientes

Héctor Aguilar Camín
acamin@milenio.com
Día con día
Milenio

Son las dos y veinte de la tarde del 17 de julio de 1928 en el restorán La Bombilla, del sur de la ciudad.

Herido mortalmente, el general invicto Álvaro Obregón cae sobre su costado izquierdo, da con la cara en el borde de la mesa y luego en el suelo, escoriándose la frente. Tratan de levantarlo su jefe de campaña Aarón Sáenz, el jefe de su escolta Ignacio Otero, su médico Crescencio Sánchez, su paisano y amigo Arturo Orcí.

Se escuchan voces: “Un médico”, “¡Hay que llevarlo a un sanatorio!”, “¡Está aún vivo!” En brazos de sus próximos, el general Obregón es llevado a su automóvil.

El redactor de Excélsior puede ver su rostro. Tiene en la frente una raspadura visible, y en el cuello el orificio de salida de una bala, sus ojos entrecerrados están vidriosos, acusando los síntomas de la muerte. Muere en los momentos en que su automóvil sale del restaurante.

El asesino permanece en un rincón, sentado en el piso, con las piernas extendidas. De la nariz y la boca le salen hilillos de sangre, y tiene los ojos cerrados, mareado por los golpes que ha recibido.

El cronista del diario Excélsior puede verlo detenidamente. Es joven, no mayor de veintitrés años, delgado, de rostro moreno, labios salientes que en esos momentos tiene caídos, pelo ligeramente crespo. Viste un traje corriente color café claro. Alguien le ha arrancado la corbata, de listas plateadas y rojas, en un momento de indignación.

Las lágrimas asoman a los ojos de muchos. El coronel y diputado Ricardo Topete llora como un chiquillo y se mesa los cabellos. Tiene en la diestra el arma homicida que ha tomado del suelo cuando el autor del crimen la suelta por los empellones que le dan.

Es una escuadra automática, marca Stard, calibre 32, de cacha de madera. El redactor de Excélsior ve también llorar al general y licenciado Aarón Sáenz, al licenciado y paisano Arturo Orcí, al diputado y coronel de las confianzas del caudillo, Tomás A. Robinson, al tribuno agrarista Antonio Díaz Soto y Gama, al resonante Aurelio Manrique, y a casi todos los presentes, presuntos diputados de Guanajuato que han sido electos, como Obregón, pero no han sido ratificados por el colegio electoral de la nueva legislatura.

Aurelio Manrique sube a la mesa, su voz potente y oratoria concentra la atención. Dice: “Señores, digamos aquí ante el cadáver del general Obregón que se ha convertido en el símbolo de la Revolución”. Alguien grita: “Juremos vengar su muerte”. Otros corean: “¡Viva Obregón!”.

(Mañana: 5. Los despojos)

La consulta ciudadana, divisoria

Poncho Vera
ponchov@exafm.com
La Crónica de Hoy

Ya, por favor, ya basta de divisiones, broncas y falta de acuerdos entre nuestros políticos. Y digo nuestros políticos, no porque nos pertenezcan más bien porque nosotros les pagamos.

No les pagamos para que se peleen, más bien para que resuelvan problemas que están lejos de poder ser resueltos por nosotros, los ciudadanos “de a pie”.

El domingo pasado, como ya bien sabemos, se celebró un plebiscito (porque fue un plebiscito, aunque de manera cursi le llamaron “Consulta Ciudadana”) , en relación con la propuesta del Poder Ejecutivo por la reforma energética, y el resultado que más llama la atención es que se tradujo en un motivo más para que nuestros políticos pierdan el tiempo peleando como si fueran integrantes unos, del club de fans del grupo Menudo, y otros del de los Chamos en los ochenta.
Sí, la consulta tuvo varios errores:

Las preguntas estuvieron mal realizadas.

Las casillas no se instalaron en los lugares propicios para llevar a cabo un buen ejercicio de plebiscito.

El plebiscito desde un inicio tuvo tintes claramente políticos.

El gasto que pagamos los contribuyentes para realizar un plebiscito así, fue excesivo.

El control para que los votantes lo hicieran sólo una vez, fracasó.

Sin embargo, lo menos que necesitamos es una clase política más polarizada, eso se transmite a la sociedad, al país.
El plebiscito debe ser tomado como lo que fue, ni más ni menos. Ni un grupo político le tiene que dar mayor valor de lo que tiene ni otro le tiene que dar menos.

Ya el resultado se le transmite a los diputados, a los senadores, y ellos, que fueron elegidos para sus funciones democráticamente por nosotros, le darán el valor que consideren para su debate energético, y así “sacar” una reforma en relación con Pemex.

En los medios, en todos, la radio incluida, por supuesto escuchamos, leemos, puros pleitos que no le aportan nada al país. Se debe terminar con esto.

Lo que necesita el país es una reforma que beneficie a los mexicanos, no a intereses políticos. Esperemos que así sea.
En un punto todos están de acuerdo, todos los políticos y la mayoría de la sociedad: Pemex no se debe privatizar, el petróleo es de los mexicanos, de lo que se debe tratar la discusión para sacar una reforma energética es de cómo lograr que esto se traduzca en un Pemex mejor.

Lo que deben pensar los políticos, lo que deben buscar, es que Pemex nos beneficie a todos.

¿De qué nos sirve un “petróleo de los mexicanos” o un “Pemex no privatizado” si eso no se refleja en palpables beneficios para nosotros, para el país?, de nada.

Es una pena el escuchar a algunos, a muchos, más bien, políticos, haciendo carrera a costas de este tema, buscando su beneficio personal.

No quiero hablar ni bien ni mal de ningún partido político, estoy seguros que dentro de cada partido habrá personas bien y mal intencionadas, lo que quiero es que el asunto de Pemex no sea capital político.

Creo que hablo por muchos, exigimos responsabilidad. Si ya los políticos viven de nuestros impuestos, pues lo menos es que busquen el beneficio de nuestra sociedad.

Son servidores públicos... que no se olvide.

Sida, tolerancia, educación, salud, fuera de agenda

Jorge Fernández Menéndez
Razones
Excélsior

Platicábamos con Federico Reyes Heroles que algo debe estar muy mal cuando no podemos reconocer ni poner en su justa dimensión las noticias buenas o, cuando, un chisme, una versión, termina siendo en los medios más trascendente que hechos concretos, que decisiones que modifican la vida de muchos de nosotros.

Tres hechos. La Alianza por la Calidad de la Educación, lo dijimos en su momento, lo ratificamos ahora, es quizá la decisión más importante del sexenio. Es mil veces más importante que una reforma electoral realizada, con buenas o malas intenciones, sólo para el interés de los partidos y dejando lejos lo más posible, del sistema político, a la ciudadanía. Es más importante que la reforma fiscal o incluso la tan cacareada energética. Sin duda, si se sacan adelante estas últimas, como ocurrió con la del sistema de pensiones, existirán circunstancias económicas más favorables en el país. Pero todos los indicadores internacionales establecen que la palanca de desarrollo por excelencia es la educación: en la sociedad del conocimiento y cuando existe un profundo cambio demográfico nacional e internacional, la educación, con tanto como se deriva de ella y su influencia en casi todo, desde la seguridad hasta los hábitos de consumo, es clave.

Durante años se pidieron cambios profundos en el sistema educativo del país. La alianza lanzada en mayo no es la panacea ni la solución final al deterioro educativo, pero establece las bases para cualquier reforma futura y ha comenzado a echar a andar una serie de mecanismos que desentumecen al magisterio y a todo el sistema. El más reciente de ellos, los exámenes de evaluación que se realizarán en agosto próximo y van a permitir saber cómo está el magisterio y, simultáneamente, comenzar a conceder las plazas por méritos y conocimientos, es clave. Las consecuencias que se desprenden de ello van mucho más allá de los chismes, las querencias o los enojos con el gobierno o el sindicato de maestros. La educativa, si llega a buen puerto, demostrará que, para reformar a los sindicatos se deben tomar, sin duda, muchas medidas, pero, como un capítulo fundamental, transformar a las instituciones sobre las que esos sindicatos operan. Cuanto más cerrada es la institución, cuanto menos cambios y reformas se realizan, más burocratizadas y poderosas serán las organizaciones sindicales, porque nacieron como parte de esas instituciones cerradas, no como entes injertados en ellas. Y eso es lo que está comenzando a suceder con el SNTE en el contexto de esta reforma. Es lo que no comprenden quienes se oponen a las reformas en Pemex pero, al mismo tiempo, se quejan, con razón, de los excesos del sindicato.

Sin embargo, mediáticamente, fue más importante que la lideresa del SNTE se tomara un café con el director de la Lotería, que comenzara formalmente la evaluación al magisterio nacional y se concursaran por oposición las plazas de maestros

Otro tema. Este fin de semana comienza la Conferencia Mundial contra el Sida. Es un evento de mucha importancia, por los participantes, los daños que sigue ocasionando la pandemia y la ignorancia que aún permea en las sociedades (la ignorancia y el prejuicio son tan mortales en ocasiones como la enfermedad), cuando se aborda el tema del sida. Es positivo e importante que se realice la Conferencia y se haga en México, donde esos prejuicios y esa ignorancia siguen estando muy arraigados. Quienes pensaban que existiría una suerte de boicot “conservador” contra la Conferencia se equivocaron. Por el contrario, ha habido una amplia coordinación de las autoridades y de los grupos civiles para atender una serie de factores complejos que van desde la logística y la seguridad hasta garantizar la entrada y el aprovisionamiento de las medicinas para los participantes, que vendrán de todas partes del mundo, incluidos productos de los que, por distintas razones, está prohibida su introducción en México, como la metadona. En ese sentido, fue muy significativo que el presidente Calderón se haya reunido el martes, en Los Pinos, con los representantes de organizaciones civiles, incluidos los de las organizaciones lésbico gay y de sexoservidores/as, pero, además, que se haya comprometido públicamente a impulsar una campaña contra la discriminación que sufren estos sectores. En este terreno, el de la salud reproductiva, las adicciones, la atención a enfermos de VIH, el gobierno de Calderón ha tenido una actuación sin reproches, incluida la profunda, en el fondo y en la forma, rectificación sobre el tema que se realizó en el Sector Salud, luego de algunos desatinos iniciales. Y la rectificación fue atendida personalmente tanto por Felipe Calderón como por Margarita Zavala. Debería ser una base de acuerdo y de diálogo político, si así fuera entendida.

Un tercer punto. Se inauguró el Instituto Nacional de Geriatría: una vieja demanda de muchos sectores, médicos y sociales para comenzar a atender un fenómeno que ya está entre nosotros: la población de la tercera edad tiene un crecimiento exponencial en nuestro país.

Algo está mal cuando este tipo de información pasa desapercibida, pero cualquier chisme escandaloso de la política, el deporte o el espectáculo se publica como información sin la menor verificación, ya no hablemos de su autenticidad, sino, siquiera, de su verosimilitud. Es responsabilidad, en buena medida, de las políticas de comunicación de gobiernos y partidos, pero va mucho más allá. Porque reformar el sistema educativo, generar conciencia para atender y no discriminar a cientos de miles de mexicanos que sufren una terrible enfermedad o comenzar a prepararnos para atender a las generaciones que llegarán a la tercera edad, es más importantes que los caprichos de un ex candidato, los desayunos de un líder sindical o los devaneos amorosos de algún personaje. Y todos somos culpables de no entenderlo.

Por fin

Carlos Marín
cmarin@milenio.com
El asalto a la razón
Milenio

Antes de reconocer ayer que la de Cuauhtémoc Cárdenas es mucho mejor fórmula que una berrinchuda y necia confrontación para sortear la iniciativa petrolera “privatizadora”, Andrés Manuel López Obrador acababa de hacer alharaca porque halló casi 30 coincidencias del PRI con la de Felipe Calderón.

¿Es acaso ilegal que se den acuerdos entre partidos políticos? ¿Las coincidencias en lo que fuera, si se se resuelven en una votación legislativa, deben considerarse atentados a la Patria? ¿No es lógico que las prácticas y las instituciones políticas desemboquen en cargos de elección popular, y que si de leyes se trata no hay mejor arena para discutirlas que el Congreso?

Las naciones capotean una competencia global sin precedente; unas cuantas llevan la delantera y otras hacen la lucha por ponerse a tiempo, pero esto es imposible si se desconoce o no se respeta la premisa fundamental de lograr acuerdos básicos entre los adversarios que juegan a la política en cada país.

Con la del PRD, la reforma saldrá mejor.

Dos razones del diferendo

Juan Díaz Rebollar
zoonpolitikon2002@hotmail.com
Politólogo
El Universal

Tres meses y medio han pasado desde que Felipe Calderón presentó las cinco iniciativas de ley en materia energética en el Senado de la República.
Lo más seguro es que sí se apruebe una reforma energética en algunas semanas o meses. Se ha retrasado por diversas razones y condiciones políticas, de las cuales consideramos existen dos que merecen reflexión.

La primera razón por la que el debate se ha prolongado y se encuentra eventualmente empantanado, es de corte coyuntural, donde actores e instituciones se están conduciendo en función de sus intereses políticos de corto y mediano plazo, léanse las elecciones de 2009 y 2012.

PAN: Busca que la reforma se apruebe rápido y con la menor cantidad posible de modificaciones a fin de obtener recursos para destinarlos a programas sociales y con ello evidenciar la capacidad de este partido para gobernar, así como demostrar a la ciudadanía su habilidad para lograr consensos ante temas cruciales y controvertidos para el país. Mientras más se retrase, cuestione y modifique la reforma, el Ejecutivo federal pierde y la oposición se beneficia.

PRI: La cantidad de legisladores que tiene en el Congreso le permite ser el fiel de la balanza ante una eventual aprobación, por lo que se encuentra en el lugar idóneo del espectro político para lograr que la reforma se apruebe en sus términos o se deseche por completo, pero le conviene más jugar un papel mediador entre el PAN y el PRD. El juego del PRI es ubicarse en el centro, apoyando una reforma energética en la que predominen sus ritmos, condiciones y propuestas, y donde la negociación con el Ejecutivo le permita obtener ganancias políticas que vayan más allá del terreno energético.

PRD: Si bien no es un todo homogéneo, su posición en el espectro político lo ha llevado a oponerse tajantemente a la reforma y su apuesta no es otra más que hacerla fracasar para con ello, hacer fracasar al Ejecutivo federal. El juego del PRD no es que se apruebe una propuesta alternativa, sino prolongar la discusión para evitar la aprobación. Mientras más consenso exista entre PRI y PAN, el PRD verá más reducidas sus ganancias.

En resumen, una de las razones por las que no se ha aprobado la reforma en materia petrolera es porque el comportamiento de los individuos y grupos que la discuten es similar al de los agentes en el mercado, están buscando su mejor juego y el momento idóneo para maximizar sus beneficios y reducir al máximo los costos o riesgos rumbo a las próximas elecciones.

Por otro lado, una segunda razón es de índole estructural del sistema político y tiene que ver con el actual régimen presidencial, con la composición del Congreso, pero sobre todo con el gobierno dividido que tenemos desde 1997, aquél en el que el partido al que pertenece el Presidente no cuenta con el control del Poder Legislativo.

En las elecciones intermedias del próximo año estará en nuestras manos la posibilidad de refrendar el actual esquema o de darle una mayoría legislativa al Presidente. La decisión no será sencilla pues ningún esquema es perfecto.

La democracia no sólo cuesta dinero, tiempo y confianza; desgraciadamente en México ya está también está costando barriles de petróleo.

La otra consulta. Una fábula

Raúl Trejo Delarbre
trejoraul@gmail.com
La Crónica de Hoy

Hastiado de una discusión sin coordenadas claras y que mientras más se prolongaba más confusa estaba resultando, el presidente Felipe Calderón decidió convocar a una consulta nacional sobre la reforma petrolera. No importaba que esa figura jurídica no estuviese contemplada en la Constitución, ni que el gobierno careciera de atribuciones específicas para organizarla. Se trataba de una decisión política. “Mi gobierno –declaró el presidente en cadena de televisión y radio– acatará siempre la voluntad del pueblo y ese será el significado de la consulta nacional. Desde luego, en este asunto tenemos una posición y exhortamos a los ciudadanos para que se manifiesten a favor de las iniciativas de reforma que he presentado al Congreso de la Unión”.

Inicialmente, algunos diputados y senadores del PAN estuvieron en desacuerdo porque una consulta destinada a recoger el parecer de la población acerca de iniciativas que ellos mismos tenían que impulsar, podía ser considerada como una forma de presión ilegítima contra el Congreso. Pero cuando entendieron que de esa manera parecería que tendrían mayor respaldo social, se subieron entusiasmados al carro de la consulta.

El gobierno fue juez y parte porque organizó, promovió, supervisó y contó los votos de esa consulta y, antes, difundió extensamente las posiciones que convocaba a respaldar. El Instituto Federal Electoral, aunque tampoco tiene atribuciones específicas en ese terreno, acordó brindarle asesoría técnica a la Secretaría de Gobernación. “Nuestro compromiso está con la sociedad y la falta de precisiones del Cofipe no será obstáculo para que cumplamos con él”, dijo orgulloso el presidente del IFE.

La consulta iba a contracorriente de la discusión parlamentaria y fue vista como un ejercicio de propaganda por los partidos en la oposición. PRI y PRD se apresuraron a descalificarla porque sabían que la intensa publicidad desplegada por el gobierno federal forzaría los resultados a favor de las iniciativas del presidente.

A fin de evitar confrontaciones en aquellas entidades gobernadas por miembros de partidos de la oposición, el secretario de Gobernación dispuso que la consulta se realizara únicamente en Aguascalientes, Baja California, Guanajuato, Jalisco, Morelos, San Luis Potosí, Tlaxcala y Querétaro, entidades gobernadas por el PAN. También habría urnas en los municipios más importantes que se encuentran gobernados por ese partido, así como en las delegaciones Benito Juárez y Miguel Hidalgo en la ciudad de México.

A convocatoria del gobierno, un grupo de especialistas diseñó el cuestionario de la consulta. Después de largas deliberaciones y con asesoría de la Universidad Iberoamericana, el comité a cargo de esa tarea presentó las dos preguntas que serían puestas a consideración de los habitantes en nueve entidades:

“Actualmente en la explotación, transporte, distribución, almacenamiento y refinación de los hidrocarburos (petróleo y gas) participan empresas privadas como contratistas de Pemex. ¿Está usted de acuerdo o no está de acuerdo en que esa participación pueda regularizarse para que se encuentre plenamente normada por las leyes?

“¿En general, usted está de acuerdo o no está de acuerdo en que se aprueben las iniciativas relativas a la reforma energética que se debaten actualmente en el Congreso de la Unión?”.

Hubo quienes señalaron que esas preguntas eran insuficientes y que estaban formuladas de tal manera que inducían a la confusión de los ciudadanos. Otras voces, recordaron que un asunto de tanta complejidad como la reforma petrolera no debería ser reducido a dos dilemas planteados de manera tan esquemática. Había muchos ciudadanos que no hubieran querido votar “sí” o “no” por esas opciones, sino plantear soluciones intermedias en algunos temas del complejo entramado que significa la cuestión petrolera.

Los organizadores de la consulta desestimaron tales reparos. En busca de legitimidad publicitaria, Gobernación designó un “comité ciudadano”, que, según se dijo, supervisaría la organización de la consulta y que estuvo integrado por las siguientes personas: Carlos Elizondo, Héctor Aguilar Camín, Francisco Barrio, María Amparo Casar, Sari Bermúdez, Paz Fernández Cueto, Jorge Castañeda, Pablo Hiriart, Kate del Castillo, Leo Zuckermann, David Páramo y Enrique Krauze. No importó que todos ellos tuvieran ya una opinión favorable a las propuestas del presidente. De la misma manera que el gobierno federal actuaba con parcialidad en la organización de la consulta, ellos lo harían como supuestos supervisores de un ejercicio de expresión ciudadana respecto del cual ya tenían una opinión definida.

Durante las semanas previas, los gobernadores, presidentes municipales y delegados panistas se volvieron comprometidos militantes de la consulta. No hubo acto público ni conciliábulo privado en donde no buscaran cómo impulsarla. Aunque el ideario de su partido los compromete con la democracia y habían querido que uno de sus signos distintivos fuese la ruptura con los viejos procedimientos que la cultura política priista le impuso al país durante tanto tiempo, los panistas no vacilaron en utilizar recursos públicos y apremios de toda índole para movilizar votos a favor de las iniciativas presidenciales.

Millares de funcionarios públicos fueron designados para que invitasen a sus amigos y familiares a esa votación. Como si se tratase de campaña electoral y en un derroche de recursos jamás visto, el gobierno federal distribuyó playeras, gorras, tazas, pegotes para los automóviles, pancartas que se colocaron en oficinas públicas, pulseras, botones y otros artículos, todos con lemas como ¡La consulta va!, Defendamos al petróleo, Dile sí al progreso, Vota sí: la consulta es tuya. Los consorcios de radio y televisión se beneficiaron de una generosa derrama financiera que compró spots para difundir esos lemas. No solamente se invitaba a participar en la consulta, sino con clarísimo énfasis se llamaba a votar “sí” en ambas preguntas.

Para el gobierno y su partido, la consulta se convirtió en momento de gran definición política. Las divisiones dentro del PAN se atenuaron ante la necesidad de enfrentar los fundados cuestionamientos de otros partidos. Aunque era apoyada por Nueva Alianza y el Verde Ecologista, resultaba claro que la consulta era iniciativa y compromiso de los panistas y del gobierno federal. En el Congreso, diputados y senadores blanquiazules se esforzaban para enfrentar los reclamos del PRD, especialmente por la nula transparencia acerca del gasto invertido en la consulta.

El domingo, en que se realizaría la consulta, fue de trabajo obligatorio para decenas de miles de empleados públicos. Pero más allá de quienes tenían responsabilidades específicas como organizadores o propagandistas, las mesas de votación estuvieron casi vacías. Los fotógrafos de prensa se hartaron de tomar placas de jefes de casilla durmiendo o jugando dominó ante la falta de votantes. Y si algo no hubo fue respeto al secreto en la votación. Miles de ciudadanos fueron coaccionados a cruzar las boletas por el “sí”, ante la vista complaciente y exigente de los representantes partidistas.

En varias ciudades se comprobó el acarreo y la presión sobre los votantes. Dirigentes del PRD hicieron algunos esfuerzos para insistir en que la consulta debía ser libre y que toda presión resultaba ilegal. Ese empeño resultó inútil porque, cuando los identificaban como opositores, eran corridos con cajas destempladas de las mesas de votación. En varios casos, esos líderes partidarios se hicieron acompañar por notarios que dieron cuenta de las irregularidades y anunciaron que presentarían denuncias legales por la manipulación que perpetraba el gobierno federal.

Hacia el mediodía, era evidente que la consulta había sido desairada. Elba Esther Gordillo había prometido la participación de un impresionante número de profesores pero nunca se comprobó que todos ellos hayan asistido y hubo sospechas de que, quienes sí fueron, votaron por el “no”. La dirigente del PAN en el DF, Mariana Gómez, declaró que no importaba cuánta gente acudiese a votar sino el porcentaje de los ciudadanos que preferirían el “sí”.

En la capital del país, el desaseo fue documentado por miembros y simpatizantes del PRD que se las ingeniaron para votar en varias ocasiones. Alejandra Barrales, dirigente local de ese partido, dio a conocer un video en el que se aprecia con toda claridad a un individuo que votó, en distintas casillas, en ¡35 ocasiones! Evidentemente la tinta que se utilizaba para marcar a quienes habían votado no era indeleble, o los responsables de las casillas se hacían de la vista gorda suponiendo que quienes votaban más de una vez lo harían por el “sí”.

En respuesta a esa y otras denuncias, el dirigente nacional del PAN declaró que ni las estratagemas ni la insidia del PRD lograrían demeritar la consulta: “nuestras mesas de votación quedaron instaladas a tiempo, los ciudadanos que han querido hacerlo están participando, la consulta va y es un éxito pésele a quien le pese”, dijo Germán Martínez con su habitual enjundia.
Ya por la noche, el cómputo en casi todas las casillas fue rápido porque en la mayoría habían votado dos o tres docenas de personas. No obstante, los resultados no fueron conocidos sino hasta varios días después. Cuando los críticos de la consulta sugirieron que al PAN y al gobierno se les había caído el sistema o que estaban demorándose para maquillar los resultados, el secretario de Gobernación respondió tronante: “esas no son mas que demostraciones de impotencia de la izquierda delirante”.

Con menos de la quinta parte de las casillas computadas y a partir de proyecciones realizadas por Consulta Mitofsky, Juan Camilo Mouriño anunció los resultados iniciales. Casi dos millones de ciudadanos habían acudido al llamado del gobierno y su partido. En la primera pregunta, el 87% respondió a favor del “sí”. En la segunda, el porcentaje por la respuesta positiva fue del 84%.

Esos resultados no sorprendieron a nadie. La intensa campaña de propaganda, la intervención directa del gobierno a favor del “sí”, el traslado forzoso de decenas de miles de personas e incluso la contratación de artistas y conductores para que recomendasen esa opción en programas de televisión y radio, hacían posible anticipar tales porcentajes. Lo que nadie y sobre todo los organizadores de la consulta esperaban, era una participación tan baja.

El número de personas que decidió ir a la consulta era menor a la mitad de los asistentes que previeron el gobierno y el PAN. Sin embargo, habituados a la simulación política, presentaron esos resultados como ejemplo de participación y conciencia cívicas. Manuel Espino, que había sido designado coordinador de la consulta por parte del frente de partidos que la promovían, declaró retador: “No obstante, las presiones ilegítimas de la izquierda y de los políticos a la antigua, la sociedad mexicana ha ofrecido una muestra de madurez y responsabilidad. El respaldo abrumador a las iniciativas de reformas presentadas por el presidente Calderón para modernizar a la industria petrolera constituye una exigencia que los legisladores de ninguna manera podrán soslayar. El triunfo del ‘sí’ es un triunfo de la sociedad mexicana”.

Tres días más tarde Juan Camilo Mouriño y los coordinadores del PAN en ambas cámaras federales llegaron al Senado para entregar los resultados de la consulta. Allí los increpó Carlos Navarrete, el líder de los senadores del PRD: “nuestro partido jamás aceptará los resultados de una maniobra espuria como ésa. No se trató de un ejercicio democrático sino de una autoconsulta”, dijo. Similares apreciaciones manifestó Guadalupe Acosta, a nombre del PRD: “No puede tener valor alguno una consulta convocada, organizada y sancionada por el gobierno, con recursos públicos que fueron utilizados de manera facciosa. Los mismos que la organizaron, llamaron a votar por el ‘sí’. Los mismos que contaron los votos fueron los que vigilaron esa caricatura de consulta”, denunció. Sin embargo, Gustavo Madero, líder de los senadores del PAN, insistió: “El resultado de la consulta debe ser vinculatorio para todos nosotros. El Congreso tiene que escuchar la decisión del pueblo de México”.

El presidente pederasta

Pablo Hiriart
Vida Nacional
Excélsior

Se entiende que los padres de la joven Lucía Morett estén muy agradecidos con el comandante Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, por brindarle seguridad a la hija, herida en un campamento guerrillero de las FARC en suelo ecuatoriano.

Lo que no se entiende es que eso que conocemos como “izquierda mexicana” (una hermandad de partidos, comunicadores y ONG) también esté comprometida con el comandante Ortega y no diga ni pío por el proceso que le ha abierto la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

La CIDH no tuvo más alternativa que admitir el caso de Zoilamérica Narváez, hijastra de Ortega, hija de la esposa, Rosario Murillo, coordinadora de los Consejos del Poder Ciudadano de Nicaragua.

Y no tuvo más remedio porque el de Zoilamérica es un caso de justicia denegada, al ser rechazado en los tribunales nicaragüenses controlados por dirigentes sandinistas.

La declaración de Zoilamérica es escalofriante y cruda y comienza con estas palabras:

“Este es mi testimonio y juro dejar por escrito solamente la verdad como verdadero es Dios, por la memoria de mi abuela Zoilamérica Zambrano Sandino.”

Zoilamérica dio a conocer su caso desde hace una década, pues “fui acosada y abusada sexualmente por Daniel Ortega Saavedra”, el padrastro, y el Juzgado Primero del Crimen, en Managua, cuya titular era la ex guerrillera sandinista Juana Méndez, le dio carpetazo a la denuncia.

La hijastra de Ortega apeló ante un juzgado de alzada, que tiene como titular a la sandinista Ileana Pérez, y corrió la misma suerte en un proceso que duró un solo día.

Entre las barbaridades que el presidente de Nicaragua cometió contra su hijastra de 11 años —está en el expediente— se cuenta el que Ortega se tomaba tiempo “para manosearme y tocar mis partes genitales. Hasta hace poco recordé que también ponía su pene en mi boca”.

A veces, por las noches, Ortega entraba a la habitación que su pequeña hijastra compartía con el hermano: “Procedía a separarme parte de la cobija de mi cuerpo, continuaba con manoseos y luego concluía masturbándose. Me decía que no hiciera ruido para no despertar a Rafael, y me decía: ya verás que con el tiempo esto te va a gustar”.

Ya como presidente, en su primer periodo de gobierno, Zoilamérica narra que Ortega llegaba a casa a horas de trabajo, imprevistas, cuando ella estaba sola, y “me indicaba que me moviera, que así sentiría rico. ¿Te gusta, verdad?, me decía, mientras yo permanecía en absoluto silencio sin tener fuerzas para llamar a mi mamá. El miedo no me dejaba. Sentía en la garganta resequedad, atorada y con temblores. Su contacto me transmitía intensos fríos y malestares, me provocaba asco y me creía sucia, muy sucia, pues sentía que un hombre al que rechazaba me ensuciaba toda. Comencé a bañarme muchas veces durante el día para lavar mi suciedad”.

Las violaciones completas se iniciaron desde 1982:

“Lloré y sentí náuseas. Él eyaculó sobre mi cuerpo para no correr riesgos de embarazos y así continuó haciéndolo repetidas veces: mi boca, mis piernas y mis pechos fueron las zonas donde más acostumbraba echar su semen, pese a mi asco y repugnancia. Desde entonces para mí la vida tuvo un significado doloroso. Las noches fueron mucho más temerarias, sus pasos los escuchaba en el pasillo con su uniforme militar; recuerdo clarito el uniforme verde olivo y los laureles bordados en su uniforme.”

La madre de Zoilamérica se puso del lado del marido, su compañero de causa revolucionaria. Luego se reconcilió con la hija, pero ella no retiró la demanda, que ahora está en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Del caso se han ocupado diarios como El País, de España, numerosas publicaciones de América Central, ONG de Nicaragua y otros lugares del mundo, así como el escritor peruano Mario Vargas Llosa.

El martes hablé por teléfono con Zoilamérica y me dijo que el tema judicial tiene su cauce y ella no quiere hablar en público, pues está dedicada en cuerpo y alma a su centro de atención a sobrevivientes de abusos sexuales.

Aquí en México, la izquierda, las organizaciones feministas (con la honrosa excepción de Martha Lamas) y de derechos humanos, no han dicho absolutamente nada.

Claro, el pederasta es un presidente de izquierda. Y protector de Lucía Morett.

PAN: ¿nace bloque anticalderonista?

Salvador García Soto
Serpientes y Escaleras
El Universal

Yunquistas y liberales ya mostraron que algo los unifica. ¿Habrán detectado en Los Pinos la “señal de alerta”?

Al presidente Felipe Calderón y a su pupilo Germán Martínez les están creciendo los críticos en su partido.

A poco menos de un año del espectacular golpe de timón con el que Calderón tomó el control del PAN y colocó en la dirigencia nacional a uno de sus hombres más cercanos, las corrientes internas que disienten del calderonismo se han reagrupado y están encontrando puntos de coincidencia que colocan, en la misma línea, lo mismo a personajes de la ultraderecha yunquista que a panistas del ala liberal del partido.

Hablar de un “bloque anticalderonista” como tal es difícil, y es probable que eso no suceda; pero con lo que se vio la noche del lunes en el hotel donde Manuel Espino presentó por segunda vez su libro, tal vez la “Señal de alerta” debiera darse en la casa presidencial y en el CEN panista. Un poco de autocrítica les ayudaría a evitar que lo que hoy son las “coincidencias” entre sus críticos internos, se conviertan en alianzas que hagan realidad un bloque disidente.

Porque la presentación editorial se volvió más bien asamblea de un sector del partido gobernante. Figuras disímbolas en el espectro ideológico del panismo coincidieron en esa mesa en sus duros juicios contra de la conducción del partido.

Germán Martínez pretendió neutralizar el evento de Espino con la jugada de sacar del clóset del rancho al ex presidente Vicente Fox y meterlo como activista a la campaña de 2009; pero no neutralizó del todo la percepción de que, con todas sus limitaciones, Manuel se está volviendo un catalizador de la disidencia panista.

Ricardo García Cervantes, el senador, llegó puntual a la presentación del libro. “Yo vengo para saber lo que está pasando… Nada de grupos ni nada. Espino sabe que yo no soy amigo de Los Yunques, pero quiero saber, quiero oír con mis propios oídos”, dijo García Cervantes.

Junto a Espino, como presentadores, estaban los diputados Gerardo Priego y Juan José Rodríguez Prats. Muchos esperaban a Santiago Creel, pero el hombre “sin rostro” no apareció. Quien sí llego fue el ex senador Javier Corral, quien denunció que de su partido le mandaron mensajes para que no asistiera. “Me dijeron que soy un traidor por venir aquí, cuando el que va a hacerle guiños a Los Yunques es Germán. Se llena la boca diciendo que va a guanajuatizar al PAN, cuando el panismo de Guanajuato tiene vínculos con El Yunque”, comentó a esta columna el ex senador.

Corral marcó sus diferencias con Manuel. “Espino y yo hemos confrontado posiciones. El está en la extrema derecha y yo en la izquierda del PAN. Para que quede más claro, él es un conservador y yo soy un liberal”, dijo.

Hubo críticas a las alianzas políticas del presidente Calderón y el PAN. Corral acusó a Germán de “renunciar a los principios del PAN” por aliarse con Elba Esther Gordillo, pero rechazó la visión espinista de que Manlio Fabio Beltrones es un riesgo para el panismo. Espino respondió: “¿Vieron la foto de la portada del libro? A mí no me gusta esa foto, pero la puse, porque no quiero que sea la imagen del 1 de diciembre del 2012”. En la portada de su texto aparecen el presidente Calderón y Manlio Fabio dándose la mano y viéndose a los ojos.

“No somos una corriente, pero si habemos muchos panistas cansados de la improvisación, de la novatez, de cómo se ceden principios y se privilegia el pragmatismo”, dijo Gerardo Priego.

Críticos del calderonismo, yunquistas o liberales, de la extrema derecha o de lo que puede considerarse el ala izquierda del panismo, si eso existe. No son un bloque homogéneo, pero ya mostraron que algo los unifica. ¿Habrán registrado en Los Pinos y en el CEN blanquiazul la “señal de alerta”?

NOTAS INDISCRETAS… Cual paloma mensajera, Elba Esther no sólo se dejó ver con su muy apreciado Francisco Yáñez para negar pleito entre ellos, sino que además mandó un recadito a Manlio Fabio Beltrones en una declaración que dio al diario Ovaciones. La maestra afirmó que ella no tiene pleito con Manlio, que tiene diferencias, pero no pleito. “A diferencia de Madrazo, con Beltrones se puede acordar y él respeta los acuerdos”, dijo. Será cuestión de esperar para ver si el sonorense recibió el mensaje en el exclusivo crucero en el que viaja en estos momentos por Europa y si le responde a Elba a su regreso de vacaciones… El martes, en una conferencia de prensa, Javier Corral definirá si renuncia o no al PAN. Eso sí, cuando le preguntan si se acercará a otro partido, por ejemplo al PRD, el senador ataja: “Aunque estemos mal, el PAN sigue siendo la mejor opción”… Los dados vuelven recargados. Escalera doble