Por: Luis Manuel Guerra | Opinión
Domingo 28 de Septiembre de 2008 | Hora de publicación: 00:11
Este lunes pasado, querida, querido lector, sucedió algo trascendente en la vida ecológica de nuestro país, pero que no recibió la atención adecuada ni por parte de los medios ni por parte de los analistas de la vida nacional, ambos obsesionados con el México convulso debido a los homo-violentus que proliferan por todos lados de la patria, y agitado por la ausencia de un propósito común en nuestra sociedad.
Pues resulta que por fin se logra estructurar una política educativa ambiental coherente, que nos permita crear una nueva generación de mexicanos que incorporen en su propia vida la variable ambiental como parte esencial de los valores que los muevan en la dirección correcta hacia la sustentabilidad.
En este mismo espacio, he insistido en que por más dinero que se le otorgue al medio ambiente, por más leyes y reglamentos que emitamos para evitar el deterioro de nuestro entorno, si no tenemos una población de mexicanos humanos educada en los principios del respeto a la naturaleza, no evitaremos el ecocidio, la destrucción sistemática y acelerada de nuestra biota, la pérdida de la riqueza genética que nos fue confiada en custodia para que la aprovechen y disfruten todas las generaciones que vienen después de nosotros.
El lunes 22 se presentaron en Los Pinos (la casa de todos los mexicanos), tres iniciativas que deberían haber ocupado los encabezados de todos los periódicos y la nota primera en los noticieros de radio y televisión:
Se presentó el arranque de una estrategia nacional de educación ambiental que incorpora los elementos pedagógicos de una educación para el desarrollo sustentable para el 4°, 5° y 6° año de educación básica (primaria) y los tres años de secundaria.
Esta estrategia, propulsada por Juan Elvira en la Semarnat y Josefina Vázquez Mota en la SEP, responde al compromiso que tenemos los mexicanos de cumplir con el Decenio (2005-2014) de las Naciones Unidas para la Educación para el Desarrollo Sustentable. Llena de orgullo que nuestro país, dentro de toda esta incertidumbre respecto a la inseguridad, la impunidad de los criminales (yo los convertiría en composta, ¡así serían más útiles a la sociedad!), la falta de cultura ecológica de amplias capas de la población, cumpla con sus compromisos internacionales para beneficio de nuestros connacionales.
Se lanza esta estrategia con un libro, que creo que va a representar un parte-aguas en la educación ambiental en nuestro país: ¿Y el medio ambiente? Problemas en México y el mundo. Este texto está excelentemente bien escrito. Nos da una visión certera de los principales problemas ambientales que aquejan a nuestro México, pero también hace una correlación con los principales problemas a nivel planetario.
Este libro lleva al lector de la mano para entender de manera fácil, didáctica, lo que pasa actualmente en nuestro país y en el mundo con el medio ambiente. Se estructura inteligentemente en sólo seis capítulos: Impacto humano en el medio ambiente, Pérdida y alteración de los ecosistemas, Biodiversidad, Agua, Contaminación y Cambio climático.
Lo impactante para México de este libro, es que se imprimieron Un Millón Doscientos Mil ejemplares, para cada uno de los maestros de los grados de 4° a 6° de primaria y los tres grados de secundaria. Aquí se contará con una herramienta inigualable para educar a nuestros compatriotas del futuro, en cómo desarrollarnos como sociedad mexicana fuerte, pujante, sana, productiva, feliz y que cuide el tesoro biológico que le fue encomendado.
¿Saben, querida, querido lector, lo que más me alegró, motivó de este anuncio en Los Pinos?, que Felipe Calderón habló de este libro con tal entusiasmo y alegría, que pensé para mis adentros: —Vaya, por fin percibo, después de treinta años en estas luchas por elevar la conciencia ambiental de mis compatriotas, que tenemos un presidente que de veras siente estas cuestiones de la ecología como suyas—. Hay una luz al final del túnel oscuro de la destrucción de nuestros recursos naturales, y esa luz nos la da la educación ambiental.
Por primera vez, se presentó a la sociedad mexicana una conjunción pro activa de las secretarías del medio ambiente y de educación, que permitirá elevar la conciencia ecológica de los maestros de la nación.
He tenido el enorme placer de conocer de cerca a Juan Elvira, que por el momento está encargado de administrar la política pública ambiental de nuestro país, y aunque está inmerso en ese teatro del absurdo de la lucha por territorios y espacios políticos, es un hombre dedicado y transparente que quiere hacer buena gestión ecológica para México.
Él decidió imprimir el más de un millón de ejemplares para los maestros de todo el país de este texto que verdaderamente se lo recomiendo, querida, querido lector. Si me manda un correo a quimicoguerra@quimicoguerra.com, yo con un enorme gusto se lo envío. Vale la pena. Léalo con sus hijos y su pareja. Les va a cambiar el mundo. Además está muy padre y divertido.
Quiero también decirle que la astucia y capacidad de concertación de una mujer que a mí me llamó poderosamente la atención hace más de ocho años, hizo posible esta acción a favor de la educación ambiental. No es una mujer “bonita”, pero sí es muy atractiva (y femenina) por el poderoso intelecto que posee, el compromiso y la entrega para llevar a buen término las cosas en materia educativa que verdaderamente importan: Cómo educar a nuestros niños y jóvenes en un nuevo concepto del desarrollo: el Desarrollo Sustentable.
Es una “mujerona” que está en estos momentos, mientras usted lee esta página, concertando, cabildeando, sacando el mejor provecho para nuestros niños, frente a ese Huitzilopochtli del corporativismo egoísta, atávico, autoderrotante de los gremios que creen que el medio ambiente es algo que no importa, que mientras puedan vender sus plazas y tener una jubilación jugosa, al país, a nuestros niños, que se los lleve la mediocridad. ¡Por eso me motivó tanto la resolución de nuestro gobierno de apostarle a la educación ambiental!
Este lunes pasado, también se dieron a conocer dos nuevas Áreas Naturales Protegidas en Tabasco (el Cañón del Usumacinta) y en Oaxaca (el Boquerón de Tonalá) que era urgente su protección para evitar que se perdieran dos tesoros biológicos, que tenemos la obligación planetaria de proteger como depositarios de esta riqueza de vida.
La tercera buena noticia de este lunes que acaba de pasar, es que nuestro México obtuvo la distinción de albergar la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente de Naciones Unidas para el 2009. Achim Steiner, un ecologista alemán a quien tengo el enorme gusto de conocer, que muy joven presidió la Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza, la UICN, y que es ahora el director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, habló del papel que nuestro país está jugando a nivel mundial para crear esa conciencia planetaria a favor del desarrollo sustentable.
Querida, querido lector: Sí estamos enfrentando en México situaciones angustiantes, pero tenemos oportunidades en favor de la vida, la vida en armonía con la naturaleza. Este lunes pasado fue un día importante en la vida de cada uno de nosotros.
Te invito a ver hoy a las 11:30 de la mañana por el canal 412 de Cablevisión el programa Vida Verde. Podrás ver a una mujer maravillosa que es un ejemplo de la armonía entre el ser humano y la naturaleza. Se llama Sandra Reynoso. No te la pierdas.