octubre 08, 2008

El Banco de México subasta 2.500 millones dólares para frenar la caída del peso

México, 8 oct (EFE).- El Banco de México anunció hoy una subasta de 2.500 millones de dólares y una oferta diaria a partir de mañana de 400 millones de dólares para frenar la caída del peso mexicano que hoy llegó a perder más de un 10 por ciento de su valor.

Según anunció hoy el banco emisor de México en un comunicado, la medida de la Comisión de Cambios se debe "a la incertidumbre y falta de liquidez en el mercado cambiario".

La moneda mexicana llegó en la sesión de hoy a rozar los 14 pesos por dólar frente a una cotización de cierre del martes de 12,2 pesos por dólar.

Según los analistas consultados por Efe, tras la decisión del banco central el peso mexicano redujo sus pérdidas hasta los 12,5 pesos por dólares.

Junto a la subasta de 2.500 millones de dólares de hoy, a partir de mañana se comenzará a subastar 400 millones de dólares diarios, que asignará cuando el tipo de cambio se deprecie más de un 2.0 por ciento.

Mil veces más pobres que antes

Román Revueltas Retes
rrevueltas@milenio.com
Interludio
Milenio

Como soy de una generación antigua, recuerdo perfectamente los tiempos en que el dólar costaba 12,50 pesos mexicanos (no me quitéis la coma que coloqué luego de los dos primeros guarismos, correctores, porque, hasta nuevo aviso, a mí me gusta escribir en castellano –con los puntos decimales bien puestos y las tildes en su lugar— y no a la usanza yanqui como acostumbramos en este país presuntamente soberano que, sin embargo, adopta alegremente grafías del exterior y giros bárbaros traducidos del inglés imperial –“esto hace sentido”, “me hizo el día”— en vez de guardar respeto a su lengua materna) todos los días de la semana y todas las semanas del mes y todos los meses del año: lustros enteros de estabilidad cambiaria que, de pronto, se esfumaron por cuenta de un presidente muy manirroto para administrar los fondos públicos aunque muy taimado para acrecentar la hacienda personal.

Luis Echeverría inauguró la nefasta era de los mandatarios expoliadores e irresponsables y, no satisfecho con haber vaciado las arcas de la nación, impuso a un sucesor megalómano que terminó de arruinar la economía de Estados Unidos (Mexicanos), ese Jolopo aún más gastalón, más arbitrario y más irresponsable dispuesto, entre otras cosas, a desmantelar el sistema financiero nacional para ponerlo bajo la tutela directa de un Gobierno corrupto e ineficiente. Si don Manuel Espinosa Yglesias viviera les podría decir lo que siente un banquero profesional al ser despojado por un politicastro rapaz.

En fin, ya sabemos lo que ocurrió después de esos doce años de populismo autoritario: nos convertimos en un país endeudado, arruinado, devastado por la ineptitud y condenado por generaciones enteras. Pero, veamos ¿cómo es que hoy vuelve a costar el dólar 12,50 pesos? Pues, porque Carlos Salinas, un hombre práctico, le quitó tres ceros a la denominación de nuestra moneda. Esto significa, señoras y señores, que somos… ¡mil veces más pobres que hace 40 años! ¡Bravo!

Paco Calderón

Cohabitando con el enemigo

Joaquín López-Dóriga
lopezdoriga@milenio.com
En privado
Milenio

Hasta son capaces de perpetrar una autobiografía. Florestán

En su último Congreso Nacional Extraordinario, el mes pasado, el PRD hizo una serie de ajustes y modificaciones, "con el ánimo de adecuar las reformas a la realidad que actualmente vive", para lo que revisaron la integración y funcionamiento de sus órganos de gobierno.

Uno de los puntos de fricción fue cuando se propuso el incremento de la recaudación, "un talón de Aquiles" reconocido en la asamblea, pero que rechazaron al plantear un aumento del 10 al 25 por ciento en las cuotas que deben aportar quienes ocupen cargos de elección popular, cargos públicos y de dirección partidista.

Pero lo que más alteró al sector lópezobradorista del PRD fue que en ese Congreso reformaran sus estatutos para permitir alianzas electorales con el PRI y con el PAN. Después, hasta los que la habían aprobado, salieron a decir que con Acción Nacional ni muertos.

Pero nadie dijo que en el pasado reciente, no una vez, sino al menos en seis elecciones para gobernador, fueron de la mano con los panistas, ganando unas y perdiendo otras.

El PRD fue con el PAN en las elecciones de Nayarit, cuando postularon al hombre más rico de la comarca, al ex priista Antonio Echavarría; fueron con otro ex priista en Chiapas, Pablo Salazar; y en Yucatán con un panista, Patricio Patrón Laviada, del que se quieren olvidar, pero a los demás no.

En estos tres casos ganaron las gubernaturas, pero hubo otras tres alianzas PRD-PAN que perdieron, todas ante el PRI: en Coahuila, con José Antonio García Villa; en Chihuahua con Javier Corral, y en Oaxaca con Gabino Cué.

Así que las alianzas del PRD con el PAN ni son nuevas ni estaban prohibidas.

Sin embargo, esta puerta puede ser la de entrada, o salida, como quiera verse, de alianzas más que con el PAN con el PRI el año que viene, y no con los gobernadores, pero sí en algunas de las otras mil 500 posiciones electorales en juego en 2009.

Retales

1. FORMAS.- Revisando el discurso del presidente Calderón el 16 de septiembre sobre los atentados terroristas en Morelia, me di cuenta que su equipo le colocó como fondo el logotipo de su slogan "Vivir Mejor", lo que es indebido pues no se trataba de un evento presidencial sino de una ceremonia oficial y de protocolo, donde no cabe la propaganda;

2, RESISTENCIA.- Los estrategas amlistas en Acapulco rechazan sus culpas y distraen acusando al PRI de fraude y al PRD de traidor, faltaba más, por entregarse al juego del tricolor. Los dos operadores de AMLO fueron Ricardo Monreal a nivel suelo, y Porfirio Muñoz Ledo, a nivel verbo; y

3. FALSO.- Por fortuna fue un borrego el que corrieron el domingo en Chichén Itzá, donde aseguraban que el embajador Antonio Garza había tenido un accidente carretero, lo que desmintió la misma gobernadora Ivonne Ortega.

Nos vemos mañana, pero en privado.

Los diez de Germán…

Enrique Aranda
De naturaleza política
Excélsior

Muy probablemente por la fecha elegida para suscribirla y hacerla llegar a su destinatario o debido a la gravedad de la crisis económica global que tiene hoy preocupados a los más y ocupados a los menos, poca o nula fue la difusión que consiguió la “comprometedora” —en cuanto al número y la gravedad de los compromisos que en ella se asumen— misiva que, el pasado 2 de octubre, hizo llegar al consejero presidente del Instituto Federal Electoral, Leonardo Valdés Zurita, al jefe nacional panista.

Poco o nada, en verdad, se destacó y pudo conocerse de esta carta en la que, suscrita 24 horas antes del inicio formal del proceso electoral federal de 2009, Germán Martínez asume, en nombre propio y de su partido —de la militancia toda—, compromisos en verdad relevantes en lo que refiere a la hoy tan “cacareada” necesidad de adoptar medidas para acotar la participación del dinero del crimen organizado en los comicios con el fin de renovar a la Cámara de Diputados y, al propio tiempo, elegir nuevos gobernadores en Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, Colima, Campeche y Nuevo León.

Diez, en concreto, son las propuestas que, para “dar todas las garantías al ciudadano” de que podrá expresar tranquilamente —y con plena seguridad— su voto y de que éste definirá el resultado electoral, ofrece “aceptar y firmar inmediatamente” el mandamás blanquiazul, a quien corresponderá arbitrar los comicios de julio próximo. No pocos de ellos, en opinión incluso de analistas contrarios a Acción Nacional, parecen “audaces” y de difícil cumplimiento… aunque, sin duda, necesarios ante el tamaño del reto que el crimen organizado está planteando.

Los compromisos van desde la “inscripción ante el IFE del padrón de proveedores de bienes y servicios de los partidos” en campañas y precampañas, hasta la determinación de la “obligación de precandidatos y candidatos de presentar declaraciones patrimoniales, así como de suscribir autorizaciones expresas para el acceso a las cuentas bancarias”, tanto de ellos como “de los dirigentes partidistas y sus familiares —de todos, se entiende— hasta el cuarto grado”.

O bien, en lo que se refiere a la seguridad de los comicios, la “elaboración de un mapa de riesgos con la concurrencia de las instancias de seguridad nacional”, la promoción de “la observación electoral en zonas de riesgo bajo protección del Ejército mexicano” o, finalmente, la “integración de una unidad mixta, con participación ciudadana, para la atención y seguimiento de quejas y denuncias, así como disponer de una línea única de denuncia ciudadana”.

La apuesta, si se ve en conjunto, parece arriesgada, aunque, insistamos, necesaria ante el casi seguro riesgo de que quienes, por la incapacidad y/o corrupción-colusión de los cuerpos policiales, mantienen secuestrada a la sociedad, intentarán “regularizar” su presencia social por la vía del sufragio…

Asteriscos

* Duro revés para el coordinador panista en el Congreso de Jalisco, Jorge Salinas, y su socio de “jugadas” Eduardo Rosales, líder local del blanquiazul, la resolución de la Corte de revocar el acuerdo de remover en forma adelantada —como ocurrió a nivel federal— a los consejeros del Instituto Estatal Electoral (IEEJ). Habrá qué ver ahora quién cubre las “jugosas” liquidaciones que se pagaron ya a cuando menos dos de aquéllos, su presidente José Luis Castellanos incluido.

* Concretado ya con el mexiquense Enrique Peña Nieto el acuerdo para “echar adelante” las obras del Túnel Emisor Oriente y la Planta de Tratamiento en Atotonilco-El Salto, Hidalgo, con una inversión superior a 20 mil millones de pesos, José Luis Luege Tamargo, director de la Conagua, deberá obtener hoy el “placet” del perredista Marcelo Ebrard para impulsar estas obras cuya construcción, al margen de su importancia para el desarrollo futuro de la capital, había sido soslayada desde el “zedillismo”.

* Ahora sí que, casi contra todos los pronósticos, el bloque senatorial “tricolor y azul” deberá estar en capacidad, a más tardar la próxima semana, de presentar un dictamen consensuado con sus homólogos del “lopezobradorista” en materia energética que, a decir del priista Francisco Labastida Ochoa y sus colaborares más cercanos, “podría ir más allá de una simple reforma petrolera”.

Veámonos el domingo, con otro tema De naturaleza política.

Alianza contra la educación

Alfonso Zárate
Usos del poder
El Universal

Si la autoridad cede ante los sectores radicales, cancelará la posibilidad de avanzar en la transformación del país

El 13 de agosto, dos días después de la firma de la Alianza por la Calidad de la Educación en Cuernavaca, Morelos, se producen en distintas ciudades del estado paros de las actividades educativas. Una semana después se constituye la Comisión Negociadora del Movimiento de Bases Magisteriales de Morelos, que desconoce al comité seccional del SNTE. En ese momento, la interrupción de labores se hace total.

Quienes repiten las viejas formas de lucha —abandono de las aulas, bloqueo de carreteras, plantones y marchas— constituyen un extraño casamiento al que concurren diversos actores: por un lado, ex dirigentes seccionales desplazados en el congreso realizado hace ocho meses, profesores que no aceptan perder los “derechos adquiridos” de negociar las plazas y funcionarios del Instituto de Educación Básica del estado (inspectores de preescolar y primarias, directores de secundarias y jefes de sector) que tienen su propia agenda contra el titular de Educación Pública en la entidad; por el otro, activistas de la CNTE (principalmente de Michoacán y Oaxaca) que ven en el movimiento la oportunidad de reemplazar el liderazgo del SNTE; movimientos sociales como el de Los 13 pueblos de Morelos y el Movimiento Tepozteco, así como militantes de la APPO oaxaqueña que buscan “agudizar las contradicciones” para abonar al cambio social. No faltan otros “compañeros de viaje”, oportunistas que buscan pescar en río revuelto como legisladores y autoridades municipales del PRD y dirigentes del PRI.

Lo que está en curso no es un movimiento que reivindique las mejores causas del magisterio, sino una mezcla de intereses y complicidades que apuesta al fracaso de la Alianza por la Calidad de la Educación a nivel federal, una iniciativa empeñada en la reforma integral del sistema de enseñanza pública en los niveles preescolar, primaria y secundaria.

La alianza comprende cinco ejes temáticos:

1) modernización de los centros escolares a través del Programa de Fortalecimiento a la Infraestructura, que en el ciclo escolar 2008-2009 arrancaría con el equipamiento de 14 mil planteles y la rehabilitación de 27 mil escuelas “en malas condiciones”; la dotación de equipo “con conectividad” de centros escolares en 155 mil aulas y la entrega de computadoras a maestros certificados en competencias digitales;

2) profesionalización de los maestros y las autoridades educativas, que implica un cambio sustantivo en los mecanismos de ingreso y promoción tanto del personal docente como de directores, supervisores y autoridades educativas;

3) bienestar y desarrollo integral de los alumnos, que compromete la participación de instancias del gobierno federal para atender las necesidades de niños y jóvenes en materia de salud y alimentación, así como fortalecer el programa de becas escolares;

4) formación integral de los alumnos para la vida y el trabajo, que se expresará en una reforma de los enfoques, asignaturas y contenidos de la educación básica, y

5) la creación de un Sistema Nacional de Evaluación encargado de la monitorear, de forma exhaustiva y periódica, el rendimiento “de todos los actores del proceso educativo” y establecer los estándares de desempeño docente, aprovechamiento, gestión del centro escolar, infraestructura y equipamiento escolar, entre otros.

La Alianza por la Calidad de la Educación es la respuesta a la situación crítica, alarmante, de la educación pública. Si la autoridad cede ante los sectores radicales o por presión de los gobernadores (panistas, priístas, perredistas) que deben “aterrizar” el acuerdo en sus estados, estará cancelando la posibilidad de avanzar en la transformación política, sociocultural y productiva del país.

Calderón ante la gran prueba

Pablo Hiriart
Vida Nacional
Excélsior

Hoy estamos mejor parados que en otras ocasiones para enfrentar una crisis como la que viene. Eso es cierto, en parte.

Cuando lo que se pierde es la confianza no hay reservas en divisas que alcancen, ni Banco de México autónomo que detenga una estampida ni la inflación bajo control frena una caída.

Todos esos elementos existían en diciembre de 1994, y sin embargo… no hay blindaje que resista a la desconfianza

Por eso es tan importante que los funcionarios del gobierno nos hablen con la verdad y que no balbuceen explicaciones que nadie cree.

En diciembre de 1994 se nos dijo que la inestabilidad cambiaria era pasajera.

Que todo se debía a la guerrilla chiapaneca.

Le echaron la culpa a Marcos.

Luego dijeron que el peso estaba sobrevaluado entre 10 y 20 por ciento.

Después improvisaron otras explicaciones mientras cundía el pánico en México y en Wall Street, los capitales volaban y la devaluación trepó al cien por ciento.

Ahora se comenzó diciendo que estamos blindados ante cualquier eventualidad, que no hay ningún riesgo de contaminación, etcétera.

Esas explicaciones recibieron una contundente respuesta en la primera plana de Excélsior del lunes: 78 por ciento de la población sí cree que estamos en riesgo, según la encuesta de Ulises Beltrán.

Afortunadamente Hacienda rectificó y admitió que nos va a pegar el tsunami financiero originado en Estados Unidos.

Las exportaciones del sector automotriz hacia Estados Unidos cayeron, en agosto, 6.6 por ciento respecto del mismo mes del año anterior.

De acuerdo con expertos en el tema, el precio del petróleo podría caer hasta 50 dólares por barril.

El Fondo Monetario Internacional informó la semana anterior que existe el riesgo de que Estados Unidos “se dirija sin remedio hacia una profunda recesión”. Y a ese país va el 85 por ciento de nuestras exportaciones.

La cifra de hispanos que trabaja en industria de la construcción en Estados Unidos es de 1.8 millones, de los cuales la gran mayoría son mexicanos. Esa es la industria que se ha paralizado.

Las remesas que vienen de Estados Unidos cayeron en 12 por ciento en el mes de agosto.

En el 95 México tuvo la válvula de escape de la migración hacia Estados Unidos, y esa válvula ahora no funciona.

Además del factor crisis en Estados Unidos, la migración ilegal hacia el norte ha bajado de 800 mil personas al año (de las cuales entre 400 y 500 mil son mexicanas) en promedio del periodo 2000-2004, a 500 mil en la actualidad.

La migración ha bajado por la desaceleración económica en Estados Unidos y porque a los vecinos del norte les han funcionado sus planes fronterizos.

Entonces, ¿cuál es el blindaje?

¿No vamos a sentir los efectos del tsunami financiero?

Si se toman medidas fuertes y oportunas, con toda seguridad el golpe será mucho menos duro de lo previsible.

Pero si no se habla con la verdad y las medidas se van a tomar cuando ya estemos con el agua al cuello, entonces nos va a ir muy mal.

Las crisis son momentos de oportunidades. Se agrandan los líderes y se achican los mediocres. Por eso decir Churchill no es lo mismo que decir Chamberlain. Ni decir De Gaulle es igual a decir Petain.

El presidente Felipe Calderón está ante la oportunidad de sacar fuerzas de la crisis y fortalecer al país.

Ahora se justifica, más que nunca, su presencia en el Congreso para explicar cuál es la situación, cómo estamos parados, y cómo vamos a hacer frente al huracán categoría seis que recorre el mundo.

Es momento para convocar a los partidos políticos y enseñarles la gravedad de la situación, que todos sabemos no se generó en México ni es culpa del gobierno.

La embestida del gigantesco animal que agita los mercados y las economías, nos puede tomar desunidos y mal parados.

Es urgente darle contenido a la unidad, más allá de los discursos.

No es insensato plantear la necesidad de un gabinete de crisis, en caso de ser necesario. Vengan los mejores cuadros de los distintos partidos al gabinete presidencial. ¿Por qué no?

Un proyecto común, muy específico, para salvar la situación con el menor número posible de damnificados.

Un gabinete de crisis que impida que pierdan siempre los mismos.

Tienen que estar ahí los mejores cuadros del PAN, del PRI y del PRD, para evitar un cataclismo social en dos años.

Se requieren acciones visibles que den confianza, porque el discurso de que estamos blindados y no va a pasar nada, no se cree, por inverosímil.

Esta es, hoy, la gran prueba para el presidente Calderón. No el 2009.

Los Pelones de Atoyac

Ciro Gómez Leyva
gomezleyva@milenio.com
La historia en breve
Milenio

El viernes 29 de agosto, siete hombres entre los 18 y los 42 años originarios de Pajacuarán, Michoacán, pararon en Atoyac de Álvarez, Guerrero. Se dedicaban a la compraventa de oro en pequeñas cantidades e iban a Oaxaca a cerrar un negocio grande para el tamaño de su economía. Portaban unos 400 mil pesos en efectivo.

Lo último que se supo de ellos es que se hospedaron en el hotel Panchito y que en la noche fueron al bar-prostíbulo La Vero. Dos al parecer se engancharon con La Vero, supuesta dueña del lugar, y otra mujer, Orquídea.

El domingo 31 se encontró la camioneta en que viajaban en el vecino pueblo de Alcholoa: estaba incinerada. Días después, uno de los familiares fue a buscar las huellas a Atoyac. Le hicieron saber que si no había señas de los siete era porque seguramente estaban bien muertos. Y que todo apuntaba a que era un crimen de Los Pelones, la temible banda local parte narco, parte guerrilla, parte secuestradores, parte alborotadores.

Las autoridades de Atoyac no se atreven a perseguir a Los Pelones. Nadie con sentido común lo hace en esa ciudad. Por eso el caso fue desviado a la Procuraduría estatal, que a 40 días de distancia no aporta más que generalidades. La PGR fue enterada también. El primer visitador de la CNDH, Raúl Plascencia, estuvo en Atoyac la semana pasada.

¿Orquídea y La Vero supieron de los 400 mil pesos y dieron el pitazo a Los Pelones, o alguno de Los Pelones simplemente enfureció porque unos “mugrosos michoacanos” tocaron a sus mujeres?

La policía de Atoyac muere de miedo, o contempla complaciente. La de Guerrero no quiere conocer del caso y la PGR está muy ocupada para seguir con presteza este asunto regional.

México 2008: el infierno. Sí.

Estado y narcotráfico

Ricardo Pascoe Pierce
Analista político
ricardopascoe@hotmail.com
El Universal

Las elecciones en Guerrero han hecho sonar las alarmas acerca de la influencia del narcotráfico en la política. Días antes de las elecciones, las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP) llamaron a participar en las elecciones para enfrentar el “enorme gasto de las campañas” erogado por el narco, “ya que resulta natural (sic) que éste (el narco) tenga las manos metidas en el proceso electoral; sobre todo en regiones estratégicas para el trasiego y venta de enervantes; siendo de gran importancia para estos grupos controlar municipios y en otros al menos tener cierta influencia... De esta manera, carretadas de dinero fluyen hacia el proceso electoral por parte de los cárteles de la droga”.

No es información del Cisen, sino de un grupo alzado que vive la realidad cotidiana de la sociedad guerrerense. Por ello, es un hecho que los resultados electorales tienen que analizarse en el contexto de la participación de “carretadas de dinero” del narcotráfico.

México ha vivido dos grandes etapas en la estrategia de combate al narco. El régimen priísta se definió por lo que podría denominarse la estrategia del pacto de seguridad pública con los cárteles mexicanos. El PRI calificó a estas organizaciones como retos a seguridad pública, mas no de seguridad nacional. El narco no era una amenaza a la existencia del Estado, como la guerrilla. Bajo esta lógica, distintos secretarios de Gobernación fueron los encargados de reciclar o redefinir, sexenalmente, el pacto de “convivencia pactada”.

En la democracia, el Estado mexicano no puede dispensarle ese trato “político” y debe asumir que su único camino posible es definir al narco como un problema de seguridad nacional. No hacerlo sería evolucionar hacia un narcoestado. El gran yerro de Fox fue no atreverse a tomar una definición y permitió un sexenio entero de crecimiento del narco sin freno significativo. Calderón tuvo que enfrentar la amenaza que ocupaba espacios geográficos del territorio nacional. El narco le está arrebatando al Estado funciones básicas: cobra impuestos, impone su ley y ejerce la violencia institucionalizada. Las elecciones de Guerrero demuestran que la estrategia es deficiente.

Hace falta una estrategia de tercera generación para atacar el problema. La propuesta de legalizar la droga para fomentar su control por parte del Estado es, hoy, la que tendría que combinarse con el control de organizaciones delictivas que amenazan al Estado mexicano.

Sobre el PRI darwinista

Leo Zuckermann
Juegos de Poder
Excélsior

En mis archivos encontré un artículo que publiqué en julio de 2002 con el título “Un PRI darwinista”. En él argumentaba que el tricolor, después de la dura derrota en las elecciones presidenciales de 2000, estaba vivito y coleando. En ese entonces le había ido bien en las elecciones de Nayarit y mostraba fortaleza en varias encuestas electorales rumbo a los comicios intermedios de 2003: “Este partido, como animal político, comienza a adaptarse a los nuevos tiempos. Es capaz de competir y ganar, a pesar del embate que recibe cotidianamente en casos que lo vinculan con corrupción y el peor de los autoritarismos. Es cierto que la decepción con los gobiernos panistas ha contribuido al despegue priista. Pero esto no alcanza a explicar todo. También el PRI está haciendo algo bien”.

A un año de las elecciones internas, en 2002, decía que el PRI había sabido conservar su base social. Que tenía un “piso” electoral, de voto duro, que cualquier otro partido envidiaría: en las encuestas, casi uno de cada tres mexicanos se consideraba miembro o simpatizante priista: “Y este primer año y medio en que ha tenido que vivir en la oposición, el PRI ha procurado mantener este voto duro. No han abandonado, por ejemplo, su operación política en sindicatos, grupos campesinos y colonias populares”.

En ese entonces ya le beneficiaba al PRI todo tipo de escándalos de corrupción de panistas y perredistas. Señalaba, además, que el tricolor había salido a cazar más votos con una visión pragmática y seleccionando candidatos jóvenes en los estados: “En el México de hoy tiene un mayor peso la persona que está compitiendo, que el partido que supuestamente representa […] El PRI, que ha aprendido esta dura lección al perder varios comicios, ahora sí toma muy en serio la selección de candidatos como un factor clave de éxito. En este sentido, está probando nuevas fórmulas y algunas ya le han funcionado”.

En aquel 2002 concluía que “el PRI, a tumbos, se anda reconstruyendo. Viene ganando elecciones y punteando en las intenciones de voto. No es gratuito. Históricamente, el partido ha sabido adaptarse a los nuevos ambientes que se le presentan. Es un partido típicamente darwinista”.

Al año siguiente, el PRI efectivamente se alzaría con la victoria en los comicios intermedios. Todo estaba puesto para que regresaran a Los Pinos en 2006. Los priistas estaban envanecidos. Pero el partido darwinista no aprendió su lección. Se empeñó en nominar a un mal candidato a la Presidencia de la República y se dividió. Obtuvo, entonces, el peor resultado electoral de su historia. Se fue a un lejano tercer lugar en las elecciones de 2006.

Dos años después del desastre electoral priista, otra vez estamos hablando del regreso del PRI. De cómo ha venido cosechando triunfos electorales a diestra y siniestra. De cómo los priistas hoy se sienten en los cuernos de la luna después de la victoria impresionante que obtuvieron en el estado de Guerrero. De cómo el PRI es hoy el partido favorito para ganar los comicios de 2009.

El PRI ha ganado en la medida en que el PRD está muy dividido y derrochando el capital político que obtuvo en 2006. El PRI además está capitalizando el desgaste de ocho años de gobiernos panistas a nivel federal. Pero también hay que darle crédito al tricolor por mantenerse unido después de la derrota de 2006 y estar operando con eficacia electoral. Sin embargo, como suele suceder en todos los partidos, los peores enemigos de los priistas son los priistas mismos. Y todos los triunfos que puedan cosechar de aquí a 2012 los pueden echar por la borda el día que se dividan empeñados en nominar a un mal candidato a la Presidencia de la República.

La carta de Andrés Manuel

Carlos Marín
cmarin@milenio.com
El asalto a la razón
Milenio

Heliodoro Cárdenas, el reportero que ha cubierto como ningún otro sus pasos, informó ayer que Andrés Manuel López Obrador, ante la debacle del domingo en Guerrero, enviará a los “dirigentes reales” del Frente Amplio Progresista una propuesta de estrategia única para las elecciones federales de 2009.

Dante Delgado, de Convergencia, y Alberto Anaya, del PT, están entre los destinatarios, pero, ¿a quiénes considerará “dirigentes reales” del PRD?

Se sabe que, aunque lo detesta, no niega el liderazgo de Jesús Ortega (cabeza de Los Chuchos), menos aún el de Alejandro Encinas (encarna el lopezobradorismo dentro del partido); pero su desprecio al presidente sustituto, Guadalupe Acosta Naranjo, es abismal.

Más vale que López Obrador haga de tripas, no de corazón sino de inteligencia, y se asegure de que el dirigente legal del PRD sea el primero en recibir su carta.

Si lo desdeña, AMLO se confirmará como el sepulturero de lo mejor que ha construido la izquierda mexicana.

De la crisis I

Arturo Damm Arnal
arturodamm@prodigy.net.mx
La Crónica de Hoy

Afectará el problema de la economía estadunidense a las actividades económicas de los mexicanos? Sí. ¿Cómo? Lo primero que hay que hacer, para responder esta pregunta, es identificar los canales a través de los cuales el problema de la economía estadunidense afectará en México.

Dichos canales son: remesas, exportaciones, inversión extranjera directa, turismo y precio del petróleo. En la medida en la que cada una de estas variables se contraiga tendrá consecuencias que van desde la devaluación del peso frente al dólar hasta la aparición de presiones recesivas: menor producción, menos oferta de bienes y servicios, más desempleo.

El buen desempeño de cada una de las variables mencionadas, y sus consecuencias positivas sobre la actividad económica de los mexicanos, depende del buen desempeño de la actividad económica de los estadunidenses (desde la inversión hasta el consumo) que, por el grave problema que enfrenta el sector bancario (sobre todo la banca de inversión), puede llegar a deteriorarse, siendo el primer efecto de todo ello una menor entrada de dólares al país, con la consecuente devaluación del peso frente al dólar, depreciación que podría reforzarse si, por falta de confianza en la capacidad de la economía mexicana para capotear el vendaval, ahorradores, inversionistas y especuladores cambian sus pesos a dólares y los sacan del país.

Una menor actividad económica en los Estados Unidos se puede traducir en un menor envío de remesas hacia México, en menos exportaciones de productos mexicanos hacia los mercados estadunidenses, en un menor flujo de inversión estadunidense hacia la economía mexicana, en menos turismo estadunidense, en una menor demanda de petróleo y, por lo tanto, una baja de su precio.

Cada uno de esos eventos se traduce en una menor entrada de dólares hacia el mercado cambiario mexicano y, por ello, en un aumento en el precio de la divisa estadunidense, tal como ha sucedido del lunes 4 de agosto a ayer, martes 7 de octubre, periodo en el cual el tipo de cambio aumentó 2.28 pesos, incremento equivalente a una devaluación del 23 por ciento.

El lunes 4 de agosto, en 9.98 pesos, el tipo de cambio alcanzó el que, hasta hoy, es su menor nivel del 2008. Ayer, martes 7 de octubre, en 12.26 pesos por dólar, el tipo de cambio alcanzó su máximo histórico, lo cual quiere decir que nunca antes el dólar había estado tan caro.

¿Por qué la devaluación? En primer lugar, por la caída en el envío de remesas que, en agosto pasado, registraron una baja anual del 12.6 por ciento y, en segundo lugar, por la baja en el precio del petróleo que, entre el jueves 3 de julio y el martes 7 de octubre, pasó de 132 a 78 dólares por barril, una baja de 54 dólares, equivalente al 41 por ciento.

A lo anterior hay que sumarle, en los últimos días, la muy probable salida, precautoria, de dólares de México ¡hacia los Estados Unidos!, ya que los Bonos del Tesoro estadunidense siguen considerándose, ¡pese a la desastrosa situación financiera del gobierno de aquel país!, la opción más segura de inversión financiera.

La caída en el envío de remesas, la menor entrada de dólares por cada barril de petróleo exportado y la salida precautoria de dólares se tradujo en una reducción en la oferta de la divisa estadunidense en México, con su consecuencia inevitable: la devaluación, ante la cual más de uno exclama: “¡Qué bueno que el Banco de México tiene más de 84 mil millones de dólares en sus reservas, que nos protegen de un problema devaluatorio!”. ¿Será?

Sensatez

Jorge Chabat
jorge.chabat@cide.edu
Analista político e investigador del CIDE
El Universal

Si hace un par de décadas alguien hubiera dicho que un hipotético presidente proveniente del Partido de Acción Nacional (PAN) propondría establecer las cantidades mínimas de portación para consumo personal de drogas ilegales, incluida la heroína y la cocaína, seguramente habría sido tachado de alucinado o por lo menos de un absoluto ignorante en política.

Obviamente era impensable que un partido definido como conservador apoyara la descriminalización de facto del consumo personal de drogas. Pues bien, eso ocurrió en el gobierno del presidente Fox, aunque el propio Fox vetó la ley que había aprobado el Congreso al respecto, probablemente por presiones de Estados Unidos. Y eso acaba de ocurrir de nuevo con una propuesta de reformas legales que envió el presidente Calderón al Congreso.

Seguramente para muchos esto es un paso terrible hacia el abismo de la legalización de las drogas y con dicha medida aumentará el número de adictos. Quienes piensan así creen todavía que la única manera de inhibir conductas es a través de la criminalización de las mismas, lo cual simplemente es falso.

De hecho, los intentos que se han hecho para criminalizar conductas que están propiciadas por condiciones sociales han sido poco exitosos.

La criminalización de las expresiones religiosas en público que se dio en la época del presidente Calles sólo llevó a la guerra cristera, que no resolvió nada y que obviamente no cambió el deseo de una parte de la población de practicar sus creencias religiosas. Es también el mismo caso del aborto. Intentar criminalizar tal hecho, lamentable en sí mismo desde luego, no resuelve el problema y genera problemas adicionales.

En ese sentido, la propuesta del presidente Calderón de fijar cantidades máximas de portación de droga para uso personal es una muestra de sensatez en un país acostumbrado a tratar de modificar la realidad por decreto. Estos cambios permitirían dejar de perseguir a los adictos a las drogas, los cuales son enfermos, no criminales, como lo señaló el propio presidente Calderón y como lo han dicho decenas de expertos en el tema a lo largo de muchas décadas.

La descriminalización del consumo de drogas no resuelve, desde luego, el problema de la corrupción y la violencia del narcotráfico, cuyo origen está precisamente en la prohibición. Sin embargo, sí ayudaría a concentrar las fuerzas del Estado en el combate a las bandas criminales y evitaría la extorsión de los adictos por parte de las autoridades.

Claro, habría que ver cuál es la reacción del gobierno de Estados Unidos, el cual curiosamente tolera la discriminalización del consumo de drogas en países europeos pero no ha querido hacerlo en el caso de México, probablemente por presiones de su propia opinión pública.

En fin, más allá del resultado final de la propuesta presidencial, sí representa por lo menos un atisbo de sensatez en medio de esta terrible guerra contra el narco en la cual ya no sentimos lo duro sino lo tupido.