enero 23, 2009

El candidato de Nati

Francisco Garfias
Arsenal
Excélsior

El Ministerio Público federal no ejercerá acción penal en contra de Rodrigo Medina, delfín de Natividad Gonzáles Parás para sucederlo en la gubernatura de Nuevo León, aseguran a este espacio fuentes de primer nivel. El Golden Boy, como le dicen sus paisanos, engañó a las autoridades electorales, en su afán por acreditar la residencia para ir por la alcaldía de Monterrey, cuando todavía ni siquiera soñaba con la candidatura priista al gobierno de esa entidad.

Medina, amigo cercano de Enrique Peña Nieto, dio la dirección de una “casa de muestra” en el fraccionamiento Lagos del Vergel de la capital neoleonesa, propiedad de su compadre. El caso, descubierto por Reporte Índigo, obstaculizaba las intenciones de Nati de convertirlo en “candidato de unidad” del Partido Revolucionario Institucional. El panista Edie Jacobo Álvarez denunció el delito ante la PGR. Existía el riesgo de que se ejerciera acción penal en contra del delfín.

Los sospechosistas cuestionan la rapidez con la que la PGR atenderá el caso. Se preguntan a qué acuerdos de alto nivel llegaría Nati para que su candidato sea exonerado en forma tan expedita de un delito que alguna vez llevó a la cárcel al perredista Guadalupe Acosta Naranjo. “¿Será la postulación de su amigo, Fernando Elizondo, como abanderado del PAN? ¿Estará cuidando su séptimo año?, preguntan.

Otro obstáculo para la “candidatura de unidad” en el PRI es Abel Guerra. El titular de Proyectos Estratégicos del gobierno se negó, en principio, a abrirle paso al delfín del gobernador. Eso provocó que lo hicieran víctima de la más sucia de las guerras: circularon un video que atentaba contra su condición masculina. Anoche circulaban las versiones de que Guerra ya aceptó ser alcalde o diputado federal.

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En la PGR nomás no tragan a José Luis Soberanes. El ombudsman nacional les representa un auténtico “grano en el trasero”. La última novedad, aseguran, es su intención de reabrir el caso de Pasta de Conchos y enviar sus peritos a la peligrosa y explosiva mina, a pesar de que sabe que no van a encontrar nada. “No hay condiciones de seguridad. ¿Qué pretende? ¿Una tragedia?”, pregunta una voz autorizada de la Procuraduría.

La voz añade: “Lo que Soberanes busca es notoriedad. Quiere ocupar uno de los dos lugares en la Suprema Corte que, a finales de año, dejarán libres Genaro Góngora y Mariano Azuela. No se vale que juegue así con el dolor de la gente para autopromocionarse”.

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Y si en la PGR no tragan a Soberanes, en la CNDH detestan a Emilio Álvarez Icaza, uno de los potenciales tiradores al cargo de ombudsman nacional. En esas oficinas dicen que el defensor de los derechos humanos capitalino se queda “en el discurso” cuando destaca la situación desventajosa que enfrentan las personas con discapacidad en la Ciudad de México.

El informe especial sobre la situación de los derechos humanos de las personas discapacitadas en el DF, que Álvarez Icaza presentó el pasado 20 de enero, hace énfasis en las deficientes políticas públicas del gobierno local y en la insuficiencia de las medidas legislativas para ayudar a estas personas a superar la situación de desventaja.

Una tarjeta informativa de la CNDH, enviada a esta columna, dice que Álvarez Icaza “tiene razón” en lo que escribe, pero apunta:

“El ombudsman capitalino, teniendo facultades para promover una acción de inconstitucionalidad en contra de la reforma a la Ley para las Personas con Discapacidad, que excluye de la protección a las personas con discapacidad temporal, no lo hizo. No quiere tocar a Marcelo Ebrard ni con el pétalo de una inconformidad. Esta situación, en cambio, fue detectada por la CNDH, la cual sí promovió dicho medio de control, que ya está ganado”.

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Muy movido anda el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, para que la refinería que Pemex construirá en breve sea instalada en Salina Cruz. Ayer mismo presumió ante el presidente Calderón de que su entidad ofrece las mejores condiciones técnicas, ventajas económicas y ahorros para instalar la nueva refinería que forma parte de la reforma energética. Y le pidió incorporar un elemento más a los criterios para elegir el lugar donde se hará realidad el proyecto: la justicia social.

El presidente Calderón le respondió que no se ha descartado la posibilidad de que la refinería se vaya a Oaxaca “como no se ha descartado en muchos otros lados de la República”, aclaró. ¿O sea? Nada para nadie.

Los potenciales competidores de Salina Cruz son: Cadereyta, Nuevo León; Campeche, Campeche; Dos Bocas, Tabasco; La Cangrejera, Veracruz; Lázaro Cárdenas, Michoacán; Manzanillo, Colima; Tula, Hidalgo y, Tuxpan, Veracruz.

Liderazgo, el reto de Obama

José Sarukhán
jose.sarukhan@hotmail.com
Investigador del Instituto de Ecología de la UNAM
El Universal

Se ha vuelto común afirmar que la campaña y final elección de Barack Obama a la Presidencia de EU ha generado expectativas tan grandes que llegan a rayar en lo iluso, lo cual se califica como uno de los retos más importantes del nuevo presidente estadounidense, un hombre que ha demostrado enorme capacidad intelectual y liderazgo, particular y notablemente al propiciar la activa participación política de la juventud de ese país lo que no había ocurrido durante décadas.

Sin embargo, el reto más grande que tiene el presidente Obama, en mi opinión, es el del ejercicio de un liderazgo que va más allá de la capacidad de entusiasmar, con ideas frescas y renovadoras, a una población asfixiada por el torpor y la podredumbre moral de la administración que le precedió. Un liderazgo que rebase el poder de convocar a un millón de personas en temperaturas bajo cero para atestiguar su toma de posesión como presidente.

Me refiero a un liderazgo que no ha existido desde hace 12 presidentes de EU (desde Franklin D. Roosevelt), hace un poco más de seis décadas. Ha sido en este periodo de la posguerra, cuando inicia el crecimiento económico extraordinario de la sociedad estadounidense y que alcanzó los crecientemente mayores niveles de vida que la caracterizan. Pero fue este un proceso sin rumbo, sin consideración ética alguna acerca de las consecuencias sociales y ambientales del mismo, que tuvo como única “filosofía” el alcance del mayor beneficio individual posible.

Lo anterior estimuló el desarrollo desbocado de un sistema económico, primero local y poco después global, basado en y dependiente del creciente consumo de bienes y, en consecuencia, de energía. Un tipo de crecimiento económico que no necesariamente significa desarrollo y ha sido el principal motor de los problemas ambientales globales que hoy ocupan centralmente la agenda política de los países.

El liderazgo del que hablo es aquél necesario para convencer a la sociedad de EU de que el american way of life, en la forma que ha tenido lugar en el último medio siglo, no sólo es insostenible, sino que constituye un “modelo a seguir” para la gente en la mayoría de los países en desarrollo —marcadamente en los emergentes como China e India— y tiene consecuencias catastróficas para el planeta, como lo atestiguamos ya. Es un fenómeno que también ocurre en otros países desarrollados, pero no con el impacto demográfico y los niveles de consumo de EU.

Convencer a la sociedad de EU, acostumbrada ya por generaciones a los niveles de consumo que el sueño americano implica, es una tarea que Obama, aunque se lo proponga, no podrá realizar en poco tiempo. Quizá (y ojalá) sólo pueda influir en reencauzar a la sociedad en un rumbo donde las metas de superación de valores personales e intelectuales (valores espirituales) tomen precedencia sobre las actuales de la acumulación de bienes materiales y de dinero.

Algunos elementos de su discurso del día 20 y los nombramientos de colaboradores en las áreas de ciencia y relacionadas a los temas ambientales son esperanzadores. El reto de Obama es uno que está más en el ámbito de la ética social hacia el ambiente y sus efectos sociales que en otros ámbitos, incluido el de la economía. Buena parte de la capacidad global de enfrentar exitosamente los retos ambientales actuales y del futuro de la humanidad depende de ese liderazgo. No tenemos mucho tiempo. ¿Lo podrá lograr?

De la política a la obscenidad

Joaquín López-Dóriga
lopezdoriga@milenio.com
En privado
Milenio

Los hay que quieren más que cuenta nueva, borrón. Florestán

Los partidos políticos han tomado la plaza pública para comerciar y los propietarios de las franquicias partidistas están dedicados al regateo, en el cuánto me das y a cambio de qué.

Sin ningún pudor, como si alguna vez lo hubieran tenido, se ofrecen y se venden, fijan precios y cuotas con una finalidad, no perder el registro, que es dinero.

Un caso dramático se está dando en los partidos de izquierda. Ahí vemos cómo el PT y Convergencia, que no es de esa alineación, en realidad es una sociedad no anónima pero sí de lucro, arrojaron al PRD de su coalición para formar una nueva con membretes viejos para darle espacio a Andrés Manuel López Obrador, y ellos chupar de ese bote.

Desde el engaño en el que se cobijaron, Salvemos a México, pobre México, ya se han repartido las candidaturas, empezando por los más cercanos a AMLO y siguiendo por los de siempre en uno y otro partido.

Pero eso de Salvar a México es relativo, no absoluto. El PT irá con el PRI en entidades como Nuevo León, Colima y Durango, donde no les interesa tanto salvar a México, y Convergencia iría solo en Veracruz, que tampoco quiere salvar del todo, no contra Fidel, claro.

También del PRD hubo quienes se fueron al PT y al revés.

Pero estos no son los únicos. El PRI se asoció con los mismos Verdes, que en 2000 fueron con Vicente Fox, y el PAN busca al Panal en Nuevo León.

Todas estas decisiones han sido tomadas por las cúpulas partidistas a espaldas de las militancias y con un interés que no es el de la sociedad, es el suyo y pasa por el dinero: la sobrevivencia de los partidos que les abre las arcas de las prerrogativas, es decir, del financiamiento público con cuentas privadas, lo que se ha convertido en un mercado obsceno.

Pero para ellos en un negocio muy productivo.

Retales

1. CANINOS.- Fernando Gómez Mont se reunió con los dirigentes de la CIRT, y les dijo que este gobierno no será bozal de nadie, refiriéndose a los medios. ¿Bozal, señor secretario? Los bozales son para los perros, no para los periodistas. ¿O hay algún cambio del que no me haya enterado?;

2. AUSTERIDAD.- En estos días de crisis, el Poder Legislativo es la excepción. En estos momentos hay tres delegaciones de senadores y diputados que cumplen visitas de trabajo, claro, en Alemania, Japón y Cuba. No hay problema de viáticos, la austeridad es para otros; y

3. ESPINITA.- Manuel Espino dice que la gira que realiza por el país es para realizar un informe que presentará a Germán Martínez, patrocinio que aprovecha para promover su diputación y coordinación de la próxima bancada azul en San Lázaro, que al final es una decisión del presidente del PAN, como hizo él al designar a Santiago Creel en el Senado y a Héctor Larios en la Cámara de Diputados.

Nos vemos el martes, pero en privado.

2008, el más malo

Arturo Damm Arnal
arturodamm@prodigy.net.mx
La Crónica de Hoy

El 2008 ha sido, hasta el momento, en varios frentes de la economía, el peor año en lo que va del siglo XXI. Centró la atención en tres variables que, tomadas en conjunto, nos brindan una buena idea del desempeño económico de un país: crecimiento de la producción, tasa de desempleo abierto, inflación.

En materia de producción tenemos que, en el 2007, la misma registró un crecimiento del 3.3 por ciento, siendo la estimación de crecimiento para el 2009 del 1.7 por ciento (la cifra definitiva la conoceremos el 20 de febrero), lo cual significa dos cosas. Primera: 2008 fue, con relación a 2007, un año de menor crecimiento y, segunda, en 2008 se registró (suponiendo que la estimación del 1.7 por ciento sea correcta) el cuarto peor resultado en materia de crecimiento en lo transcurrido del siglo XXI. El primer lugar lo ocupó el 2001 con un decrecimiento del 0.2 por ciento, el segundo el 2002 con crecimiento del 0.8%, el tercero el 2003 con crecimiento del 1.4% y el cuarto el 2008 con un crecimiento estimado de 1.7 por ciento, por debajo del crecimiento promedio anual de 2001 a 2007, que fue del 2.4 por ciento, por demás mediocre, siendo todavía más mediocre cualquier crecimiento por debajo de éste.

En lo que toca al trabajo, tenemos que la tasa de desempleo abierto pasó de 3.7 por ciento, de la Población Económicamente Activa, en 2007, a cuatro puntos porcentuales en 2008, por lo cual el pasado fue un año de repunte en el desempleo, lo que dio como resultado que también fuera, en lo que va del siglo XXI, el año de mayor desempleo. Antes del 2008 fue el 2004, con un desempleo abierto de 3.9 por ciento, el año de mayor desempleo. ¿Cuál fue, entre 2001 y 2007, la tasa promedio de desempleo abierto? 3.4 puntos porcentuales, por debajo del 4.0 por ciento alcanzado el año pasado, año que fue, en la materia, el peor en lo que ha transcurrido del siglo XXI.

La inflación en 2007 fue de 3.8 por ciento, misma que repuntó, en 2008, hasta 6.5 por ciento, lo cual hizo del 2008, uno, el año de mayor inflación en lo que va del siglo XXI y, dos, el año de mayor repunte inflacionario para el mismo periodo. En ninguno de los años comprendidos entre 2001 y 2007 la inflación había aumentado tanto (2.86 puntos porcentuales, equivalentes a un repunte del 73.6 por ciento), ni había alcanzado ese nivel: 6.5. Antes del 2008 fue el 2002 el año de mayor inflación, con un alza promedio de los precios del 5.7 por ciento. Además, hay que tomar en cuenta que la inflación promedio anual, del 2001 al 2007, fue 4.3 por ciento, lo cual dio como resultado, en 2008, una inflación muy por arriba del promedio.

El 2008 fue un año de menor crecimiento, de mayor desempleo y de repunte inflacionario, todo ello malo, con el agravante de que en materia de inflación y desempleo el 2008 fue, en lo que va del siglo XXI, el peor de todos, sin olvidar que del 2009 se esperan, sobre todo en materia de crecimiento y empleo, peores resultados. Ya veremos qué pasa, pero por lo pronto vale la pena comentar el comportamiento de la inflación durante la primera quincena de enero, ya que al respecto hay buenas noticias: entre el 1 y el 15 de enero la inflación fue 0.15 por ciento, menor que el 0.42 de la segunda quincena de diciembre y también menor que el 0.33 y 0.27 por ciento de las primeras quincenas de enero de 2007 y 2008. Lo anterior quiere decir que, en materia de inflación, empezamos bien el 2009, si bien es cierto que para algunos, sobre todo los keynesianos, la menor inflación puede ser una mala noticia, ya que creen que la condición para lograr mayor

crecimiento de la producción es una mayor inflación, creencia que desmienten los hechos: en 2008 la inflación repuntó de 3.8 a 6.5 por ciento y el crecimiento cayó de 3.3 a 1.7 por ciento. No es verdad que una mayor inflación sea la causa de una mayor producción.

Y ahora, los “políticamente expuestos”

Jorge Fernández Menéndez
Razones
Excélsior

Para las elecciones federales de 2009 los partidos han creado un monstruo que ya no pueden controlar. En realidad, el mayor problema con la reforma electoral es que quitó atribuciones y derechos, no sólo a la ciudadanía y a las organizaciones sociales, sino incluso a los militantes de los partidos en beneficio de sus dirigencias y para hacerlo debieron establecer tantos controles, tantas regulaciones, que le dieron a una institución como el IFE atribuciones y poderes que han convertido a éste en un ente, poderosísimo en términos legales, pero incapaz de cumplir con tantas responsabilidades.

El tema de la imposibilidad de los ciudadanos y las organizaciones sociales de expresar sus opiniones y contratar espacios para ello, comienza a derrumbarse con la aceptación del amparo que hemos promovido un grupo de intelectuales, abogados y periodistas en contra de la reforma electoral. El tema de fondo no podrá ya ser revisado antes de los comicios de julio, pero puede ser el instrumento para modificar esa aberración jurídica y política en el futuro. Otro de los capítulos más controvertidos de la reforma (por la sencilla razón de que no puede aplicarse) es el de la propaganda negativa, comenzando por definir qué es tal. El miércoles, el Tribunal Electoral ya revocó esa disposición, porque un reglamento no puede ir más allá de lo establecido por la Constitución.

Pero lo que será un nuevo desastre, además de algo imposible de regular y que conlleva todo tipo de peligros, es la norma, vigente desde anteayer, de que todos los legisladores, dirigentes políticos nacionales y locales, todos los funcionarios y, como dice con una ligereza absurda la ley, todos los personajes “políticamente expuestos” (¿qué quiere decir eso?, ¿quién lo logrará interpretar legalmente?), pueden ser investigados en sus cuentas bancarias, recursos, propiedades, empresas con las que tengan, hayan tenido o puedan tener relación, y lo de sus familiares hasta segundo grado. En el papel suena muy bien: un mecanismo, dicen, que impida que el crimen organizado o cualquier otro tipo de recurso de origen no lícito se involucre en las campañas electorales. El IFE ha dicho que esa investigación, que se va a canalizar a través de la Secretaría de Hacienda, se realizará sólo previa denuncia. No dice quién o en qué condiciones deberá presentar la denuncia pero, sobre todo, no especifica cómo se protegerán esos datos personales, familiares y empresariales. No dice tampoco quiénes estarán autorizados para tener acceso a ellos: sabemos que el IFE ha comprado ya un edificio completo con el fin de realizar esas labores de investigación (y controlar, otra tarea imposible, todo el flujo publicitario de la elección y de los partidos) y que habrá decenas, si no es que cientos, de empleados, para hacer esa tarea. ¿Quién se hará responsable de ellos?, ¿quién impedirá que la información se filtre?

Por supuesto que debe haber un esfuerzo por evitar que recursos no lícitos se involucren en las campañas, sin embargo, no será mediante ese tipo de mecanismos como ello se logrará; tampoco debe ser esa una atribución del IFE, que no es un ministerio público ni una instancia investigadora legal. Si el narcotráfico y el crimen organizado (o una empresa o grupo) deciden financiar ilegalmente a un candidato o a un grupo político, existen muchos mecanismos para hacerlo que no pasarán, precisamente por el depósito de dinero en sus cuentas. Al mismo tiempo, el tener acceso a datos tan amplios y con tanta discrecionalidad puede ser un extraordinario instrumento, pero en las manos del crimen organizado o para la extorsión política o económica. Imaginemos el caso de un político que aspira a una posición de elección popular o que está “políticamente expuesto” y que haya trabajado, de alguna manera, en alguna empresa. Si se interpreta al pie de la letra la disposición, no sólo ese sujeto podría ser investigado, así como sus familiares, sino también la empresa con la que hubiera tenido relación. Y la Secretaría de Hacienda, por conducto del IFE, tendría atribuciones para revisar todos sus recursos, inversiones, estrategias financieras. El IFE dijo que en el pasado recibió más de ocho mil denuncias sobre el posible involucramiento de dinero ilícito en procesos electorales y que, de todos esos procesos, sólo se le ha dado curso a un caso.

El IFE no puede ni debe realizar esa labor. Y tal vez los líderes de los partidos en el Senado digan que es una medida que ahora sí garantizará la limpieza de todos los políticos, mas, en realidad, va a ser todo lo contrario: agudizará las sospechas, los golpes bajos, la participación de autoridades que no tendrían por qué tener esas atribuciones en indagatorias que pueden vulnerar el derecho a la privacidad, y serán un instrumento, por las enormes posibilidades de filtración de la información, para la extorsión o la delincuencia.

Debe haber, y con algunas de las reformas de seguridad y justicia aprobadas lo habrá, muchas más posibilidades de controlar el lavado de dinero o los mecanismos financieros ilícitos en personas y empresas. Y la unidad correspondiente de la Secretaría de Hacienda tiene ahora atribuciones muy importantes para avanzar en ese sentido. Pero esas labores no pueden pasar por el IFE, sino por la PGR. Paradójicamente, la Procuraduría General de la República, si se toma al pie de la letra la ley electoral aprobada, no tiene atribuciones tan amplias como el Instituto Federal Electoral. Sería hasta cómico, si no fuera trágico. Todo se ha construido como para que las elecciones de julio vayan por mal camino. Y los partidos, que son los autores de ello, creen que podrán eludir su responsabilidad cuando las cosas estallen. Tienen, en todo caso, un buen argumento a su favor: cuando las cosas estallen, será culpa del IFE. Y a pesar de lo que diga la ley, ya hemos visto que sus integrantes sí pueden ser removidos de su cargo por los partidos.

Errores y horrores de la izquierda (III)

Ricardo Alemán
aleman2@prodigy.net.mx
Itinerario Político
El Universal

El regreso del PRI al poder no es más que signo del fracaso de izquierdistas
El PRD nace de la antidemocracia, no la practica y menos la puede defender


¿Qué significa que a dos décadas de iniciada la transición pactada y a 20 años del nacimiento del PRD —gestados para echar al PRI de Los Pinos—, esté a la vuelta de la esquina el regreso del tricolor?

¿Cómo entender que el PRI será mayoría en San Lázaro en julio próximo, y en 2012 la sucesión presidencial se podría dar entre el priísta Enrique Peña y los ex priístas Marcelo Ebrard y AMLO? Es claro que la respuesta no vendrá de la izquierda —cuyos líderes, dirigentes, gobernantes y mesías evaden la autocrítica—, ya que las tendencias partidistas de izquierda, sobre todo el PRD, son los grandes fracasados de la transición y la naciente democracia.

Y podrán decir misa los hombres y mujeres de la izquierda, del PRD y de otras colonias del PRI —PT, Convergencia, Panal y Alternativa—, pero el regreso del tricolor no se dará porque ese partido haya cambiado, evolucionado y viva un proceso de renovación; y menos que líderes, dirigentes, gobernantes y presidenciables se hayan convertido en demócratas. En buena medida el PRI regresará a los centros del poder debido al fracaso de los opositores, sobre todo de la izquierda y del PRD. ¿Por qué?

Como se documentó en las recientes entregas de Itinerario Político, las elecciones presidenciales de 1988 detonaron la transición pactada. El PRI había dado señales de agotamiento desde 1968, al arrancar la forzada transición política luego de los crímenes de Estado —de Tlatelolco y Santo Tomás—, el surgimiento de guerrillas y la guerra sucia. En realidad la sucesión priísta de 1988 significó la mayor fractura del PRI, al salir de sus filas Cuauhtémoc Cárdenas y Muñoz Ledo, entre otros, desde 1986.

Así, frente a esa ruptura, un inédito político dio forma al Frente Democrático Nacional —la suma del desprendimiento del PRI, capillas de la izquierda y partidos paraestatales—, que impulsó a Cárdenas como su candidato presidencial. Ello significó el nacimiento de otro inédito; el más grande movimiento social desde las movilizaciones de 1968. En 1988, como se sabe, Cárdenas y Clouthier denunciaron fraude y la caída del sistema, lo que nadie probó a plenitud.

Ante el fantasma del fraude, el PAN apostó a una alianza con el PRI para cambiar desde dentro al sistema político —según la tesis de Castillo Peraza—, en tanto que el FDN y Cárdenas propusieron una estrategia visionaria; la creación de un partido bajo la premisa de una urgente revolución democrática. Así nació el PRD —en mayo de 1989—, como símbolo de la entonces impensable izquierda democrática. Frente a eso la pregunta es obligada: ¿entonces qué fallo?

La tesis es simple pero suficiente para explicar el complejo fracaso del PRD y de la izquierda. Resulta que no existe democracia sin demócratas. Decía Octavio Paz: “Más que una teoría, la democracia es una práctica”. Es decir, que a partir de su origen antidemocrático, era y fue imposible que un partido como el PRD se pudiera convertir en promotor de la democracia. ¿Por qué todas las elecciones internas del PRD han terminado en pleitos internos? Porque carecen de cultura democrática.

Y es que la gestación y parto del PRD se produjo por la suma de los nada democráticos, autoritarios y excluyentes restos del marxismo leninismo, con los nada democráticos, verticales y autoritarios restos del PRI estatista y populista. ¿Cual fue el resultado? Un hijo bastardo del PRI.

Y el mejor ejemplo es que el PRD colocó al “jefe moral”, Cárdenas, en el vértice del poder. Pedestal equivalente al presidente priísta en turno. Cárdenas, sus decisiones, ideas y ocurrencias fueron todo el PRD. Pero el asunto va más allá. La verdad es que sin el impulso del PRI de Cárdenas y Muñoz Ledo, la izquierda nunca habría accedido al poder.

Pero en 1994 vino la primera gran sacudida. Apareció un grupo guerrillero radical en Chiapas, el EZLN, que le declaró la guerra a los gobiernos del PRI. Entonces el zapatismo y el PRD disputaron la clientela que, en el año 2000, también fue reclamada por la derecha, a través del voto útil a Vicente Fox. Es decir, la izquierda que en 1968 y 1988 desató la transición, llegó tarde al poder en el año 2000. ¿Por qué? Porque no aprendió a vivir en democracia. La derecha ganó la carrera.

Entre 2000 y 2006 el PRI ya no estaba en el poder. El PRD perdió la razón de ser. Entonces al impulsar a AMLO como presidenciable, la izquierda se empeñó en regresar al poder a lo más autoritario, clientelar, antidemocrático, sectario e intolerante del viejo PRI. El propio Marcos, jefe del EZLN, lo denunció. ¿Qué pasó al final? Que la izquierda fracasó porque no fue capaz de vivir en democracia. Más aún, esa izquierda sólo sabe vivir dentro de la cultura del viejo PRI. Por eso regresará el PRI.