
marzo 18, 2009
Lo cotidiano en el país de los ladrones
Román Revueltas Retes
revueltas@mac.com
Interludio
Milenio
Leo una noticia muy desalentadora. Las escuelas públicas son saqueadas, a diario, por rateros que se llevan computadoras, pantallas, pizarrones, micrófonos, altavoces, impresoras, cables, televisores y todo lo que tenga el más mínimo valor incluyendo la comida de los chicos. Supongo que este quebranto no estaba previsto en el programa Enciclomedia, la joya de la corona educativa del Gobierno de Fox, en el que se gastaron una millonada.
Otra información habla de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pierde algo así como 7 mil millones de pesos al año por el robo de corriente eléctrica. Ya no tengo en la cabeza el monto de lo que le birlan a Pemex perforando sus tuberías de gas y petróleo pero es una cifra espeluznante. Me imagino que las pérdidas de esa desgracia nacional llamada Luz y Fuerza del Centro, la mastodóntica corporación encargada de distribuir –ya que prácticamente no la produce— electricidad a los sufridos habitantes del centro del país son por lo menos tan grandes como las de la CFE porque, en cuestión de hurtos, la desgobernada capital de todos los mexicanos se pinta sola.
También sufren mermas los trasportistas –sus camiones son atracados por asaltantes de caminos como en los tiempos de las diligencias, esos carromatos que llevaban el dinero al Lejano Oeste en el s. XIX— y los importadores de electrodomésticos y los comerciantes y los bodegueros y los constructores y cualquier persona que se dedique a producir o a vender cualquier cosa.
Lo que quiero decir es que México es un país de ladrones. Todo mundo roba. Las casas parecen fortalezas o, más bien, prisiones con barrotes en las ventanas. Y la inmensa mayoría de las transacciones se complican desmesuradamente porque todos y cada uno de nosotros estamos bajo sospecha. El otro día le compré en la Internet un billete de avión a mi hija favorita para que me visitara durante el fin de semana largo. Bueno, pues tenía que aparecerse en el aeropuerto con fotocopias de mi pasaporte y mi tarjeta de crédito. Qué mierda.
revueltas@mac.com
Interludio
Milenio

Otra información habla de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pierde algo así como 7 mil millones de pesos al año por el robo de corriente eléctrica. Ya no tengo en la cabeza el monto de lo que le birlan a Pemex perforando sus tuberías de gas y petróleo pero es una cifra espeluznante. Me imagino que las pérdidas de esa desgracia nacional llamada Luz y Fuerza del Centro, la mastodóntica corporación encargada de distribuir –ya que prácticamente no la produce— electricidad a los sufridos habitantes del centro del país son por lo menos tan grandes como las de la CFE porque, en cuestión de hurtos, la desgobernada capital de todos los mexicanos se pinta sola.
También sufren mermas los trasportistas –sus camiones son atracados por asaltantes de caminos como en los tiempos de las diligencias, esos carromatos que llevaban el dinero al Lejano Oeste en el s. XIX— y los importadores de electrodomésticos y los comerciantes y los bodegueros y los constructores y cualquier persona que se dedique a producir o a vender cualquier cosa.
Lo que quiero decir es que México es un país de ladrones. Todo mundo roba. Las casas parecen fortalezas o, más bien, prisiones con barrotes en las ventanas. Y la inmensa mayoría de las transacciones se complican desmesuradamente porque todos y cada uno de nosotros estamos bajo sospecha. El otro día le compré en la Internet un billete de avión a mi hija favorita para que me visitara durante el fin de semana largo. Bueno, pues tenía que aparecerse en el aeropuerto con fotocopias de mi pasaporte y mi tarjeta de crédito. Qué mierda.
No, así no se puede
Arturo Damm Arnal
arturodamm@prodigy.net.mx
La Crónica de Hoy
En economía, lo que a primera vista parece correcto, al paso de la segunda mirada, y por lo tanto bien considerado el asunto, resulta un despropósito. Dos botones de muestra los tenemos, uno, en las declaraciones del senador Carlos Navarrete, perredista, en contra de la negativa de la Condusef para avalar la imposición de un tope a las tasas de interés de tarjetas de crédito; y dos, la reacción de Gerardo Ruiz Mateos, secretario de Economía, a las medidas proteccionistas que, en materia de transporte, ha impuesto el gobierno estadunidense.
Navarrete ha dicho, en más de una ocasión, que la tarea de la Condusef, que es la Comisión Nacional para la Protección y la Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros, es la de proteger y defender a los tarjetahabientes en contra de los abusos de los banqueros, razón por la cual no debe oponerse a la imposición de un tope al precio del crédito. Lo que Navarrete pasa por alto es la otra cara de la moneda, la de los depositantes de la banca, a quienes la medida, muy probablemente, les perjudicaría.
Si la autoridad impone un tope a la tasa de interés que cobran los bancos, con la intención de beneficiar a los demandantes de crédito, ¿qué puede suceder con la tasa que pagan a los oferentes de crédito, es decir, a los ahorradores? Lo más probable es que, si baja la tasa activa (la que se cobra), también lo haga la pasiva (la que se paga), en perjuicio de los ahorradores, quienes también son usuarios de la banca y, por lo tanto, merecedores de la protección y defensa de la Condusef, algo que Navarrete y todos quienes demandan el tope al cobro de intereses pasan por alto.
¿Lo anterior quiere decir entonces que la Condusef debe imponer un piso mínimo al pago de intereses, de tal manera que a los ahorradores no se les pague menos de un determinado porcentaje? No, claro que no. Entonces, ¿qué debe hacer la Condusef en materia de tasas de interés? Dejar que la relación entre oferentes y demandantes de crédito determine el nivel de las mismas, algo que Luis Pazos, presidente de la Comisión, entiende bien. Las críticas de Navarrete están equivocadas.
El otro botón de muestra tiene que ver con la reacción de la Secretaría de Economía a lo que consideró una medida proteccionista de parte del gobierno estadunidense: el bloqueo a la entrada de transportistas mexicanos a los Estados Unidos, medida que la mentada secretaría consideró, acertadamente, como proteccionista a favor de los transportistas estadunidenses.
Así las cosas, ¿qué pretende hacer la Secretaría de Economía para enfrentar lo que considera un mal, el proteccionismo del gobierno estadunidense? ¡Aplicar medidas proteccionistas, en concreto, el aumento de aranceles a 90 productos industriales y agropecuarios procedentes de los Estados Unidos! ¿Qué pretende el gobierno mexicano? Combatir el proteccionismo con proteccionismo o, dicho de otra manera, curar al alcohólico a tequilazos, sin olvidar lo más importante: ¿En contra de quiénes se elevarán los aranceles de esos 90 productos provenientes de los Estados Unidos? Por su puesto: en contra de los consumidores mexicanos, quienes, por obra y gracia del arancel más elevado, pagarán un precio mayor por cada una de las mercancías importadas y gravadas.
¿Qué tenemos? Dos ejemplos de que en economía, lo que a primera vista parece correcto, una vez bien considerado resulta un despropósito, con efectos negativos sobre quienes ni la deben ni la temen. No, así, ¡así!, no se puede.
arturodamm@prodigy.net.mx
La Crónica de Hoy

Navarrete ha dicho, en más de una ocasión, que la tarea de la Condusef, que es la Comisión Nacional para la Protección y la Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros, es la de proteger y defender a los tarjetahabientes en contra de los abusos de los banqueros, razón por la cual no debe oponerse a la imposición de un tope al precio del crédito. Lo que Navarrete pasa por alto es la otra cara de la moneda, la de los depositantes de la banca, a quienes la medida, muy probablemente, les perjudicaría.
Si la autoridad impone un tope a la tasa de interés que cobran los bancos, con la intención de beneficiar a los demandantes de crédito, ¿qué puede suceder con la tasa que pagan a los oferentes de crédito, es decir, a los ahorradores? Lo más probable es que, si baja la tasa activa (la que se cobra), también lo haga la pasiva (la que se paga), en perjuicio de los ahorradores, quienes también son usuarios de la banca y, por lo tanto, merecedores de la protección y defensa de la Condusef, algo que Navarrete y todos quienes demandan el tope al cobro de intereses pasan por alto.
¿Lo anterior quiere decir entonces que la Condusef debe imponer un piso mínimo al pago de intereses, de tal manera que a los ahorradores no se les pague menos de un determinado porcentaje? No, claro que no. Entonces, ¿qué debe hacer la Condusef en materia de tasas de interés? Dejar que la relación entre oferentes y demandantes de crédito determine el nivel de las mismas, algo que Luis Pazos, presidente de la Comisión, entiende bien. Las críticas de Navarrete están equivocadas.
El otro botón de muestra tiene que ver con la reacción de la Secretaría de Economía a lo que consideró una medida proteccionista de parte del gobierno estadunidense: el bloqueo a la entrada de transportistas mexicanos a los Estados Unidos, medida que la mentada secretaría consideró, acertadamente, como proteccionista a favor de los transportistas estadunidenses.
Así las cosas, ¿qué pretende hacer la Secretaría de Economía para enfrentar lo que considera un mal, el proteccionismo del gobierno estadunidense? ¡Aplicar medidas proteccionistas, en concreto, el aumento de aranceles a 90 productos industriales y agropecuarios procedentes de los Estados Unidos! ¿Qué pretende el gobierno mexicano? Combatir el proteccionismo con proteccionismo o, dicho de otra manera, curar al alcohólico a tequilazos, sin olvidar lo más importante: ¿En contra de quiénes se elevarán los aranceles de esos 90 productos provenientes de los Estados Unidos? Por su puesto: en contra de los consumidores mexicanos, quienes, por obra y gracia del arancel más elevado, pagarán un precio mayor por cada una de las mercancías importadas y gravadas.
¿Qué tenemos? Dos ejemplos de que en economía, lo que a primera vista parece correcto, una vez bien considerado resulta un despropósito, con efectos negativos sobre quienes ni la deben ni la temen. No, así, ¡así!, no se puede.
El ADN perredista
Yuriria Sierra
Nudo Gordiano
Excélsior
Un año después de que el Partido de la Revolución Democrática hizo uno de los mayores ridículos de su historia, ése que engalanaron con torpeza y soberbia infinitas y, en medio de su estrategia para limpiar su nombre con una campaña que les celebramos en este espacio, porque el mensaje en sí era el reconocimiento de sus errores, la esperanza de tiempos mejores para el país y, sobre todo, el PRD, sin embargo, su ADN, tan poco confiable, los hizo quedar mal nuevamente.
Como parte del proceso electoral que termina el 5 de julio, los perredistas convocaron a sus afiliados a elecciones con el propósito de obtener los nombres de los candidatos que buscarán curules, delegaciones o presidencias municipales.
Una contienda interna se avecinaba en el PRD, su talón de Aquiles, pero, todavía así, el beneficio de la duda se conservaba, no sólo por la incertidumbre acerca del número de convocados que asistirían, sino porque, según ellos, la Operación Limpieza ya había pasado por sus oficinas.
Y, aunque no se nos puede culpar de ingenuos, la neta, por un momento existió la posibilidad de que los resultados les salieran bien.
Pero sólo por un momento...
Lo que pasó el domingo es en realidad la prueba de paternidad que su ADN necesitaba para legitimarse.
Que las cosas les salgan tan mal y que ellos respondan que no es así, se convierte en un flash back de uno, dos, tres, seis años atrás.
No solamente porque los embarazos de urna, las boletas perdidas, la compra de votos con despensas o a base de dinero en efectivo, el robo de casillas y demás métodos ya exprimidos hasta el cansancio por toda la clase política de nuestro país, no tenían lugar en una contienda como ésta, sino porque se trataba de su prueba final para demostrar que, en efecto, ahora es un nuevo partido del sol azteca.
Mi querido Ciro Gómez-Leyva escribió hace unos días, en su espacio en Milenio, que el resultado de los comicios del pasado fin de semana debía entregar como resultado un PRD útil, que convenciera a los militantes del Partido Revolucionario Institucional, a los del Partido Acción Nacional y anexas, así como a quienes votaron por Andrés Manuel López Obrador una vez y que no volverían a hacerlo.
En realidad, lo que se ve que se entregó es un partido que limpia su faz, no obstante sigue utilizando esas armas populistas que ya los habían condenado.
Que en el PRI, el PAN y otros institutos políticos sigan haciendo uso de esas estrategias, qué importa, el Revolucionario está tomando fuerza, Acción Nacional, ya está en el poder.
A ellos les correspondía tener una elección perfecta, perfecta, perfecta.
La batalla la perdieron, los nombres de los candidatos ya no importan tanto si no se dieron a conocer estos días, motivos para atrasar el anuncio de los resultados oficiales se encontraron y era lo que menos necesitaban.
Si el partido no se encontrara dividido, no habría razones para pensar que algo o alguien tuvo que ver en las fallas de su sistema de conteo preliminar.
Tienen ahora menos de cuatro meses para limpiar un cochinero más, terminar su operación limpieza del previo y armar una estrategia que en verdad nos (los) convenza de que de su ADN cambió, porque no todo el trabajo lo harán los spots de televisión.
Nudo Gordiano
Excélsior

Como parte del proceso electoral que termina el 5 de julio, los perredistas convocaron a sus afiliados a elecciones con el propósito de obtener los nombres de los candidatos que buscarán curules, delegaciones o presidencias municipales.
Una contienda interna se avecinaba en el PRD, su talón de Aquiles, pero, todavía así, el beneficio de la duda se conservaba, no sólo por la incertidumbre acerca del número de convocados que asistirían, sino porque, según ellos, la Operación Limpieza ya había pasado por sus oficinas.
Y, aunque no se nos puede culpar de ingenuos, la neta, por un momento existió la posibilidad de que los resultados les salieran bien.
Pero sólo por un momento...
Lo que pasó el domingo es en realidad la prueba de paternidad que su ADN necesitaba para legitimarse.
Que las cosas les salgan tan mal y que ellos respondan que no es así, se convierte en un flash back de uno, dos, tres, seis años atrás.
No solamente porque los embarazos de urna, las boletas perdidas, la compra de votos con despensas o a base de dinero en efectivo, el robo de casillas y demás métodos ya exprimidos hasta el cansancio por toda la clase política de nuestro país, no tenían lugar en una contienda como ésta, sino porque se trataba de su prueba final para demostrar que, en efecto, ahora es un nuevo partido del sol azteca.
Mi querido Ciro Gómez-Leyva escribió hace unos días, en su espacio en Milenio, que el resultado de los comicios del pasado fin de semana debía entregar como resultado un PRD útil, que convenciera a los militantes del Partido Revolucionario Institucional, a los del Partido Acción Nacional y anexas, así como a quienes votaron por Andrés Manuel López Obrador una vez y que no volverían a hacerlo.
En realidad, lo que se ve que se entregó es un partido que limpia su faz, no obstante sigue utilizando esas armas populistas que ya los habían condenado.
Que en el PRI, el PAN y otros institutos políticos sigan haciendo uso de esas estrategias, qué importa, el Revolucionario está tomando fuerza, Acción Nacional, ya está en el poder.
A ellos les correspondía tener una elección perfecta, perfecta, perfecta.
La batalla la perdieron, los nombres de los candidatos ya no importan tanto si no se dieron a conocer estos días, motivos para atrasar el anuncio de los resultados oficiales se encontraron y era lo que menos necesitaban.
Si el partido no se encontrara dividido, no habría razones para pensar que algo o alguien tuvo que ver en las fallas de su sistema de conteo preliminar.
Tienen ahora menos de cuatro meses para limpiar un cochinero más, terminar su operación limpieza del previo y armar una estrategia que en verdad nos (los) convenza de que de su ADN cambió, porque no todo el trabajo lo harán los spots de televisión.
Se confirma
Carlos Loret de Mola
Historias de un reportero
El Universal
El peso sí está siendo objeto de ataques especulativos de lugares tan inusuales como Asia y sí existe una cifra oculta que demuestra que la cartera vencida en tarjetas de crédito es del doble de lo que se dice oficialmente.
Lo comentamos en estas Historias hace algunos días y se dudaba de que algo así pudiera estar sucediendo. Lo ha confirmado el presidente de la Asociación de Bancos de México, Enrique Castillo: “Son profesionales que están apostando a que el peso se puede seguir devaluando, son los famosos hedge funds basados fundamentalmente en Estados Unidos, pero también en Europa y sin lugar a dudas en Asia, en especial Singapur y Hong Kong”.
Banqueros de la talla de Ignacio Deschamps, jefe de Bancomer y presidente entrante de los banqueros, Marcos Martínez de Santander-Serfin y el propio Castillo de IXE confirman también el tema de la verdadera cartera vencida en tarjetas de crédito: es de 18%, no de 9.5% como marca la cifra oficial. ¿Por qué? Porque vayan o no a recuperar el dinero prestado, a los seis meses de incumplimiento del cliente lo asumen como pérdida y lo sacan del rubro de contable de cartera vencida.
Con estos datos, hoy en la tarde comenzará a desfilar por el lobby del hotel Princess de Acapulco un buen pedazo del Producto Interno Bruto.
Banqueros mexicanos que fueron, los funcionarios bancarios de hoy van a poner su cara de crisis porque el año pasado en lugar de ganar 80 mil millones de pesos “sólo” ganaron 50 mil.
La economía internacional está colapsada, la mexicana pasa por números rojos, hay cientos de miles de desempleados en el país, el salario se encuentra aniquilado, los precios encarecidos, la gente no puede pagar sus tarjetas de crédito, los bancos estadounidenses quiebran pero los bancos mexicanos no van a dejar de ganar una lana este 2009.
Historias de un reportero
El Universal

Lo comentamos en estas Historias hace algunos días y se dudaba de que algo así pudiera estar sucediendo. Lo ha confirmado el presidente de la Asociación de Bancos de México, Enrique Castillo: “Son profesionales que están apostando a que el peso se puede seguir devaluando, son los famosos hedge funds basados fundamentalmente en Estados Unidos, pero también en Europa y sin lugar a dudas en Asia, en especial Singapur y Hong Kong”.
Banqueros de la talla de Ignacio Deschamps, jefe de Bancomer y presidente entrante de los banqueros, Marcos Martínez de Santander-Serfin y el propio Castillo de IXE confirman también el tema de la verdadera cartera vencida en tarjetas de crédito: es de 18%, no de 9.5% como marca la cifra oficial. ¿Por qué? Porque vayan o no a recuperar el dinero prestado, a los seis meses de incumplimiento del cliente lo asumen como pérdida y lo sacan del rubro de contable de cartera vencida.
Con estos datos, hoy en la tarde comenzará a desfilar por el lobby del hotel Princess de Acapulco un buen pedazo del Producto Interno Bruto.
Banqueros mexicanos que fueron, los funcionarios bancarios de hoy van a poner su cara de crisis porque el año pasado en lugar de ganar 80 mil millones de pesos “sólo” ganaron 50 mil.
La economía internacional está colapsada, la mexicana pasa por números rojos, hay cientos de miles de desempleados en el país, el salario se encuentra aniquilado, los precios encarecidos, la gente no puede pagar sus tarjetas de crédito, los bancos estadounidenses quiebran pero los bancos mexicanos no van a dejar de ganar una lana este 2009.
AMLO, o el disimulo
Joaquín López-Dóriga
lopezdoriga@milenio.com
En privado
Milenio
A como está la crisis, las cosas pasarán a menores. Florestán
El pasado 6 de marzo me referí en este espacio a la alianza PT-PRI para las elecciones de gobernador en Nuevo León:
“El PT le dijo sí al PRI y a ver cómo le explican ahora a López Obrador que van a apoyar a uno de los más cercanos a Carlos Salinas”.
Una semana después, el viernes 13, amplié aquí mismo:
“¡Claro que el PT va con el PRI en Nuevo León! ¿Dónde, sino, quedaría la operación de Carlos Salinas si (el PT) se hubiera ido con el PAN? Esa mano es tan fuerte que Alberto Anaya pasó por encima de López Obrador para atender la instrucción del ex presidente Salinas”.
El plazo para registrar coaliciones electorales en aquella entidad venció el pasado 4 de marzo, y quedó sellada la del PRI con el PT, el Verde y una agrupación local.
La renta de la franquicia del Verde no es noticia, es cosa de precio; la del grupo local es para echarle montón a las siglas, y la novedad fue la del PT, aunque no tanto si se sabe la influencia que sobre este membrete ejerce Carlos Salinas, sin cuyo hermano, Raúl, no se podría entender su existencia.
Sé que López Obrador había dicho y repetido que con el PRI nada, que es la misma mafia del PAN y por eso ni a la esquina, pero Anaya operó, negoció y ahora el ex candidato presidencial se llama a sorprendido sobre esta alianza, y para responder se fue por su tangente favorita: “No sabemos nada. En su momento vamos a hablar de ese asunto. Todavía yo no sé que se haya tomado (el PT) en definitiva esa decisión”, dijo el lunes por la tarde, para evadir a los reporteros.
¡Claro que sabe lo de la coalición, que ya está registrada! Si de algo sabe AMLO es de política. Lo que no sabe es qué hacer y cómo aceptar que un eje de su yunta se fue con el PRI y con Salinas.
Aunque en realidad es fácil de aceptar si se está de acuerdo en que apoye al PRD en el Distrito Federal y lo combata en el resto del país.
Así de fácil.
Y de incongruente.
Retales
1. MÉRIDA.- No sabía que el apoyo de la Iniciativa Mérida implicaba concesiones a la dignidad nacional. ¿Qué pasaría si el presidente Calderón rechazara el dinero de ese proyecto que regatean, disminuyen, condicionan y presentan como ayuda?;
2. BRUGADA.- La trampa ha sido siempre lo de Clara Brugada, una mujer acostumbrada a mentir como método y que ahora busca la delegación de Iztapalapa, en medio del cochinero. ¿Por qué ahora tendría que ser diferente?; y
3. CALIDAD.- El retraso del presidente Calderón para proponer al relevo del subgobernador del Banco de México, Everardo Elizondo, está en su tercer mes. Este vacío en la Junta de Gobierno del Banxico impide que su gobernador, Guillermo Ortiz, tenga voto de calidad, pues la alineación, de cinco, permanece en cuatro, Ortiz y los subs Roberto del Cueto, Guillermo Güemez y José Julián Sidaoui.
Nos vemos mañana, pero en privado.
lopezdoriga@milenio.com
En privado
Milenio
A como está la crisis, las cosas pasarán a menores. Florestán

“El PT le dijo sí al PRI y a ver cómo le explican ahora a López Obrador que van a apoyar a uno de los más cercanos a Carlos Salinas”.
Una semana después, el viernes 13, amplié aquí mismo:
“¡Claro que el PT va con el PRI en Nuevo León! ¿Dónde, sino, quedaría la operación de Carlos Salinas si (el PT) se hubiera ido con el PAN? Esa mano es tan fuerte que Alberto Anaya pasó por encima de López Obrador para atender la instrucción del ex presidente Salinas”.
El plazo para registrar coaliciones electorales en aquella entidad venció el pasado 4 de marzo, y quedó sellada la del PRI con el PT, el Verde y una agrupación local.
La renta de la franquicia del Verde no es noticia, es cosa de precio; la del grupo local es para echarle montón a las siglas, y la novedad fue la del PT, aunque no tanto si se sabe la influencia que sobre este membrete ejerce Carlos Salinas, sin cuyo hermano, Raúl, no se podría entender su existencia.
Sé que López Obrador había dicho y repetido que con el PRI nada, que es la misma mafia del PAN y por eso ni a la esquina, pero Anaya operó, negoció y ahora el ex candidato presidencial se llama a sorprendido sobre esta alianza, y para responder se fue por su tangente favorita: “No sabemos nada. En su momento vamos a hablar de ese asunto. Todavía yo no sé que se haya tomado (el PT) en definitiva esa decisión”, dijo el lunes por la tarde, para evadir a los reporteros.
¡Claro que sabe lo de la coalición, que ya está registrada! Si de algo sabe AMLO es de política. Lo que no sabe es qué hacer y cómo aceptar que un eje de su yunta se fue con el PRI y con Salinas.
Aunque en realidad es fácil de aceptar si se está de acuerdo en que apoye al PRD en el Distrito Federal y lo combata en el resto del país.
Así de fácil.
Y de incongruente.
Retales
1. MÉRIDA.- No sabía que el apoyo de la Iniciativa Mérida implicaba concesiones a la dignidad nacional. ¿Qué pasaría si el presidente Calderón rechazara el dinero de ese proyecto que regatean, disminuyen, condicionan y presentan como ayuda?;
2. BRUGADA.- La trampa ha sido siempre lo de Clara Brugada, una mujer acostumbrada a mentir como método y que ahora busca la delegación de Iztapalapa, en medio del cochinero. ¿Por qué ahora tendría que ser diferente?; y
3. CALIDAD.- El retraso del presidente Calderón para proponer al relevo del subgobernador del Banco de México, Everardo Elizondo, está en su tercer mes. Este vacío en la Junta de Gobierno del Banxico impide que su gobernador, Guillermo Ortiz, tenga voto de calidad, pues la alineación, de cinco, permanece en cuatro, Ortiz y los subs Roberto del Cueto, Guillermo Güemez y José Julián Sidaoui.
Nos vemos mañana, pero en privado.
¿Y la tenencia, apá?
Víctor Gordoa
Excélsior
Bienvenidos una vez más al mundo de la imagen pública, un terreno que se ve implicado entre los dimes y diretes que recientemente se han vertido en torno a una obligación ciudadana por demás impopular: el pago de los impuestos y, entre ellos, al específico desembolso del odiado impuesto de la tenencia que debemos realizar por tener un vehículo automotor.
Mala imagen fiscal…
Estoy completamente seguro de que no existe alguien en toda la República Mexicana que guste de pagar impuestos. La imagen del sistema impositivo mexicano es muy mala por muchas razones que la gente percibe y que tenemos claramente analizadas en el Colegio de Consultores en Imagen Pública, institución que tengo el honor de presidir. Las mencionaré sin orden de importancia. Primera, los impuestos son muchos, excesivos y complicados: pagamos IVA, ISR, IETU, IDE, predial, gasolina, ISAN, tenencia y varios más que bien podrían alargar la lista hasta el punto de causar depresión en mis lectores al sumarlos y traducirlos en el porcentaje total que de sus ingresos pagan de impuestos. Segunda, los impuestos son muy difíciles de pagar, tanto que el ciudadano común y corriente se declara ignorante e incapaz de hacerlo por sí solo, así que al costo de los impuestos deberá agregarle el de un contador que le auxilie en la tarea. Tercera, pagar los impuestos provoca enojo, ya que se cree que no se aplican en beneficio de todos, en salud, educación, vialidades o servicios urbanos que tienen la reputación de ser deficientes, sino que cínicamente son derrochados sin escrúpulos en dádivas a personas e instituciones parásitas que se enriquecen desproporcionadamente con el dinero de los contribuyentes. Cada vez que estalla un escándalo mediático debido a los pagos estratosféricos que los funcionarios públicos se otorgan a sí mismos la gente confirma que este punto es cierto. Cuarta, como los impuestos provocan miedo, quienes incorrectamente los evaden prefieren seguir escondiéndose antes de considerar regularizarse. Quinta, pagar puntualmente los impuestos provoca mucha decepción, al constatarse que tarde o temprano las autoridades fiscales otorgarán la condonación de multas y recargos como promoción de la regularización de los morosos, así que, ¿para qué pagarlos a tiempo? Sexta, pagar impuestos produce indignación cuando se constata que existen millones de evasores que ante los ojos de las autoridades lucran sin cubrir su obligación fiscal. ¿Por qué yo sí debo pagar y ellos no?, se pregunta la minoría cautiva y por lo tanto forzadamente cumplida al expedir el cheque correspondiente. Ahora mezclen todas estas razones que actúan al mismo tiempo sobre la percepción de la gente y comprenderán el porqué de la mala imagen pública del sistema fiscal mexicano.
¿Quitar la tenencia?…
Derogar la tenencia fue una efectiva promesa de campaña del presidente Felipe Calderón que en su momento le ganó votos y a la fecha no ha sido cumplida. La verdad, nada hubiera pasado si los diputados no hubieran removido el avispero iniciando una propuesta de cancelación del injusto y odiado impuesto al cuarto para la hora, sin embargo lo hicieron como estrategia de imagen pública ante el inminente proceso electoral de medio sexenio. Pero les faltó timing.
El timing...
La idea de la derogación de la tenencia no era nada mala y, el momento de hacerlo, el preciso: cuando estaba empezando la crisis. Sin embargo fue mal planeada y peor ejecutada. Los que deberían haber tomado la iniciativa eran los diputados del PAN quienes con esto hubieran puesto contra las cuerdas a sus opositores que se hubieran arriesgado a empañar su imagen pública en caso de que no la respaldaran. De ahí, deberían de haber pasado la voz cantante al presidente Calderón quien podría haberlo anunciado como cumplimiento de su promesa de campaña y como medida anticrisis, pues de paso también hubiera favorecido a la industria automotriz. Pero la mala planeación impidió que este escenario se diera. Los gobernadores de los estados protestaron, pues la medida significa menos ingresos para sus entidades y la idea se abortó.
¿Y ahora qué?…
A quince días del vencimiento del plazo para pagar la tenencia todavía hay mucha gente que dice que mejor se va a esperar “pues capaz que la quitan” y, si no, ante la confusión, “de seguro alargan el plazo”. El presidente Calderón ya dijo a los diputados y a los gobernadores que le hagan como quieran, que él sólo pasaba por ahí, y el resto de los mortales… pues a pagar. Todo fue un sueño demasiado bueno para ser verdad.
Excélsior

Mala imagen fiscal…
Estoy completamente seguro de que no existe alguien en toda la República Mexicana que guste de pagar impuestos. La imagen del sistema impositivo mexicano es muy mala por muchas razones que la gente percibe y que tenemos claramente analizadas en el Colegio de Consultores en Imagen Pública, institución que tengo el honor de presidir. Las mencionaré sin orden de importancia. Primera, los impuestos son muchos, excesivos y complicados: pagamos IVA, ISR, IETU, IDE, predial, gasolina, ISAN, tenencia y varios más que bien podrían alargar la lista hasta el punto de causar depresión en mis lectores al sumarlos y traducirlos en el porcentaje total que de sus ingresos pagan de impuestos. Segunda, los impuestos son muy difíciles de pagar, tanto que el ciudadano común y corriente se declara ignorante e incapaz de hacerlo por sí solo, así que al costo de los impuestos deberá agregarle el de un contador que le auxilie en la tarea. Tercera, pagar los impuestos provoca enojo, ya que se cree que no se aplican en beneficio de todos, en salud, educación, vialidades o servicios urbanos que tienen la reputación de ser deficientes, sino que cínicamente son derrochados sin escrúpulos en dádivas a personas e instituciones parásitas que se enriquecen desproporcionadamente con el dinero de los contribuyentes. Cada vez que estalla un escándalo mediático debido a los pagos estratosféricos que los funcionarios públicos se otorgan a sí mismos la gente confirma que este punto es cierto. Cuarta, como los impuestos provocan miedo, quienes incorrectamente los evaden prefieren seguir escondiéndose antes de considerar regularizarse. Quinta, pagar puntualmente los impuestos provoca mucha decepción, al constatarse que tarde o temprano las autoridades fiscales otorgarán la condonación de multas y recargos como promoción de la regularización de los morosos, así que, ¿para qué pagarlos a tiempo? Sexta, pagar impuestos produce indignación cuando se constata que existen millones de evasores que ante los ojos de las autoridades lucran sin cubrir su obligación fiscal. ¿Por qué yo sí debo pagar y ellos no?, se pregunta la minoría cautiva y por lo tanto forzadamente cumplida al expedir el cheque correspondiente. Ahora mezclen todas estas razones que actúan al mismo tiempo sobre la percepción de la gente y comprenderán el porqué de la mala imagen pública del sistema fiscal mexicano.
¿Quitar la tenencia?…
Derogar la tenencia fue una efectiva promesa de campaña del presidente Felipe Calderón que en su momento le ganó votos y a la fecha no ha sido cumplida. La verdad, nada hubiera pasado si los diputados no hubieran removido el avispero iniciando una propuesta de cancelación del injusto y odiado impuesto al cuarto para la hora, sin embargo lo hicieron como estrategia de imagen pública ante el inminente proceso electoral de medio sexenio. Pero les faltó timing.
El timing...
La idea de la derogación de la tenencia no era nada mala y, el momento de hacerlo, el preciso: cuando estaba empezando la crisis. Sin embargo fue mal planeada y peor ejecutada. Los que deberían haber tomado la iniciativa eran los diputados del PAN quienes con esto hubieran puesto contra las cuerdas a sus opositores que se hubieran arriesgado a empañar su imagen pública en caso de que no la respaldaran. De ahí, deberían de haber pasado la voz cantante al presidente Calderón quien podría haberlo anunciado como cumplimiento de su promesa de campaña y como medida anticrisis, pues de paso también hubiera favorecido a la industria automotriz. Pero la mala planeación impidió que este escenario se diera. Los gobernadores de los estados protestaron, pues la medida significa menos ingresos para sus entidades y la idea se abortó.
¿Y ahora qué?…
A quince días del vencimiento del plazo para pagar la tenencia todavía hay mucha gente que dice que mejor se va a esperar “pues capaz que la quitan” y, si no, ante la confusión, “de seguro alargan el plazo”. El presidente Calderón ya dijo a los diputados y a los gobernadores que le hagan como quieran, que él sólo pasaba por ahí, y el resto de los mortales… pues a pagar. Todo fue un sueño demasiado bueno para ser verdad.
PRD: tramposos y traidores
Ricardo Alemán
aleman2@prodigy.net.mx
Itinerario Político
El Universal
En las elecciones internas del PRD las trampas fueron vistas por todos. A los tramposos todos los conocen.
En el caso de las trampas, lo visto el domingo deja en calidad de niño de pecho al mítico Al Capone. Comandos armados que roban y queman urnas; secuestran y arrojan de un auto en marcha a una funcionaria de casilla; compran voluntades a golpe de despensas y dinero. Y de risa: triunfa un candidato arraigado penalmente por posibles vínculos con el narco, mientras infaltables hackers tiran el conteo para dar lugar —ante la náusea colectiva— a una grosera negociación por debajo de la mesa que, sin conteo alguno, ya arrojó ganadores. La trampa y la transa.
Los tramposos son los mismos de siempre. Las huestes de Nueva Izquierda —franquicia de Los Chuchos—, la llamada Izquierda Unida —membrete familiar de Bejarano— y los escuderos de AMLO y Marcelo Ebrard, respectivamente. El viejo PRI, las mafias sicilianas, las campales de barrio son historia vieja frente a los recursos utilizados para ganar el poder en el Distrito Federal. Por eso la pregunta obliga. ¿De qué tamaño es el botín que pelean en el PRD, capaz de trucar cultura democrática básica por práctica mafiosa?
Pues pelean el poder en los tres órdenes de gobierno —local, estatal y federal—, y posiciones en dos de los tres poderes de la Unión. Es decir, las mafias amarillas disputan las 16 delegaciones del DF —que en no pocos casos son más ricas que algunos gobiernos estatales—, pelean la Asamblea del DF, que es el control de la sucesión en el gobierno capitalino, y disputan la sucesión presidencial para 2012. Y por supuesto, está en juego el dinero público que todo ello significa. ¿Cuánto poder político y económico dimana del GDF, la Asamblea Legislativa, las 16 delegaciones y diputaciones federales? Ese es el botín.
Pocos repararon en la pregunta clave del cochinero amarillo. ¿De dónde salieron las montañas de dinero para acarreos, compra de voluntades, despensas, movilizaciones y pago a mafiosos? Elemental: del dinero público y la corrupción. ¿A poco son de gratis las clausuras de negocios y las obras sin licitación? Finos para la uña.
Pero más importante resulta el recuento de daños. ¿A quién beneficia el cochinero? Se equivoca quien cree que gana tal o cual tribu amarilla. El beneficiado será el PRI, que en julio recuperará territorios emblema. En el fondo el cochinero es una traición a la izquierda. ¿Y a quién le importa? A nadie, claro. Pero se cobrará en las urnas.
EN EL CAMINO
José Luis Soberanes rendirá su informe anual ante Felipe Calderón… el viernes por la tarde. Clásico “sabadazo” del Presidente a los derechos humanos. Calderón también resultó repelente a las garantías individuales.
aleman2@prodigy.net.mx
Itinerario Político
El Universal

En el caso de las trampas, lo visto el domingo deja en calidad de niño de pecho al mítico Al Capone. Comandos armados que roban y queman urnas; secuestran y arrojan de un auto en marcha a una funcionaria de casilla; compran voluntades a golpe de despensas y dinero. Y de risa: triunfa un candidato arraigado penalmente por posibles vínculos con el narco, mientras infaltables hackers tiran el conteo para dar lugar —ante la náusea colectiva— a una grosera negociación por debajo de la mesa que, sin conteo alguno, ya arrojó ganadores. La trampa y la transa.
Los tramposos son los mismos de siempre. Las huestes de Nueva Izquierda —franquicia de Los Chuchos—, la llamada Izquierda Unida —membrete familiar de Bejarano— y los escuderos de AMLO y Marcelo Ebrard, respectivamente. El viejo PRI, las mafias sicilianas, las campales de barrio son historia vieja frente a los recursos utilizados para ganar el poder en el Distrito Federal. Por eso la pregunta obliga. ¿De qué tamaño es el botín que pelean en el PRD, capaz de trucar cultura democrática básica por práctica mafiosa?
Pues pelean el poder en los tres órdenes de gobierno —local, estatal y federal—, y posiciones en dos de los tres poderes de la Unión. Es decir, las mafias amarillas disputan las 16 delegaciones del DF —que en no pocos casos son más ricas que algunos gobiernos estatales—, pelean la Asamblea del DF, que es el control de la sucesión en el gobierno capitalino, y disputan la sucesión presidencial para 2012. Y por supuesto, está en juego el dinero público que todo ello significa. ¿Cuánto poder político y económico dimana del GDF, la Asamblea Legislativa, las 16 delegaciones y diputaciones federales? Ese es el botín.
Pocos repararon en la pregunta clave del cochinero amarillo. ¿De dónde salieron las montañas de dinero para acarreos, compra de voluntades, despensas, movilizaciones y pago a mafiosos? Elemental: del dinero público y la corrupción. ¿A poco son de gratis las clausuras de negocios y las obras sin licitación? Finos para la uña.
Pero más importante resulta el recuento de daños. ¿A quién beneficia el cochinero? Se equivoca quien cree que gana tal o cual tribu amarilla. El beneficiado será el PRI, que en julio recuperará territorios emblema. En el fondo el cochinero es una traición a la izquierda. ¿Y a quién le importa? A nadie, claro. Pero se cobrará en las urnas.
EN EL CAMINO
José Luis Soberanes rendirá su informe anual ante Felipe Calderón… el viernes por la tarde. Clásico “sabadazo” del Presidente a los derechos humanos. Calderón también resultó repelente a las garantías individuales.
¡El PAN alcanza al PRI en las encuestas!
Ciro Gómez Leyva
gomezleyva@milenio.com
La historia en breve
Milenio
La encuesta nacional trimestral de GEA/ISA que Guillermo Valdés y Ricardo de la Peña presentaron a finales de marzo de 2006 traía un dato espectacular: Felipe Calderón se había puesto un punto arriba de Andrés Manuel López Obrador en la carrera presidencial. Les llovieron insultos, los competidores se rieron de ellos (aunque semanas después sus mediciones comenzaron a marcar igual) y analistas y periodistas sencillamente dijeron, como si se tratara de un acto de fe, que no creían en esas volteretas.
El resto de la historia es bien conocido.
Ayer, Ricardo presentó la encuesta nacional trimestral (mil entrevistas en domicilio) con un dato también muy llamativo: PRI y PAN están en empate técnico de cara a los comicios de julio para renovar la Cámara de Diputados.
Según GEA/ISA, si las elecciones fueran hoy, el PRI apenas superaría al PAN por dos puntos: 41 a 39. Una proporción que nada tiene que ver con los seis, ocho y hasta 12 puntos de ventaja que la mayoría de las encuestan le venían asignando a los tricolores.
Ricardo pide tomar estas cifras con reserva, pues los indecisos totalizan en este momento un inusual 31 por ciento, pero asegura que, como en 2006, la medición es correcta.
Le digo que es una nueva provocación de GEA/ISA. Responde, como en 2006, que ellos sólo son los encuestadores.
En el PRI 41-PAN 39, el PRD tiene apenas 15 por ciento. Los cinco partidos pequeños se reparten los cinco puntos restantes, en una proporción de, más o menos, un punto para cada uno. La abstención sería de 66 por ciento.
¿Quién dijo que el PRI tenía asegurada una victoria arrasadora el 5 de julio? Prácticamente todos. Menos GEA/ISA.
Otra vez.
gomezleyva@milenio.com
La historia en breve
Milenio

El resto de la historia es bien conocido.
Ayer, Ricardo presentó la encuesta nacional trimestral (mil entrevistas en domicilio) con un dato también muy llamativo: PRI y PAN están en empate técnico de cara a los comicios de julio para renovar la Cámara de Diputados.
Según GEA/ISA, si las elecciones fueran hoy, el PRI apenas superaría al PAN por dos puntos: 41 a 39. Una proporción que nada tiene que ver con los seis, ocho y hasta 12 puntos de ventaja que la mayoría de las encuestan le venían asignando a los tricolores.
Ricardo pide tomar estas cifras con reserva, pues los indecisos totalizan en este momento un inusual 31 por ciento, pero asegura que, como en 2006, la medición es correcta.
Le digo que es una nueva provocación de GEA/ISA. Responde, como en 2006, que ellos sólo son los encuestadores.
En el PRI 41-PAN 39, el PRD tiene apenas 15 por ciento. Los cinco partidos pequeños se reparten los cinco puntos restantes, en una proporción de, más o menos, un punto para cada uno. La abstención sería de 66 por ciento.
¿Quién dijo que el PRI tenía asegurada una victoria arrasadora el 5 de julio? Prácticamente todos. Menos GEA/ISA.
Otra vez.
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