
julio 10, 2009
La transición fallida; el rosario de traiciones
Epigmenio Carlos Ibarra
Milenio
¿Cómo se sentirían los chilenos si Augusto Pinochet, el dictador, el asesino, el corrupto, no sólo resucita sino que, además, vuelve al poder? ¿Y que pensarían los españoles si Francisco Franco, merced a unas elecciones, a los propios votos de aquellos a los que mantuvo bajo su bota sin tomarles parecer sobre cosa alguna, se instalara de nuevo, con todos sus crímenes a cuestas, en el gobierno? ¿Con qué cara se presentarían ante el mundo los argentinos si el general Videla y sus secuaces, eludiendo la justicia, burlando el castigo, volvieran a dirigir los destinos de ese país? ¿Y los salvadoreños y los nicaragüenses cómo serían capaces de mirarse en el espejo si, en las urnas, víctimas de una súbita amnesia colectiva, hubieran elegido a personajes como Anastasio Somoza o Roberto Dabuisson para que, con las manos manchadas de sangre inocente y los bolsillos repletos de dinero del pueblo, se sentaran en la silla presidencial? ¿Qué debemos de pensar, de sentir entonces los mexicanos luego de que el domingo se alzara el PRI con la victoria en las elecciones intermedias preparándose así para lo que se antoja una irremediable restauración del régimen del partido de Estado que tanto daño hiciera a México? ¿Cómo presentarnos ante el mundo luego de que, tras un breve interludio de apenas nueve años de “vida democrática” vuelven a hacerse cargo de la conducción del país aquellos que por más de 70 años nos impusieron la corrupción como sistema de vida, la impunidad como norma? ¿Cómo mirarnos en el espejo después de haber llevado al umbral de la Presidencia, mediante el voto ciudadano, a aquellos mismos que durante decenios burlaron, torcieron, suplantaron la voluntad popular? ¿Qué nos pasó el domingo? ¿Cómo es que se fue al carajo la transición y volvimos de nuevo al pasado?
Antes que nada habría que decir, parafraseando a Goya y como para ensayar más que una explicación una disculpa por esta nueva y dolorosa vergüenza nacional, que la democracia como la razón, engendra monstruos y tanto así, que muchos votantes terminaron operando este domingo de elecciones –y porque tenían ante sí esa posibilidad; la de resucitar al PRI– bajo el influjo de la perversa lógica de que “es preferible traer un corrupto –como reza el dicho popular– que un pendejo encima”.
Pese a sus muchos delitos de lesa patria, pudo el PRI, tras la pérdida de la Presidencia de la República, lo que, por el bien de la Nación, debiera haber sellado su sepultura, no sólo seguir en pie sino acumular, además, el poder y la influencia suficientes para renovar y reconstruir por completo su entramado de complicidades y tener así, sólo que ahora, triste paradoja, validado por el voto libre y secreto, ese que tantas veces traicionara, una nueva oportunidad. Así se reafirma lo que a estas alturas es ya una verdad de Perogrullo: en nuestro país se produjo la alternancia, es cierto, pero jamás un verdadero proceso de transición a la democracia. No es el dinosaurio el que sigue ahí; es el antiguo régimen que no se resigna a morir.
Vicente Fox, Felipe Calderón y los panistas no tuvieron ni la voluntad ni el coraje, ni la inteligencia ni el patriotismo para conducir, desde el poder, la transformación del país. Ese fue el mandato que recibió Fox en las urnas; a la voluntad expresa de millones de mexicanos que votaron por el cambio, dio cínicamente la espalda. De esa primera traición refrendada con su intromisión ilegal en las elecciones del 2006, como si la democracia, de la que era beneficiario y supuestamente garante, se tratara sólo de imponer a su “tapado” a todo trance, es hijo el gobierno de Felipe Calderón. El que a votos mata a votos muere.
Aun teniendo Fox la evidencia suficiente y el respaldo popular como para –con el Pemexgate por ejemplo– demoler desde sus mismos cimientos, llevando al PRI ante la justicia, al régimen de partido de estado decidió mimetizarse con él, sustituirlo, emularlo en el peor de los casos. Urgidos pues de cimentar su propio poder no encontraron mejor camino los panistas que hacer suyos los mismos usos y costumbres de los priistas con los que se aliaron primero para gobernar y por supuesto, para cerrar el paso a quien se opusiera a sus designios. Poco tiempo, sólo durante la campaña electoral, pudieron actuar como rivales del PRI, pronto pasaron a ser sus cómplices; terminarán ahora siendo sus lacayos. Expertos en la coerción los priistas cobrarán caro a Calderón los servicios prestados.
La izquierda, envilecida por sus constantes y mezquinas pugnas internas, no pudo, por otro lado y desde una oposición digna y consistente, adquirir la fuerza y la solvencia necesarias para levantar el valladar que impidiera la vuelta al poder de aquellos que durante tantos años hicieron de México un botín. Para hacerse gobierno la izquierda recurrió lamentablemente en muchos casos a los mismos trucos del PAN. En lugar de preservar sus principios, de mantener ese impulso ético; el compromiso con las mayorías empobrecidas, incapaz de reinventarse e inaugurar nuevos caminos estableció alianzas nocivas con esos que “sí saben cómo hacerlo” y tanto que terminó ayudándoles a pavimentar su camino de regreso.
Impune al fin, desde el Congreso y en tanto construye desde ahí la plataforma para conquistar de nuevo la Presidencia de la República, el PRI será otra vez gobierno. No necesita ya comparsas; se levanta legitimado y poderoso sin haber rendido jamás, ante nadie, cuenta de sus actos y sin haber pagado las consecuencias de los mismos. Triste historia la nuestra, víctimas de este rosario interminable de traiciones.
Milenio

Antes que nada habría que decir, parafraseando a Goya y como para ensayar más que una explicación una disculpa por esta nueva y dolorosa vergüenza nacional, que la democracia como la razón, engendra monstruos y tanto así, que muchos votantes terminaron operando este domingo de elecciones –y porque tenían ante sí esa posibilidad; la de resucitar al PRI– bajo el influjo de la perversa lógica de que “es preferible traer un corrupto –como reza el dicho popular– que un pendejo encima”.
Pese a sus muchos delitos de lesa patria, pudo el PRI, tras la pérdida de la Presidencia de la República, lo que, por el bien de la Nación, debiera haber sellado su sepultura, no sólo seguir en pie sino acumular, además, el poder y la influencia suficientes para renovar y reconstruir por completo su entramado de complicidades y tener así, sólo que ahora, triste paradoja, validado por el voto libre y secreto, ese que tantas veces traicionara, una nueva oportunidad. Así se reafirma lo que a estas alturas es ya una verdad de Perogrullo: en nuestro país se produjo la alternancia, es cierto, pero jamás un verdadero proceso de transición a la democracia. No es el dinosaurio el que sigue ahí; es el antiguo régimen que no se resigna a morir.
Vicente Fox, Felipe Calderón y los panistas no tuvieron ni la voluntad ni el coraje, ni la inteligencia ni el patriotismo para conducir, desde el poder, la transformación del país. Ese fue el mandato que recibió Fox en las urnas; a la voluntad expresa de millones de mexicanos que votaron por el cambio, dio cínicamente la espalda. De esa primera traición refrendada con su intromisión ilegal en las elecciones del 2006, como si la democracia, de la que era beneficiario y supuestamente garante, se tratara sólo de imponer a su “tapado” a todo trance, es hijo el gobierno de Felipe Calderón. El que a votos mata a votos muere.
Aun teniendo Fox la evidencia suficiente y el respaldo popular como para –con el Pemexgate por ejemplo– demoler desde sus mismos cimientos, llevando al PRI ante la justicia, al régimen de partido de estado decidió mimetizarse con él, sustituirlo, emularlo en el peor de los casos. Urgidos pues de cimentar su propio poder no encontraron mejor camino los panistas que hacer suyos los mismos usos y costumbres de los priistas con los que se aliaron primero para gobernar y por supuesto, para cerrar el paso a quien se opusiera a sus designios. Poco tiempo, sólo durante la campaña electoral, pudieron actuar como rivales del PRI, pronto pasaron a ser sus cómplices; terminarán ahora siendo sus lacayos. Expertos en la coerción los priistas cobrarán caro a Calderón los servicios prestados.
La izquierda, envilecida por sus constantes y mezquinas pugnas internas, no pudo, por otro lado y desde una oposición digna y consistente, adquirir la fuerza y la solvencia necesarias para levantar el valladar que impidiera la vuelta al poder de aquellos que durante tantos años hicieron de México un botín. Para hacerse gobierno la izquierda recurrió lamentablemente en muchos casos a los mismos trucos del PAN. En lugar de preservar sus principios, de mantener ese impulso ético; el compromiso con las mayorías empobrecidas, incapaz de reinventarse e inaugurar nuevos caminos estableció alianzas nocivas con esos que “sí saben cómo hacerlo” y tanto que terminó ayudándoles a pavimentar su camino de regreso.
Impune al fin, desde el Congreso y en tanto construye desde ahí la plataforma para conquistar de nuevo la Presidencia de la República, el PRI será otra vez gobierno. No necesita ya comparsas; se levanta legitimado y poderoso sin haber rendido jamás, ante nadie, cuenta de sus actos y sin haber pagado las consecuencias de los mismos. Triste historia la nuestra, víctimas de este rosario interminable de traiciones.
Pecados y Penitencias
Ramón Alberto Garza
Dossier Índigo
El Universal
Soberbia: Germán Martínez se declaró poseedor de la verdad. Adoró al pragmatismo y renegó de los principios. Convirtió demonios priístas en arcángeles azules. Desoyó los lamentos de los padres fundacionales. Se alineó a lo peor y desterró lo mejor. Engañó al Señor, le vendió la gloria y lo llevó a su infierno.
Penitencia: Es el ángel caído de 2009. El índice de fuego con que apuntó a todos se volvió en su contra. Y su evangelio de “No pactamos con el narcotráfico” terminó consumiéndose en la hoguera de las inconfesables confesiones de algunos de sus impuestos candidatos.
Lujuria: Los gobernadores priístas no escatimaron los recursos de sus tesorerías para impulsar a sus candidatos a gobernador, alcaldes y diputados. Desde Nuevo León hasta Veracruz, pasando por Oaxaca y Puebla, Coahuila o Tamaulipas, la opulencia de sus campañas los hizo más poderosos. De 65 curules pasaron a 184. Desafiantes.
Penitencia: La testosterona política que producen victorias tan contundentes inflan los egos de los gladiadores y de pronto se sienten todos presidenciables. Habrá más demonios en la pelea y cada uno trae su trinche.
Gula: De la mano de Marianita, la cocinerita, Chucho Ortega y el PRD se quisieron merendar al Peje. Y sin traspasar su delantal del PRD, el tabasqueño se mudó a la cocina del PT. Y sazonó muy bien su receta ganadora de “Juanito”.
Penitencia: La mezcla de guisos y de sabores obligará al PRD a tomar una purga.
Envidia: Enrique Peña Nieto lo tiene todo. Es el “Golden Boy” de la política. Joven y guapo. Las televisoras lo adoran y La Gaviota también. ¿Alguien puede pedir más? Pues sí. Y en la elección 2009 se adueñó de los corredores Azul y Amarillo, bastiones tradicionales del PAN y del PRD.
Penitencia: La envidia que despierta entre sus rivales priístas rumbo al 2012 lo hará el blanco de intrigas y complots para ponerlo fuera de la carrera presidencial. Buscarán repetirle el infierno con el que descalificaron a su presidenciable antecesor.
Ira: La irresponsable muerte de 48 menores en el incendio de la guardería de Hermosillo desató la indignación en Sonora. Pero la aparición de los nombres de funcionarios y familiares de Eduardo Bours convirtió esa indignación en una ira que aún hoy no se contiene.
Penitencia: A pesar de su buena imagen que le daba la confianza de que el candidato priísta sería su sucesor, el gobernador vio cómo en unos días esa ira popular cobró su factura en las urnas. El PAN se fue al cielo y hará de Sonora su paraíso.
Avaricia: Está a disposición del mejor postor. En 2000 vistió de azul y en el 2009 de rojo. El Niño Verde sabe vender bien sus colores a cambio de esa sobrevivencia que le garantizan la pantalla y las aventuras de sus candidatos en las revistas del corazón.
Penitencia: Aunque crea que tiene facturado su partido hasta la eternidad, ya tiene vendida su alma al diablo. Se puso al servicio de unos cuantos y será útil mientras les sirva.
Pereza: Bajo el pretexto de acortar tiempos y garantizar candidatos triunfadores, el PAN abandonó las internas y convirtió el “dedazo” en su instrumento de selección de candidatos. Al más puro estilo priísta.
Penitencia: De sus 194 candidatos a diputados electos por “dedazo”, sólo 31 ganaron su distrito. Qué flojera.
Dossier Índigo
El Universal

Penitencia: Es el ángel caído de 2009. El índice de fuego con que apuntó a todos se volvió en su contra. Y su evangelio de “No pactamos con el narcotráfico” terminó consumiéndose en la hoguera de las inconfesables confesiones de algunos de sus impuestos candidatos.
Lujuria: Los gobernadores priístas no escatimaron los recursos de sus tesorerías para impulsar a sus candidatos a gobernador, alcaldes y diputados. Desde Nuevo León hasta Veracruz, pasando por Oaxaca y Puebla, Coahuila o Tamaulipas, la opulencia de sus campañas los hizo más poderosos. De 65 curules pasaron a 184. Desafiantes.
Penitencia: La testosterona política que producen victorias tan contundentes inflan los egos de los gladiadores y de pronto se sienten todos presidenciables. Habrá más demonios en la pelea y cada uno trae su trinche.
Gula: De la mano de Marianita, la cocinerita, Chucho Ortega y el PRD se quisieron merendar al Peje. Y sin traspasar su delantal del PRD, el tabasqueño se mudó a la cocina del PT. Y sazonó muy bien su receta ganadora de “Juanito”.
Penitencia: La mezcla de guisos y de sabores obligará al PRD a tomar una purga.
Envidia: Enrique Peña Nieto lo tiene todo. Es el “Golden Boy” de la política. Joven y guapo. Las televisoras lo adoran y La Gaviota también. ¿Alguien puede pedir más? Pues sí. Y en la elección 2009 se adueñó de los corredores Azul y Amarillo, bastiones tradicionales del PAN y del PRD.
Penitencia: La envidia que despierta entre sus rivales priístas rumbo al 2012 lo hará el blanco de intrigas y complots para ponerlo fuera de la carrera presidencial. Buscarán repetirle el infierno con el que descalificaron a su presidenciable antecesor.
Ira: La irresponsable muerte de 48 menores en el incendio de la guardería de Hermosillo desató la indignación en Sonora. Pero la aparición de los nombres de funcionarios y familiares de Eduardo Bours convirtió esa indignación en una ira que aún hoy no se contiene.
Penitencia: A pesar de su buena imagen que le daba la confianza de que el candidato priísta sería su sucesor, el gobernador vio cómo en unos días esa ira popular cobró su factura en las urnas. El PAN se fue al cielo y hará de Sonora su paraíso.
Avaricia: Está a disposición del mejor postor. En 2000 vistió de azul y en el 2009 de rojo. El Niño Verde sabe vender bien sus colores a cambio de esa sobrevivencia que le garantizan la pantalla y las aventuras de sus candidatos en las revistas del corazón.
Penitencia: Aunque crea que tiene facturado su partido hasta la eternidad, ya tiene vendida su alma al diablo. Se puso al servicio de unos cuantos y será útil mientras les sirva.
Pereza: Bajo el pretexto de acortar tiempos y garantizar candidatos triunfadores, el PAN abandonó las internas y convirtió el “dedazo” en su instrumento de selección de candidatos. Al más puro estilo priísta.
Penitencia: De sus 194 candidatos a diputados electos por “dedazo”, sólo 31 ganaron su distrito. Qué flojera.
Mi lucha
Germán Dehesa
dehesagerman@gmail.com
Gaceta del Ángel
Reforma
Si Adolfo Hitler hubiera tenido, como yo tengo, una tía Lucha; les puedo asegurar que su torpón y rijoso ensayo titulado "Mi Lucha" le hubiera quedado mucho más benévolo y con menos broncas con el mundo. Esto, sin lugar a dudas, lo puedo yo asegurar, porque yo sí tengo a mi tía Lucha y ella le ha dado a mi vida varios de sus colores más gratos y suaves. Ella es mi Lucha y está por cumplir 90 años y esto me tiene entusiasmado y estupefacto. En mi familia no se estila llegar a tan avanzadas edades. Dice Octavio Paz: soy hombre y duro poco. Si el poeta hubiera conocido a mi familia, tendría que haber añadido: hay algunos que duran poquísimo. Entre nosotros rebasar la barrera de los sesenta años se considera ya una hazaña olímpica y para los que llegan a los setenta hemos construido ya un pequeño Olimpo en el Parque Hundido que queda tan cerca de Gayosso. Creo que con esto te vas dando cuenta, lectora lector querido, de la magnitud del logro de mi tiyita que llega a los noventa como llegaban a puerto los grandes galeones con todas sus banderas desplegadas.
Si la vejez diera la sabiduría, no habría tanto viejo baboso. Esto lo digo porque en México tenemos una estima excesiva por el hecho mismo de durar. Bien mirado, durar puede ser un mérito menor particularmente encomiable en las bicicletas, las engrapadoras y los autotransportes. Entre los humanos puede ser (y casi siempre es) una variante maligna de la peste bubónica. Del mismo modo que una vejez iluminada y serena se comienza a edificar desde los años de juventud; los hay también que ya en los años mozos se están preparando para ser una plaga insoportable en la vejez. Son esos viejitos que nos dicen como si nos estuvieran revelando un sellado secreto, nos dicen que son viejitos y que por eso ya no sirven para nada. Esto es totalmente falso. Son seres que no han servido para nada desde la lactancia y que lo único que han logrado es perfeccionar su inutilidad hasta llegar a ser esos bultos que en todos lados estorban. O sea que hay de viejos a viejos. Los hay que son una alegría para su comunidad y una fuente de sabiduría y de sagacidad para todos los que con ellos tropiezan en la vida; pero los hay también que son tontos, incultos, intrigantes, quejumbrosos y dueños de una salud envidiable. Estos ancianos sólo merecen el vituperio y el apedreamiento masivo (como están muy bien organizados para sus iniquidades, ya para estos momentos están organizando la defensa y no me sorprendería que un batallón de ellos avanzara sobre mi casa) porque, no es por malmodearlos, pero le pesan al mundo, a su país y a su familia y toda su defensa la basan en el sólo hecho de su vejez.
El tema que he apuntado daría para muchas reflexiones más, pero hoy no es el caso ni el momento de demorarse en todas estas teorizaciones. El asunto es más simple: mi tía Lucha ha llegado a los 90 años y nadie dirá que no es una anciana, pero es una anciana de las del primer tipo: culta, útil, sonriente, excelente lectora y poseedora del don del consejo. Todo esto lo estoy diciendo con total conocimiento de causa. La vida, la caprichosa vida, hizo que durante varios periodos de ésta, mi tía Lucha relevara a mi madre y ejerciese sobre mí sus dones de mando. Fue una buena madre: justa, divertida cuando había que serlo y fuerte y adusta cuando su hijo transitorio se quería poner flamenco. Hoy ya todos los sobrevivientes estamos en las llanuras de la vejez. Mi tía Lucha, mi Lucha, ahí sigue mirándonos. Yo que fui su hijo fugaz hoy la abrazo, la beso y la felicito por haber logrado tales perfecciones en su humanidad. Es una gran mujer. HOY TOCA.
¿QUÉ TAL DURMIÓ? MDLXXXIX (1589)
En México ¿todo ha de ser, como en el sórdido caso de las guarderías, negocio chueco?.
Cualquier correspondencia con esta columna celebratoria y luchona, favor de dirigirla a dehesagerman@gmail.com (D.R.)
dehesagerman@gmail.com
Gaceta del Ángel
Reforma

Si la vejez diera la sabiduría, no habría tanto viejo baboso. Esto lo digo porque en México tenemos una estima excesiva por el hecho mismo de durar. Bien mirado, durar puede ser un mérito menor particularmente encomiable en las bicicletas, las engrapadoras y los autotransportes. Entre los humanos puede ser (y casi siempre es) una variante maligna de la peste bubónica. Del mismo modo que una vejez iluminada y serena se comienza a edificar desde los años de juventud; los hay también que ya en los años mozos se están preparando para ser una plaga insoportable en la vejez. Son esos viejitos que nos dicen como si nos estuvieran revelando un sellado secreto, nos dicen que son viejitos y que por eso ya no sirven para nada. Esto es totalmente falso. Son seres que no han servido para nada desde la lactancia y que lo único que han logrado es perfeccionar su inutilidad hasta llegar a ser esos bultos que en todos lados estorban. O sea que hay de viejos a viejos. Los hay que son una alegría para su comunidad y una fuente de sabiduría y de sagacidad para todos los que con ellos tropiezan en la vida; pero los hay también que son tontos, incultos, intrigantes, quejumbrosos y dueños de una salud envidiable. Estos ancianos sólo merecen el vituperio y el apedreamiento masivo (como están muy bien organizados para sus iniquidades, ya para estos momentos están organizando la defensa y no me sorprendería que un batallón de ellos avanzara sobre mi casa) porque, no es por malmodearlos, pero le pesan al mundo, a su país y a su familia y toda su defensa la basan en el sólo hecho de su vejez.
El tema que he apuntado daría para muchas reflexiones más, pero hoy no es el caso ni el momento de demorarse en todas estas teorizaciones. El asunto es más simple: mi tía Lucha ha llegado a los 90 años y nadie dirá que no es una anciana, pero es una anciana de las del primer tipo: culta, útil, sonriente, excelente lectora y poseedora del don del consejo. Todo esto lo estoy diciendo con total conocimiento de causa. La vida, la caprichosa vida, hizo que durante varios periodos de ésta, mi tía Lucha relevara a mi madre y ejerciese sobre mí sus dones de mando. Fue una buena madre: justa, divertida cuando había que serlo y fuerte y adusta cuando su hijo transitorio se quería poner flamenco. Hoy ya todos los sobrevivientes estamos en las llanuras de la vejez. Mi tía Lucha, mi Lucha, ahí sigue mirándonos. Yo que fui su hijo fugaz hoy la abrazo, la beso y la felicito por haber logrado tales perfecciones en su humanidad. Es una gran mujer. HOY TOCA.
¿QUÉ TAL DURMIÓ? MDLXXXIX (1589)
En México ¿todo ha de ser, como en el sórdido caso de las guarderías, negocio chueco?.
Cualquier correspondencia con esta columna celebratoria y luchona, favor de dirigirla a dehesagerman@gmail.com (D.R.)
Voto por voto
José Antonio Crespo
Horizonte político
Excélsior
El candidato panista para gobernador de San Luis Potosí, Alejandro Zapata Perogordo, al enfrentar un resultado desfavorable y poco claro, solicitó un recuento total, un “voto por voto, casilla por casilla”, pretensión legítima y natural, pero que su partido condenó en 2006 como inadecuada. Dijo el PAN que era un ejercicio reiterativo y que se ponía en duda la buena fe o la habilidad de los funcionarios de casilla. Pero esos funcionarios, como cualquiera, pueden equivocarse sin mostrar mala fe, como lo reflejaban las dos millones y medio de inconsistencias aritméticas que registró el PREP en aquel año (diez veces más que la distancia con que oficialmente ganó Felipe Calderón). Que no se hayan abierto los paquetes no era un problema de la ley, según argumentó el PAN en aquel entonces, sino de falta de voluntad, pues según el Tribunal Electoral el IFE debió recontar 64 % de los paquetes electorales, pero sólo lo hizo en 2.5 %. Al PAN le están recetando ahora una sopa de su propio chocolate en San Luis Potosí, pues el Instituto Electoral estatal le negó el elemental derecho de transparencia y certeza.
El problema de los “empates técnicos”, que cada vez se presentan con más frecuencia, no ha quedado del todo saldado en nuestra legislación. Es cierto que se agregaron a la nueva legislación electoral algunas disposiciones para favorecer el recuento, lo que llevó el miércoles pasado a un amplio recuento en varios consejos distritales. Las nuevas disposiciones son:
A) Que si la diferencia de votos emitidos por el candidato puntero respecto de su más cercano seguidor es menor de 1%, se estipula un recuento total en el distrito respectivo. Eso ayuda a dar certeza a la elección de diputados de mayoría relativa, si bien podrían darse casos en los que la distancia entre los punteros sea mayor de 1% y, sin embargo, las inconsistencias superen esa brecha, en cuyo caso, de no abrirse suficientes paquetes, se caería también en una situación de opacidad e incertidumbre. Pero esta fórmula sirve de poca cosa en una elección presidencial, pues el ganador en ella se define por la mayoría del voto directo en todo el país y no por el número de distritos de mayoría ganados por cada candidato (esa fórmula conlleva varias ventajas, mas no es la vigente en México). Si a nivel nacional el ganador lo hace con una ventaja menor de 1% (como ocurrió en 2006), no sirve de mucho que se abran los paquetes en unos cuantos distritos. Algo que los legisladores debieran actualizar antes de 2012, si no queremos caer de nuevo en una elección impugnada, opaca e incierta.
B) Se abrirán también aquellos paquetes cuya acta registre que el número de votos nulos supera la distancia entre el primero y segundo lugar. Esta disposición viene de que, también en 2006, el número de votos nulos cuadriplicó la distancia en votos con que oficialmente ganó Felipe Calderón. La pertinente duda era que, si un buen número de esos votos sí marcaban una clara preferencia, como se vio en muchos de los revisados por el Tribunal, quizá podría modificarse el resultado final. Se trató de resolver ese punto con la nueva disposición que ha obligado a recontar los votos en muchos distritos. Sin embargo, esa causal de recuento tampoco resuelve el problema, ni siquiera en lo que toca a las elecciones de diputados, pues se reproduce la inconsistencia de nuestra legislación electoral entre la fórmula para dar el triunfo en una circunscripción y las condiciones para transparentarla plenamente. Supongamos que la distancia entre punteros en un distrito sea de 1.5%, y el número de votos nulos en casillas no recontadas (por no cumplir los requisitos de ley en su casilla) sumase 2% (algo no descabellado), no se tendría tampoco certeza del resultado final en esa demarcación.
El caso es que en muchos distritos en las zonas más anulistas se tuvo que hacer el recuento de numerosas casillas, pues al elevarse el número de votos nulos por haber elegido muchos ciudadanos esa opción de protesta, varios paquetes cayeron en dicha situación. Evidentemente, el legislador no tenía en cuenta que habría un movimiento de inconformidad hacia el sistema de partidos, anulando el voto. Pero eso sucede justamente porque, entre otras cosas, no existe en México un recuadro en la boleta para ese propósito (el voto en blanco) con algún efecto punitivo a los partidos, como sí sucede en varios países democráticos, incluso latinoamericanos. De existir dicha opción, esos votos de protesta se contabilizarían de manera diferenciada respecto de los votos anulados por error y no se caería tan frecuentemente en el supuesto de la actual ley para abrir un paquete electoral. Es justo una de las demandas del movimiento anulista, que permitiría al ciudadano “multar” a los partidos cuando ninguno le satisfaga (lo que generaría incentivos a partidos y legisladores para un mejor desempeño político). Sin embargo, había una mejor forma de protestar que anulando el voto, y era sufragar por algún candidato registrado (real o ficticio), pues ello no se confunde con los anulados por error. El voto por candidato no registrado, a diferencia del nulo, no es tomado en cuenta para la apertura de los paquetes electorales. Pero no hubo tiempo ni recursos para instruir a los anulistas potenciales de cómo protestar de esa manera (algo que sí hizo, por ejemplo, el Dr. Simi, hace tres años, y por eso ahora los votos por candidato no registrado se redujeron a la mitad). El grupo Voto Independiente, de Elisa de Anda, solicitó al IFE informar a la ciudadanía sobre todas las opciones contempladas por la ley (incluido el sufragio por candidato no registrado), para que el elector tuviera todos los elementos antes de decidir su voto. Algo que, evidentemente, el IFE no hizo, pues en este asunto “tomó partido por los partidos”, descalificó al voto de protesta y desinformó a la ciudadanía al respecto. Y es que los jefes del IFE son los partidos, no la ciudadanía.
El sufragio por candidato no registrado, a diferencia del nulo, no es tomado en cuenta para la apertura de los paquetes electorales.
Horizonte político
Excélsior

El problema de los “empates técnicos”, que cada vez se presentan con más frecuencia, no ha quedado del todo saldado en nuestra legislación. Es cierto que se agregaron a la nueva legislación electoral algunas disposiciones para favorecer el recuento, lo que llevó el miércoles pasado a un amplio recuento en varios consejos distritales. Las nuevas disposiciones son:
A) Que si la diferencia de votos emitidos por el candidato puntero respecto de su más cercano seguidor es menor de 1%, se estipula un recuento total en el distrito respectivo. Eso ayuda a dar certeza a la elección de diputados de mayoría relativa, si bien podrían darse casos en los que la distancia entre los punteros sea mayor de 1% y, sin embargo, las inconsistencias superen esa brecha, en cuyo caso, de no abrirse suficientes paquetes, se caería también en una situación de opacidad e incertidumbre. Pero esta fórmula sirve de poca cosa en una elección presidencial, pues el ganador en ella se define por la mayoría del voto directo en todo el país y no por el número de distritos de mayoría ganados por cada candidato (esa fórmula conlleva varias ventajas, mas no es la vigente en México). Si a nivel nacional el ganador lo hace con una ventaja menor de 1% (como ocurrió en 2006), no sirve de mucho que se abran los paquetes en unos cuantos distritos. Algo que los legisladores debieran actualizar antes de 2012, si no queremos caer de nuevo en una elección impugnada, opaca e incierta.
B) Se abrirán también aquellos paquetes cuya acta registre que el número de votos nulos supera la distancia entre el primero y segundo lugar. Esta disposición viene de que, también en 2006, el número de votos nulos cuadriplicó la distancia en votos con que oficialmente ganó Felipe Calderón. La pertinente duda era que, si un buen número de esos votos sí marcaban una clara preferencia, como se vio en muchos de los revisados por el Tribunal, quizá podría modificarse el resultado final. Se trató de resolver ese punto con la nueva disposición que ha obligado a recontar los votos en muchos distritos. Sin embargo, esa causal de recuento tampoco resuelve el problema, ni siquiera en lo que toca a las elecciones de diputados, pues se reproduce la inconsistencia de nuestra legislación electoral entre la fórmula para dar el triunfo en una circunscripción y las condiciones para transparentarla plenamente. Supongamos que la distancia entre punteros en un distrito sea de 1.5%, y el número de votos nulos en casillas no recontadas (por no cumplir los requisitos de ley en su casilla) sumase 2% (algo no descabellado), no se tendría tampoco certeza del resultado final en esa demarcación.
El caso es que en muchos distritos en las zonas más anulistas se tuvo que hacer el recuento de numerosas casillas, pues al elevarse el número de votos nulos por haber elegido muchos ciudadanos esa opción de protesta, varios paquetes cayeron en dicha situación. Evidentemente, el legislador no tenía en cuenta que habría un movimiento de inconformidad hacia el sistema de partidos, anulando el voto. Pero eso sucede justamente porque, entre otras cosas, no existe en México un recuadro en la boleta para ese propósito (el voto en blanco) con algún efecto punitivo a los partidos, como sí sucede en varios países democráticos, incluso latinoamericanos. De existir dicha opción, esos votos de protesta se contabilizarían de manera diferenciada respecto de los votos anulados por error y no se caería tan frecuentemente en el supuesto de la actual ley para abrir un paquete electoral. Es justo una de las demandas del movimiento anulista, que permitiría al ciudadano “multar” a los partidos cuando ninguno le satisfaga (lo que generaría incentivos a partidos y legisladores para un mejor desempeño político). Sin embargo, había una mejor forma de protestar que anulando el voto, y era sufragar por algún candidato registrado (real o ficticio), pues ello no se confunde con los anulados por error. El voto por candidato no registrado, a diferencia del nulo, no es tomado en cuenta para la apertura de los paquetes electorales. Pero no hubo tiempo ni recursos para instruir a los anulistas potenciales de cómo protestar de esa manera (algo que sí hizo, por ejemplo, el Dr. Simi, hace tres años, y por eso ahora los votos por candidato no registrado se redujeron a la mitad). El grupo Voto Independiente, de Elisa de Anda, solicitó al IFE informar a la ciudadanía sobre todas las opciones contempladas por la ley (incluido el sufragio por candidato no registrado), para que el elector tuviera todos los elementos antes de decidir su voto. Algo que, evidentemente, el IFE no hizo, pues en este asunto “tomó partido por los partidos”, descalificó al voto de protesta y desinformó a la ciudadanía al respecto. Y es que los jefes del IFE son los partidos, no la ciudadanía.
El sufragio por candidato no registrado, a diferencia del nulo, no es tomado en cuenta para la apertura de los paquetes electorales.
La “parcialidad” de la OEA: efecto colateral de la crisis hondureña
Fran Ruiz
fran@cronica.com.mx
La aldea global
La Crónica de Hoy
Ha tenido que ocurrir un golpe de Estado en Honduras para que salgan a la luz denuncias sobre la presunta parcialidad de la Organización de Estados Americanos (OEA) y muy concretamente sobre el comportamiento de su secretario general, José Miguel Insulza. El político chileno se muestra, en opinión de muchos, demasiado cercano estos días a Hugo Chávez y sus aliados, probablemente para asegurarse desde ya el apoyo de Venezuela y todos sus países satélites a su reelección en 2010 y continuar al frente del organismo panamericano hasta 2015.
Antes que nada, es justo reconocer que la OEA reaccionó y actuó ante la crisis hondureña correctamente, siguiendo el manual de castigo que se debe imponer a un país ante un golpe de Estado, que no es otro que la expulsión de la casa común interamericana. (En el lenguaje diplomático más que la dureza del vocablo “expulsión” se usa el más suave de “suspensión”, pero el efecto viene a ser el mismo: el Estado hondureño queda fuera, como también lo está Cuba desde hace décadas).
Más que el fondo, que, insisto, es el que debe ser —la OEA ordenando al gobierno golpista que devuelva el poder a Manuel Zelaya, el presidente elegido legítimamente por los hondureños—, lo que ha sorprendido a muchos ha sido las formas, esa foto permanente de Insulza, acompañando al presidente depuesto y sus aliados chavistas en un peregrinaje por varias naciones en la búsqueda de apoyos para regresar a su país y retomar el poder que perdió hace casi dos semanas.
Tampoco habría nada que objetar a dicha foto sino fuera por otra foto, ésta, por el contrario, inexistente. Se trata de la que al alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, le habría gustado tomarse con Insulza en la cama donde permaneció seis días en huelga de hambre.
Ledezma ha tenido que recurrir a este toque de atención extremo para ver sí así reaccionaba la OEA ante el “golpe” asestado por el chavismo a su persona. Como el candidato chavista no pudo ganar las elecciones de noviembre pasado al líder opositor, el gobernante venezolano se sacó de la manga una nueva ley que consiste en crear un gobierno paralelo capitalino con el único fin de arrebatarle todo el poder al alcalde.
Ante la indefensión de la oposición venezolana por la deriva autoritaria de Chávez y la inutilidad de acudir a unos tribunales en Venezuela, dado que el Poder Judicial se vendió hace mucho tiempo al régimen chavista, el alcalde intentó denunciar su caso a la OEA. Fue en vano, Insulza no atendió sus reclamos y mucho menos se dignó a visitarlo.
Al parecer, para Insulza los votantes del alcalde de Caracas no valen nada y los del presidente de Honduras valen mucho. Quizá, insisto, porque los que deciden quién será el nuevo secretario general de la OEA son los presidentes, por eso más vale no enemistarse con Zelaya y mucho menos con Chávez.
Al pobre de Ledezma no le quedó otro remedio que ponerse en huelga de hambre en plena crisis hondureña, a ver si así la OEA se fijaba en él, pero el organismo no lo hizo hasta que aumentaron las críticas sobre la presunta parcialidad de Insulza y su doble rasero para atender las diferentes crisis regionales.
Ahora parece que sí, que Insulza se va a interesar por el caso Ledezma y, con un poco de suerte, por el hostigamiento y persecución del chavismo a los alcaldes y gobernadores opositores, así como a la prensa independiente.
Es legítimo y entendible el deseo de Insulza de mantenerse al frente de la OEA otros cinco años más, pero no debe hacerlo a costa de poner en peligro uno de sus pilares básicos, que es el apoyo sin matices a la democracia, no sólo para restituir al presidente de Honduras, sino también para que el alcalde de Caracas o cualquier cargo electo del continente, por muy pequeño que sea, no se sienta acosado por un Estado.
Por último, ojalá mostrara Insulza tanto entusiasmo en defender el derecho de los cubanos a la democracia, o al menos denunciar con firmeza el encarcelamiento de disidentes, como lo está poniendo en su deseo de congraciarse con el régimen castrista al abrirle la puerta al reingreso de Cuba en la OEA.
fran@cronica.com.mx
La aldea global
La Crónica de Hoy

Antes que nada, es justo reconocer que la OEA reaccionó y actuó ante la crisis hondureña correctamente, siguiendo el manual de castigo que se debe imponer a un país ante un golpe de Estado, que no es otro que la expulsión de la casa común interamericana. (En el lenguaje diplomático más que la dureza del vocablo “expulsión” se usa el más suave de “suspensión”, pero el efecto viene a ser el mismo: el Estado hondureño queda fuera, como también lo está Cuba desde hace décadas).
Más que el fondo, que, insisto, es el que debe ser —la OEA ordenando al gobierno golpista que devuelva el poder a Manuel Zelaya, el presidente elegido legítimamente por los hondureños—, lo que ha sorprendido a muchos ha sido las formas, esa foto permanente de Insulza, acompañando al presidente depuesto y sus aliados chavistas en un peregrinaje por varias naciones en la búsqueda de apoyos para regresar a su país y retomar el poder que perdió hace casi dos semanas.
Tampoco habría nada que objetar a dicha foto sino fuera por otra foto, ésta, por el contrario, inexistente. Se trata de la que al alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, le habría gustado tomarse con Insulza en la cama donde permaneció seis días en huelga de hambre.
Ledezma ha tenido que recurrir a este toque de atención extremo para ver sí así reaccionaba la OEA ante el “golpe” asestado por el chavismo a su persona. Como el candidato chavista no pudo ganar las elecciones de noviembre pasado al líder opositor, el gobernante venezolano se sacó de la manga una nueva ley que consiste en crear un gobierno paralelo capitalino con el único fin de arrebatarle todo el poder al alcalde.
Ante la indefensión de la oposición venezolana por la deriva autoritaria de Chávez y la inutilidad de acudir a unos tribunales en Venezuela, dado que el Poder Judicial se vendió hace mucho tiempo al régimen chavista, el alcalde intentó denunciar su caso a la OEA. Fue en vano, Insulza no atendió sus reclamos y mucho menos se dignó a visitarlo.
Al parecer, para Insulza los votantes del alcalde de Caracas no valen nada y los del presidente de Honduras valen mucho. Quizá, insisto, porque los que deciden quién será el nuevo secretario general de la OEA son los presidentes, por eso más vale no enemistarse con Zelaya y mucho menos con Chávez.
Al pobre de Ledezma no le quedó otro remedio que ponerse en huelga de hambre en plena crisis hondureña, a ver si así la OEA se fijaba en él, pero el organismo no lo hizo hasta que aumentaron las críticas sobre la presunta parcialidad de Insulza y su doble rasero para atender las diferentes crisis regionales.
Ahora parece que sí, que Insulza se va a interesar por el caso Ledezma y, con un poco de suerte, por el hostigamiento y persecución del chavismo a los alcaldes y gobernadores opositores, así como a la prensa independiente.
Es legítimo y entendible el deseo de Insulza de mantenerse al frente de la OEA otros cinco años más, pero no debe hacerlo a costa de poner en peligro uno de sus pilares básicos, que es el apoyo sin matices a la democracia, no sólo para restituir al presidente de Honduras, sino también para que el alcalde de Caracas o cualquier cargo electo del continente, por muy pequeño que sea, no se sienta acosado por un Estado.
Por último, ojalá mostrara Insulza tanto entusiasmo en defender el derecho de los cubanos a la democracia, o al menos denunciar con firmeza el encarcelamiento de disidentes, como lo está poniendo en su deseo de congraciarse con el régimen castrista al abrirle la puerta al reingreso de Cuba en la OEA.
Los perdedores
Héctor Aguilar Camín
acamin@milenio.com
Día con día
Milenio
Sugerentes y melancólicos los números de Ciro Gómez Leyva hace dos días sobre las pérdidas de López Obrador, espejo de las pérdidas de la izquierda. Añade Joaquín López-Dóriga: hace un año peleaba por la Presidencia, hoy pelea por Iztapalapa.
Los números son altos, pero la pérdida cualitativa es quizá mayor, porque la herencia de la elección es una división agravada, que terminará drenando del PRD a los partidarios de López Obrador.
La sangría no será suficiente para engrandecer a los nuevos partidos del presidente legítimo, pero sí para empequeñecer otro poco al PRD y pulverizar a la izquierda, regresando sus partidos a la condición testimonial que habían dejado atrás. Pelearán en la franja de los partidos chicos, serán quizá los partidos mayores de los partidos chicos, pero no partidos capaces de competir por el poder nacional.
El pleito es tripartito, no incluye sólo a López Obrador y a la dirigencia nacional perredista, sino también al jefe de Gobierno de la ciudad, Marcelo Ebrard, que está entre dos aguas tratando de construir su propio carril para nadar hacia la contienda presidencial del 2012.
La posición de Ebrard es buena en los medios, pero no es buena en su partido ni en el reparto de clientelas de la ciudad que gobierna. Necesita ganar control sobre el PRD, donde tiene una posibilidad de ser candidato, y deslindarse del lópezobradorismo, donde no tiene ninguna. Jeroglífico de no fácil traducción. Un forcejo más dentro de la izquierda, quizá una división más, quizá el principio de una alianza por fuera del lópezobradorismo que restituya al PRD algo de lo que ha perdido.
En el flanco de los otros grandes perdedores de la contienda, luego de la oportuna y sensata renuncia del presidente del PAN, no aparece la oportuna y sensata autocrítica sino la orden de abordaje sobre el barco maltrecho.
Las palabras vindicativas del ex presidente Fox luego de la elección (“Fox no es Calderón”) y el activismo del anterior dirigente del partido Manuel Espino, anuncian una batalla campal por la organización, que muchos quieren arrebatar a los calderonistas.
Los panistas han dado muestras suficientes de su falta de disciplina como partido en el gobierno. Han dado muestra también, señaladamente en San Luis Potosí, de la increíble virulencia pública que pueden alcanzar sus pleitos internos. El candidato perdedor del PAN a la gubernatura de San Luis Potosí prometió en público encarcelar al gobernador en funciones de su mismo partido, y alcanzó a motejar a la hermana de éste último con palabras que no se antoja repetir.
El PAN podría estarse encaminando a un pleito interno que recuerde los del PRD.
La derrota es huérfana, dicen. En este caso, también es peleonera.
acamin@milenio.com
Día con día
Milenio

Los números son altos, pero la pérdida cualitativa es quizá mayor, porque la herencia de la elección es una división agravada, que terminará drenando del PRD a los partidarios de López Obrador.
La sangría no será suficiente para engrandecer a los nuevos partidos del presidente legítimo, pero sí para empequeñecer otro poco al PRD y pulverizar a la izquierda, regresando sus partidos a la condición testimonial que habían dejado atrás. Pelearán en la franja de los partidos chicos, serán quizá los partidos mayores de los partidos chicos, pero no partidos capaces de competir por el poder nacional.
El pleito es tripartito, no incluye sólo a López Obrador y a la dirigencia nacional perredista, sino también al jefe de Gobierno de la ciudad, Marcelo Ebrard, que está entre dos aguas tratando de construir su propio carril para nadar hacia la contienda presidencial del 2012.
La posición de Ebrard es buena en los medios, pero no es buena en su partido ni en el reparto de clientelas de la ciudad que gobierna. Necesita ganar control sobre el PRD, donde tiene una posibilidad de ser candidato, y deslindarse del lópezobradorismo, donde no tiene ninguna. Jeroglífico de no fácil traducción. Un forcejo más dentro de la izquierda, quizá una división más, quizá el principio de una alianza por fuera del lópezobradorismo que restituya al PRD algo de lo que ha perdido.
En el flanco de los otros grandes perdedores de la contienda, luego de la oportuna y sensata renuncia del presidente del PAN, no aparece la oportuna y sensata autocrítica sino la orden de abordaje sobre el barco maltrecho.
Las palabras vindicativas del ex presidente Fox luego de la elección (“Fox no es Calderón”) y el activismo del anterior dirigente del partido Manuel Espino, anuncian una batalla campal por la organización, que muchos quieren arrebatar a los calderonistas.
Los panistas han dado muestras suficientes de su falta de disciplina como partido en el gobierno. Han dado muestra también, señaladamente en San Luis Potosí, de la increíble virulencia pública que pueden alcanzar sus pleitos internos. El candidato perdedor del PAN a la gubernatura de San Luis Potosí prometió en público encarcelar al gobernador en funciones de su mismo partido, y alcanzó a motejar a la hermana de éste último con palabras que no se antoja repetir.
El PAN podría estarse encaminando a un pleito interno que recuerde los del PRD.
La derrota es huérfana, dicen. En este caso, también es peleonera.
La arrogancia
Javier Solorzano
Vitral
El Universal
Si alguien perdió el domingo fue el Presidente. Las elecciones confirmaron a Germán Martínez, al PAN y al PRD el sentir de mucha gente que paradójicamente se fue a refugiar al PRI, que sigue siendo el mismo. Pero si a alguien le mandaron un claro mensaje fue a Calderón. No basta con ofrecer —con la nueva e inevitable escenografía política— diálogo y entendimiento. Mientras el Presidente no tome decisiones profundas, el mensaje seguirá sin entenderse con el enorme riesgo de que la Presidencia termine aislada. Suponemos que ya cayeron en la cuenta de que no son suficientes los aceptables niveles de popularidad. Una lectura detallada de las encuestas deja claro que no es lo mismo la popularidad presidencial que el juicio sobre el desempeño del Presidente.
A los blanquiazules parece que les viene mejor ser oposición que ser gobierno. Los panistas en el poder se han vuelto arrogantes, soberbios. Han decidido que todo aquel que ejerce la crítica no merece su atención. Más que impulsar la apertura se han aislado y sólo escuchan a aquellos que les hablan al oído. Se les ha olvidado el valor de opiniones nuevas que si bien pueden causarles disgustos también les sirve como referente para darse cuenta en dónde están parados.
Han terminado por enojarse con los que no piensan como ellos llegando a la intolerancia que tanto criticaron en otras épocas. Están a nada de caer en el “ni los veo ni los oigo”. Se han ido llenando de intereses, lo que ha derivado en que todo lo que se toque les afecta directa o indirectamente. Cuando era dirigente nacional del PAN, nos dijo en una entrevista que quería ganar el poder sin perder el partido; hoy todo parece indicar que van en vuelo directo a perder el partido y la Presidencia.
Al Presidente no le queda de otra que dar un golpe de timón. Lo tiene que hacer para que la sociedad se dé cuenta de que ha recibido el mensaje y para que las cosas cambien. Requiere de un equipo consistente porque los problemas económicos van a cobrar la factura y el PRI le va a marcar el paso. Lo contrario podría llevar a que el Congreso termine gobernando por encima del Presidente.
Fueron varias las ocasiones en que se pidió a Martínez y a Los Pinos, desde donde salía la estrategia, que cambiaran el rumbo. No hicieron caso. Ni Calderón ni Martínez escucharon a los propios panistas y ahora están en la debacle. Si el Presidente no hace caso al mensaje, el aislamiento, la intolerancia y la ausencia de autocrítica lo llevarán en vuelo directo a la pérdida no sólo del partido sino también de la Presidencia; en suma, lo temores de Calderón van en camino de cumplirse.
¡OUUUCHHH! Cuando aparecieron evidencias de la derrota panista, muchos y muchas en el IFE pusieron cara de alegría. Diez minutos después les cambió la cara cuando se dieron cuenta de quién había ganado.
Vitral
El Universal

A los blanquiazules parece que les viene mejor ser oposición que ser gobierno. Los panistas en el poder se han vuelto arrogantes, soberbios. Han decidido que todo aquel que ejerce la crítica no merece su atención. Más que impulsar la apertura se han aislado y sólo escuchan a aquellos que les hablan al oído. Se les ha olvidado el valor de opiniones nuevas que si bien pueden causarles disgustos también les sirve como referente para darse cuenta en dónde están parados.
Han terminado por enojarse con los que no piensan como ellos llegando a la intolerancia que tanto criticaron en otras épocas. Están a nada de caer en el “ni los veo ni los oigo”. Se han ido llenando de intereses, lo que ha derivado en que todo lo que se toque les afecta directa o indirectamente. Cuando era dirigente nacional del PAN, nos dijo en una entrevista que quería ganar el poder sin perder el partido; hoy todo parece indicar que van en vuelo directo a perder el partido y la Presidencia.
Al Presidente no le queda de otra que dar un golpe de timón. Lo tiene que hacer para que la sociedad se dé cuenta de que ha recibido el mensaje y para que las cosas cambien. Requiere de un equipo consistente porque los problemas económicos van a cobrar la factura y el PRI le va a marcar el paso. Lo contrario podría llevar a que el Congreso termine gobernando por encima del Presidente.
Fueron varias las ocasiones en que se pidió a Martínez y a Los Pinos, desde donde salía la estrategia, que cambiaran el rumbo. No hicieron caso. Ni Calderón ni Martínez escucharon a los propios panistas y ahora están en la debacle. Si el Presidente no hace caso al mensaje, el aislamiento, la intolerancia y la ausencia de autocrítica lo llevarán en vuelo directo a la pérdida no sólo del partido sino también de la Presidencia; en suma, lo temores de Calderón van en camino de cumplirse.
¡OUUUCHHH! Cuando aparecieron evidencias de la derrota panista, muchos y muchas en el IFE pusieron cara de alegría. Diez minutos después les cambió la cara cuando se dieron cuenta de quién había ganado.
¡Fuera, Germán! ¡Fuera..!
Francisco Martín Moreno
fmartinmoreno@yahoo.com
Excélsior
¿Te percatas de que al sabotear el principal objetivo político de Calderón no sólo traicionabas al jefe de la nación, sino a la patria misma al hundir en el desamparo a millones de hogares en los que el hambre ha irrumpido violentamente por puertas y ventanas?
Felipe Calderón tuvo toda la razón en pedirle a Germán Martínez la renuncia como líder del PAN. ¡Qué estatutos ni qué autonomía ni qué respeto a la voluntad de los panistas!: ¡Fuera, Germán, fuera! Calderón lo nombró, ¿no..?, pues Calderón lo largó de acuerdo a la usanza del priismo más decantado de todos los tiempos. ¿Qué más daba ignorar el punto de vista de los militantes con tal de deshacerse del auténtico y único responsable de la tragedia electoral sufrida por ese instituto político en las elecciones pasadas del 5 de julio? Por supuesto que era justificado atropellar los estatutos tal como lo hiciera Calles cuando nombraba y destituía a los presidentes del PNR. No importa que la herencia callista haya entrado por la puerta grande del PAN si de lo que se trataba era de imponer la justicia y excluir del círculo íntimo de los privilegiados a quien no supo conducir al país por la vía de la evolución y el progreso tal como lo había prometido.
¡Fuera, Germán! ¡Fuera! Tú eres el único culpable de la catástrofe financiera que padece nuestro país. Tú y sólo tú debes responder por el desplome de más de 8% del PIB. Tú y nadie más que tú eres el responsable de la parálisis económica que nos acosa, debido, entre muchas otras razones, a que no ejecutaste las inversiones multibillonarias acordadas en infraestructura para tratar de paliar, de alguna manera, los efectos de otra terrible recesión que se avecinaba. Tú, Germán, eres el único culpable de que la construcción de carreteras, puentes, vías férreas, puertos y aeropuertos no se haya llevado a cabo y se lastimara gravemente la figura del Presidente del Empleo, quien, con crisis o sin ella, prometió crear millones de puestos de trabajo. ¿A quién si no a ti, Germán, se le puede acusar justificadamente de que en la actualidad existan dos millones y medio de mexicanos sin empleo? ¿Te percatas de que al sabotear el principal objetivo político de Calderón no sólo traicionabas al jefe de la nación, sino a la patria misma, al hundir en el desamparo a millones de hogares en los que el hambre ha irrumpido violentamente por puertas y ventanas.
Seamos honestos: deberías haberte responsabilizado de la patética ineficiencia de la mayoría de los secretarios de Estado… El gabinete no es sino un conjunto inacabado de funcionarios incapaces que ayudaron, en su debida proporción, al desastre desde que, por ejemplo, subejercieron el presupuesto que tenían asignado, entre otras torpezas.
Tu renuncia al PAN, o mejor dicho, tu despido, se debe también a que la aprehensión de los presidentes municipales de Michoacán se hizo con evidentes intenciones electoreras cuando escasamente faltaba un mes para los sufragios. La ciudadanía se dio cuenta de que se trataba de una maniobra política burda, vulgar y grosera porque los escandalosos arrestos se podrían haber ejecutado posteriormente sin tratar de lucrar políticamente con la causa de la seguridad pública. El electorado no compró la estrategia de utilizar a la fuerza pública para que te cubrieras el pecho con medallas que no te correspondían. He ahí otra explicación de tu estrepitosa caída. ¿Otro elemento más que no digirió la sociedad? Ahí te va: cuando propusiste a Calderón que se erigiera como el gran defensor de la salud del pueblo y lo presionaste para que tomara medidas apresuradas orientadas a erradicar la influenza, no sólo dañaste la economía del país, además de crear pánico en el orden nacional e internacional, sino que tampoco convenciste al electorado. En otros países simplemente se aislaron las células sociales infectadas y se dominó la epidemia… La salud de los mexicanos se podría haber defendido sin tanto alboroto ni tanto daño. Tus consejos pavimentaron el camino de acceso del PRI a Los Pinos. Tú eres el único responsable de que el PRI pueda regresar en 2012 a Los Pinos, en el entendido de que ya todos sabremos la fecha de ingreso de los priistas al gobierno federal pero tal vez tardemos otros 70 años en volverlos a echar a patadas. De modo que, si vuelven, tuya y sólo tuya será la culpa de esta nueva amenaza que se cierne sobre México.
Y ya que se trata de enrostrarte todas tus responsabilidades también debo decirte que si las reformas estructurales que demanda el país no se llevaron a cabo, lo anterior fue por tu propia incapacidad política ya que no supiste colocar a los interlocutores necesarios para negociar y cabildear en el Congreso de la Unión. México necesitaba como necesita una reforma petrolera, una tributaria, una laboral, una eléctrica, otra al IMSS que se encuentra quebrado, una del Estado y, sin embargo, ninguna de éstas se logró porque no supiste nombrar a los funcionarios adecuados para llevar a cabo las obras faraónicas de carácter legislativo que exigía la nación.
¡Qué bueno que ya te corrieron como empleada doméstica, Germán: ahora, ya sin ti, te lo aseguro, vendrán los buenos tiempos con los que siempre hemos soñado los mexicanos..! Tú eras el verdadero problema… Gracias, Calderón, mil gracias…
fmartinmoreno@yahoo.com
Excélsior
¿Te percatas de que al sabotear el principal objetivo político de Calderón no sólo traicionabas al jefe de la nación, sino a la patria misma al hundir en el desamparo a millones de hogares en los que el hambre ha irrumpido violentamente por puertas y ventanas?

¡Fuera, Germán! ¡Fuera! Tú eres el único culpable de la catástrofe financiera que padece nuestro país. Tú y sólo tú debes responder por el desplome de más de 8% del PIB. Tú y nadie más que tú eres el responsable de la parálisis económica que nos acosa, debido, entre muchas otras razones, a que no ejecutaste las inversiones multibillonarias acordadas en infraestructura para tratar de paliar, de alguna manera, los efectos de otra terrible recesión que se avecinaba. Tú, Germán, eres el único culpable de que la construcción de carreteras, puentes, vías férreas, puertos y aeropuertos no se haya llevado a cabo y se lastimara gravemente la figura del Presidente del Empleo, quien, con crisis o sin ella, prometió crear millones de puestos de trabajo. ¿A quién si no a ti, Germán, se le puede acusar justificadamente de que en la actualidad existan dos millones y medio de mexicanos sin empleo? ¿Te percatas de que al sabotear el principal objetivo político de Calderón no sólo traicionabas al jefe de la nación, sino a la patria misma, al hundir en el desamparo a millones de hogares en los que el hambre ha irrumpido violentamente por puertas y ventanas.
Seamos honestos: deberías haberte responsabilizado de la patética ineficiencia de la mayoría de los secretarios de Estado… El gabinete no es sino un conjunto inacabado de funcionarios incapaces que ayudaron, en su debida proporción, al desastre desde que, por ejemplo, subejercieron el presupuesto que tenían asignado, entre otras torpezas.
Tu renuncia al PAN, o mejor dicho, tu despido, se debe también a que la aprehensión de los presidentes municipales de Michoacán se hizo con evidentes intenciones electoreras cuando escasamente faltaba un mes para los sufragios. La ciudadanía se dio cuenta de que se trataba de una maniobra política burda, vulgar y grosera porque los escandalosos arrestos se podrían haber ejecutado posteriormente sin tratar de lucrar políticamente con la causa de la seguridad pública. El electorado no compró la estrategia de utilizar a la fuerza pública para que te cubrieras el pecho con medallas que no te correspondían. He ahí otra explicación de tu estrepitosa caída. ¿Otro elemento más que no digirió la sociedad? Ahí te va: cuando propusiste a Calderón que se erigiera como el gran defensor de la salud del pueblo y lo presionaste para que tomara medidas apresuradas orientadas a erradicar la influenza, no sólo dañaste la economía del país, además de crear pánico en el orden nacional e internacional, sino que tampoco convenciste al electorado. En otros países simplemente se aislaron las células sociales infectadas y se dominó la epidemia… La salud de los mexicanos se podría haber defendido sin tanto alboroto ni tanto daño. Tus consejos pavimentaron el camino de acceso del PRI a Los Pinos. Tú eres el único responsable de que el PRI pueda regresar en 2012 a Los Pinos, en el entendido de que ya todos sabremos la fecha de ingreso de los priistas al gobierno federal pero tal vez tardemos otros 70 años en volverlos a echar a patadas. De modo que, si vuelven, tuya y sólo tuya será la culpa de esta nueva amenaza que se cierne sobre México.
Y ya que se trata de enrostrarte todas tus responsabilidades también debo decirte que si las reformas estructurales que demanda el país no se llevaron a cabo, lo anterior fue por tu propia incapacidad política ya que no supiste colocar a los interlocutores necesarios para negociar y cabildear en el Congreso de la Unión. México necesitaba como necesita una reforma petrolera, una tributaria, una laboral, una eléctrica, otra al IMSS que se encuentra quebrado, una del Estado y, sin embargo, ninguna de éstas se logró porque no supiste nombrar a los funcionarios adecuados para llevar a cabo las obras faraónicas de carácter legislativo que exigía la nación.
¡Qué bueno que ya te corrieron como empleada doméstica, Germán: ahora, ya sin ti, te lo aseguro, vendrán los buenos tiempos con los que siempre hemos soñado los mexicanos..! Tú eras el verdadero problema… Gracias, Calderón, mil gracias…
Pena de muerte al Partido Verde
Miguel Ángel Granados Chapa
Plaza Pública
Reforma
Según el Programa de Resultados Electorales Preliminares -única cifra total disponible ahora- el Partido Verde Ecologista de México obtuvo 2.291,298 de votos, que tal vez le alcancen para obtener 22 diputados. Con ellos contribuirá a formar la mayoría en la Cámara, con su aliado el PRI.
No tenemos derecho a minusvaluar a los ciudadanos que emitieron su voto a favor del PVEM, pero sí nos asiste el de insistir en sus características de partido tramposo, infractor de la ley, carente de escrúpulos, lo que le permite presentarse ante el electorado como lo que no es, y de formular propuestas de campaña imposibles de cumplir pero que impactan a ciudadanos desprevenidos y que se realizan en contra de la legislación electoral.
El Verde ha sido así desde que nació, primero en 1986 y luego en 1991. Sólo ha tenido dos presidentes, padre e hijo, tocayos: Jorge González Torres lo encabezó hasta 2001, y lo heredó a partir de entonces a Jorge Emilio González Martínez, actualmente diputado federal después de haber sido diputado local y senador de la República. Ha participado en tres contiendas presidenciales, con González Torres como candidato la primera (en 1994) y aliado al PAN (2000) y al PRI (2006). González Torres lo fue en 1997, en la única vez que ha tenido candidato propio al gobierno capitalino. Merced a su política de alianzas ha tenido creciente representación parlamentaria.
Sus dirigentes no son ejemplo de honestidad política (ni de la otra). González Martínez fue grabado mientras chalaneaba una gratificación millonaria por realizar gestiones para negocios inmobiliarios (ofensivos para el medio ambiente) en Cancún. El senador Arturo Escobar, uno de los posibles sucesores de González Martínez en el remoto caso de que éste permita a otro administrar su pródiga fuente de ingresos, viajaba en la víspera de las elecciones del Distrito Federal a Chiapas, con más de un millón de pesos en efectivo cuyo origen y destino no se estableció. Este año el financiamiento público del partido asciende a 304 millones de pesos. En los tres años anteriores recibió un total de más de 800 millones. Sus miembros no hacen aportación alguna, por lo que carece de un padrón de militantes, según campechana confesión de su secretario de finanzas. Dice contar con una fundación, el Instituto de Investigaciones Ecológicas: reto a los lectores no vinculados al PVEM a citar un solo producto de esa fundación, que cuenta con siete miembros, dos de los cuales son González Torres y su hija Erica, hermana de Jorge Emilio.
En los meses recientes el PVEM ha empeorado, si cabe. Sedujo a sus votantes con su propuesta de pena de muerte a los asesinos y secuestradores, algo imposible de lograr porque México abolió la pena capital y en la comunidad internacional se sanciona a los países que intentan restablecerla después de suprimirla. Para difundir esa propuesta el PVEM infringió una y otra vez la ley, para lo cual contó con la valiosa colaboración del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que no vio propaganda electoral donde todo el mundo percibió lo contrario, y consagró de ese modo la compra de tiempo en la televisión, prohibida para ese fin en la Constitución y el código respectivo. Con ese aval el Verde violó de otras burdas maneras la prohibición citada y aunque fue multado por sus infracciones, en la estricta lógica mercantil con que actúa ese partido fue buen negocio pagar las multas a cambio de incrementar la votación al romper la equidad en la contienda.
De tiempo atrás el Partido Verde entró en componendas con el duopolio de la televisión. Como resultado de ellas hizo diputado a Javier Orozco Gómez, que había sido funcionario (prosecretario del consejo directivo) de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión, y preparó el proyecto de reformas a las leyes de telecomunicaciones y radio y televisión conocido como Ley Televisa. Como premio a su exitosa labor, fue hecho senador pero por una vía equívoca de aplicación frecuente en el Verde: era suplente de Irma Ortega, que pidió licencia a su cargo. Así llegaron a ser legisladores Jorge Legorreta, Jesús Sesma, Alberto Puente Salas, registrados como suplentes de mujeres que figuran sólo para cumplir la equidad de género y que son desechadas después.
Ahora el Verde ha ido más allá. Integró un grupo de candidatos enviados por las televisoras para servir a sus intereses. Se le conoce ya como la telebancada. Es figura sobresaliente en ella Ninfa Salinas, hija de Ricardo Salinas Pliego, y están incluidos miembros de la oficina de Javier Tejado Dondé, el brillante abogado de Televisa que es vicepresidente de la CIRT. Cada uno de ellos, como ciudadanos, tiene pleno derecho a ser postulado y a ejercer su papel como legislador según convenga a sus intereses.
No debería permitirse, sin embargo, que esta nueva modalidad del corporativismo sea prohijada por un partido que recibe cuantioso financiamiento público. El Partido Verde Europeo rompió su relación con el de los González Torres Martínez por proponer la pena de muerte. Sugiero que por una vez esa sanción capital se aplique al propio partido que la propone. Bien es cierto que cuenta con un abundante número de votantes, que le aseguraron su permanencia en la liza electoral. Pero también lo es que un partido pueda perder su registro si incumple "de manera grave y sistemática, a juicio del Consejo General del Instituto Federal Electoral las obligaciones que le señala" el Cofipe.
Cajón de Sastre
El consejero jurídico de la Presidencia, Miguel Alessio Robles, formula una aclaración a la aclaración presentada en este mismo lugar, ayer, por Santiago Corcuera, abogado de Jorge Castañeda, "pues por el término general con que se narra, parecería que México fue condenado en lo principal por el asunto Castañeda y no es así. Por el contrario, México fue exonerado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos respecto a la demanda relacionada con el tema de candidaturas independientes y con el pago de los daños y perjuicios materiales y morales que don Jorge alegó sufrir... La Corte sólo obligó a pagar 7000 dólares por gastos del juicio; a reformar un artículo... a fin de que quede claro el derecho a demandar de candidatos no propuestos por partidos políticos y a publicar esa parte de la sentencia. El pago y la publicación ya fueron hechos, la reforma está en proceso...".
Plaza Pública
Reforma

No tenemos derecho a minusvaluar a los ciudadanos que emitieron su voto a favor del PVEM, pero sí nos asiste el de insistir en sus características de partido tramposo, infractor de la ley, carente de escrúpulos, lo que le permite presentarse ante el electorado como lo que no es, y de formular propuestas de campaña imposibles de cumplir pero que impactan a ciudadanos desprevenidos y que se realizan en contra de la legislación electoral.
El Verde ha sido así desde que nació, primero en 1986 y luego en 1991. Sólo ha tenido dos presidentes, padre e hijo, tocayos: Jorge González Torres lo encabezó hasta 2001, y lo heredó a partir de entonces a Jorge Emilio González Martínez, actualmente diputado federal después de haber sido diputado local y senador de la República. Ha participado en tres contiendas presidenciales, con González Torres como candidato la primera (en 1994) y aliado al PAN (2000) y al PRI (2006). González Torres lo fue en 1997, en la única vez que ha tenido candidato propio al gobierno capitalino. Merced a su política de alianzas ha tenido creciente representación parlamentaria.
Sus dirigentes no son ejemplo de honestidad política (ni de la otra). González Martínez fue grabado mientras chalaneaba una gratificación millonaria por realizar gestiones para negocios inmobiliarios (ofensivos para el medio ambiente) en Cancún. El senador Arturo Escobar, uno de los posibles sucesores de González Martínez en el remoto caso de que éste permita a otro administrar su pródiga fuente de ingresos, viajaba en la víspera de las elecciones del Distrito Federal a Chiapas, con más de un millón de pesos en efectivo cuyo origen y destino no se estableció. Este año el financiamiento público del partido asciende a 304 millones de pesos. En los tres años anteriores recibió un total de más de 800 millones. Sus miembros no hacen aportación alguna, por lo que carece de un padrón de militantes, según campechana confesión de su secretario de finanzas. Dice contar con una fundación, el Instituto de Investigaciones Ecológicas: reto a los lectores no vinculados al PVEM a citar un solo producto de esa fundación, que cuenta con siete miembros, dos de los cuales son González Torres y su hija Erica, hermana de Jorge Emilio.
En los meses recientes el PVEM ha empeorado, si cabe. Sedujo a sus votantes con su propuesta de pena de muerte a los asesinos y secuestradores, algo imposible de lograr porque México abolió la pena capital y en la comunidad internacional se sanciona a los países que intentan restablecerla después de suprimirla. Para difundir esa propuesta el PVEM infringió una y otra vez la ley, para lo cual contó con la valiosa colaboración del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que no vio propaganda electoral donde todo el mundo percibió lo contrario, y consagró de ese modo la compra de tiempo en la televisión, prohibida para ese fin en la Constitución y el código respectivo. Con ese aval el Verde violó de otras burdas maneras la prohibición citada y aunque fue multado por sus infracciones, en la estricta lógica mercantil con que actúa ese partido fue buen negocio pagar las multas a cambio de incrementar la votación al romper la equidad en la contienda.
De tiempo atrás el Partido Verde entró en componendas con el duopolio de la televisión. Como resultado de ellas hizo diputado a Javier Orozco Gómez, que había sido funcionario (prosecretario del consejo directivo) de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión, y preparó el proyecto de reformas a las leyes de telecomunicaciones y radio y televisión conocido como Ley Televisa. Como premio a su exitosa labor, fue hecho senador pero por una vía equívoca de aplicación frecuente en el Verde: era suplente de Irma Ortega, que pidió licencia a su cargo. Así llegaron a ser legisladores Jorge Legorreta, Jesús Sesma, Alberto Puente Salas, registrados como suplentes de mujeres que figuran sólo para cumplir la equidad de género y que son desechadas después.
Ahora el Verde ha ido más allá. Integró un grupo de candidatos enviados por las televisoras para servir a sus intereses. Se le conoce ya como la telebancada. Es figura sobresaliente en ella Ninfa Salinas, hija de Ricardo Salinas Pliego, y están incluidos miembros de la oficina de Javier Tejado Dondé, el brillante abogado de Televisa que es vicepresidente de la CIRT. Cada uno de ellos, como ciudadanos, tiene pleno derecho a ser postulado y a ejercer su papel como legislador según convenga a sus intereses.
No debería permitirse, sin embargo, que esta nueva modalidad del corporativismo sea prohijada por un partido que recibe cuantioso financiamiento público. El Partido Verde Europeo rompió su relación con el de los González Torres Martínez por proponer la pena de muerte. Sugiero que por una vez esa sanción capital se aplique al propio partido que la propone. Bien es cierto que cuenta con un abundante número de votantes, que le aseguraron su permanencia en la liza electoral. Pero también lo es que un partido pueda perder su registro si incumple "de manera grave y sistemática, a juicio del Consejo General del Instituto Federal Electoral las obligaciones que le señala" el Cofipe.
Cajón de Sastre
El consejero jurídico de la Presidencia, Miguel Alessio Robles, formula una aclaración a la aclaración presentada en este mismo lugar, ayer, por Santiago Corcuera, abogado de Jorge Castañeda, "pues por el término general con que se narra, parecería que México fue condenado en lo principal por el asunto Castañeda y no es así. Por el contrario, México fue exonerado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos respecto a la demanda relacionada con el tema de candidaturas independientes y con el pago de los daños y perjuicios materiales y morales que don Jorge alegó sufrir... La Corte sólo obligó a pagar 7000 dólares por gastos del juicio; a reformar un artículo... a fin de que quede claro el derecho a demandar de candidatos no propuestos por partidos políticos y a publicar esa parte de la sentencia. El pago y la publicación ya fueron hechos, la reforma está en proceso...".
Suscribirse a:
Entradas (Atom)