agosto 28, 2009

Contrastes

Germán Dehesa
german@plazadelangel.com.mx
Gaceta del Ángel
Reforma

Nuestro país no es serio. No nos permite ni abandonarnos al júbilo, ni tolera que nos abismemos en la depresión. Hay noticias y reportajes que son enérgicos recados que nos conminan a la tristeza y al desaliento. Sin embargo, cuando ya está uno transido de congoja y dispuesto a suicidarse con la receta del chapandongo de mi tía Trudis, en ese momento, se recorta en el horizonte la recia figura de Juanito y nos dejamos ganar por la risa y el asombro. ¿Cómo le hizo México para crear a este mítico personaje?. El hacedor de este milagro, todos lo sabemos, fue Andrés Manuel que con innegable poder demiúrgico pepenó a un cachafás de los muchos que lo rodeaban, le infundió vida y poderes mediante unas cuantas zarandeadas de cogote, le predijo que él reinaría en Iztapalapa, pero que, llegado el momento, tendría que renunciar a todo esto a favor de Clara Brugada y que era muy importante que se comprometiera públicamente a esto; ven aquí al micrófono y comprométete a que así lo harás. Con una breve sesión de zarandeo, Juanito, que se sentía inmerso en una versión azteca de Winnie Pooh, se comprometió a lo que fuera. Vino luego su inesperada victoria y a estas horas, Juanito está que no cree en nadie. Ya se rebeló contra su creador y ya anunció que después de su reinado en Iztapalapa irá por la Presidencia y de ahí al Papado. En Inglaterra no pasaría algo así; esto es privilegio de la pachanga mexicana y como tal lo celebramos.

Pasemos ahora a cotejarnos con el agridulce caso de nuestros astronautas que ya llevan como dos meses con la escafandra puesta y listísimos para despegar. Cada noche en el noticiero los vemos haciendo antesala con sus tacuchitos anaranjados y con unas tripas que les salen de lo profundo de sus intimidades y sin dirección precisa. Pobrecitos. Parece que están en la clínica "La Prensa" esperando que les revisen el juanete. Son un fiasco. Han anunciado como 20 veces que ahora sí ya se van y nada. Quién sabe quien construyó ese maldito cohete, pero lo hizo con las patas: cuando no se le barre el clutch, las balatas se chorrean, o le arrastra el calabazo, o en un acelerón le truena el béndix. Pobres compatriotas. Cuando por fin se vayan, no los va a ver ni su familia.

Vayamos ahora al beisbol. Yo desde pequeño soy muy beisbolero y en mi galería de ídolos infantiles y juveniles hay varios señalados peloteros mexicanos. Para mí, éste es otro encanto de recorrer Veracruz por carretera y pasar por Medellín de Bravo que es la tierra del "Zurdito" Ortiz, un maravilloso lanzador que podía además cubrir todas las posiciones y era temible con el bat al hombro. Se puede pasar por Cosamaloapan, la tierra de los Arano, familia de notables peloteros. Me encanta el beisbol y para verlo tengo además un compañero y mentor que es el eficiente leguleyo Max "El Mago" Trapiche.

Toda esta larga y honda historia le da sentido a la celebración de que nuestros peloteros categoría Renacuajo estén ya disputando la fase final del torneo de beisbol infantil y juvenil con validez internacional, organizado por los norteamericanos. El sábado estaremos frente al televisor en el juego final. Creo que ganará México.

Y no olviden: HOY TOCA.

¿QUÉ TAL DURMIÓ? MDCXXIII (1623)
MONTIEL y la Gordillo, dos ladrones que merecen cárcel.

Cualquier correspondencia con esta contrastada columna, favor de dirigirla a dehesagerman@gmail.com (D.R.)

Harakiri político

Francisco Garfias
www.elarsenal.net
Arsenal
Excélsior

Gerardo Priego Tapia ha pagado con aislamiento, burlas y rechazo su “osadía” de regresar el millón de pesos a la Cámara baja, que le sobró en cupones intercambiables por boletos de avión no utilizados. El gesto equivale a un harakiri político. Así es la grilla.

Antes de la última sesión de la Comisión Permanente, celebrada el pasado miércoles, el diputado del PAN fue blanco de ácidos comentarios por parte de sus compañeros de bancada. A los que “balconeó” con razón, no le perdonan haberlos exhibido. Los que se llevó “de corbata” —ni a todos les sobró el millón ni todos se lo clavaron— le reprochan haber arreado parejo.

Héctor Larios, coordinador parlamentario, le aplicó la “ley del hielo”. No le volvió a hablar. El senador Humberto Aguilar solicitó incluso su expulsión del azul. ¿Cuál fue la falta grave? ¿Haber regresado recursos que le sobraron? Son preguntas.

Eso, sin contar que el diputado tabasqueño se sintió aludido en el mensaje que el presidente Calderón pronunció el pasado viernes frente a los diputados salientes del azul. En ese discurso, el primer mandatario criticó a “los que hablan mal” de nuestros heroicos y baratos diputados.

—¿Renunciarás al PAN?— le preguntamos.

—No, me moriré siendo panista. Lo que defiendo son los principios del partido. Estoy seguro de que Gómez Morín y González Luna también hubiesen regresado el dinero— repuso el hombre.

Priego le preguntó a alguno de sus bromistas compañeros legisladores si le molestaba que hubiese devuelto la lana. Le hizo ver que los cupones traen inscrita la leyenda “no intercambiable por dinero en efectivo” y a él le dieron tremendo cheque. La agencia Viajes Valero —“la misma que le presta servicio al PAN”— le devolvió, en cash, más de 830 mil pesos, mediante el cobro, eso sí, de una comisión de seis por ciento. Bussines are business.

* * *

Nunca me ha gustado el estilo vertical y autoritario de Mariana Gómez del Campo. Muchos de sus compañeros se quejan de las imposiciones, los manejos en lo oscurito, la tendencia a la exclusión, de la presidenta del PAN.

Pero hay que reconocer que tiene carácter y no se amedrenta fácilmente.

Carlos Orvañanos, delegado electo de Cuajimalpa, agredido junto con Gómez del Campo y Demetrio Sodi por las huestes “bejaranistas”, nos cuenta que el miércoles pasado, al llegar a la sede del Tribunal Electoral del DF para responder a las acusaciones de rebasar los topes de campaña, ya estaban en el lugar unos 300 perredistas. Su recomendación fue entrar al TEDF por el estacionamiento, para evitar problemas.

Pero a Mariana no le gusta recular. “Entremos por la puerta de enfrente. Hay que demostrarles que no les tenemos miedo”, soltó, resuelta. Se bajaron de los vehículos y vino el publicitado zafarrancho. “Nos llovieron las mentadas, botellas de plástico llenas de refresco. Una señora se me acercó y me aventó un escupitajo”, contó el panista.

Orvañanos, por cierto, exculpa a Marcelo Ebrard de la agresión de la que los panistas fueron víctimas. “El jefe de Gobierno no tiene problema con Cuajimalpa. Nos ha mandado mensajes en ese sentido. Fueron los bejaranistas, que no quieren soltar la delegación”, dijo.

El delegado electo nos entregó una carpeta con observaciones sobre el dictamen del IEDF que lo inculpa. “Está hecho con las patas. Nos imputan anuncios en el Metro, cuando en Cuajimalpa no hay Metro. Hubo prorrateo indebido de gastos de campaña, nos cargan el anuncio de Iridia Salazar, que es del CEN”, aseguró. Está convencido de que no le arrebatarán el triunfo. “Gané por diez puntos. Se verían muy descarados”, recalcó.

* * *

Ulises Ruiz ya se hizo cliente de esta columna. El gobernador de Oaxaca se ganó el espacio al calificar al panista Rodolfo Elizondo como el mejor secretario de Estado del gabinete del presidente Calderón. Pero no vaya usted a creer que el guayabazo fue gratuito. El Negro Elizondo elogió la forma en que Oaxaca superó la cifra de visitantes de 2008, pese a la crisis sanitaria. “Como pocos estados en el país, superó los índices nacionales en materia turística”, subrayó el panista.

www.elarsenal.net

http://panchogarfias.blogspot.com

Nunca me ha gustado el estilo vertical y autoritario de Mariana Gómez del Campo. Pero hay que reconocer que tiene carácter y no se amedrenta fácilmente.

Todo sea por la causa

Denise Maerker
Atando Cabos
El Universal

Aunque están de moda los vampiros, los políticos no se imaginan a sí mismos como muchos los ven: con afilados colmillos, mirada turbia y una insaciable sed de dinero público. Y es que cuando se trata de gastar del erario todos tienen buenas razones para hacerlo. Salvo unos cuantos cínicos que no se engañan, pero sí pretenden hacerlo con nosotros, los demás tienen “causas”.

Ayer en Excélsior Andrés Becerril revelaba que la saliente fracción parlamentaria del PRD tomó del presupuesto para trabajos legislativos, originalmente destinada para labores de gestión social, la friolera de 50 millones de pesos para entregárselos directamente al movimiento de López Obrador. Esto sin contar con las aportaciones mensuales que cada uno de los 127 legisladores perredistas dio de su dieta para apoyar el financiamiento del gobierno legítimo.

Esto es posible por los pavorosos huecos que persisten en la cámara respecto del manejo de los recursos. Además de lo que gana cada legislador, las fracciones reciben dinero del que dispone con mucha libertad el coordinador de cada bancada. Antier, a la hora de hacer cuentas y ver por qué les faltaba dinero para liquidar a los trabajadores del PRD en la cámara, salió el dato. Los 50 millones que debieron servir para robustecer el trabajo de los diputados perredistas se fueron para financiar un movimiento político. Otros 10 millones para apuntalar las finanzas del PRD.

Nada se puede decir de lo que cada uno decida hacer con su sueldo, es cosa de ellos, pero lo otro es un abuso. Si de financiar la diversidad política se trata, ya gastamos suficiente dinero a través del IFE, en partidos y asociaciones políticas. El gobierno legítimo de López Obrador no es ni una cosa ni la otra.

Indigna que mientras se dan golpes de pecho, prometen ser austeros y honestos, contritos justifican estos desvíos. Las razones las hemos escuchado muchas veces: en 2006 hubo un fraude electoral y sólo López Obrador podía encauzar de forma pacífica el enojo popular, o había que darle recursos para que recorriera el país y, en el fondo, nos salió barato. En suma, lo hicieron por el movimiento, por una buena causa, por el país.

Urge ponerle límites a los diputados. Cada fracción tiene una idea diferente de lo que necesitamos y está visto que no dudan en ensuciar su reputación por el bien de todos. Pretenden no verlo, pero salta a la vista que la gran causa sorprendentemente termina siendo siempre su causa.