Juegos de Poder
Excélsior

Hipótesis de la inflación: “Otra variable que hizo la diferencia es la inflación; en esta ocasión no se disparó como en el 95. Por tanto no se resiente tanto en los bolsillos de quienes tienen aún empleo”. Me parece una hipótesis muy sugerente. Si algo ha cuidado el gobierno es que los precios no suban en la actual crisis. Ayuda, también, tener un banco central verdaderamente autónomo.
Hipótesis mediática: “La aprobación proviene de su guerra de comerciales. Igual que un jabón para el acné, [el Presidente] se vende en las pantallas a las que el pueblo sigue ciegamente”. También me parece sugerente. Calderón ha gastado una fortuna en tiempos del Estado y en presupuesto de la Presidencia para promocionarse en la radio y la televisión. Y es cierto: la gente tiende a creer lo que ve y escucha en los medios sin mucho razonamiento.
Hipótesis del Congreso: “La gente se da cuenta que el problema real de la falta de respuestas adecuadas a esta crisis es responsabilidad de un Congreso inútil, inoperante, que solamente se ha dedicado a ponerle obstáculos a las propuestas de Calderón, actitudes que sólo han perjudicado al bienestar y a la calidad de vida de los mexicanos, mientras ellos viven en la opulencia y en el abuso del dinero del pueblo de México”. Muchos comentarios en el blog eran similares, lo cual me da mucho gusto. La gente en México ya se está dando cuenta que el Congreso también es responsable del deterioro económico en el país.
Hipótesis presidencialista: “El mexicano tiende a ser magnánimo con la figura presidencial sencillamente porque es el Presidente”. Efectivamente, las tasas de aprobación suelen ser altas en México. Sin embargo, cuando la crisis de 1995, sólo 31% estaba de acuerdo con la manera de gobernar del presidente Zedillo. Así que no siempre los mexicanos son generosos con el mandatario.
Hipótesis de la rendición de cuentas: “El pueblo de México no está acostumbrado a exigir a sus gobernantes y que aunque éstos sean unos ineptos, la opinión pública siempre generosa los califica bien. Nada más hay que ver lo que opinan los mexicanos sobre el grado de satisfacción de la educación (pública y privada). Sin embargo, en las pruebas internacionales salimos siempre mal. Por eso es que Calderón no sale peor”. No me convence esta hipótesis. De acuerdo con las mismas encuestas, los mexicanos son muy duros con otras instituciones públicas a las que califican muy mal; el Congreso y las policías, por ejemplo.
Hipótesis estadística: “No ha caído en las encuestas porque están manipuladas”. Estoy completamente en desacuerdo. La industria de las encuestas en México es una de las mejores del mundo y Consulta Mitofsky es una de las firmas con mayor reputación. Además, todas las encuestas serias coinciden en que el Presidente sigue siendo popular. Antes de descalificar al instrumento de medición —las encuestas— entendamos con seriedad un fenómeno interesante de opinión pública.