fran@cronica.com.mx
La aldea global
La Crónica de Hoy

Este proceso de “marcaje del enemigo” quedó patente esta misma semana en dos lugares del Bible Belt, ese “cinturón bíblico” que se extiende del medio oeste al antiguo sur esclavista de EU.
En la mormona Utah apareció una lista firmada por un anónimo grupo antiinmigrante bautizado Concerned Citizens of the United States (Ciudadanos preocupados por Estados Unidos) en la que se expone a las autoridades estatales los datos de hasta mil 300 hispanos y se exige que sean expulsados del país.
Convertidos en una especie de “chivatos” de la policía, los miembros de esta congregación kukluxklánica, que no se atreven a dar la cara y que más que preocupados por su país lo están por la hegemonía blanca, publicaron en la ignominiosa lista nombres, direcciones, teléfonos y hasta números de la seguridad social de inmigrantes en Utah, lo que ha desatado una ola de pánico en esa comunidad ante el nivel que está alcanzando ya la persecución al latino en el país vecino.
Estos “Ciudadanos Preocupados” —probablemente casi todos descendientes de inmigrantes ilegales que un día exterminaron a los nativos o expulsaron a los mexicanos de la Nueva España—, escriben sin pudor alguno que se “concentraron en los mexicanos” para incluirlos en la lista y declararlos como “deportables”.
Un día después, el miércoles, un enorme espectacular en la ciudad de Mason, en Iowa, uno de los estados con mayor porcentaje de blancos de toda la unión (92%) y donde la mayoría son descendientes de alemanes (34%), mostraba al presidente Barack Obama arropado por Hitler y Lenin.
Esta vez los extremistas sí dieron la cara. El anuncio, en plena avenida principal, fue pagado por la sección de Iowa del Tea Party, la organización segregacionista que lidera una brutal campaña de difamación contra el primer presidente negro de EU y con la que simpatizan lo más selecto de la extrema derecha estadunidense, desde republicanos del ala dura, como Sarah Palin, a telepredicadores, como los que pululan en el canal de televisión Fox News.
Esta tensión creciente en EU es consecuencia directa de la ley antiinmigrante aprobada en abril en Arizona y que debería entrar en vigor el 29 de julio, si nadie lo impide.
Y esto es, precisamente, lo que pretende hacer Obama: evitar que entre en vigor y que con ella desaparezca ese espíritu de “nación de inmigrantes” que defiende el presidente. En Arizona se va a decidir a partir de ahora y en las próximas semanas gran parte de lo que será Estados Unidos en el futuro.
Ayer, la Corte de Arizona empezó a deliberar sobre la solicitud del gobierno de Obama para que impida que en dos semanas entre en vigor la ley antiinmigrante más racista de las propuestas hasta la fecha en EU. Con esta ley, la gobernadora republicana Jan Brewer quiere abrir la veda a la cacería del hispano, ya que cualquiera que lo parezca será de inmediato sospechoso de ser un criminal, un ilegal que debe ser arrestado y deportado.
Cada ejército en esta particular guerra está preparado para la batalla: la derecha, intimidando con deportaciones y mensajes ofensivos; el gobierno recurriendo a toda su artillería de abogados para frenar leyes como la de Arizona en los tribunales; y los hispanos, a fin de cuentas, los perjudicados, mostrando músculo con manifestaciones en las calles, con sus votos y con la amenaza de paralizar parte de la economía del país si no dejan de atosigarlos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario