Nudo Gordiano
Excélsior
¿En qué país cree que vive?, ¿en Pejelandia todo es armonía y paz? ¿En el México que él "gobierna-legítimamente" no hay ejecuciones?

¿En qué país cree El Peje que vive? ¿Será que en Pejelandia todo es armonía y paz? ¿En el México que él "gobierna-legítimamente" no hay ejecuciones? ¿No hay Estado en guerra? Y es que, aunque no es algo que sorprenda, su discurso estuvo lleno de utopías ya conocidas: el rico no quiere al pobre y el pobre no quiere al rico, como en película de Pedro Infante, el gran ausente fue justo lo que hoy preocupa a todo el país, lo que es tema que siembra miedo en ricos y pobres, en sociedad e instituciones: el narcotráfico.
Los grandes cárteles de la droga, sus actos y su terror son hoy la preocupación de un México que nos duele a todos. menos al Peje, quien no le dedicó un solo enunciado al tema. No hubo ChapoGuzmán ni cártel del Golfo ni Zetas. Ni siquiera algo dicho contra el crimen organizado. Sólo recovecos con promesas de hacer de México. su país, Pejelandia, pues. Promesas de 2006 para 2012 en un contexto cuya única finalidad era regodearse en lo que él denomina su "fuerza" a pesar de que, según los números de las encuestas, no es el favorito como él dice ser.
¿Qué no ya recorrió una vez el país, de municipio en municipio? ¿Jamás se enteró de lo que sucede en ellos? ¿Nunca pisó Ciudad Juárez, Reynosa, Tijuana? ¿En su México no existen Tamaulipas, Sonora, Nuevo León? ¿Cuernavaca sólo es para él un lugar de descanso? ¿Jamás habló con la población, jamás ha escuchado hablar de Osiel Cárdenas? Se supone que nadie está más en contacto con las necesidades y los miedos del país que él. Se supone que México será rescatado por su rey de chocolate.
Extraño, muchísimo, que Andrés Manuel López Obrador sólo hable de México como un país cuyos únicos problemas están en la desigualdad social, en las diferencias entre ricos y pobres, en las villanías de aquellos que usurpan un poder que, dice, le pertenece. AMLO se salta el tema que hoy ocupa los diarios y las calles: el narcotráfico y sus consecuencias no forman parte del país que pretende gobernar.
Es un hecho que lo del domingo fue un acto de validación parado frente a su espejo de siempre. Fue un discurso para convencer a los ya convencidos, más que para los enemigos y arrepentidos. Fue su desbandada para con el PRD y ese pacto hecho con Marcelo Ebrard, su firma con sangre con el PT y su amenaza para el resto. del país de que en su mira sigue estando más una presidencia, un poder absoluto "ganado" con verdades también absolutas, aunque todos sepamos que ésas no existen. Por algo hay temas que optó por omitir.
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