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La Crónica de Hoy
(Segunda y última parte)

Armado mi alegato en contra de la organización gubernamental de los festejos del bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución, organización gubernamental de tales festejos que supone el cobro de impuestos para financiarla, pregunté si el mismo, y me refiero al alegato, quiere decir que estoy en contra de que se festejen los doscientos años de la Independencia y los cien de la Revolución, pregunta a la cual respondo con un rotundo no. No estoy en contra de que, quien tenga algo que festejar, organice la fiesta el 16 de septiembre y/o el 20 de noviembre, financiando de su bolsillo los gastos correspondientes. A lo que me opongo, ¡cómo si mi oposición sirviera de algo!, es a que el gobierno obligue a los contribuyentes a entregarle parte del producto de su trabajo para, con parte de esa parte, financiar la organización de los festejos oficiales del Bicentenario y Centenario, lo cual supone de los males (cobro de impuestos) el peor (para financiar fiestas).
Supongamos, para entender mejor mi posición al respecto, que su vecino, lector, va a festejar tanto el 16 de septiembre - ¡Viva la Independencia! -, como el 20 de noviembre – ¡Arriba la Revolución! -, y esos festejos le supondrán ciertos desembolsos y , para enfrentarlos, a punta de pistola, le obliga a usted todas las mañanas a entregarle parte del producto de su trabajo, digamos quinientos pesos. ¿Cómo calificaría usted la acción de su vecino? ¿Robo? Ahora dígame, ¿cuál es la diferencia entre su vecino comportándose de tal manera y el gobierno obligándolo, bajo amenaza en caso de no acceder a su imposición, ¡el no pago de impuestos se castiga con penas que van desde multas hasta cárcel!, a entregarle parte del producto de su trabajo para financiar la organización de las fiestas de los doscientos años de la Independencia y los cien de la Revolución? Dígame, por favor, ¿cuál es, más allá de las obvias, la diferencia esencial entre su vecino actuando de tal manera y el gobierno haciendo lo que hace? En esencia se trata de la misma acción: obligar a alguien, bajo amenaza, a entregar parte del producto de su trabajo. Y a esa acción, ¿cómo se la llama? ¿Robo? No encuentro otro nombre, ¿usted sí?
Estando a favor del festejo privado de los doscientos años de la Independencia y los cien de la Revolución, ¿cuántas familias festejarán, en privado, el 16 de septiembre y el 20 de noviembre? ¿Cuántas se sienten, ¡con conocimiento de causa!, y más allá de la propaganda gubernamental, realmente orgullosas de la Independencia y la Revolución?
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