producciones_serengueti@yahoo.com
Animalidades
La Crónica de Hoy
Para Olga Gillot, donde te encuentres.
Qué divertida fuiste…

Y es que además, ¡fíjense!, estos habitantes milenarios del Planeta acumulan información en diferentes áreas del cerebro, y en cuanto les es necesaria, pueden ponerla en práctica de forma combinada, o sea, piensan, recuerdan, distinguen circunstancias y también a personas, por ejemplo, a quienes se encargan de su cuidado en los acuarios. Para estos animales la información visual y por tacto es primordial, en ese orden. Igualmente, son considerados artistas del escapismo, habilidad que la flexibilidad de su cuerpo les permite ante la necesidad de proteger su vida solitaria. Según su estado de ánimo o necesidad pueden cambiar su coloración, alteraciones cromáticas que también utilizan como atractivo sexual o para mimetizarse y pasar desapercibidos a los ojos de algún predador o presa. Para ello, cuentan con los cromatóforos, células que pueden contraerse o dilatarse a capricho, y que son controladas por un eficiente sistema nervioso, pero aún siendo cazadores voraces cuentan con un mecanismo que insensibiliza a sus víctimas, entre ellas a sus preferidos cangrejos, mismos que consumen a placer sin hacerlos sufrir. Son también graciosos. Leía yo que los buzos expertos saben cuando un pulpo ocupa alguna cueva, porque les gustan los objetos brillantes, así que los colectan, los limpian y pulen para colocarlos estratégicamente a la entrada de su hogar. Y obvio, cuando lo abandonan por mudanza o muerte, sus tesoros comienzan a perder el atractivo y a cubrirse con arena. Eso sí, las hembras no podrían contratarse como imagen de la fidelidad, toda vez que sus críos pueden proceder de varios padres, aunque el de turno piense que hizo lo posible por ser el único. Jajaja. Sin embargo, son madres como la que más. Durante los meses que se lleva el desarrollo de los embriones, dependiendo de la especie, no se separan ni un milímetro de los huevitos en racimo. Esmeradamente los cuidan, limpian y acarician con sus tentáculos, oxigenándolos a soplidos hasta que por dedicación e inanición mueren, ello, pese a tener cercana la posibilidad de alimentarse. Para más, se trata de animales harto veloces, que pueden incluso recular a toda velocidad gracias a un mecanismo conocido popularmente como “sifón”, mismo que les permite, por propulsión a chorro, una huida estratégica que apoyan envolviéndose en su famosa tinta para perderse de vista. Es más, resulta tan fuerte la fuerza de esa fuente, que en ocasiones se ha documentado haber visto al pulpo salir expulsado de los mares a causa del movimiento. Díganme, después de saber esto y más ¿disfrutarían engulléndolos?
Por hoy se termina el espacio. Dejo pendiente comentar el foro Retos y realidades de la protección animal en México, organizado el pasado lunes por Gabriela Cuevas en la Cámara de Diputados, e INFORMO, PARA QUIEN TENGA INTERÉS, que así como el sector de la protección animal, nos encontramos preocupados y ocupados en el análisis del Reglamento para la Ley de Protección a los Animales del DF que, ¡ay nanita!, está bastante discutible, empezando porque inserta prohibiciones no sólo existentes en la legislación a la que acompañará, sino dispuestas en Normas Oficiales Mexicanas, también desde el pasado 6 de julio está a disposición para Consulta Pública, por 60 días, el PROYECTO de modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM-131-SEMARAT-2010, que establece lineamientos y especificaciones para el desarrollo de actividades de observación de ballenas, relativas a su protección y la conservación de su hábitat. Participemos en ambas propuestas para que nuestros queridos animales estén debidamente protegidos, y específicamente para que el aprovechamiento no letal de nuestras adoradas ballenas no les implique malestar alguno. Ahí está la oportunidad. Y…
CIERRO dejando a su saber y entender la preciosa “perla” escuchada de un tal Xavier, durante su participación como comentarista en el programa Espejo Público de la cadena española de televisión Antena 3. Dijo, refiriéndose a los toros sanfermineños, que “su instinto es seguir corriendo para llegar a la plaza”. No, pos sí…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario