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Animalidades
La Crónica de Hoy
Hay momentos en que las
palabras no alcanzan
a servir de consuelo;
solamente el silencio
de corazón a corazón...
Un abrazo para Joel Ruiz y familia.

Por cierto, ya que estoy sobre el tema permítaseme ser parte de quienes encabezados por la dinámica Elsa Stettner han extendido un reconocimiento al Presidente Municipal de Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, por cuanto pese a tener en puerta, el 24 de julio, un evento a beneficio del DIF de su comunidad que incluía un “festejo taurino”, prestó oídos a los numerosos reclamos que por ello le llegaron, procediendo de inmediato a suspender esa precisa actividad, ofreciendo devolver las entradas a quien así lo solicitara. Tener un alcalde así…
OTRO ASUNTO SOBRE EL QUE DE PROCEDER COMO SE DEBE, se presenta como una de las mejores oportunidades para atizar fuerte golpe mundial en materia de protección a especies silvestres, claro, si es que para esta vez la Suprema Corte de Justicia no le encuentra la salida inconstitucional, como bien recuerda mi estimado Diego Cobo, actual Director de Ecología del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Verde Ecologista de México, que sucedió recientemente con persona que enfrentaba juicio por captura de especies acuáticas nacionales en veda, es el decomiso y aseguramiento de varios monos titíes que la policía federal adscrita al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México descubrió, cuando los portaba, amarrados a su cuerpo, un nacional de nombre Roberto Sol Cabrera, oriundo de Tulancingo, Hidalgo, y que procedente de Perú traía en una maleta una veintena de tan delicados y frágiles primates cuya distribución natural abarca 5 países sudamericanos (Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia). El muy desgraciado primeramente envolvió a los animalitos en bolsas de nylon. Luego los metió en una maleta, y más tarde se los fajó para “pasarlos”. ¿Se imaginan el estrés y la ansiedad que sufrieron esos pequeños? Y todo, porque en Perú hubo quien permitió la salida de los ejemplares y aquí, gente que los esperaba cual mercancía. Desgraciados. Por ello, no hay duda de que la aplicación contundente del Artículo 420 del Código Penal Federal, concretamente en sus fracciones IV y V, con todo y el parrafito final, será enormemente aleccionadora. Y así me asegura que pasará, el Procurador medioambiental Patricio Patrón. Veremos.
Lo bueno de esta terrible historia es que pese al ajetreo la mayoría de monitos salvaron la vida. Actualmente los sobrevivientes se encuentran recuperándose en las instalaciones del Zoológico de Chapultepec, donde me asegura el Dr. José Bernal Stoopen, Director General de los zoos capitalinos, que están bajo estricta cuarentena. Que 15 de ellos corresponden al conocido como tití pigmeo (Cebuella pygmaea), y dos más son ejemplares de tití bebeleche (Saguinus fuscicollis), ambas especies protegidas bajo el Apéndice II de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Un solo ejemplar, el de tití de Goeldi (Callimico goeldii) está protegido bajo el Apéndice I de la citada Convención… ¿Me faltaría uno?... Terrible fue que 4 días después de la entrega masiva, todavía haya sido detectado otro espécimen envuelto en una chamarra dentro de la maleta. Murió tan sólo darlo a los especialistas… como si con ello hubiera querido indicar de qué lado debe masticar la iguana. Por ello, las autoridades correspondientes quedan obligadas a ejercer todo el peso de la ley que señala de uno a nueve años de prisión y de 300 a 3 mil días-multa a quien “Realice cualquier actividad con fines de tráfico, o capture, posea, transporte, acopie, introduzca al país o extraiga del mismo, algún ejemplar, sus productos y subproductos y demás recursos genéticos, de una especie de flora o fauna silvestres, terrestres o acuáticas en veda, considerada endémica, amenazada, en peligro de extinción, sujeta a protección especial o regulada por algún tratado internacional del que México sea parte”. En este caso también correspondería que el infractor se hiciera acreedor a una pena adicional hasta de 3 años de prisión y hasta mil días-multa, porque su conducta obedeció a fines de lucro, a comercialización. ¿Así? o más claro. Desde luego no sobra decir, como me lo indicara Pepe, que Perú o alguna otra de las Naciones origen de los animales pudieran reclamarlos, pero… aunque se desea lo mejor para ellos, en lo personal y dado el manejo a que fueron y están siendo sometidos, su futuro en libertad lo veo complicado. Por eso insisto, ¡todo el rigor para el infeliz traficante!
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