Jaque Mate
Reforma
"El calentamiento global es demasiado serio para que el mundo continúe ignorando su peligro o dividiéndose en facciones opuestas sobre el tema". Tony Blair

Ahora bien, ¿cuáles son los hechos en este fenómeno? En el siglo XX hubo un aumento de la temperatura promedio en el planeta de 0.7 grados Celsius. ¿Es esto realmente peligroso? Sí, el proceso está acentuando las sequías en zonas áridas y está incrementando la intensidad y destructividad de las lluvias y huracanes en otras áreas. Los glaciares se están derritiendo con rapidez, lo cual sube el nivel del mar y aumenta las inundaciones en zonas marítimas bajas, como Tabasco.
Lo peor de todo es que el proceso continúa y en el siglo XXI se están rompiendo los récords de temperatura. De continuar la actual tendencia la temperatura del planeta en el 2100 estará 3.5 grados superior al que había a fines del siglo XIX.
¿Es realmente este calentamiento producto de la actividad humana? Todo parece indicar que sí. Aunque ha habido otros periodos de calentamiento, incluso mayores al actual, nunca se había registrado uno con esta velocidad. Los científicos consideran altamente probable que la actual acumulación de bióxido de carbono a niveles de 390 partes por millón, 40 por ciento más que antes de la revolución industrial, ha sido la responsable de la actual alza de temperatura.
Entre la última era glacial y los tiempos preindustriales hubo un aumento de 6 grados en la temperatura del planeta. ¿Por qué habría pues de preocuparnos una de 3.5 grados? La última era glacial tuvo lugar hace 10 mil años. Hoy estamos sufriendo un aumento de más de la mitad en apenas 200 años.
¿Podríamos adaptarnos al cambio de temperatura como lo han hecho otras especies en el pasado? Es posible. Al contrario de otras especies que desaparecieron en tiempos de cambio climático, los seres humanos estamos conscientes de lo que hemos provocado y podemos tomar medidas para contrarrestarlo. En el proceso habría perdedores y ganadores. Pero Tabasco y el norte árido de México estarían entre los perdedores.
Aun si detuviéramos hoy toda emisión de carbono, el proceso de calentamiento global continuaría durante años o décadas. Esto se debe a que se mantendrían en la atmósfera grandes concentraciones de carbono que seguirían impidiendo el escape de calor. En la cumbre de Copenhague de hace un año se tomó la decisión de impulsar medidas para limitar el aumento de temperatura en este siglo XXI a sólo dos grados Celsius. Nadie sabe, sin embargo, exactamente qué tipo de medidas se requerirían para eso.
Algunos científicos políticamente incorrectos, entre ellos el danés Bjorn Lomborg, autor de El ambientalista escéptico, reconocen el problema del calentamiento global y su vínculo con las emisiones de carbono a la atmósfera; pero plantean que la humanidad sufriría más con algunas de las medidas que se están proponiendo para combatir el calentamiento, por la mayor pobreza que generarían. La solución, dice Lomborg, radica en tomar medidas sensatas y no dogmáticas y sobre todo en aprovechar las nuevas tecnologías que pueden reducir las emisiones de contaminantes sin tener un impacto negativo en la economía.
Multas de diputados
Ahora los contribuyentes pagaremos las multas de los diputados. Una nota de La Jornada señala que el comité de administración de la Cámara de Diputados ha aprobado cubrir adeudos por 34 mil pesos de multas acumuladas por diputados de legislaturas pasadas que cometieron infracciones con vehículos de la Cámara. No sólo nos damos cuenta de que los diputados usan su fuero para violar las reglas de tránsito, sino que además nos dejan las multas a los contribuyentes.