septiembre 07, 2010

Las razones de Fidel

Salvador García Soto
Serpientes y Escaleras
El Universal

Si a muchos les sorprendió el regreso a la actividad pública del único líder sobreviviente de la Guerra Fría, tras haber estado en el lecho de muerte, a otros tantos les sorprenderá saber por qué en este retorno a la palestra mundial Fidel Castro Ruz escogió a México como plataforma para buscar un reposicionamiento geopolítico y lanzar una nueva ofensiva mundial.

Las publicaciones del reaparecido líder cubano en las que virtualmente desconoce al presidente Calderón y apoya la existencia de un “fraude” hecho a Andrés Manuel López Obrador en 2006 fueron en realidad el anuncio de una ruptura política de Fidel Castro con su amigo Carlos Salinas de Gortari y con el gobierno de Felipe Calderón y el inicio de una clara alianza política con el movimiento de López Obrador y con su idea de un cambio urgente e inminente en México.

Con sus escritos titulados El gigante de las siete leguas, Fidel no sólo tomó partido abiertamente en la sucesión presidencial en marcha en México y apostó por AMLO, sino que además avisó públicamente de su abierta intervención política en nuestro país en la búsqueda de un cambio que evite que, desde su visión, Estados Unidos termine de controlar el territorio mexicano con el pretexto de la guerra contra las drogas.

“Hoy me honro en compartir los puntos de vista de Manuel López Obrador, y no albergo la menor duda que mucho más pronto que lo que él imagina todo cambiará en México ‘… ¡los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas! Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes’, declaró José Martí hace ya casi 120 años, el 1 de enero de 1891”.

Esa cita textual y el título de su artículo en dos partes pertenecen al ensayo “Nuestra América” de José Martí, publicado en esa fecha, y en el que el pensador cubano sostiene la tesis de una América mestiza, unida y viable como proyecto histórico continental frente al intervencionismo de los Estados Unidos. El “gigante de las siete leguas” es en realidad el imperio estadunidense y lo que anuncia el líder cubano es la intención de sumar a México, con el apoyo a Andrés Manuel López Obrador, al eje continental de izquierda que pasa por La Habana, Sao Paulo, Caracas, La Paz, Quito, Montevideo y Asunción.
Y aunque ya fuera de la presidencia de Cuba, Castro anuncia que apoyará con todo a López Obrador y habla en un lenguaje casi bélico.

Tal vez por eso en algunas áreas de inteligencia mexicana se sigue ya muy de cerca una presunta conexión La Habana-México y se le ubica cercana al resurgimiento de algunos grupos guerrilleros activos e inactivos en México e incluso, se menciona bajito, muy bajito, la posibilidad de que todo este activismo tenga relación con el secuestro del político panista, Diego Fernández de Cevallos, que cumple ya tres meses en cautiverio.

¿Existirán esas conexiones y serán parte de las nuevas alianzas políticas y la nueva ofensiva internacional de Fidel Castro? De ser así, la sucesión en México ha dejado de ser un asunto sólo doméstico y la veremos elevada y contaminada, con todo lo que eso significa, a una lucha de poder continental.

Las andanzas de don Teódulo

Federico Reyes Heroles
Reforma

Imaginemos un pueblo típico de México. Que se llame San Juan de las Pitas. No es del norte ni del sur, sino de todas partes y en él cristalizan los grandes rasgos de nuestro ser nacional. Qué mejor tribuna para entender la vida de San Juan de las Pitas que la antesala de la presidencia municipal, ser el secretario particular del presidente. Allí aparece don Teódulo Manrique, hombre sabedor de todas las mañas y entretelones del poder. Es él quien acomoda las fichas para hacer gobernable aquel pueblo, muestra de las complejidades nacionales. Meta personal: tener ese pequeño gran poder de toda burocracia, el escritorio que es la vida misma y él lo tiene. Por allí desfila San Juan entero para comenzar el Quelite Jackson, representante de "las mayorías", para el caso de los papayeros de la zona. La historia va.

El Quelite amenaza con la sublevación del pueblo y con ello provoca los espasmos de las clases medias tradicionales representadas por la cacofónica Enriqueta Queta Legorreta que está a punto del desmayo cada vez que se encuentra con el Quelite, invocación personificada de la "raza mexicana", silente pero brava que puede levantarse en cualquier momento rompiendo la tranquilidad de la cacofónica Enriqueta que tuvo mejores tiempos. Para eso está el Quelite para controlar y domar a la raza. Un poco mejor que los papayeros está el lumpen mexicano representado por "El Pirrín", un personaje que vive antes de la moral porque la necesidad no tolera demasiadas exigencias éticas. La prole no deja escapatoria, así que las cosas se hacen por las buenas cuando se puede y por las malas cuando no. El Pirrín es el desperdicio de una vida que son muchas, desperdicio que no acepta vergüenza personal porque se pertenece a la tragedia nacional.

Pero también están en San Juan las nuevas clases medias, contrahechas, pujantes, ansiosas para las cuales la sobrevivencia cotidiana y el probable futuro ascenso se centra en una expresión, "chamba". Cómo va la "chamba" es sinónimo de cómo te va en la vida. Fruto del mestizaje, las nuevas clases medias miran adelante, buscan el "business" y creen en la modernidad. Aparece entonces el tecnócrata, engominado y con calculadora en mano, se le conoce como Balbino Pollorena y es el encargado de anunciar el futuro esplendoroso del México incorporado al TLC. En él, por ejemplo, los papayeros ingresan a la exportación masiva y por lo tanto el Quelite se convierte en potentado, líder que como Hitler invoca a las masas que están detrás de él.

Y así se genera la embriaguez colectiva, el sueño de un progreso rápido que llegará a todos. Por qué no vivir un rato en el ensueño aunque terminemos en la tragedia. En la lotería nacional está la posibilidad de sacarse "el gordo" o tener una cita en Los Pinos y estar cerca del que viene, del tapado, de los tapados y entonces el escritorio de don Teódulo crecería, todos saldríamos de San Juan de las Pitas y nos iríamos al Bosque de Chapultepec, no estaría nada mal.

Pero siempre se aparece una Leonela Machín con un vestido tan entallado y corto que la imaginación sobra. Leonela siempre masca chicle y está presta a brincar de cama en cama, perdón de interés en interés, sin demasiada ideología de por medio. Porque ella vive en el sitio y el sitio habrá de establecerse donde tenga que establecerse y con quien sea necesario establecerlo, la supervivencia manda y el chicle pierde el sabor. Ella encarna no sólo al deseo sino al deseo del deseo, es la deseada que desea. Y así transcurre la vida en San Juan entre las mentiras para mantener a los papayeros en paz, prometiendo esa prosperidad que está a la vuelta de la esquina y sin demasiado esfuerzo, esa nueva realidad nacional súbita, inmediata en la cual El Pirrín ya no necesitará robar un espejo o tranzar en la calle, porque El Pirrín disolverá su encono al encontrar un empleo con cheque quincenal y prestaciones para su prole. El engominado Pollorena tendrá súbditos también engominados que seguirán sus tecnocráticas instrucciones, siempre acordes con la gran voluntad que emana de Los Pinos.

De esto hace dos décadas, era el San Juan de las Pitas de finales de los ochenta y principios de los noventa. Así lo concibió el autor del guión y para muchos Pirrines la realidad no ha cambiado demasiado. Las obras tuvieron muchos nombres Tapadeus, Tratadeus, etcétera, porque evolucionaban, todos los días había un nuevo chascarrillo, un nuevo giro, esto ocurría cuando don Teódulo, de enormes orejas, calva omnipresente y ojos saltones, incorporaba desde el escenario una expresión de algún político encumbrado, expresión que por trágica merecía la risa, por qué no un secretario de Marina pidiendo a los narcos que sean sensatos o un prelado diciendo que el Estado laico es una "jalada". ¡Qué boquita! Y por supuesto el público reía con lágrimas. Agudeza, sensibilidad, arrojo, ingenio. Don Teódulo bajaba del escenario a festejar la vida y todos abrazábamos a Germán. Adiós y hasta siempre.

La cartera de Onésimo

Francisco Garfias
www.elarsenal.net
Arsenal
Excélsior

La reacción de Onésimo Cepeda fue espontánea. El roce en la parte trasera de su pantalón lo hizo girar rápidamente sobre su cuerpo. "No me roben la cartera, cabrones", soltó, con lenguaje de barriada, el obispo de Ecatepec. Pero una vez que pudo constatar que nadie a su alrededor pretendía violar, en detrimento de su persona, el Séptimo Mandamiento de la Ley de Dios, quiso justificarse: "Es que van dos veces que me sacan la cartera aquí, cuando me rodean los periodistas..."

El roce se produjo en las afueras del teatro Morelos, al término del V Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto. Atestiguaban la escena un grupo de priistas, entre los que se encontraba Roberto Madrazo, pero también el enviado de Milenio, Rodolfo Montes.

El obispo, quien días antes había calificado de jalada el Estado laico, reconoció que los gobiernos no deben responder a ningún credo. "No hay nada peor que el poder religioso y, si no, pregúntenle a los iraníes", recalcó. Ya encarrerado, respaldó las críticas de Peña a las alianzas del PAN con los partidos de izquierda. "No se pueden juntar el agua con el aceite. Lo hicieron por ganar el poder por el poder. Vamos a ver cómo gobiernan, y luego hablamos...", puntualizó.

- Muy caliente estuvo la reunión, ayer, de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados. Esta vez fue el diputado del PVEM Pablo Escudero, yerno de Manlio Fabio, el que subió la temperatura con sus reproches a Francisco Rojas y sus elogios a Josefina Vázquez Mota

Testigos del cónclave nos revelaron que Escudero felicitó a la panista por haber privilegiado los consensos, dentro de la pluralidad, y honrar permanentemente su palabra. Dicho esto, volteó hacia el coordinador del PRI y reprochó: "Lamentablemente, hay actores políticos que no tienen esas cualidades." ¡Imagínese la cara de Rojas!

A Escudero no le dieron la vicepresidencia de la Mesa Directiva, como aparentemente estaba pactado. Los que saben dicen que El Niño Verde, dueño del PVEM, le llamó directamente a Rojas para bajar a Pablo. Hay quien sostiene que previamente hubo una llamada de Peña Nieto a Jorge Emilio. La versión tiene sentido. Los diputados del Verde, encabezados por el coordinador Juan José Guerra, votaron a favor de la exclusión de Escudero.

- En menos de 24 horas se registraron dos sucesos que ilustran el descongelamiento de las relaciones del PAN-Gobierno con el PRI. El apoyo de los azules al acuerdo que llevó al tricolor Jorge Carlos Ramírez Marín a la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara baja; y la reunión de los que mandan en el tricolor con el presidente Calderón.

Los diputados del PRI, por cierto, dieron a conocer una carta abierta al Presidente de la República en la que le exigen en 2011 un Presupuesto para crecer, sin simulaciones y con cifras realistas. Le reiteran que presentarán la iniciativa para que el IVA baje de 16 a 15% (de 11 a 10% en la frontera) y piden que la reducción en los ingresos, producto de ese ajuste, se compense con un recorte en el gasto corriente.

- De Morelia nos llegó el reporte, acompañado de una nota de prensa, del papelón que fue a hacer el flamante titular de Vinculación y Enlace Legislativo de la Segob, José Alfredo Labastida Cuadra, en la instalación de la Asociación Nacional de Oficiales Mayores de los Congresos de los Estados, al que asistió como invitado especial el gobernador Leonel Godoy Rangel.

A este hombre, quien substituyó en el cargo al experimentado Gonzalo Altamirano Dimas, se le pasaron las cucharadas y llegó en "estado inconveniente" al solemne acto, según reporta una nota de Ana María Cano y Monserrat Zavala, publicada en el periódico local La Provincia (27/08/10). Lo peor es que llevaba la representación del presidente Calderón.

"Ante la presencia de legisladores michoacanos, de otros estados de la República, así como de otros países, el representante del mandatario nacional dio un discurso arrastrando la voz y tambaleándose ligeramente en el presídium, causando asombro y burla entre el auditorio", narran las reporteras. ¿Cómo la ve?

- En Los Pinos andan muy contentos por el reconocimiento que el director de la Oficina de Política Nacional de Fiscalización de Drogas de Estados Unidos, Gil Kerlikowske, hizo de las acciones del gobierno para atender el consumo de drogas, a través del programa que encabeza la presidenta del DIF, Margarita Zavala. El funcionario anunció la campaña Para una Nueva Vida en cinco de sus estados fronterizos, que comprende la instalación de centros de atención y prevención para las personas con adicciones.

La hora que usted diga, don Enrique Peña Nieto

Ciro Gómez Leyva
gomezleyva@milenio.com
La historia en breve
Milenio

Enrique Peña Nieto cuidó que sus entradas y salidas del Congreso y el Teatro Morelos no rebosaran de señoras extáticas, matracas ni burócratas carialegres. Optó por el músculo palaciego y preparó su quinto informe de gobierno como un recital para un grupo selecto que, además, presumiera el gafete de invitado.

Viajaron a Toluca 13 de los 18 gobernadores priistas. Por las lluvias, se entiende la ausencia de los de Veracruz y Tabasco. Y por la catástrofe, la de los de Tamaulipas y Durango. El de Nayarit ya no suma. Trece, más él, más el jefe de Gobierno del DF, son 15 mandatarios en un informe local. Más la jerarquía del PRI completita. Más Francisco Gil Díaz, Guillermo Ortiz, Carlos Hank Rhon. Más, más, más. Nadie podría convocar hoy a tantos a una autocelebración.

El ex gobernador Natividad González Parás explicó así el tamaño de la convocatoria: “Es mucho lo que Enrique Peña representa para los mexicanos”.

Quizá no para los mexicanos, sí para los priistas urgidos de revancha y poder. Voz cantante, Peña Nieto soltó un enigmático “veamos hacia delante, no a la restauración del viejo régimen”, que aplaudieron el senador Manlio Fabio Beltrones y el cetemista Joaquín Gamboa Pascoe; Beatriz Paredes y Roberto Madrazo, y también cada uno de los jóvenes gobernadores, en funciones y electos.

“Extraordinario mensaje”, calificó el líder de los diputados federales Carlos Rojas. “Pudimos ver la calidad de su administración en estos cinco años. Una obra grandiosa, que no ha recibido atención de los medios”.

La república priista a los pies del hombre que promete devolverles el futuro. Si como en el viejo régimen, Peña Nieto les hubiera preguntado qué hora era, le habrían respondido en coro: “La que usted diga, don Enrique”.