noviembre 12, 2010

Educación y Revolución

Macario Schettino (@mschetti)
schettino@eluniversal.com.mx
Profesor de Humanidades del ITESM-CCM
El Universal

Es conocido que México tiene un serio problema con su sistema educativo. Dos terceras partes de quienes terminan secundaria, tienen graves problemas para leer y hacer operaciones aritméticas elementales, lo que les impide resolver problemas sencillos que no tengan todos los datos claramente definidos. Puesto que en este momento ya el pico de población ha pasado los 16 años, podemos considerar que la mitad del bono demográfico se ha transformado ya en un lastre demográfico.

Visto desde el otro lado, la producción de jóvenes capaces de convertirse en líderes sociales en diversas áreas (investigadores, innovadores, emprendedores, líderes en medios y política), el resultado es igualmente deplorable. Entre 5 y 6 mil jóvenes, cada año, alcanzan el nivel que la OCDE califica como “excelencia” el 0.3% de cada generación, que se compara muy desafortunadamente con el 1.5% que coloca Brasil en ese nivel, o las cifras espectaculares de países como Finlandia, Japón, o Corea, que rondan el 20%.

Indudablemente, deben existir varios factores que provocan este resultado. Sabemos, gracias a la prueba ENLACE, que la secundaria es peor que la primaria. Pero no sabemos si los niveles siguientes continúan con el derrumbe, o logran mejorar un poco las capacidades de los jóvenes. Por lo que puede desprenderse de los programas de estudio de media superior, el derrumbe continúa en ese nivel.

Es muy posible que el crecimiento explosivo de la matrícula en secundaria, ocurrido en los últimos 15 años, tenga mucho que ver con su bajo nivel, pero no lo sabemos con certeza. En primaria, ese salto en cobertura ocurrió en los 70, pero tampoco podemos saber si la baja calidad proviene de ese crecimiento, o de la reforma educativa promovida por Echeverría al inicio de los 70.

Lo que sí sabemos es que hoy todavía estamos dedicando un tiempo excesivo al estudio de Ciencias Sociales en la educación básica, es decir, primaria y secundaria. Los niños en México dedican la cuarta parte de su tiempo a aprender Ciencias Sociales, más del doble de lo que dedican en cualquier país de la OCDE, o en Chile, por poner un ejemplo.

Pero no sólo dedicamos un tiempo absurdo a estas materias, además los programas de estudio tienen un carácter doctrinario: la escuela en México no es para que los niños aprendan actitudes y habilidades para tener éxito en su vida adulta, sino para que desde niños aprendan a respetar a esa construcción cultural que es la Revolución. Y como el tiempo y las capacidades son finitas, este adoctrinamiento les impide aprender a pensar. El sistema educativo mexicano está hecho para producir súbditos del régimen de la Revolución, no ciudadanos libres.

Todavía hoy, los libros de texto gratuito reproducen esa versión de la historia nacional construida para darle legitimidad a los ganadores de la guerra civil. Siguen siendo, en buena medida, la traducción de los murales y almanaques que sirvieron en los años treinta y cuarenta para convencer a los mexicanos de la Revolución, como la lucha colectiva en contra de la dictadura y a favor de la justicia social, en contra del empresariado y a favor de obreros y campesinos, en contra del imperialismo y a favor del nacionalismo revolucionario. Todavía hoy.

Por eso es absurdo quejarse de que nos faltan empresarios en México, si educamos a los niños para que los aborrezcan; por eso no tiene sentido pedirle a los adultos que respeten la ley, cuando aprenden desde niños que los triunfadores son los que la violan; y, todavía peor, por eso no podemos pedirle a los mexicanos que piensen, cuando aprenden desde niños a no hacerlo, a que es mejor aprender de memoria, repetir, subordinarse a su revolucionario profesor. Dos de cada tres quedarán incapacitados a los 15 años de edad.

Y es que los cuentos que aprenden desde niños determinan lo que son capaces de entender de adultos. Su percepción del mundo entero queda limitada por ese aprendizaje, de forma que no debe maravillarnos el éxito de ciertos políticos, de ciertos medios de comunicación, o de ciertos autores. Cuentan los mismos cuentos que los mexicanos aprendieron desde niños.

Desafortunadamente, ese aprendizaje impide a los mexicanos convertirse en ciudadanos libres, y por lo tanto no permite que México sea democrático, competitivo y justo. Y ya de adultos, incapaces de entender la contradicción en que viven, inventan culpables y conspiraciones para no perder la razón. Se entiende, sin embargo es inaceptable.

¿Y la OEA? Bien, gracias

Andrés Oppenheimer
El Informe Oppenheimer
Reforma

¡Qué vergüenza! Mientras un alto comandante de las Fuerzas Armadas venezolanas anuncia que los militares de su país no aceptarán un posible triunfo de la oposición en las elecciones del 2012, mientras miles de personas mueren en las guerras del narcotráfico en México, y mientras Haití está sufriendo una letal epidemia de cólera, la Organización de Estados Americanos (OEA) brilla por su ausencia.

Bueno, me corrijo, la OEA no está del todo escondida: una declaración oficial de la OEA con fecha 9 de noviembre, nos informó que el Consejo Permanente de la organización de 34 naciones con sede en Washington está inmerso en una sesión especial con el propósito de resolver el "desacuerdo" entre Nicaragua y Costa Rica.

El comunicado se refiere a la guerra de palabras de ambos países provocado en parte por un error de los mapas de Google en la demarcación de su frontera común. Hasta ahora, que sepamos, no se ha disparado ni un solo tiro en la disputa.

Mientras tanto, hay varios otros acontecimientos en la región que muchos argumentan son iguales o más dramáticos.

A principios de esta semana, el general Henry Rangel Silva, jefe del Comando Estratégico de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela, declaró al diario caraqueño Ultimas Noticias que "un hipotético Gobierno de la oposición a partir del 2012 sería vender el país, eso no lo va a aceptar la Fuerza Armada Nacional y el pueblo menos".

Días antes, Chávez, cuya popularidad está en declive y quien ganó menos votos que la oposición en las recientes elecciones legislativas de Venezuela, había advertido que si en el 2012 gana un candidato presidencial de la oposición, habrá una "revolución violenta" en Venezuela. Los líderes de la oposición denunciaron las declaraciones de Chávez y Rangel Silva como inconstitucionales, y como preanuncios de un autogolpe.

En México, siguieron las muertes provocadas por las guerras del narcotráfico, que ya han dejado unas 30 mil muertes en los últimos cuatro años. Muchas figuras públicas, incluyendo a los ex Presidentes Vicente Fox y Ernesto Zedillo, están pidiendo que se haga una revisión de las estrategias regionales antidroga.

En Haití, ya azotado por un reciente terremoto, casi 600 personas han muerto y 9 mil 123 han sido hospitalizadas en los últimos días a consecuencia de una epidemia de cólera. Se prevé que el número de muertos seguirá en aumento.

"He estado observando a la OEA durante medio siglo, y la organización ha tenido momentos de gran relevancia y momentos de total bobería. Este es sin dudas uno de estos últimos", dice Henry Raymont, ex corresponsal de The New York Times en Latinoamérica y autor del libro Vecinos en Conflicto, sobre las relaciones entre Estados Unidos y Latinoamérica.

¿Dónde está la OEA?, le pregunté al Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, en una entrevista antes de cerrar esta columna.

Para su crédito, tras afirmar que la OEA está muy activa en Haití y en todos lados, Insulza no se quedó callado respecto de la amenaza del alto militar venezolano.

Refiriéndose a las declaraciones del general Rangel Silva, Insulza me dijo que "el hecho de que un comandante del Ejército amenace con una insubordinación a priori me parece inaceptable. Correspondería a la autoridad civil que hoy día hay en Venezuela, corregir eso".

Insulza agregó que "yo acabo de denunciar un intento de golpe de estado en Ecuador porque un cuerpo armado se levantó contra la autoridad civil democrática. Por lo tanto no puedo ser incoherente y quedarme callado cuando otro cuerpo armado amenaza con insubordinarse contra una hipotética autoridad civil futura".

Cuando le pregunté a Insulza qué hará la OEA al respecto, dijo que la OEA no puede hacer mucho, a menos que uno de sus países miembros así lo solicite. "Espero que algún país plantee el tema en el Consejo Permanente" de la OEA, dijo.

Mi opinión: Esta vez, Insulza está en lo cierto. Hasta el momento de escribir estas líneas, ningún país ha salido a hablar de la amenaza militar de un auto-golpe en Venezuela. El Salvador, que preside el Consejo Permanente, y los países más grandes de la región, siguen haciéndose los distraídos en cuanto a su compromiso de defender colectivamente la democracia en la región.

Y, para ser justos, la OEA no es el único grupo regional que hace la vista gorda con respecto a los mayores problemas latinoamericanos. La Unión de Naciones Sudamericanas, UNASUR, es aún más inexistente que la OEA. Sus frecuentes cumbres regionales suelen no ser más que turismo político.

Si los países miembros de la OEA no denuncian la amenaza militar venezolana, todas sus grandilocuentes declaraciones a favor del multilateralismo y la defensa de la democracia seguirán sonando como un chiste.

Historias de narcopolítica

Jorge Fernández Menéndez (@jorgeimagen)
Razones
Excélsior

Otro presidente municipal secuestrado y muerto por el crimen organizado. El lunes fue el turno de Gregorio Barradas Miravete, presidente municipal electo de Juan Rodríguez Clara, en el estado de Veracruz, que fue secuestrado con su antecesor en el cargo, Omar Manzur Assad, y su chofer, Ángel Landa. Los tres aparecieron muertos horas después en Oaxaca, en las afueras de Tuxtepec. El asesinato de Barradas, que había sido diputado federal por el PAN en la pasada Legislatura, vuelve a colocar sobre la mesa el debate respecto a la vulnerabilidad de los municipios ante el crimen organizado y las presiones que sufren los ediles, ante grupos criminales que buscan cooptarlos, intimidarlos y en ocasiones simplemente asesinarlos por considerar que pueden beneficiar por acción u omisión a un grupo o a otro.

Mientras se habla de colocar blindajes a la narcopolítica, lo cierto es que ésta parece estar cada día más presente entre nosotros. Porque tampoco es una historia nueva. Desde los años 80 y 90 se habla de la infiltración del narcotráfico en distintas esferas del poder. El caso del diputado Julio César Godoy Toscano es un ejemplo más de esa historia, que escandaliza por ser tan pública y tan impune. Lo preocupante es preguntarnos: ¿cuántos Godoy tendremos en nuestro Congreso sin saberlo?, ¿cuántos personajes similares en la adminsitración pública, en los tres niveles de gobierno?, ¿cuántos en los partidos?

Porque historias de penetración del crimen organizado en la política las hay de todas las características. Un caso reciente es el del ahora ex secretario de Seguridad Pública de Morelos, Luis Ángel Cabeza de Vaca Rodríguez, acusado por Sergio Villarreal Barragán, El Grande, quien dijo que brindó protección a Arturo Beltrán Leyva ayudándolo a escapar en el helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública del estado y de recibir 300 mil dólares como gratificación por haberlo protegido.

O la detención de Francisco Javier Gómez Meza, quien era director del Penal Federal de Alta Seguridad de Puente Grande, Jalisco, también delatado por El Grande. Gómez Meza es un funcionario que prestó servicios judiciales y ministeriales, en la Procuraduría General de la República, durante años.

Y tenemos casos que no dejan de suscitar extrañeza, como el de Mario Anguiano Moreno, gobernador de Colima, cuyo hermano y su primo están presos con condenas firmes por participar en el narcotráfico. Su hermano Humberto, apodado La Rana, fue condenado en 2004 a diez años de prisión por vender metanfetaminas, y su primo, Rafael Anguiano Chávez, purga en EU una pena de 27 años al ser considerado el jefe de la organización de Los Anguiano, en Los Ángeles, vinculada con los hermanos Amezcua, Los Reyes de las Metanfetaminas.

Hay casos paradigmáticos, como el del ex gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid, acusado de proveer protección al cártel de Juárez en esa entidad. Villanueva fue extraditado a Estados Unidos el 8 de mayo de este año, donde podría ser condenado a cadena perpetua por acusaciones de narcotráfico y lavado de dinero. Su hijo, también Mario, acaba de ser electo presidente municipal de Chetumal.

Y allí mismo, en Quintana Roo, está el muy reciente caso de Gregorio Sánchez Martínez, ex presidente municipal de Cancún y candidato del PRD, PT y Convergencia al gobierno del estado. Existían acusaciones sobre vínculos de Sánchez con la delincuencia organizada desde tiempo atrás, incluso antes de que Greg se afincara en Cancún, proveniente de Chiapas. También sus principales colaboradores en el área de seguridad fueron detenidos, comenzando por el militar cubano Boris del Valle, familiar directo de su esposa Niurka Sáliva, acusados del asesinato del general Mauro Enrique Tello Quiñones, y algunos de ellos se han convertido en testigos protegidos.

Con ellos también se detuvo a Marco Antonio Mejía, un hombre que había sido jefe de seguridad de Andrés Manuel López Obrador y que fue enviado por Nicolás Mollinedo (Nico, aquel chofer de AMLO que se convirtió en su jefe de logística) con Greg, para que se hiciera cargo del penal de Cancún. En retribución, la familia de Nico se quedó con el aprovisionamiento de alimentos de esa cárcel.

Una hermana de Greg ha estado detenida por transportar ilegalmente, junto con su esposo, 300 mil dólares de Colombia a México. Y otro de sus hermanos, por la acusación de encabezar una banda de secuestradores. Un tercer hermano fue aprehendido, acusado de delitos violentos. El dinero que Greg tiene en sus cuentas bancarias supera en mucho sus ingresos comprobables.

Y hay muchos más. La pregunta es cómo se va a hacer para construir ese blindaje a la narcopolítica del que tanto se habla, si, entre otras cosas, no existe conciencia del problema y voluntad para enfrentarlo.

AMLO, estrategia 2006-2012

Joaquín López-Dóriga
lopezdoriga@milenio.com
En privado
Milenio

Y si midieran la Felicidad Interna Bruta (FIB), ¿cómo andaríamos? Florestán

El proceso electoral del Estado de México ha sido el escenario que ha hecho suyo Andrés Manuel López Obrador, tomándolo como lanzadera para sus aspiraciones presidenciales.

Y sí, uno era López Obrador antes de su campaña en esa entidad, y otro después.

La diferencia es el endurecimiento de su discurso o, aceptando que fuera el mismo, la resonancia que ha tenido por su cercanía al DF, donde se hace oír más, y el factor Peña Nieto.

Si comparo el discurso en su recorrido por 124 de los 125 municipios, mañana estará en Toluca, con el que ha dicho en otros estados, no hay gran diferencia. Se dan las constantes en las que se ha centrado en los últimos cuatro años: él es el bien, todo lo demás es el mal y el bien tiene que ganar sobre el mal.

Uno de sus temas recientes es la elección de los tres nuevos consejeros del IFE, de las instituciones que mandó al diablo, descalificando a los 17 aspirantes.

Desde Ixtlahuaca, el sábado pasado, López Obrador, dijo:

Los consejeros electorales que proponen, supuestamente son decentes, pero son conservadores, como si ese fuera un delito, derechistas, reaccionarios y también están al servicio de la mafia en el poder.

La acusación fue celebrada por su feligresía, aprovechando la ignorancia de muchos.

¿Es que ser conservador, derechista, incluso reaccionario, es una indecencia?

¿No hay conservadores decentes?

Por que una cosa es diferir de ellos y otra descalificarlos y calumniarlos.

¿De verdad los 17 aspirantes están al servicio de la mafia en el poder?

Es, de nuevo, la trampa del tribunal de salud, donde quien juzga, él, es el bueno, y todos los demás, los malos.

Este discurso, que se irá endureciendo de acuerdo con sus necesidades electorales, sólo anuncia el proceso electoral que viene y el conflicto poselectoral que le seguirá.

Estamos a 20 meses.

Retales

1. QUE NO. Rotas las negociaciones por el tema de las asignaciones, las rebanadas del pastel, la aprobación del Presupuesto de Egresos 2011 no se votó ayer ni se votará hoy. Lo llevarán al límite ignorando el puente, que es lo que muchos defendían como prioridad. Igual recurren al reloj parlamentario, esa creación de Beatriz Paredes, para aprobarlo;

2. FUERO. En el Senado, la iniciativa presidencial sobre la reforma al fuero militar será aplazada para el próximo periodo. Este año no saldrá, por el desacuerdo de las fuerzas armadas; y

3. RELEVO. En 25 días, cuando el PRI publique la convocatoria para el relevo de su dirigencia nacional, Humberto Moreira solicitará licencia al gobierno de Coahuila, en donde el gobernador sustituto será su actual secretario de Desarrollo Social, Jorge Torres. La candidatura priista a ese estado ya es de su hermano, el diputado Rubén Moreira.

Nos vemos el martes, pero en privado.