noviembre 24, 2010

Evitar, como sea, otro Pearl Harbor

Fran Ruiz
fran@cronica.com.mx
La aldea global
La Crónica de Hoy

La imagen desde Corea del Sur de la isla Yangpyeong en llamas, atacada por sorpresa por la artillería norcoreana, recuerda de manera preocupante al bombardeo japonés sobre Pearl Harbor, cuyo hundimiento de la Flota del Pacífico causó la declaración de guerra de EU al imperio japonés y acabó tres años y medio después con el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki.

Nadie en su sano juicio desea que esto vuelva a repetirse. El problema es que el “querido líder” norcoreano no está en su sano juicio y además tiene en su poder el botón nuclear que podría apretar quién sabe cuándo o por qué, desencadenando así un Segundo Holocausto Nuclear.

Por tanto, se tiene que imponer la cordura y los dos únicos actores en este conflicto que pueden hacerlo son Estados Unidos y China, ni siquiera vale ya el papel del Consejo de Seguridad. El ataque ha sido de tal gravedad (el primero del ejército norcoreano contra territorio surcoreano habitado por civiles) que el camino más corto es que el presidente Barack Obama y su homólogo chino, Hu Jintao, agarren el “teléfono rojo” y piensen la mejor manera de apagar juntos esta crisis, antes de consultar con el resto de potencias implicadas desde hace tiempo en la “cuestión coreana”, como son Japón y Rusia.

A estas alturas está claro que Pyongyang no le guarda el menor respeto a Washington (que lleva años en vano intentando que paralice su programa nuclear). Donde EU sí tiene margen de maniobra es en presionar a China para que ésta a su vez obligue a Corea del Norte a retomar la cordura y la senda de la negociación.

El régimen de Pyongyang depende de Pekín para subsistir, así que, la solución pasa por China. Si el gigante asiático realmente quiere demostrar al mundo que es una superpotencia con espíritu pacifista ahora tiene la oportunidad de demostrarlo.

Dos Coreas

Sergio Sarmiento
Jaque Mate
Reforma

"Mira lo que es el poder: tener en tu mano los miedos de alguien más y mostrárselos". Amy Tan

Uno de los experimentos económicos y sociales más interesantes del último medio siglo se ha llevado a cabo en la península de Corea. Después de la Segunda Guerra Mundial, un mismo pueblo quedó dividido en dos zonas de ocupación, una soviética y otra estadounidense, de las que surgieron dos países, Corea del norte y del sur, que pelearon una guerra en la década de 1950 y que desde entonces se han desarrollado con dos sistemas económico-políticos diferentes. Corea del sur tiene una economía de mercado; la del norte, el sistema comunista más cerrado del mundo.

Las dos Coreas se ubicaban en los años cincuenta entre los países más pobres del mundo, con niveles de ingreso similares a los del África subsahariana. Tras la guerra de 1950-1953 Corea del sur empezó un proceso sostenido de desarrollo. Hoy el FMI la clasifica como la 30a economía del mundo por su Producto Interno Bruto per cápita de 27,938 dólares (2009, cifra ajustada por poder de compra). Los sudcoreanos tienen ya un nivel de vida de país desarrollado. Duplican el de México, a pesar de que en los años cincuenta las dos Coreas eran mucho más pobres que nuestro país.

Corea del norte ha permanecido estancada. El World Factbook de la CIA calcula para el país un PIB de 1,900 dólares por persona. Esto lo coloca en el lugar 154 de los 194 de esa lista.

Corea del norte ha sufrido fuertes hambrunas a lo largo de las décadas. Sólo ha podido alimentar a su población gracias a la ayuda recibida de la enemiga Corea del sur y de otros países del mundo. Se ha hecho común, de hecho, que el gobierno norcoreano ataque o amenace a Corea del sur para luego obtener ayuda alimentaria o financiera a cambio de apaciguarse.

Corea del norte parece estar viviendo una crisis política. A pesar de ser un país oficialmente comunista, ha establecido un sistema político monárquico. Kim Il-sung gobernó el país desde 1948 hasta su muerte en 1994 y fue sucedido por su hijo, Kim Jong-il, quien hoy tiene 69 años y aparentemente ha estado enfermo. El actual gobernante ha designado como sucesor a Kim Jong-un, el menor de sus tres hijos, quien debido a su juventud (tiene entre 26 y 27 años) ha sido al parecer cuestionado por la jerarquía militar y política. Kim Il-sung, el fundador de la dinastía, es objeto de una adoración divina similar a la que los antiguos egipcios o romanos les daban a sus faraones o emperadores; la constitución norcoreana, de hecho, lo considera "presidente eterno".

La decisión norcoreana de bombardear la isla de Yeonpyeong, en posesión de Corea del sur pero reclamada por Pyongyang, parecería una forma de unificar a las fuerzas políticas internas y exigir una vez más dádivas de Seúl y otros países.

A pesar de su debilidad económica, Corea del norte es una potencia militar. Según el Departamento de Estado de la Unión Americana el ejército norcoreano cuenta con 1.2 millones de efectivos. Esto lo hace el quinto ejército del mundo en número de tropas. Un 20 por ciento de los hombres norcoreanos de 17 a 51 años son parte de las fuerzas armadas. Corea del norte es el país del mundo con un mayor ejército en comparación con su población. El gobierno dedica un porcentaje muy alto de su presupuesto a las armas y cuenta al parecer con bombas nucleares.

No puede menospreciarse la nueva crisis en la península. Corea del norte tiene las motivaciones para iniciar una guerra y la fuerza para vencer o por lo menos para generar una enorme destrucción en una derrota.

TESTIGO PROTEGIDO

Seguramente tiene razón la PGR al desmentir las declaraciones de su "testigo protegido", Sergio Villarreal Barragán, El Grande, quien dice haber conocido al presidente Calderón y haber tenido apoyo del senador Guillermo Anaya cuando era presidente municipal de Torreón. Pero muchos de los casos de la PGR se basan en estos testigos beneficiados. ¿Cuándo se les debe creer y cuándo no?

No sólo mata el narco

Denise Maerker
Atando Cabos
El Universal

¿Quién se puede atrever hoy a decir que a alguien lo mató el crimen organizado solamente porque el modus operandi de los asesinos fue el que caracteriza a las llamadas ejecuciones? Que varios hombres a bordo de una camioneta se acerquen a alguien —así sea alcalde, ex gobernador, líder sindical, periodista, médico o campesino—, que uno se baje y le dispare en varias ocasiones a su víctima, provocándole la muerte, ya no puede explicar, si alguna vez lo hizo, ante qué tipo de crimen nos encontramos. Nadie puede usar la frase simplona de que “fue ejecutado en lo que parece un ajuste de cuentas entre miembros del crimen organizado”. Tampoco se puede descartar a priori, como inicialmente lo hizo el procurador de Colima, Arturo Díaz Rivera, en el caso del exgobernador, Silverio Cavazos, porque el arma utilizada haya sido una 38 especial y no “con fusiles de alto poder, característicos del crimen organizado”. Y hace mal el actual gobernador, Mario Anguiano, cuando le dice a Carlos Loret que “en lo personal” está convencido de que no es un crimen político por los datos que se tienen: un coche robado con placas sobrepuestas y sicarios preparados y profesionales, lo cual, dice, “coincide más con lo de la delincuencia organizada”.

La verdad es que la forma en que alguien es asesinado, ya no explica quién está detrás del asesino, ni el móvil del crimen, ni el tipo de relación que había entre victima y victimario. Es decir, no sólo el asesino no es automáticamente un miembro de las bandas del narcotráfico que se pelean mercados y rutas de tráfico, sino que el muerto tampoco es, por la forma en que lo mataron un delincuente.

Las evidencias se han ido acumulando. Si alguna vez esa relación existió, cada vez encontramos más datos que nos dicen que en ciertas regiones del país, matar es visto como una forma de solucionar todo tipo de conflictos. Dicho de otro modo, la exposición constante a la violencia, el que todas las muertes violentas se le endosaran sin mayores consecuencias al crimen organizado, le ha dado ideas a muchos y acabó con el tabú de que matar no es la manera.

Algunos ejemplos: Al presidente municipal de Doctor González, Nuevo León Prisciliano Rodríguez lo mataron por una disputa de tierras. El procurador de Nuevo León atribuía unos granadazos a pleitos políticos, y algunas agresiones recientes a medios de comunicación no tienen explicación en su cobertura del narcotráfico, sencillamente porque llevan años sin mencionar el tema. En el caso de Cavazos, habrá que esperar, pero lo menos que se puede decir es que las cosas se complican.

Grupo cercano a Felipe, “en proceso de descomposición”

Francisco Garfias (@panchogarfias)
www.elarsenal.net
Arsenal
Excélsior

En diez días habrá humo blanco en el PAN, sabremos el nombre de su nuevo jefe nacional.

Las palabras de Francisco Ramírez Acuña, candidato a la jefatura nacional del PAN, reflejaban el rechazo interno que los hombres del Presidente provocan entre militantes que no forman parte de este selecto grupo calderonista, bautizado alguna vez como El Ostión, por su empeño en aislar al primer mandatario,

"Hay que hacer una revisión del grupo cercano al Presidente. Está dividido, confrontado, en proceso de descomposición. Sus integrantes no supieron administrar el poder; y hoy se diría que pretenden administrar la derrota", nos dijo el que fue el primer secretario de Gobernación de la era de Calderón.

Ramírez Acuña, buen jalisciense, no se raja. Jura que, llueve o truene, irá hasta la ronda final de la contienda interna "y después seré el presidente del PAN". La risa del reportero lo hizo reaccionar de inmediato. "Esa risa le va a costar cinco tequilas", advirtió, muy seguro de que será el sucesor de César Nava.

Y es que en diez días habrá humo blanco en el PAN. El 4 de diciembre próximo sabremos el nombre del nuevo jefe nacional de ese partido. Cecilia Romero, Blanca Judith Díaz, Gustavo Madero y Roberto Gil, además de Ramírez Acuña, son los cinco tiradores al cargo. Ninguno ha renunciado a la contienda. Todos competirán en la primera ronda.

Nos reportan incluso que la ex titular de Migración está muy molesta con las versiones, aparecidas en columnas, acerca de que declinaría a favor del senador Madero. Pero niguas.

-Ramírez Acuña tiene contados a los consejeros nacionales con los que se ha entrevistado individualmente, desde que inició su campaña interna. Lleva 305 de los 387 que votarán al nuevo jefe nacional. El hombre presume de ser el único que hizo la visita de las 300 casas, en municipios de todos los estados de la República.

Estos intercambios le sirvieron para detectar que los consejeros del PAN están "ansiosos", "molestos" e "inconformes", con la actual dirigencia nacional. En todos lados escuchó la misma queja. Ni siquiera les toman la llamada. "En el PAN no se trabaja para tener una estructura sólida, sino para fortalecer grupos y corrientes. Han desbaratado los comités municipales", acusó el hombre que destapó a Felipe para la Presidencia de la República.

A lo largo de la charla, celebrada en el restaurante de la Cámara de Diputados, nos dijo que él no está sujeto a componendas y que por eso no ha buscado a los dueños del partido (a los que no quiso identificar por su nombre). "Lo que está a discusión es quién tiene capacidad de meter la máquina sobre los rieles", añadió.

-Le preguntamos sobre un supuesto acuerdo que los adversarios de Gil habrían hecho para respaldar, en una segunda ronda de las votaciones, al que mejor ubicado quede para derrotar al más joven de los candidatos a la jefatura del azul. La versión fue "filtrada" al reportero por un panista de alto nivel, pero Ramírez Acuña la desmintió. "Alguna vez nos reunimos los cuatro, sí, pero fue para manifestar nuestra molestia por las llamadas que algunos hacían a empleados del gobierno para pedirles el voto para Gil, pero no para hacer componendas. Por lo menos a mí, nunca me plantearon una cosa así", precisó el ex gobernador de Jalisco.

Cecilia desmintió también la existencia del pacto, en una entrevista con el director editorial de Excélsior, Pascal Beltrán del Río. Buscamos al legislador panista que filtró la especie. Le hablamos de los desmentidos. Nos dijo que estaba en una reunión y nos devolvería la llamada. Nunca lo hizo. Falta poco para saber si decía la verdad o sólo nos utilizó para meter ruido en la elección interna.

Las mañas se pegan.

-Ángel Aguirre Rivero jura que en el Senado le quedaron a deber dos meses de dieta, apoyos incluidos, luego de que abandonó al grupo parlamentario del PRI en la Cámara alta, para convertirse en candidato de la alianza Guerrero Nos Une. El guerrerense ya buscó a Manlio Fabio Beltrones, coordinador de esa bancada, para hacerle el reclamo. No le tomó la llamada.

Habló entonces con un subordinado, para enviar el recado al senador sonorense. "Son recursos devengados. Voy a hacer una conferencia de prensa", amenazó. No surtió efecto. Ni siquiera le respondieron. La cantidad es respetable. "Alrededor de 500 mil pesos", aseguró Aguirre. ¿Qué harían con esa lana? Es pregunta.

El candidato aliancista, por cierto, jura que Buendía Laredo y Parametría le dan hasta 12 puntos de ventaja sobre el candidato del PRI, Manuel Añorve, en las preferencias electorales, "a pesar de la guerra sucia de que soy víctima". El senador con licencia citó incluso un correo electrónico que atribuye a Liébano Sáenz, en el que le dice a su socio Federico Berrueto, que "fallaron los navajazos de Añorve".

Desagregando al elefante

Héctor Aguilar Camín
acamin@milenio.com
Día con día
Milenio

Las revoluciones son sus hechos y son su mitología: son lo que sucedió y lo que sus herederos hicieron en su nombre. Lo mismo en la Revolución francesa que en la rusa que en la mexicana: no hay una, sino muchas revoluciones.

Vale la pena desagregar los legados vivos de la Revolución mexicana, fechar sus años de origen, sus responsables históricos.

Por ejemplo:

El precepto constitucional que impide a Pemex hacer contratos privados como cualquier empresa normal, no viene de la Constitución de 1917, ni de la ley de expropiación cardenista. Viene del “perfeccionamiento del monopolio petrolero” a que se dedicó el gobierno de López Mateos hasta reformar la Constitución en 1960.

No es una equivocación histórica de “La Revolución” lo que hay que enmendar, sino la decisión política de un gobierno que no quería desmerecer ante la popularidad de la Revolución cubana. Para lucir más revolucionario, se hizo más estatista.

Habría que preguntarse en qué momento empezó cada uno de los legados que nos estorban, que nos hacen presos del impresentable elefante que obstruye al país, ése que nadie sabe cómo sacar de la sala y de cuya presencia nadie se hace responsable histórico.

¿En qué momento se pudrió la Reforma Agraria? ¿Cuándo dejó de ser un instrumento de redistribución de las oportunidades en el campo y se volvió un expediente de corrupción, abuso y destrucción de la riqueza agrícola y forestal del país?

¿En qué momento se pudrió el sindicalismo? ¿Cuándo dejó de ser una forma creativa de organizar y proteger a los trabajadores y se volvió un orden clientelar, antidemocrático, que premia la improductividad del trabajo a cambio de la sumisión política del trabajador?

¿En qué momento se pudrió la voluntad de los gobiernos de aplicar la ley? ¿En qué momento el inteligente y pragmático espíritu de negociar las cosas, más que de imponerlas, dejó de ser un talento para volverse una debilidad del orden político?

¿En qué momento se pudrió el Estado como fuente de acción creativa y soluciones prácticas? ¿En qué momento empezó a ser surtidor por excelencia de ineficacia y corrupción?

¿En qué momento se pudrió la capacidad de arbitrar sobre los beneficiarios de bienes públicos hasta volverlos un archipiélago de poderes fácticos que no se pueden desafiar?

No hay fechas fijas, seguramente, sino procesos, pero hay que desagregar los engranajes del elefante para entender sus mensajes y poderlo desmontar.