diciembre 08, 2010

Festín

Diego Beas (@diegobeas)
ruta66@diegobeas.com
RUTA 66
Reforma

Conforme se conocen más detalles de los entresijos de la diplomacia estadounidense y se publican más cables del Departamento de Estado, más claras quedan dos cosas: la diplomacia de Estados Unidos es más competente de lo que algunos pensábamos y, por otra, resulta un sinsentido centrar la atención sobre WikiLeaks, la organización que dio a conocer las notas.

El festín de secretos, como acertadamente lo ha llamado Garton Ash, no tiene precedentes y ofrece una mirada amplia, en algunas casos profunda y panóptica, sobre cómo ejerce el poder el país americano en las cuatro esquinas del planeta. La novedad, para algunos, parece venir de lo que revelan los cables sobre la forma en la que lo hace. Nada de qué sorprenderse allí. ¿Alguien pensaba que la enorme influencia estadounidense se manifestaba a través de sutiles insinuaciones y tersas caricias?

Para lo que sí han servido las filtraciones es para conocer con bastante más detalle el tipo de información que los escalafones más bajos de la diplomacia estadounidense son capaces de producir -un tema que ha escapado a muchos medios que cubren el asunto es que ninguno de los cables filtrados pertenece a agencia de inteligencia alguna-. La sorpresa allí es que la información es de buena calidad -en algunos casos, incluso, sorprendentemente sofisticada- y sobre una variedad tan amplia de temas que sobre todo es indicativa de la influencia que sigue teniendo el país en tantos ámbitos y regiones del mundo.

El diario El País ha hecho un estupendo trabajo procesando y analizando las diferentes formas en las que la Embajada estadounidense en Madrid tiene un pulso firme sobre España. De un diagnóstico certero de sus principales figuras políticas a la forma en la que la propia embajada ha participado del debate sobre el cierre de páginas web que contienen contenidos ilegales (un debate espinoso que ha enfrentado al Gobierno de Zapatero con diversos sectores).

Hace lo mismo con el torrente de información que se ha dado a conocer sobre América Latina y el montón de complicidades mórbidas que la aquejan. Sobre las interpretaciones de consumo interno del Departamento de Estado y sobre los huecos del rompecabezas que la información recién revelada llenan. Un trabajo, por cierto, que ningún diario del continente americano está haciendo de manera seria.

Lo que nos lleva al segundo punto: el ensañamiento con la organización que reveló la información: por parte del Gobierno de Estados Unidos, algunos poderes fácticos (Amazon, Visa, MasterCard, et al.) y los propios medios de comunicación.

Mucho más preocupante que la información dada a conocer en las filtraciones es la reacción del Gobierno y algunos políticos en Estados Unidos. No me refiero específicamente a la Administración Obama -atrapada entre la espada y la pared-. Pero sí a miembros del Congreso y amplios sectores del Partido Republicano que han pedido de manera explícita y en público la ejecución de Julian Assange (sí, ejecución, como en pena capital). O, que un senador como Joe Liberman utilice el poder del Congreso para presionar de manera directa e intimidatoria para que Amazon.com elimine de sus servidores la página de WikiLeaks, me parece una mayor infamia que lo que he leído hasta ahora en las notas diplomáticas.

Estas posiciones debilitan más a Estados Unidos que cualquiera de los 250 mil cables revelados. Debilitan su imagen en el mundo, su asertividad moral en una amplia variedad de temas y, sobre todo, su posición como adalid de la libertad de expresión y prensa libre. Con ello, cuidado, no pretendo decir que Estados Unidos ya no la tenga; la tiene: poner en tela de juicio a la totalidad del sistema democrático y más de 200 años de historia, es poco serio y reduccionista. Pero si la descuida, la puede perder.

En fin, un debate que dará para mucho y que demuestra empíricamente cómo las tecnologías de la información están transformando a la santísima trinidad -la de la democracia, por supuesto-: Gobierno, medios de comunicación y ciudadanía. Fascinante ver cómo unos están usurpando el poder de otros.

El Frente Pejista de División Nacional

Francisco Garfias (@panchogarfias)
www.elarsenal.net
Arsenal
Excélsior

Guadalupe Acosta Naranjo: “No somos juanitos para recibir órdenes desde el Hemiciclo a Juárez”.

Los Chuchos por fin le sacaron el hacha de guerra a López Obrador y a sus seguidores del Grupo de los Ocho, que el pasado domingo amenazaron con tomar por asalto las instalaciones del CEN del PRD, para obligar la destitución inmediata de Jesús Ortega como presidente de ese partido. El diputado Guadalupe Acosta Naranjo, número dos de la bancada del PRD en San Lázaro, advirtió a los amigos de Andrés que, “o acatan las reglas del partido o cada quien por su lado y que se vayan a fundar el Frente Pejista de División Nacional…”

La de Acosta no es una declaración más. Es una posición asumida el pasado domingo en Oaxtepec, Morelos, durante la Asamblea Nacional de las Organizaciones del PRD.

Sus palabras levantaron una carretada de aplausos entre los asistentes a ese cónclave. Lo aseguran testigos del evento.

El legislador dejó claro que Jesús no se va a ir ahora, como pretenden los obradoristas. Va a esperar los resultados de las elecciones en Guerrero y Baja California Sur, dos estados que gobierna el PRD.

Aunque la gestión de Ortega termina oficialmente en diciembre de 2011 —lo eligieron por tres años—, éste ofreció irse el próximo mes de marzo “en un gesto de buena voluntad” que, por lo visto, no apreciaron los impacientes obradoristas.

La reacción registrada en Oaxtepec refleja el abierto rechazo de Nueva Izquierda y sus aliados a López Obrador. Están hartos de que El Peje pretenda dar órdenes desde “el espacio donde vive”; de los edictos que salen de su casa; de la amenaza de ser declarado traidor al movimiento o “servidor de la mafia que gobierna este país”, si se le contradice.

Y si no, pregúntenle a Marcelo Ebrard, otrora incondicional del tabasqueño. El jefe de Gobierno del DF ya fue declarado, en una afirmación que nadie desmintió, “candidato de la mafia en el poder”, por su postura a favor de las alianzas.

Acosta encabeza involuntariamente la rebelión en contra de los “dictados” de Andrés Manuel. Está decidido a pagar el precio. Su inconformidad con el tabasqueño la resume en forma por demás cruda: “No somos juanitos para recibir órdenes desde el Hemiciclo a Juárez”.

El tema que ha estirado la liga entre los perredistas son las elecciones en el Estado de México. El Peje se ha convertido en el principal torpedero de las alianzas con el PAN. No hay discurso en el que no las critique. El tabasqueño quiere a Yeidckol Polevnsky como candidata única de la izquierda, o a Alejandro Encinas, si éste se decide.

Guadalupe dice que la senadora y el diputado tienen que someterse a un procedimiento democrático interno. “Nada de que voy a hacer una encuesta y a los tres días ya tengo candidato”, puntualiza.

Los seguidores de Ortega se aferran a las alianzas con el PAN para enfrentar al PRI, pero no han encontrado el hombre adecuado para afrontar al delfín de Enrique Peña Nieto en julio del año que entra. Le tienen tanta fe a su estrategia, que están dispuestos a ir con un “candidato mediano”, pero unidos al azul.

Los Chuchos quieren insistirle al empresario Alejandro Martí, quien una y otra vez ha dicho no. Isabel Miranda de Wallace es una opción inexplorada. Ya vieron que cachar un Malova mexiquense no es tarea fácil en el estado que gobierna Enrique Peña Nieto, el rey de las encuestas para 2012. Lo nuevo es que el obradorista Alejandro Encinas ya no es tan contundente en la negativa a convertirse en el candidato. “Mantengo mi posición, pero hay varios compañeros que están insistiendo en que encabecemos este esfuerzo de la izquierda”, declaró ayer.

***

Roy Campos, de Consulta Mitofsky, mandó el lunes su más reciente encuesta sobre 2012. La acompañó con una nota en la que destaca que acabamos de pasar una semana muy rica en eventos políticos: se celebró el décimo aniversario de la alternancia, y el cuarto año del actual sexenio; rindieron protesta tres gobernadores —Aguascalientes, Oaxaca y Veracruz— y Gustavo Madero se convirtió en nuevo presidente del PAN. “Todos esos eventos se conectan en un punto: la carrera por la Presidencia de México en la que ya todos los actores políticos, y muchos no políticos, están inmersos”, asegura el encuestador.

Consulta Mitofsky nos dice que, por ahora, y con los tres nombres que encabezan las preferencias en la boleta, el priista Enrique Peña Nieto logra 52% de la intención de voto; López Obrador 16% y Santiago Creel, el panista mejor colocado, 13 por ciento.

Campos hace un apunte final. La nube en la que hoy está montado el PRI, con su gran ventaja, es un punto volátil, ya que las campañas y los candidatos moverán en forma natural estos valores y será difícil que observemos algo parecido en los comicios. “Al PAN le falta candidato y a los partidos de izquierda les falta limpiar su imagen negativa”, puntualiza.

Matar a los delincuentes

Román Revueltas Retes
revueltas@mac.com
Interludio
Milenio

Una de las facultades del Estado es la ejecución extrajudicial de sus enemigos. Se invoca, justamente, la “razón de Estado”, o sea, la existencia de circunstancias tan excepcionales y perentorias que justifiquen la aplicación de medidas extremas. Todo esto, por así decirlo, en defensa propia. Uno de los grandes dilemas que tuvo Felipe González, como contó recientemente al diario español El País, fue que tuvo en sus manos la decisión de aniquilar físicamente a la cúpula de la organización terrorista ETA. No lo hizo, supongo que por razones morales, pero, luego, le siguió dando muchas vueltas a la idea de que pudo haber evitado la posterior muerte de decenas de inocentes en los atentados de la banda. En Israel, un Estado indudablemente democrático, no tienen mayores dudas: utilizando tecnología de punta, lanzan misiles de precisión quirúrgica para matar a los terroristas que se esconden en el territorio de Gaza. No estamos hablando, en ninguno de los dos casos, de acciones en las que interviene el aparato judicial. Es un trabajo sucio que hubieran debido hacer los servicios especiales españoles y que realizan habitualmente las fuerzas de élite de Tsahal, el Ejército israelí. No hay tribunales. No hay juicios. No hay jueces.

Pero, hablando del tema que he tocado en mis dos últimos artículos —a saber, la ejecución pura y simple de los delincuentes en nuestro país como parte de una estrategia, de último recurso, que podríamos llamar, no tan eufemísticamente, “guerra sucia”—, ¿quién podría llevar a cabo, aquí, la tarea? Ésta, la designación de los ejecutores, sería la primera complicación en un asunto que, a partir del momento en que se plantea como una posibilidad real, resulta en un auténtico atascadero. Porque ¿vamos a defendernos de los asesinos promoviendo, a la vez, un cuerpo de matones? Y, la tarea misma, la propia labor ¿no implica una automática corrupción moral tanto de los operantes como de sus patrocinadores oficiales? Ustedes dirán…

Discurso de Mario Vargas Llosa

Mario Vargas Llosa
El País

Palabras de Mario Vargas Llosa al aceptar el Premio Nobel de Literatura 2010

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