marzo 31, 2011

La Morena y la Suprema

Pedro Salazar Ugarte
Investigador del IIJ-UNAM
El Universal

La presentación pública de un proyecto para gobernar a la nación merece celebrarse. Si además proviene de un actor político relevante, y en un contexto de confusión y de desánimo generalizados se propone como un plan alternativo, debe tomarse en serio. O, por lo menos, amerita una lectura atenta y desprejuiciada. Lo contrario supondría darle la espalda a la deliberación democrática y abonar en la cancha de quienes han reducido la política a la ocurrencia estéril. Por eso leí con atención el Proyecto Alternativo de Nación presentado por López Obrador. Su difusión es una invitación programática para el debate que no debe quedar en el vacío.

No pretendo realizar un balance general del texto ofreciendo un recuento de sus bondades y defectos. La mezcla de las generalizaciones con la subjetividad podría resultar insoportable. Prefiero centrar mi atención en una propuesta concreta que llamó mi atención desde que leí la reseña periodística del evento: promover una reforma constitucional para elegir democráticamente a los ministros de la Corte. Con ello, según advirtió AMLO, ese tribunal recuperaría “su independencia” y se pondría “realmente al servicio del pueblo”. Lo que sucede es que, para él, “la mayoría de los 11 ministros han sido nombrados por Salinas, Fox, Calderón, Diego Fernández de Cevallos y Manlio Fabio Beltrones y a ellos obedecen”. En congruencia con esta tesis, en el documento extenso se afirma que la propuesta busca evitar que el nombramiento de los ministros esté “sujeto a los chantajes o caprichos de los gobernantes en turno”. Vayamos por partes.

Primero el diagnóstico: ¿los ministros actuales han sido nombrados por esos personajes? No lo creo. Una cosa es que, en su calidad de titulares del Poder Ejecutivo, los dos ex presidentes y el presidente actual, cada uno en su momento, hayan integrado las ternas de las que han provenido las designaciones y otra que ellos hayan hecho los nombramientos. Por el contrario, desde hace años, los ministros han tenido el apoyo de todas las fuerzas políticas representadas en el Senado de la República. Incluidas las fuerzas de izquierda. De hecho, en los últimos nombramientos se ha rebasado ampliamente el requisito constitucional de las dos terceras partes de los senadores presentes. Así las cosas podemos estar en desacuerdo con algunas designaciones y/o con el desempeño de los nombrados pero, en definitiva, no podemos secundar la tesis de López Obrador.

En segundo lugar, más allá del diagnóstico, la propuesta en sí es errada. Quizá la fórmula de nombramiento actual no sea la ideal. Probablemente sería mejor que el Presidente propusiera sólo un candidato y que el Senado lo aprobara o lo rechazara como sucede en EU; o que la integración de la Corte fuera corresponsabilidad parcial de diversas instituciones, como sucede en muchos países europeos. Pero, en definitiva, los ministros no deben ser electos democráticamente. Eso no sucede en ningún Estado constitucional consolidado. La única excepción que conozco es la del Tribunal Constitucional Plurinacional boliviano (y francamente no me parece un referente en la materia). Lo que sucede es que la función de los jueces constitucionales es incompatible con esa fórmula de nombramiento. Su tarea no es la de representar a la ciudadanía sino la de proteger los derechos fundamentales de las personas. Y esta delicada labor con frecuencia se contrapone a la lógica de las mayorías democráticas. El mandato de los ministros no es un mandato popular sino constitucional: garantizar que los poderes públicos y privados, democráticos o no, se sometan a los límites que la Constitución les impone. De ahí la importancia de su independencia y de su imparcialidad (políticas e ideológicas). Rasgos esenciales de la función jurisdiccional que son incompatibles con la propuesta de AMLO quien, para colmo, pretende ser presidente de la República. Lo cual, dicho sea de paso, aumenta el despropósito. Al menos para quienes valoramos la división de poderes.

PAN-PRD: otras alianzas

Miguel Ángel Granados Chapa
miguelangel@granadoschapa.com
Plaza Pública
Reforma

En Coahuila se solicitó el registro de la coalición en que el PRD se adhiere a la candidatura del panista Guillermo Anaya, con impugnaciones internas. Y en Nayarit se está complicando la decisión de hacer candidato al chucho Acosta Naranjo

Con la presentación del informe final, que incluye los resultados definitivos, ayer concluyó el proceso de consulta en el Estado de México acerca de la alianza convenida, en principio, por Acción Nacional y el PRD. Esos partidos pidieron a Alianza Cívica y a Propuesta Cívica organizar ese ejercicio para conocer la opinión de los militantes y simpatizantes de esas formaciones políticas sobre la coalición que estiman necesaria para lograr la alternancia en una entidad que sufre gran atraso político por el dominio no sólo de un partido sino de un grupo dentro de ese partido.

Desde el mirador logístico y civil, la consulta ocurrida el domingo pasado fue satisfactoria. Con escasos recursos fue posible instalar en la vasta geografía mexiquense casi un millar de mesas electorales, a las que acudieron cerca de 250 mil personas, que en una amplia mayoría votaron por el sí. La proporción fue de cuatro por uno: casi 200 mil por la afirmativa contra casi 50 mil por la negativa. Movilizar a esa cantidad de ciudadanos, aparte los organizadores de la consulta, resultó un ejercicio de democracia participativa exitoso.

Alianza Cívica, Propuesta Cívica y el Consejo Ciudadano de la consulta cumplieron a cabalidad la encomienda que los partidos les confiaron. Toca ahora a los partidos, en sus propios ámbitos, adoptar las posiciones que la relación de fuerzas interna haga posibles. La conferencia de prensa efectuada ayer no era el espacio propicio para ese efecto, sobre todo porque se expresaba sólo una visión del conflicto que vive el PRD, y fue fácil embatir contra la otra visión que no tenía posibilidad de manifestarse.

A pesar de signos que hacia allá apuntan, no está dicho en definitiva que no cuajará la coalición en que se empeñaron las direcciones nacionales y estatales de PAN y PRD. Habrá que esperar, por lo tanto, el desenlace formal de la situación. Puede anticiparse, sin embargo, que si el PAN y el PRD en vez de coaligarse acuden a la elección de julio con candidato propio, abonarán el campo para que una vez más el PRI alcance la victoria, y el gobernador saliente se afiance en su aspiración presidencial.

Mientras tanto, en dos entidades más donde también habrá elecciones para gobernador en julio, las alianzas avanzan, aunque no sin tropiezos por lo que hace al PRD. En Coahuila, por ejemplo, la dirección estatal de ese partido, junto con las de Acción Nacional y Unidad Democrática de Coahuila solicitaron registro para la coalición Por un Coahuila libre y seguro. Sin embargo, el dirigente del consejo estatal (órgano diferente del comité respectivo) impugnó esa petición, y con ello al menos estorbará que se concrete la alianza. Ésta, sin embargo, es necesaria para que el PRD participe en la contienda. A causa de su debilidad creciente, que lo llevó a perder su registro para participar en comicios locales, ha tenido que aceptar el papel no de aliado sino de adherente. Se ha reducido al tamaño del tercer partido de esta coalición, UDC, nacido en Ciudad Acuña como una iniciativa personal de Evaristo Pérez Arreola, dirigente del sindicato del personal administrativo de la UNAM, que al jubilarse se retiró a su ciudad natal de la que fue alcalde.

El candidato de esa alianza es el panista Guillermo Anaya, senador por mayoría, y compadre del presidente Felipe Calderón. Ganó su escaño en Xicoténcatl de manera muy holgada: más de 100 mil votos sobre el PRI, que obtuvo la senaduría de minoría. Pero la fuerza del PAN en 2006 se debió al efecto Calderón. Dos años después, en los comicios locales, el poder de la familia Moreira se desplegó al punto de volver al carro completo en la elección legislativa (el PRI ganó los 20 distritos electorales) y el mayor número de municipios desde que el PAN se había vuelto competitivo y ganado, por ejemplo, la alcaldía de Torreón, que está de nuevo en manos priistas. Como se sabe, ahora el candidato del tricolor es Rubén Moreira, hermano del presidente nacional del PRI, que pidió licencia para que medie un cierto lapso y no sea tan ostensible la transmisión del mando de un hermano a otro.

A diferencia de Coahuila, en Nayarit el pacto entre PAN y PRD se fabricó en torno de un candidato perredista, con Acción Nacional como adherente. Pero podría fracasar si prosperan las tensiones dentro del segundo de esos partidos, y también las que no se finiquitaron en el PRI. Los partidos principales (y el pequeño Partido de la Revolución Socialista) convinieron en que el candidato sea Guadalupe Acosta Naranjo. Pero ha surgido una singular oposición a su candidatura, con la que tiene que lidiar para consumar su propósito.

Lo encara su compañera de bancada Martha Elena García de Echevarría. Su esposo fue gobernador en 1999, arropado por una ancha coalición con la que venció al PRI, su partido de toda la vida. A poco andar en su gobierno, perdió su condición de aliancista y enfrentó la oposición de algunos de sus apoyadores, no del PAN a que se afilió. Su esposa pretendió que ese partido la postulara para reemplazar a su marido. Al no conseguirlo, se sumó al PRD, que en 2009 la hizo diputada federal y ahora, con el visto bueno de los grupos contrarios a los Chuchos, podría poner en aprietos a Acosta Naranjo. Eso, sin contar con la resaca del proceso interno priista. El alcalde Roberto Sandoval se registró como candidato único, pero los senadores Raúl Mejía y Gerardo Montenegro no quedaron satisfechos y acaso alguno buscará ser postulado por un sector de la oposición.

Cajón de Sastre

¡Qué enredos produce en todos los frentes la pretensión de los mandos nacionales y estatales del PAN y el PRD de aliarse para ganar la gubernatura del Estado de México! La secretaria general de Acción Nacional salió a decir que el mismísimo presidente de la República, en una reunión con dirigentes partidarios, los había instado a perseverar en la hechura de esa coalición. Sin embargo, horas más tarde el secretario particular de Felipe Calderón la desmintió. Roberto Gil Zuarth negó que su jefe hubiera hecho una manifestación de ese alcance, pues se conduce con distancia respecto de los procesos partidarios. ¿Entonces la ex senadora Romero inventó su dicho? ¿Con qué objeto lo haría? Lo que probablemente ocurrió es que no se advirtió de lo obvio a los presentes en la reunión y las luces de alarma se encendieron cuando se hizo pública una instrucción privada.

El dedo

Ricardo Alemán (@RicardoAlemanMx)
Excélsior

La acertada decisión de Peña Nieto de elegir, no a su amigo, sino al mejor posicionado, fue visto por muchos como el regreso de los brujos.

Como si trataran de descubrir uno de los grandes misterios del poder —en México y el resto del mundo—, en la última semana regresó a los textos de parte de la opinocracia doméstica, el folclor que simboliza al PRI de los años 50, 60 y 70 del siglo pasado.

Y es que, a propósito del “destape” de Eruviel Ávila como candidato del PRI al gobierno mexiquense, muchos desempolvaron la vieja retórica que se pensaba archivada, pero que se mantiene viva entre la clase política mexicana y la opinocracia, gracias a la terca realidad del autoritarismo y la necia cultura antidemocrática.

Así, con una dosis de cinismo, miopía y amnesia convenencieras, abundaron las opiniones de los que vieron en Peña Nieto el emblema y estandarte del viejo PRI, por cometer el acierto de “imponer”, elegir o empujar —como candidato a sucederlo— al más popular de los pretensos, al mejor dotado para una contienda a muerte y, en lógica política impecable, al que las encuestas señalan como ganador.

En pocas palabras, que la acertada decisión de Peña Nieto al elegir como “el bueno” no a su amigo o preferido, sino al mejor posicionado y al que garantice un resultado ganancioso, fue visto por muchos como el regreso de los brujos. De los brujos priistas, claro.

Dijeron que al elegir al mejor y no al amigo, con el PRI de Peña Nieto están de vuelta, no sólo la rancia práctica priista del dedazo que da y quita, sino las no menos antiguas “fuerzas vivas”, la “cargada”; los “tapados” y “el destape”; la autoritaria “disciplina”, la nada democrática “unidad” y —por supuesto— los baños de pueblo que exaltan el origen humilde del agraciado y su proclividad por servir “al pueblo”.

Lo curioso del caso es que todos esos opinadores tienen razón. Sí, en el “destape” que operó Enrique Peña Nieto en la persona de Eruviel Ávila, apareció todo el arsenal de las viejas prácticas del PRI, empezando por los tapados y el destapado; el dedo y el dedazo; la cargada propia de las fuerzas vivas, la disciplina y la infaltable unidad. Todo eso y mucho más.

Pero lo que no nos dicen esos opinantes que suelen militar, sea con la religión del mesías amarillo o con los delirios yunquistas azules —los extremos se juntan—, es que se niegan a ver, a escuchar y a pensar más allá de sus iglesias políticas y fanatismos ideológicos. ¿Por qué?

Porque igual que están arraigados en lo más profundo de la genética del PRI, las folclóricas taras del “dedo”, el “tapado”, el “destape”, la “cargada”, la “lealtad”, el “delfín”, la “unidad”… también son parte de la genética del PRD y del PAN. ¿Tienen dudas?

Algunas perlas. ¿Qué fue, sino un acto de destape, dedazo, con cargada, unidad, baños de pueblo, lealtad a toda prueba, disciplina, autoritarismo, ausencia total de democracia..?, el acto celebrado en el Auditorio Nacional, el domingo 20 de marzo, por Andrés Manuel López Obrador. Los priistas le dan brochazos de dizque democracia a sus actos de profundo autoritarismo, pero AMLO ni las formas guarda. ¿Por qué? Porque él es el jefe máximo, el único que opina, el que tiene la verdad absoluta, el candidato único, el orador único, el jefe único, el único que decide y… es Dios. Y ¡ay! de aquél que se atreva a desafiarlo, porque el “Rey Sol” lo expulsa del paraíso.

Por cierto, ¿qué, no fue AMLO el que impuso a Marcelo como candidato a jefe de Gobierno; no hizo campaña ilegal a su favor; no hizo jefe de Gobierno a Alejandro Encinas en un acto de profundo autoritarismo? Pero tampoco es una tara exclusiva de AMLO. En realidad la antidemocracia en el PRD es generalizada; está en Los Chuchos, el G-8, el grupo de AMLO, en el de Cárdenas…, es como la lepra: donde le punzan, sale pus. Eso del lado de los amarillos.

Pero los azules no cantan mal las rancheras. ¿Qué, no fue dedazo la llegada de los presidentes del PAN en tiempos de Calderón; no fue dedazo el de Fox con el perdidoso Creel; no fue dedazo la salida de la secretaría particular de Luis Felipe Bravo Mena y su unción como candidato al Edomex..? La lista de la antidemocracia panista es larga, pero no tan vieja. ¿Qué, Bravo Mena no fue ungido por los mismos métodos nada democráticos que los empleados por Enrique Peña; o por los métodos nada democráticos con los que AMLO destapó a la farsa Yeidckol Polevnsky como candidata al Estado de México?

Podrán decir misa. Lo cierto es que ni tricolores ni azules y menos amarillos se salvan de la tara del “dedo” y sus consecuencias.

EN EL CAMINO

Por cierto, ejemplo de civilidad y política, el encuentro entre Xóchitl Gálvez y Francisco Olvera.

Los Pinos, día de locos

Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga1)
lopezdoriga@milenio.com
En privado
Milenio

Los partidos no buscan militantes,
sólo votantes.
Florestán


El de ayer fue uno de esos días de locura en Los Pinos, y de fiesta para el periodismo.

Todo comenzó por la tarde, cuando al término de la reunión periódica del presidente Felipe Calderón con la dirigencia de su partido, la secretaria general panista salió y reveló a los periodistas el contenido del encuentro:

El Presidente, dijo, está de acuerdo en que sigamos en la actitud en la que ha estado el PAN: abierto a una alianza (para el Estado de México) dispuestos a llevar a cabo una alianza y dispuestos, también, a honrar lo que los panistas, perredistas y mexiquenses dijeron el domingo, eso dijo el Presidente (Calderón), dijo Cecilia Romero a los reporteros.

Esto provocó una iracunda reacción del PRI, acusando a Calderón y a su secretario de Gobernación, presente en la reunión, de violar la ley electoral, y diciendo que ha claudicado a sus responsabilidades de presidente de todos los mexicanos para convertirse en jefe de campaña electoral de su partido político.

Para esa hora, la Presidencia de la República había suspendido un anuncio del Presidente previsto para las 19 horas en el que anunciaría el nombre del nuevo titular de la PGR en sustitución de Arturo Chávez Chávez, para dar paso a una declaración a los medios de su secretario particular, Roberto Gil, negando el dicho de la secretaria general del PAN y negando que el presidente Calderón los hubiera convocado a mantener la búsqueda para lograr una alianza con el PRD en las elecciones del Estado de México, desmentido que fue respaldado en un comunicado del PAN.

Gil también negó que el presidente Calderón, como dijera Andrés Manuel López Obrador, había ofrecido a Alejandro Encinas que fuera el candidato de la alianza PAN-PRD, lo que llevó a Jesús Ortega a reclamar que tanto el Presidente como Encinas y AMLO aclararan cuándo y cómo se hizo ese ofrecimiento.

Y todo en el terreno de lo creíble.

Gracias por el día de ayer.

Retales

1. ASAMBLEAS. El destino de esa alianza PAN-PRD se decidirá el sábado en el Consejo Nacional perredista y luego el día 10 en su consejo estatal. Ahí se medirá la fuerza de Jesús Zambrano y Dolores Padierna. El no del consejo a la alianza sería un triunfo para López Obrador;

2. ELECCIONES. En julio de 2006, con la presidencial, se realizaron elecciones en 4 entidades: DF, Guanajuato, Morelos y Jalisco, el PRI perdió las 4: el PRD ganó la Ciudad de México y el PAN las otras 3. En julio de 2012, con la federal concurrirán 7 elecciones de gobernador, las citadas más Chiapas, Tabasco y Yucatán, que serían 8 si se suma Baja California; y

3. PAVIMENTO. En estas condiciones las primeras elecciones de gobernador durante la próxima Presidencia serán hasta 2015, lo que daría al país 2 años de tregua electoral.

Nos vemos mañana, pero en privado.

marzo 30, 2011

'Bravo' por Paco Calderón



Tiempo de definiciones

Luis Felipe Bravo Mena
Precandidato del PAN a la gubernatura del Estado de México
El Universal

Ayer el PAN dio un paso muy importante hacia la construcción de un proyecto de cambio y en la definición de su propuesta para el Estado de México. Se privilegió la generosidad y la unidad. Agradezco a mis compañeros José Luis Durán y Ulises Ramírez su declinación a favor de mi candidatura. Reconozco su valía y liderazgo. Sumaremos equipos para conquistar la victoria que se traduzca en un gobierno que trabaje con y para los ciudadanos.

Por otro lado, el domingo tuvimos otro momento de definición. En un ejercicio sin precedentes en el Estado de México se realizó con éxito la consulta ciudadana por la que los mexiquenses dijimos sí a la alianza entre PAN y PRD basada en un programa de gobierno común. Con 94% del total de las mesas de votación computadas, se ratificó que 76% estamos de acuerdo con una alianza entre PAN, demócratas humanistas, y PRD, socialdemócratas. Los resultados de la consulta son contundentes y en ellos se expresa claramente la voluntad popular. En 909 mesas votaron 190 mil 925 por el “Sí”, 46 mil 640 por el “No”, 7 mil por “No sé” y 5 mil 686 fueron anulados.

Es rotunda la decisión de los mexiquenses de apoyar la alianza de fuerzas democráticas del Estado de México. Un SÍ a la unión de diversos movimientos políticos y sociales que quieren un cambio. Un SÍ para superar nuestras diferencias y sumarnos por el bien del estado. Un Sí a la convergencia de talentos y de esfuerzos para aliviar el dolor y sufrimiento de miles de familias mexiquenses que viven en pobreza y marginación.

Felicito a todos los ciudadanos del Estado de México que han decidido participar en esta consulta inédita en nuestra historia política. Hemos obtenido una primera victoria contra los enemigos de la democracia. Ganó la voluntad popular y es la obligación de todos los demócratas escucharla y atenderla. Agradecemos a Alianza Cívica y a cientos de organizaciones de la sociedad que participaron en esta exitosa convocatoria.

Llegó el tiempo de dar el siguiente paso. Externo mi deseo de que todos los actores demócratas entendamos el momento histórico y, más allá de las diferencias ideológicas y del pasado, antepongamos la voluntad popular y el bien común por el futuro. Me declaro listo para encarnar este gran movimiento por la transformación política y social del Estado de México. Soy un hombre que ha colaborado en la construcción de la transición democrática de México y estoy preparado para lograr la necesaria alternancia en nuestro estado.

Creo en la unión de esfuerzos y en la capacidad de los mexiquenses de cambiar para ganar. Necesitamos aportar lo mejor de todos nosotros. La experiencia de la socialdemocracia se orienta principalmente a la creación de transporte público limpio, seguro y barato, apoyo a las madres solteras, discapacitados y adultos mayores, así como el reconocimiento y respeto por los derechos humanos en sociedad. Por su parte, los demócratas humanistas se destacan por la universalización de la seguridad social a través del seguro popular, los programas de vivienda, la ampliación de la cobertura educativa y la promoción de la equidad de género en las políticas públicas, así como el impulso a la transparencia y rendición de cuentas en la función de gobierno. Ambas corrientes políticas compartimos la necesidad de fortalecer la democracia a través de la alternancia, con mecanismos de vinculación y diálogo directo y permanente con los ciudadanos como se inauguró el domingo pasado. Subordinar los intereses de los políticos a los intereses de los ciudadanos significa el nacimiento de una nueva cultura democrática.

No tengo duda que cada día está más cerca la hora del cambio en el Estado de México.


La muerte súbita de la alianza en el Edomex

Francisco Garfias (@panchogarfias)
www.elarsenal.net
Arsenal
Excélsior

Luis Felipe Bravo es el “candidato de unidad” del PAN en el Estado de México. La sorpresiva decisión constituye la rápida respuesta azul a la declaración del perredista Alejandro Encinas de que no será el candidato de una coalición con Acción Nacional, bajo ninguna circunstancia.

La noticia la supimos por Roberto Gil, secretario particular del Presidente. Nos llamó para desmentir la versión que publicamos aquí, en boca de un diputado del PRD, en el sentido de que personalmente transmitió a Encinas un mensaje de apoyo del presidente Calderón.

“Me cuelgan muchos sambenitos. Desde que salí de la Cámara de Diputados, hace tres meses, no he tenido ningún tipo de contacto con él. Mucho menos le he transmitido mensajes de apoyo del presidente Calderón. Alguien quiere sembrar dudas”, puntualizó.

- Poco les duró la euforia a los aliancistas azules y amarillos por el “sí” en la desairada “Consulta Ciudadana” —250 mil participantes en un universo de más de diez millones— que pretendieron hacer pasar como todo un éxito.

El aval de Marcelo Ebrard a la postura antialiancista de Encinas, y ahora la candidatura de unidad de Bravo Mena, enterraron cualquier posibilidad de replicar lo sucedido en Oaxaca, Puebla y Sinaloa.

Ni siquiera parece factible que se repita el escenario de Guerrero, donde el candidato panista declinó a favor del abanderado de la coalición, el ex priista Ángel Aguirre.

Es un hecho también que el Consejo estatal del PRD en esa entidad —dominada por los aliancistas de ADN y Nueva Izquierda— revise su postura favorable a la coalición con el PAN, obligado por las circunstancias.

“Marcelo no quiere una ruptura con López Obrador. No quiere pagar ese costo. Encinas pudo ser el candidato de la alianza, pero es el mártir de Andrés. Se sacrifica por él. Los dos pasaron por alto la lucha nacional”, explicó Fernando Belaunzarán, uno de los dirigentes de Nueva Izquierda

Todavía ayer, Javier Corral, delegado del CEN del PAN en el Estado de México y uno de los principales arquitectos de la alianza bicolor en esa entidad, escribió en su columna Rotafolios:

“Sería un despropósito y una enorme inconsecuencia democrática no atender la voz de las urnas que, como en pocas circunstancias, configura los elementos genuinos de lo que se llama mandato popular”.

- Sorprendió la presencia de Ifigenia Martínez en el acto en el que Encinas ratificó que no va en alianza con el PAN en el Estado de México. Según el diputado obradorista Rosendo Bernal, la presencia de Ifigenia en ese acto obedece al plan del nuevo dirigente del PRD, Jesús Zambrano, de reagrupar a las figuras del partido que se han alejado: Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo. “Zambrano no quiere seguir la línea de Jesús Ortega”, puntualizó el legislador.

- El candidato del PRI a la gubernatura de Nayarit, Roberto Sandoval, inició su precampaña ayer en Tepic. El primer acto fue una caminata del Palacio de Gobierno a la sede del PRI.

Sandoval no era el gallo del gobernador Ney González, pero sí el mejor ubicado en las encuestas. El delfín de la casa de gobierno era el senador Raúl Mejía, cuñado del mandatario estatal. A Sandoval le hicieron ojitos algunos aliancistas, pero nanay. Otra vez la sombra de Malova.

- Nadie sabe para quién trabaja. Guadalupe Acosta Naranjo, ex dirigente nacional del PRD, aspirante a la gubernatura en ese estado, hizo diputada a Marta García, esposa del ex gobernador Antonio Echevarría.

La puso al frente de una comisión legislativa; la promovió todo lo que pudo, con la promesa de que lo respaldaría cuando se lanzara como candidato. Hoy es su principal adversaria en la carrera por ser el abanderado de la alianza al gobierno de la entidad.

- En la columna de ayer convertí a la diputada local del PRD, Alejandra Barrales, en vendedora ambulante. En las prisas le cambié el apellido. Le puse Barrios. Una disculpa a la legisladora y, sobre todo, a los lectores.

Una lección de decencia y futuro

Ciro Gómez Leyva
gomezleyva@milenio.com
La historia en breve
Milenio

Lo que ocurrirá hoy en Pachuca no tiene parangón en los años recientes. Xóchitl Gálvez, la exitosa e inobjetable candidata de la alianza opositora, aceptó reunirse con Francisco Olvera, el candidato del PRI que el viernes asumirá el gobierno de Hidalgo. Van a desayunar y hacer un anuncio.

La contienda entre ellos fue despiadada. Basta recordar la sordidez de la irrupción de autoridades judiciales del estado en una oficina de Xóchitl el día de la votación. O las palabras de ella contra “los caciques” hidalguenses, o los recursos que promovió ante el Tribunal Electoral de la Federación, que al final no prosperaron.

Hace unos días hicieron contacto. Xóchitl aceptó la cita, y la foto consiguiente, a cambio de que Olvera se comprometa a poner en marcha tres de las propuestas esenciales de la alianza opositora: la de transparencia y rendición de cuentas, la de desarrollo tecnológico y el modelo de Universidad Intercultural.

¿Por qué, Xóchitl? “Porque en el país, y en Hidalgo desde luego, hay una gran necesidad de lograr acuerdos políticos en beneficio de los ciudadanos”. ¿Confías en la buena fe de Olvera y el PRI? “Él se compromete a que, 30 días después de que asuma el cargo, dará a conocer un programa de trabajo con alcances y fechas específicas para llevar adelante los tres proyectos”. ¿Y los ojetes que dirán que claudicaste? “Cerca de 400 mil hidalguenses votaron por nuestros programas, no me voy a pasar seis años denigrando, si puedo ayudar a desarrollarlos”. ¿Vas a formar parte del equipo de Olvera? “No”.

Ya veremos qué suerte tiene este acuerdo. Por lo pronto, parece una lección de inteligencia, decencia y futuro. De ambos.

¿Y 'ora?

Froylán M. López Narváez
froymln@prodigy.net.mx
Reforma

Y ahora habrá que esperar el 2 de abril para que se decida el destino del resultado aliancista regido por las dirigencias del Partido de la Revolución Democrática y el Partido Acción Nacional. Jesús Zambrano precisó que un Consejo Nacional resolverá si el saldo favorable y magro -considerando la cuantía de electores- del 76% hace "vinculatoria", obligatoria, la cópula electoral.

De inmediato ocurrieron decisiones parciales. El dirigente panista del Estado de México previno que si no hay convenio el próximo viernes para escoger un candidato común, jalará por su lado. Lo cual ya es, de arranque, un problema insoluble, pues los perredistas dispondrán hasta el día siguiente, sábado. Por este anuncio del PAN puede entenderse que no habría candidato mutuo.

Alejandro Encinas, de quien sólo se dicen primores y conveniencias, también ya pintó pulgar y raya: será candidato del PRD, asegura, junto con el PT, Convergencia y las huestes de la Morena de López Obrador. No se juntaría en estas elecciones con el PAN, ni para hacer ruido o echar relajo electoral. Marcelo Ebrard prosiguió su activismo y se sumó a las pretensiones del ex jefe de Gobierno.

Ebrard justifica su solidaridad alegando que el propósito de Encinas -mantener la unidad de las izquierdas y ganar la elección- es claro y se considera plausible. Lo que no se concibe es quiénes son, personas y agrupaciones, las izquierdas. De no ser la definición de AMLO, reciente y sin discusión vasta, no se sabe bien a bien, qué tipifica, determina, qué ha de entenderse por proyecto o planes hondos, a mediano y a largo plazos.

Los viejos juicios de la izquierda más conocida y tradicional -lucha antiimperialista, establecimiento de alguna socialización de bienes y relaciones, de lucha de clases, para señalar ya vetustos esquemas e ilusiones- no se refieren, mientan o aluden. Se dice que son obsolescencias, retórica ya huera, por más que los imperialismos se imponen y las luchas por poderes sociales y lugar en la vida sean cruentos y rijosos, mediante reformas jurídicas, distribución del ingreso y presencia humana.

El candidato natural y mayor de los panistas, finalmente ungido el día de ayer, Luis Felipe Bravo Mena, junto con otros indiciados como pretendientes, Ulises Ramírez y José Luis Durán, se unieron para solicitar definición de la realidad o irrealidad de la soñada coalición.

La marcada división y contradicción entre el presidente y la secretaria del partido azteca, Dolores Padierna, echa leña a la trifulca pues precisa que se requiere un candidato presidencial único que habría de ser AMLO o ME. Veta la perredista la posibilidad de encuentro con Felipe Calderón pues, como fiel de la Morena, estatutariamente no podría hacerlo, si quisiese, que no quiere.

Es idea general que el candidato priista, Eruviel Ávila, trae muchas, no todas consigo. La pérdida del cacicazgo estatal mexiquense, los Atlacomulcas, ante una nueva fuerza toluqueña, va más allá de la cara compungida de un miembro del clan, de la tribu de los Del Mazo. El gobernador Peña Nieto, se piensa, no ganó la candidatura, asumió jugarla, o aceptar, que Ávila fuese el ganador, en vez de imponer a un miembro de una estirpe que no ha retoñado y que no ofrece ni siquiera el populismo muy activista del ganador del tigre político más fiero y con problemas, y dineros, de la República.

No ha habido agitación violenta ni por las votaciones aliancistas ni por la designación o ganancia de Ávila. Hasta ayer tampoco por los votos aliancistas. No debiera haberlas; nadie ha perdido el sueño o la vida por las machincuepas ante el futuro de los políticos mexiquenses.

La importancia de las elecciones mexiquenses se extrema hasta la presunción de que, de no ganar el PRI, se menoscabaría más la decreciente precandidatura de Peña Nieto. Se especula y parlotea que de no haber triunfo del senecto priato, auxiliado por sus viagras comiciales, aunque haya perdido Puebla, Oaxaca y Sinaloa, por lo menos por fuerita, la estructura neoliberal del país, la partidocracia, la ascendencia narca, el desempleo y los acosos estadounidenses, no promueven la creencia de que en el Edomex, o en la nación, el futuro sea pacífico y justiciero en grande.

Esta semana sufrirán menoscabo el afán y los juegos aliancistas, la supervivencia integral del PRD, aumentarán el desasosiego, las enemistades entre foxiosos y claderonistas, irritados con su actual patrón.

marzo 29, 2011

Javier Corral Jurado (@Javier_Corral)
Diputado Federal del PAN
El Universal

La consulta ciudadana realizada en el Estado de México el domingo pasado, para conocer la opinión de la gente sobre una eventual alianza electoral entre el PAN y el PRD para la gubernatura del estado, ha resultado un éxito rotundo. El triunfo del “Sí” es una muestra contundente del ánimo aliancista que domina muy claramente entre los simpatizantes de los partidos opositores al PRI en esa entidad. Sería un despropósito político, y una enorme inconsecuencia democrática, no atender la voz de las urnas que, como en pocas circunstancias, configura los elementos genuinos de lo que se llama “mandato popular”.

Conviene destacar algunos aspectos que muestran este ejercicio como el más importante de cuantos hasta ahora se han convocado por los partidos para tomar decisiones trascendentales. El primero y muy importante es el nivel de participación ciudadana, que por la proyección de los datos preliminares hacia su cierre final rondará la cifra de 260 mil votantes. Casi 100 mil ciudadanos más de los que los propios organizadores preveían. Con el 83% del total de las casillas instaladas, Alianza Cívica contabilizó en su reporte del domingo hasta las diez de la noche 225 mil 296 votos.

Tal como la mayoría de las encuestas más serias y confiables lo advertían, la consulta arrojó datos absolutamente consonantes con éstas en el sentido de la clara tendencia a favor de una alianza electoral entre PRD y PAN: del número de votos dados a conocer por AC, 170 mil 669 votaron por el “Sí”, es decir, 76%, y 43 mil 088 votaron por el “No”, que representa el 19.13%. Seis mil 343 marcaron “No sé”, que es 2.82%, y 2.81 % fueron nulos, es decir, 5 mil 196 votantes.

Lo anterior golpea con toda claridad los manoseos, chantajes y pretextos ideológicos con los que el lopezobradorismo ha convertido la elección del Estado de México y la idea de la coalición: en una coartada para sus estrictos intereses personales por encima de lo que la gente quiere. Los militantes, adherentes y simpatizantes tanto de PAN como de PRD, y en mayor proporción en este último, así como los ciudadanos independientes, tienen claro que sólo mediante la construcción de un amplio frente opositor es posible derrotar a la maquinaria priísta en el Estado de México, porque más allá del candidato que en el sprint final decidió Peña Nieto —ya girando en torno de la órbita de una eventual coalición—, es evidente que nos enfrentaremos a un entramado de operación política que ha perdido cualquier línea divisoria entre gobierno y partido.

La gente en el Edomex sí tiene claro quién es el verdadero adversario, y lo ha manifestado en una proporción de cuatro a uno. Pero resulta que quienes eran los plebiscitarios de ayer prefieren hoy que una sola persona decida por todos. Es los termina no sólo asemejando al método Peña Nieto, el “dedazo”, sino convirtiéndolos paradójicamente en sus apoyadores.

No obstante que hubo retraso en la instalación de las mesas receptoras de opinión, y que algunas no se pudieron instalar —lo que evidentemente hizo perder votos a la consulta—, la organización independiente de los partidos y el despliegue logístico de este proceso es otro dato incuestionable y esperanzador, pues se trata de un esfuerzo autenticamente ciudadanizado, a partir de un reclutamiento, capacitación y funcionamiento mucho más en la línea del trabajo cívico que en la del servicio profesional. Sin la estructura material y logística, con recursos económicos limitados, Alianza Cívica reiteró su compromiso con la democracia participativa y el potencial ciudadano para conducir por sí mismo ejercicios de esta magnitud. Ha contado, por supuesto, con el consejo y orientación de Propuesta Cívica que funge como autoridad electoral a partir de un grupo de mexicanos excepcionales en sús ámbitos de desempeño profesional.

Un comparativo con lo que sucedió el mismo domingo, pero en el Distrito Federal, pone de relieve la proeza cívica llevada acabo por Alianza y Propuesta en el Estado de México: el gobierno de la ciudad organizó —con los recursos técnicos, logísticos y materiales que ello supone—, una consulta bajo la ley de participación ciudadana para definir los proyectos vecinales, que entraña ni más ni menos que la distribución de recursos públicos a través del llamado “presupuesto participativo”, cuyo monto asciende a 706 millones de pesos. No fue desairada, pero para su relevancia sólo contó con la asistencia de 191 mil 692 ciudadanos.

No nos regodeamos de que así haya sido, pero ese hecho marca un contraste significativo con lo acontecido en Edomex, y de paso demuestra la doble vara con la que algunos medios de comunicación asentaron la información en uno y otro caso. Es grotesco y ridículo que, mientras a la proeza cívica cívica mexiquense con una diferencia de casi 70 mil votos arriba la calificaron de “magra”, “poquitera”, a la del DF se le reconozca como “representativa”. No hay duda, la elección del Edomex va decantando posiciones democráticas y exhibiendo con toda crudeza los intereses que están en juego.

Por qué y para qué

Federico Reyes Heroles
Reforma

Dos problemas ahogan a México, la violencia y la percepción de la violencia. Están conectados, sin embargo también tienen coordenadas independientes. En El Salvador, Colombia o Brasil y otros, hay mucha más violencia que en México, pero la percepción ni remotamente es de caos. En México la opinión pública muestra severísimas deformaciones. Siendo que la violencia está en pocas entidades -cinco concentran más del 80% de las muertes violentas-, la percepción de terror invade sin embargo ya a todo el territorio. En esos estados y ciudades la inseguridad es muy alta. La percepción corresponde a la realidad. Pero, ¿cómo explicar lo que ocurre en el resto del país? Un ciudadano atemorizado sin motivos concretos no es un ciudadano bien informado, por el contrario. Sus decisiones estarán sustentadas en una lectura deformada de la realidad. Las percepciones son hechos en tanto que la gente cree en ellas y actúa en consecuencia. Seamos autocríticos, como país algo estamos haciendo mal desde el gobierno, desde los distintos foros en que se aborda el tema y también desde los medios.

En paralelo el asesinato de periodistas ha escalado sensiblemente. Es parte muy importante del problema pues ha agravado el deterioro de la imagen de México en el mundo, con todas las consecuencias negativas que ello trae en inversión y empleo para los mexicanos. Además en los últimos años varias plazas informativas se han perdido. En ellas los reporteros, periodistas y directivos de medios han decidido -por razones de seguridad- no tocar temas que tengan vinculación con los grupos de narcotraficantes. Seamos claros, el narco-terrorismo ha sido exitoso. Lo primero entonces es admitir que ellos sí tienen una estrategia y que está funcionando. México se había enfrentado a actos aislados de terrorismo pero nunca a una estrategia de terror. En ese sentido todos somos novatos y la novatez la está pagando México. Éstos son algunos de los dolorosos retos a los que responde el Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia.

Contrario a los temores que algunos han expresado, el Acuerdo nace con la preocupación central de seguir informando e incluso recuperar plazas perdidas. Por ello el énfasis en la protección a los miembros del gremio. Nada más lejano al documento que ceder en la obligación informativa. Pero, eso sí, de entrada se admite que vivimos tiempos de excepción que exigen cánones de excepción. Por ello el Acuerdo propone una contra-estrategia informativa para evitar así que sea la sorpresa o la mera reacción las que marquen los procesos informativos. Si los narcos tienen una estrategia, lo mínimo que podemos hacer es tener otra, como se ha hecho con éxito en Estados Unidos, España o Colombia y otros.

El simple hecho de anunciar la acción puede ayudar. Un ejemplo, declarar "este medio no transmitirá textos de narcomantas" disminuye en el acto el incentivo de usar esa vía. Lo mismo puede ser para mutilados, degollados, etcétera. Quien quiera leer los textos o ver las imágenes que vaya a YouTube. En la sociedad contemporánea es -por fortuna- imposible impedir la circulación de información o imágenes. Pero entre este hecho y la magnificación que propician los espacios informativos que llegan a cientos de miles e incluso a decenas de millones hay una distancia enorme. Se trata entonces de ejercer a fondo el derecho a decir lo que se quiere decir y sólo eso, escapando así de la trampa de decir lo que ellos quieren que se diga. De esta forma se deja de ser vocero involuntario del crimen.

Falso que se busque controlar y homogeneizar la información. Es mejor leer el documento sin prejuicios. Los protocolos buscan proteger a los periodistas, a las víctimas, a los menores e incluso a los propios detenidos que no deben de ser presentados como culpables hasta que haya sentencia o confesión. Pero sobre todo se busca proteger a la sociedad y su derecho a informarse debidamente. Para eso están los criterios generales que buscan además cohesión frente a las agresiones. Sin embargo será cada medio el que establezca y module su interpretación de los hechos. Será el propio ciudadano el que seleccione al medio e incluso al comunicador cuyos criterios le parezcan más apropiados. Por ello es muy conveniente que cada espacio -en ejercicio de su libertad- haga públicos sus criterios. Que el ciudadano, en plena libertad, decida. La verificación del cumplimiento recae en el propio medio. El Acuerdo sólo establece un órgano ciudadano de observación de los criterios editoriales. Punto.

Por supuesto que habrá tropiezos, pero el rumbo es el correcto, el que corresponde a una sociedad plural y libre. Pero también es la respuesta de una sociedad madura y democrática en la cual todos debemos defender nuestras libertades y al Estado que las garantiza. En democracia quien atenta contra el Estado es un enemigo común y merece condena. Sólo podemos ser libres en un Estado fuerte. Eso es lo que está en juego.

2012 y la normalidad democrática

Fausto Alzati Araiza
Excélsior

Ni catastrofismo ni milenarismo. En 2012 no se va a “acabar el mundo”. Vamos a seguir en este planeta, obligados a construir con esfuerzo y en concordia un porvenir mejor. En 2012 tampoco se va a acabar México, a menos que irresponsablemente lo permita la generación que hoy detenta el poder y que está histórica y moralmente obligada a entregarle a las generaciones siguientes un país soberano, libre, democrático y próspero. Y para asegurar ese resultado, es urgente asumir todos un compromiso con la normalidad democrática.

Ni el catastrofismo ni el milenarismo son posturas o estrategias aceptables frente a los procesos políticos que han de desarrollarse a lo largo de este año y el siguiente. Al hablar de “catastrofismo” quiero referirme a las visiones que quieren hacer de 2012 un “parteaguas histórico” y, de las elecciones, dramáticos referendos binarios: avance o retroceso, cambio irreversible o restauración del “antiguo régimen”, encontronazo a muerte entre los buenos patriotas y los malos corruptos. Eso está bien en el caso de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola o para la Jihad Islámica. No para el análisis serio de la coyuntura política de un país que anhela recobrar la armonía poder volver a prosperar en paz y libertad.

Al hablar de “milenarismo”, quiero referirme a las posturas explícitas o subrepticias de quienes, desde el poder o desde el liderazgo de esta o de aquella fuerza política, quieren presentar a las elecciones como oportunidades dramáticamente irrepetibles para conquistar o preservar el poder en nombre de este o de aqul “proyecto de nación” llamado a perdurar indefinidamente y a resolver como por arte de magia todos los problemas de México.

Precisamente porque la coyuntura nacional es compleja y presenta riesgos severos y tintes dramáticos, el ánimo y el talante de todos los actores del proceso político, sean éstos políticos o no, debe ser por necesidad sereno y ecuánime. Las elecciones son eso: elecciones, procesos legítimos para elegir a los legítimos titulares de los poderes legales del Estado. Elecciones legales, con resultados legítimos, no más, pero tampoco menos.

La alternancia nos ha permitido ya crear las condiciones para consolidar la normalidad democrática. No demos marcha atrás. La continuada viabilidad de México como nación soberana y democrática, la reconstrucción de su prestigio internacional, la recuperación del crecimiento y la apertura de nuevas oportunidades de prosperidad y justicia social, tienen como prerrequisito indispensable la legitimidad plena de los titulares de los poderes constitucionales del Estado Mexicano. Sin legitimidad será imposible recuperar la seguridad y la paz social. La violencia del Estado sólo es superior a la violencia de los poderes fácticos y capaz de contenerla, en la medida en que es, según la expresión de Max Weber, “violencia legítima”. Es decir, violencia ejercida de manera legítima por los legítimos ocupantes de los poderes públicos.

De aquí que nada resulta hoy más importante en la coyuntura política de México como el compromiso de todos los actores políticos para asegurar que los procesos electorales sean irreprochables y produzcan resultados irrefutables y legítimos. Aceptados por todos. ¿Para qué esgrimir recursos retóricos o mediáticos que polaricen y dramaticen lo que en la normalidad democrática no es sino el recurrente reemplazo periódico, y a plazo cierto, de los titulares de los poderes públicos? ¿Para qué satanizar y alienar a un adversario, que no enemigo, con el que de cualquier manera se tendrá que seguir conviviendo y buscando acuerdos indispensables para la gobernabilidad democrática? Las elecciones las gana siempre quien mejor entiende los anhelos de los electores y les da la respuesta más convincente. En 2012 las ganará quien mejor sepa conquistar el voto de los millones de jóvenes mexicanos que votarán por vez primera. Nacieron en un país de clase media. Aunque aún plagado por insondables contrastes. Se han desenvuelto entre la falta de oportunidades resultante del estancamiento económico. Y saben que ese estancamiento sólo podrá superarse en México en la concordia y la paz social. Por eso van a confiar en quienes les demuestren ser capaces de adquirir el poder de manera legítima, de preservar la normalidad democrática y de cumplir sus compromisos.

¡Tomen, cabrones!

Ciro Gómez Leyva
gomezleyva@milenio.com
La historia en breve
Milenio

No es común que un personaje se lleve cinco páginas en el suplemento Domingo, del diario El País. Algo bueno vieron los editores en la entrevista a Felipe Calderón para darle tantos caracteres en los días de Egipto, Japón y Libia.

Quizá no haya una gran nota en el largo texto de Javier Moreno, pero el conjunto es rotundamente noticioso y está cargado de frases para guardar.

El Presidente de la República se plantó ante un periodista de excelencia y, creo, logró desarrollar el mejor discurso del mejor Calderón. Nada mal para los tiempos que corren.

Con 36 mil muertos a cuestas, cifra que progresa geométricamente, como anota Moreno, Calderón se da el lujo de solazarse con esta frase, la esencial de las cinco páginas: “Veo ahora al mundo y pregunto dónde están los que dijeron que México era un Estado fallido”.

Es el mexicanísimo ¡tomen, cabrones! Ahora Calderón habla y el mundo escucha, marzo de 2011: “En nuestro país todos los días van a la escuela 36 millones de alumnos puntualmente. El país funciona. Tenemos poderes muy fuertes separados, independientes; y elecciones regulares, y no se persigue a la prensa”, etcétera, etcétera.

El sable del entrevistador va por la política, la economía, el embajador de Estados Unidos, sin poder tocar el peto del Presidente, que gana el duelo de esgrima. No era fácil.

Calderón talla, además, la metáfora de los tres muchachos a quienes la esposa dejó entrar a la cochera de la casa y, a base de pura lógica permisiva, se terminan quedando con la casa… y la esposa.

Supongo que los estrategas del PAN la pulirán y utilizarán ad nauseam de aquí a julio de 2012.

marzo 28, 2011

WikiFree

Yuriria Sierra (@YuririaSierra)
Nudo Gordiano
Excélsior

México no está identificado como un país donde la censura sea arma recurrente.

Y lo originado por Assange sigue dando. Y es que el tema que se puso sobre la mesa, gracias a esa ventilada de secretos diplomáticos, fue el de la libertad de compartir información. Internet se ha convertido en una herramienta indispensable, pues ha hecho una muy importante contribución a la velocidad de los tiempos, se ha adaptado a ellos y hasta ha sido motor de tales pasos. El mundo, hoy, ya no se imagina sin las cualidades del internet, porque incluso ha tomado el lugar de algunos elementos del entorno, se ha hecho parte del cotidiano para sociedades enteras. Se ha vuelto medio de búsqueda y divulgación.

¿Quién regula internet? ¿Los gobiernos? ¿Las grandes empresas que defienden sus intereses? ¿Nadie? Pensar que en un medio de difusión con las cualidades que posee internet no es, al menos, vigilado, es prácticamente imposible. Incluso para los usuarios más ordinarios o menos hábiles de las redes sociales, no les resultaría complicado darse cuenta cuando sus perfiles en este tipo de sitios son agredidos. A pesar de la dimensión del internet, éste es un medio que no está libre de los rastreos, de otro modo las policías cibernéticas no podrían funcionar. Pero, ¿es internet, el medio más libre de todos?

A bote pronto podríamos pensar que sí. La variedad de opciones que encontramos y lo fácil que es conectarnos a sitios cuyo origen está a miles de kilómetros de nosotros, no podrían decirnos otra cosa. Pero, en realidad, ése alcance del internet es su cualidad más explotada. ¿Cuántos nos hemos topado con el aviso en YouTube de que el contenido de algún video no está disponible porque viola derechos de autor en alguna región?

Ya sea por intereses económicos, políticos o sociales, internet en uno de los medios más censurados. Poníamos el ejemplo del video streaming, porque de todo lo que circula en la red, sus contenidos varían tanto, pueden ser trabajos artísticos (regulados por contratos según el país donde se realizan, ahí su interés), hasta armas peligrosísimas para la sociedad, como ganchos o recursos de grandes bandas dedicadas a la pornografía infantil.

Mire, según un análisis realizado por el programa OpenNet Initiative, la información que más se censura, es la que se encuentra en páginas personales como los blogs y después viene la de intereses políticos. Claro que muchas veces esa censura es, en realidad, una autocensura de sus autores.

Pero tambien está la restricción que llega con la promulgación de leyes de los países que la promueven. Cuando son producto de un régimen de autoridad, tiene tres causales: las que protegen las “buenas costumbres” de la cultura del país (en ésta opción encontramos, sorpresivamente, a Inglaterra), la que se utiliza para mantener “estable” la vida política del territorio que censura (Libia, el mejor y más coyuntural ejemplo de ello), y la que se ocupa de guardar la seguridad nacional (evidentemente, Estados Unidos, de ahí la gran ofensa que les resultó el tema WikiLeaks).

Según investigaciones de Reporters Without Borders, y que no nos extraña, países como India, China o Arabia Saudita, son quienes mantienen su red de internet con filtros tan rígidos, que incluso páginas que pudiéramos considerar inofensivas, como Google, están vigiladas y amordazadas para no mostrar nada que pudiera contraponerse a sus intereses o cultura. Incluso en estos días se habla de un nuevo episodio de esa censura Google-China, tras los recientes acontecimientos en Medio Oriente. Allá, lo vigilan todo.

Afortunadamente, México no está identificado como un país donde la censura sea arma recurrente. Sin embargo, algo extraño es que se hayan encontrado bandas importantes de pornografía en nuestro país. Aquí se tiene acceso a casi todo tipo de información, lo que incrementa los riesgos.

Y es que internet es un recurso que bien vale una discusión global sobre cuáles deberían ser sus límites y atribuciones. Porque es reprochable que exista censura cuyo único objetivo es el sometimiento, pero también lo es que no haya suficiente vigilancia que bien podría impedir la ejecución de delitos tan inhumanos como el de la pornografía infantil. La línea entre la censura y la libertad, el arma de doble filo de éste, el medio que caracteriza nuestros tiempos... Siempre apostaré por la libertad en un régimen democrático y dentro de un Estado de derecho.

Acuerdo y (des)Acuerdo

Héctor Aguilar Camín
acamin@milenio.com
Día con día
Milenio

Se entiende que a alguien no le parezca necesario ni conveniente el acuerdo firmado por distintos medios sobre cómo informar sobre la violencia sin volverse vocero involuntario de los violentos.

Lo que no se entiende es que atribuyan a ese acuerdo el propósito de censurar a alguien. El acuerdo es voluntario, lo asume quien quiere y lo cumple cada quien a su manera.

No hay nada que exigir o reprochar a quien no participa del acuerdo. Tampoco a quienes participan de él. Es un acto libre de asociados libres.

Por mi parte no sólo he firmado el acuerdo, sino lo he promovido y lo defiendo abiertamente. Me parece que los firmantes del acuerdo tratamos de dar una respuesta profesional a un desafío serio que enfrentan no sólo los medios, sino la sociedad misma, de la cual esos medios son el espejo y el sistema nervioso. (Si el sistema nervioso exagera el espejo humea de más)

El problema es cómo mantener informada a la sociedad de la violencia que la aqueja sin sobredimensionar ni multiplicar esa violencia en la imaginación social, en la conciencia pública. El acuerdo ofrece una respuesta colegiada a ese problema, que han tenido y resuelto razonablemente otras sociedades, la colombiana, por ejemplo, de cuya propuesta el acuerdo mexicano incorpora muchas lecciones.

Creo que ningún periodista serio puede negar que el crimen organizado es un problema serio, quizá “el” problema serio del país. Y que un escenario central de ese problema son los medios de comunicación.

En mi opinión, lo fundamental es no colaborar involuntariamente con los propósitos de intimidación social del crimen organizado. Queremos informar a la sociedad, no aterrorizarla. Creo que está claro ya para los profesionales de la comunicación que los medios son un campo de batalla en la guerra contra el crimen. Y que los barones del crimen organizado tienen buen instinto mediático, saben usar a los medios para lograr sus fines. Saben usarnos.

Para mí, un asunto fundamental en todo esto es no equivocarse sobre quién es el enemigo de los medios y de la sociedad en esta guerra.

Nadie pide callar los errores, ineficiencias y violaciones de garantías en que ha incurrido el gobierno en su lucha contra el narco. Lo que se pide, o al menos lo que pido yo, es no confundirse sobre quién es el enemigo de los medios y de la sociedad.

Ese enemigo es el crimen, no quien lo combate, y hay que tener una estrategia para combatirlo en todos los ámbitos.

El acuerdo es una respuesta a este problema desde los medios. A los que no les guste, pueden proponer otra. O ninguna. Cada quien.

Consulta ciudadana Estado de México 2011



marzo 25, 2011

Gadafi a la Luna, Chávez a Marte

Fran Ruiz
fran@cronica.com.mx
La aldea global
La Crónica de Hoy

Se tardó un tiempo Hugo Chávez en vociferar contra la “guerra imperialista” en Libia. El presidente venezolano, conocido por su verborrea incontrolable, no dijo nada el 17 de febrero, cuando su amigo Muamar Gadafi ordenó disparar, por primera vez, contra los manifestantes en Bengasi y se calló el 20 de febrero, cuando el coronel ordenó bombardear con artillería pesada objetivos civiles, crimen intolerable para la ONU y para cualquier gobernante decente.

¿Dónde estaba Chávez cuando Gadafi atacaba a su pueblo en este largo mes del 17 de febrero al 17 de marzo, día en que el Consejo de Seguridad aprobó la creación de una zona de exclusión aérea para Libia?

Ahora ya lo sabemos. Estaba esperando la excusa perfecta: el ataque de EU y de la OTAN contra objetivos del régimen libio.

Fue entonces cuando se sumó a la guerra propagandista: desempolvó el “Manual del perfecto antiimperialista”, eliminó del discurso frases como “es un mandato de la ONU”, “es una intervención militar con fines humanitarios” o “las tropas de Gadafi bombardean a la población”, y las sustituyó por otras como “las tropas de la OTAN masacran a la población” o “el imperio y sus aliados buscan quedarse con el petróleo”.

El problema es que, después de tanto silencio, uno se entusiasma y comienza a desvariar. Es lo que le pasó al venezolano esta semana. En medio de tantos improperios contra el “genocidio” del pueblo libio a manos de la maquinaria bélica de EU, se le escapó un anuncio sorprendente: “El capitalismo y el imperialismo fueron los culpables de la extinción de los marcianos”. ¿Qué les parece, nos ponemos a temblar, a reír o nos solidarizamos con los venezolanos y enrojecemos de vergüenza? Ustedes escojan; pero, ya puestos, me propongo abundar un poco en el tema con una pregunta obvia: ¿Cómo puede estar seguro de lo que dice?

Hay tres posibles respuestas: a) Chávez es un marciano que huyó de los agresores capitalistas y fue enviado a la Tierra ante de la extinción total de vida en Marte (si Supermán fue enviado en una nave desde Kriptón ¿por qué no él?); b) Chávez fue abducido por marcianos rebeldes y fue adoctrinado contra el imperialismo en una nave espacial (tipo la de Encuentros cercanos del tercer tipo) y luego fue devuelto a la Tierra para que la reconquistara predicando el anticapitalismo; y c) Chávez ha perdido la cabeza.

Como no soy nadie para llamarle loco ni creo que sea un marciano (de lo contrario andaría como ET obsesionado con regresar a casa) tiendo a pensar que fue abducido alguna vez.

Algo parecido podría haberle ocurrido precisamente a Gadafi, si nos atenemos a lo denunciado esta misma semana por el rebelde Movimiento Juvenil Libio, que asegura que Gadafi “es un lunático”.

¿Qué está pasando, estamos ante una invasión extraterrícola, son Gadafi y Chávez espías de los extraterrestres, dispuestos a extinguir el capitalismo malvado y a crear un nuevo mundo, que sustituya al que acabará el 21 del 12 de 2012, según predicen los mayas?

Habrá que esperar el año y medio que falta para ver qué pasa; aunque, después de la trágica devastación en Japón, lo mismo hay suerte y deciden regresarse antes, Gadafi a la Luna y Chávez a Marte.

No sería mala idea: allí podrían jugar a que son “principitos” e inventar sendos mundos paralelos al nuestro, en los que gobernarían perpetuamente, sin necesidad de perder el tiempo cometiendo fraudes en las elecciones. En sus planetas no existiría el capitalismo y sí una economía planificada, que produjera lo justito para no matar de hambre al pueblo, pero tampoco para que piensen demasiado o que se rebelen como (¡ay!) los libios contra su líder (ya puestos, yo me llevaría de consejeros al norcoreano Kim Jong-il o a Fidel Castro); tampoco habría judíos ni homosexuales, así podrían llevarse a vivir al iraní Mahmud Ahmadineyad y a Evo Morales, quien, por cierto, ya se encargaría de evitar que los pollos espaciales tuvieran hormonas femeninas (recuerden que el boliviano culpaba a las pobres gallinas de que haya afeminados).

Y ya que me dejé fantasear en esta columnas con absolutos desvaríos, impactado aún por la revelación marciana de Chávez, añadiría un último y preciado regalo: petróleo en tanta cantidad que atraería a la Luna y a Marte a todos los Bush, Clinton, Obama, Sarkozy, Zapatero, Berlusconi, Cameron, etc…, los mismos que un día besaron hipócritamente la mano de Gadafi y hoy lo consideran un apestado.

De la que nos libraríamos el resto del mundo. Si quieren poder y petróleo, que se peleen entre ellos y nos dejen a los demás en paz.

La gran final

Macario Schettino (@mschetti)
schettino@eluniversal.com.mx
Profesor de Humanidades del ITESM-CCM
El Universal

El PRD parece estar jugando su gran final. En el viaje de ida, el domingo pasado, se logró conjurar la ruptura, al costo de una dirigencia inutilizada por la tensión; en el viaje de vuelta, este domingo próximo, serán los mexiquenses los que decidirán el futuro del partido.

El fin de semana pasado el PRD eligió su nueva dirigencia. Nueva Izquierda y sus aliados no pudieron alcanzar las dos terceras partes que les garantizaran el control del partido. No lo lograban ni siquiera con el apoyo de Marcelo Ebrard, quien prefirió entonces lanzar a su candidato como tercera opción. La decena de votos que hubiese hecho la diferencia no llegó, tal vez por la amenaza de la ruptura definitiva. El resultado parece sumamente inestable: la presidencia del partido en una dirección y la secretaría general en la opuesta.

Pero es posible que la inestabilidad llegue a su fin este mismo domingo, si la consulta arroja apoyo suficiente para la alianza PAN-PRD. El acuerdo firmado por la dirigencia anterior, y respaldado por el Consejo Nacional del partido, obliga a la consulta, y a su resultado. Sin embargo, aunque parezca extraño, los obradoristas, y la señora Padierna, insisten en que el Consejo no autorizó la alianza, sino sólo la consulta. Sé que parece absurdo, pero ése es el argumento.

De ser aprobada por los mexiquenses la consulta, el PRD tendrá que proceder a formalizar la alianza, y eso provocará la ruptura tan dificultosamente evitada hace unos días. La alianza significa la salida de los obradoristas del PRD, tal vez en la virtual opción de la “licencia”, y su aglutinamiento alrededor del PT y Convergencia.

Alejandro Encinas, precandidato del PRD, ha dicho en muchas ocasiones que no está dispuesto a competir bajo otras siglas: ni en alianza con el PAN, ni como candidato de PT y Convergencia. Pero está metido en un brete: si la alianza se confirma, tendrá presión para ser su candidato, y tendrá presión para serlo sólo de PT y Convergencia. En ambos casos, hay pérdidas.

La ruptura ya no podrá corregirse en los próximos meses, y así llegaremos a la elección del 2012, con el PRD por un lado y el PT y Convergencia por otro, ambos sin posibilidad alguna, y tan sólo buscando una base para sobrevivir. Se pone en riesgo el gobierno local más importante del partido, el Distrito Federal, y sin duda una cantidad importante de senadurías y diputaciones. El bipartidismo del que tanto se quejó la izquierda habrá sido construido por ellos mismos, y ellos mismos se habrán excluido.

Existe la posibilidad, claro, de que la consulta resulte en contra de la alianza, y entonces regresemos a la inestabilidad en la dirigencia del partido de la que hemos hablado. Quien crea que la divergencia entre Nueva Izquierda (Jesús Zambrano) e Izquierda Democrática Nacional (Dolores Padierna) se limita a este tema, se equivoca. Es más bien al revés, este tema deriva de su divergencia original: dos visiones del país y del mundo, dos formas de hacer política, dos candidatos presidenciales.

El rechazo popular a la alianza llevaría a nuevos enfrentamientos entre estas dos posturas, alrededor de lo que sea necesario, siempre en la lógica del 2012, y siempre con la tendencia a la ruptura, y a la debacle que ya hemos referido.

Hay una tercera posibilidad, sin embargo. Puede ocurrir que la consulta apoye la alianza, y que, frente a la inminente ruptura que ésta significa, el grupo mayoritario en el PRD decida posponer una vez más el enfrentamiento. Basta atorar los trabajos de formalización de la alianza, alrededor del candidato, la plataforma, o lo que sea. Este escenario nos lleva al anterior, la inestabilidad, con el agravante del descrédito: un acuerdo del Consejo Nacional se derrumba. A lo mejor no será la primera vez, pero será muy público, y muy cerca del 2012. Un partido que no cumple su palabra, difícilmente puede aspirar a gobernar el país.

Es así que la gran final del PRD parece cantada: van a perder, solos. Bajo los tres escenarios, pierden todos los actores. En el intento de cerrar el paso a Marcelo, López Obrador destruirá el partido. No es algo que se le ocurrió hace unas semanas, es algo que inició al día siguiente de su derrota en 2006, y está por concluir. Una obra política de la que nadie más se enorgullecería: destruir al partido que le dio todo.

Hay muchos que se arrepienten de haberlo apoyado en 2006, porque dicen no haber imaginado en lo que se convertiría. Habrá aún más arrepentidos.

Crucial domingo mexiquense

Miguel Ángel Granados Chapa
miguelangel@granadoschapa.com
Plaza Pública
Reforma

Pasado mañana, domingo 27, será una fecha crucial en el proceso político del Estado de México, la entidad más poblada del país, la que cuenta con mayor representación política en el Congreso (40 de los 300 diputados de mayoría), donde los tres partidos mayores han tenido fuerte presencia en la legislatura local y los gobiernos municipales, y que es gobernada por el aspirante a quien encuestas y conjeturas sitúan como el más aventajado en la carrera presidencial.

Por un lado, dentro de 48 horas se revelará el nombre del candidato priista a la gubernatura. El domingo se abre (y en la práctica se cerrará también) el registro de precandidatos y se ha anticipado, como señal del control que Enrique Peña Nieto ejerce sobre el procedimiento interno, que sólo se inscribirá un aspirante quien, por lo tanto y sin necesidad de elección interna, será proclamado candidato de unidad. El propio gobernador ungió a cinco validos suyos a que figuraran como pretendientes a la postulación. Eran dos alcaldes (Alfredo del Mazo, de Huixquilucan, y Eruviel Ávila, de Ecatepec), dos diputados (uno local, Ernesto Nemer, y otro federal, Luis Videgaray), y el líder estatal del PRI (Ricardo Aguilar). A última hora, la alcaldesa de Naucalpan, Azucena Olivares, tuvo el arrebato feminista de querer participar pero fue acallada de inmediato.

De los corrillos palaciegos se difundió la especie de que Del Mazo se inscribirá pasado mañana y los demás, al abstenerse, declinarán en su favor. (Al mediodía del jueves ya lo habían hecho Videgaray y Nemer). Peña Nieto habrá privilegiado así el núcleo familiar y de poder de que es parte, en vez de optar por un político hechura suya, como Videgaray o alguien, como Ávila, dotado de personalidad y patrimonio político propios (ha ganado dos veces la alcaldía del municipio más poblado de la República, la primera vez antes de que Peña figurara en el panorama y la segunda desposeyendo de ella al PRD).

Por otro lado, el domingo se efectuará la consulta ciudadana que avale si el PAN y el PRD se coaligan para presentar un candidato con un programa común. Los comités nacionales y los estatales de ambos partidos se han inclinado por la respuesta afirmativa. Pero como en el perredismo esa posición ha sido causa (una más) de discordia interna, las direcciones estatales resolvieron que sean los miembros o simpatizantes más interesados los que determinen si sus partidos se alían para participar en los comicios del 3 de julio, o si caminan a solas o en otra compañía. Si la mayoría de quienes acudan a votar pasado mañana dice no a la alianza, el PAN participará en soledad en el proceso, mientras que el PRD quedará en posición de unirse al PT y a Convergencia, como lo hizo con variada fortuna en las dos elecciones federales más recientes (2006 y 2009) y en casi todos los procesos locales durante ese periodo.

Si los votantes dicen sí a la coalición, PAN y PRD darán paso a sus procedimientos internos para la designación del candidato, fase delicada y difícil de la construcción de una alianza. Su eficacia será menor si el aspirante postulado pertenece a un partido, pues el otro quedará en calidad de adherente y no de aliado. Por ello tendrá que explorarse durante abril la pertinencia de un ciudadano que no sea panista o perredista, pues el mejor situado entre ellos, Alejandro Encinas, ha dicho y redicho que no será candidato del PAN, es decir de la coalición que se definirá el próximo domingo.

Para dotar de confiabilidad a la consulta, PAN y PRD resolvieron no organizarla por sí mismos, sino que solicitaron hacerlo a Alianza Cívica y a Propuesta Cívica, dos asociaciones ciudadanas con indiscutibles títulos democráticos. Con acusado sentido de la oportunidad política, Sergio Aguayo, que figuró entre los fundadores de la primera de esas organizaciones y actualmente preside la segunda, condicionó su aceptación a que se concertara un compromiso de los convocantes en torno de un tema toral para la democracia. De esa manera, Gustavo Madero y Jesús Ortega se comprometieron el 17 de marzo a "impulsar de manera permanente...la creación de un solo mecanismo de análisis de riesgo y protección" a periodistas y defensores de derechos humanos, en que participen "de manera permanente las organizaciones civiles que han impulsado el tema".

Alianza Cívica instalará mil mesas en lugares públicos en todo el territorio mexiquense, en número proporcional a la concentración demográfica municipal. Se distribuirán 350 boletas por mesa (es decir un total de 350 mil) y habrá un remanente conforme la demanda lo requiera. Los votantes se identificarán con su credencial de elector en que se pruebe que residen en el Estado de México. La convocatoria se dirigió a todos los ciudadanos, por lo cual podrá votar quienquiera, pero se harán constar circunstancias que indiquen la presencia dirigida de ciudadanos, ya sea por su número o por que sean trasladados colectivamente, u otras circunstancias que denoten que los ciudadanos no actúan espontáneamente. Las irregularidades serán conocidas por un Consejo Ciudadano encabezado por Sergio Aguayo (y del que me honro en formar parte, debido a mi antigua convicción de que la alianza de PAN y PRD es un ariete indispensable para derribar la hegemonía priista, tan ilegalmente sostenida en entidades como México).

Alianza Cívica difundirá resultados preliminares el propio domingo por la noche. Los definitivos serán anunciados el miércoles siguiente por el Consejo Ciudadano.

Cajón de Sastre

El presidente Obama dijo en una entrevista por Univisión a Jorge Ramos que el presidente de México padece frustración porque su lucha contra el crimen organizado no ha conseguido abatir a las bandas del crimen organizado. Este juicio del mandatario norteamericano no puede ser tachado de subjetividad, pues parece corresponder a lo que Calderón le habría dicho el 3 de marzo pasado. El presidente mexicano tendrá que resignarse a la difusión de su estado de ánimo según Obama. Ni modo de desmentir a su homólogo norteamericano. Y ni a quién acudir para que lo remueva por haberle perdido la confianza como probablemente ocurra después de la revelación de una plática privada sostenida en el marco de sus relaciones oficiales, en torno de un tema que concierne a las naciones que gobiernan.

La nueva Iniciativa México

Yuriria Sierra (@YuririaSierra)
Nudo Gordiano
Excélsior

Cuánto trabajo para los medios de comunicación ha sido encontrar la línea correcta para cubrir la fuente que corresponde a la violencia que se genera en el país. Y qué labor tan importante de construcción de consensos para un tema tan delicado como el de la cobertura informativa en un contexto en el que la violencia, el enfrentamiento intracárteles y el combate del Estado contra el crimen organizado amenazan con convertirse en la “normalidad” de la cotidianidad, no sólo de las coberturas informativas, si no del pegamento social y la alineación de las expectativas de nuestro presente y nuestro futuro como país.

El crimen organizado, además de las vidas que cobra, ha permeado en la opinión pública de tal forma que los sucesos y acciones relacionados a esos grupos se convierten en grandes notas porque, así como se debe dar fe de lo que ocurre, aunque no sea precisamente bueno o motivante, también tenemos la obligación de cuidar la información que transmitimos, hacerlo de forma absolutamente responsable y contextualizada, y no como un mero reflejo que pueda convertirnos en los voceros involuntarios del crimen organizado y sus muy diversos intereses y estrategias. Por eso considero, no sólo atinado, sino muy necesario, que entre todos los medios comencemos a participar más ágilmente en ese cambio requerido por todos para mejorar la percepción que del país y su entorno tenemos.

Es la contribución obligada para las fuentes que conducen a crear patrones y conceptos sociales. Ayer, los medios de comunicación que firmamos el Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia lo hicimos con esa idea, con esa convicción. La de la responsabilidad informativa, y la convicción de que nuestra labor tiene un impacto inmediato en la realidad que entre todos vamos construyendo día tras día.

Resumo aquí los puntos clave de tal acuerdo:

Tomar postura en contra. Hay que condenar y rechazar la violencia motivada por la delincuencia organizada. Los medios tenemos que identificar claramente quiénes son los enemigos de la sociedad, y no confundir sobre este tema a los ciudadanos.

No convertirse en vocero involuntario de la delincuencia organizada. No podemos permitir que la delincuencia utilice la cobertura informativa como “medio” para amedrentar al Estado y a la sociedad.

Dimensionar adecuadamente la información. Así como es importante tener mesura en cómo se cubren los acontecimientos, lo es también el no tapar el sol con un dedo.

Atribuir responsabilidades explícitamente. Porque si el Estado o las fuerzas encargadas del orden cometen excesos o atropellos a los derechos humanos en el ejercicio (indebido en este caso) de sus funciones, hay que denunciarlo y presionar para que la ley les castigue.

No prejuzgar culpables. Los medios no debemos proceder como “ministerio público” y sentenciar a culpables mientras se les sigue un proceso. Serán inocentes en tanto no cuenten con sentencia condenatoria.

Cuidar a las víctimas y a los menores de edad. Es fundamental el respeto de la identidad y la seguridad de quienes han sido victimados en hechos de violencia. En especial mujeres y niños.

Alentar la participación y la denuncia ciudadana. Entendemos que la mejoría de la situación del país no es un trabajo exclusivo de autoridades. Ni limitamos a ella a nuestro gremio, al contrario, nuestro poder de difusión se convierte en una herramienta indispensable con el fin de erradicar la apatía y fomentar confianza.

Proteger a los periodistas. Es absolutamente necesario contar con condiciones de seguridad para proteger la identidad y la integridad de los colegas que cubren las notas del crimen organizado.

Solidarizarse ante cualquier amenaza o acción contra reporteros y medios. Está en nosotros construir un mejor gremio, lejos de mezquindades justificadas por intereses que, ante la coyuntura, pierden relevancia.

No interferir en el combate a la delincuencia. Porque así como entendemos las circunstancias y requerimos elementos para hacerla comprender, sabemos que nuestro papel corresponde al de un interlocutor en que la ciudadanía debe tener plena confianza.

Y no son palabras al aire, tampoco deben identificarse como enunciados hechos a medida para quedar bien con las buenas conciencias, sino como el inicio de una ola de cambios necesarios en los que todos debemos ser más partícipes. Pasar de la queja, a la cooperación... Felicidades, sin titubeo alguno, a Emilio Azcárraga, Olegario Vázquez Aldir, Ricardo Salinas Pliego, y a todos los dueños, directivos y comunicadores de los 700 medios que llegaron a este urgentísimo acuerdo. México lo necesita. Su presente y su futuro lo reclaman.

Será el domingo

Joaquín López-Dóriga (@lopezdoriga1)
lopezdoriga@milenio.com
En privado
Milenio

Morir no es una opción si no
has vivido.
Florestán


Este domingo se deciden muchas cosas en la política del Estado de México que tendrán impacto en el proceso presidencial del año que viene: se llevará a cabo la consulta sobre la alianza PAN-PRD, que ha dividido a este partido y a sus bases, y el PRI de Enrique Peña Nieto dará a conocer el nombre de su candidato para las elecciones a gobernador el próximo 3 de julio.

En lo primero, la consulta, las encuestas parecen darle una ventaja al sí, lo que no significa que vaya hacerse en forma automática siendo su mayor problema, en caso de formalizarse, el candidato: el PAN duro no acepta a un perredista, el PRD duro no sólo rechaza esa coalición, sino que descalifica a cualquier candidato del PAN, y los protagonistas del PRI han dicho que no lo dejarán para ser postulados por esa coalición.

En cuanto al candidato del PRI, hay que decir que la decisión es del gobernador Enrique Peña Nieto, quien el miércoles habló con dos de los más fuertes, los diputados Luis Videgaray, federal, y Ernesto Nemer, local y presidente del Congreso mexiquense.

Sin duda Videgaray es el más cercano y de mayor confianza de Peña Nieto, pero a los dos les quedó claro que no iban arriba en los sondeos y les dejó el camino para un futuro mejor.

Ayer, uno y otro, no sólo no presentaron su solicitud de licencia para estar en condiciones de registrarse el domingo, sino que lo hicieron explícito.

Fuera los dos legisladores, quedan los dos alcaldes: Alfredo del Mazo Maza, de Huixquilucan, nieto e hijo de gobernador y primo, y Eruviel Avila, de Ecatepec, surgido de la cultura del esfuerzo.

Son los dos finalistas entre los que Peña Nieto habrá de elegir a uno, decisión que ya debe haber tomado, guarda in pectore y hoy la conocería el elegido.

Enfrente, Alejandro Encinas solicitó licencia a su cargo como diputado, dejando la coordinación de la bancada del PRD, y así declararse listo para ir de candidato de toda la izquierda: PRD-PT-Convergencia-Morena-AMLO, que es la condición que ha impuesto. No irá con una coalición PRD-PAN y tampoco con una de izquierda que excluya al PRD.

Gran parte de toda esta incógnita se despejará el domingo.

Retales

1. PASCUAL. Carlos Pascual sigue siendo embajador de Estados Unidos en México y jefe de esa misión diplomática hasta que se vaya, no antes, y no hay fecha;

2. RUINDAD. Es una bajeza que se maneja periodísticamente que una relación personal de Pascual hubiera motivado su salida. No cabe duda que a veces la política se mueve desde las alcantarillas; y

3. CFE. Como le adelanté, Alfredo Elías dejó la CFE a la que llegó hace 12 y el presidente Calderón le hizo un reconocimiento desusado en él: Ha sido uno de los servidores públicos más destacados de México, dijo y dio posesión a Antonio Vivanco.

Nos vemos el martes, pero en privado.

marzo 24, 2011

El club de los frustrados

Juan Manuel Asai
jasaicamacho@yahoo.com
Códice
La Crónica de Hoy

Mal de muchos.- Es cierto, muchos mexicanos, no sólo Calderón, nos sentimos frustrados porque la lucha del gobierno federal contra las bandas del crimen organizado no está dando los resultados esperados, y porque es más sangrienta y prolongada de lo que pensaban los más pesimistas. Hay razones de sobra para la frustración. El clima de violencia no cesa, se agudiza. Instituciones torales, como el Ejército y la Marina, experimentan un severo desgaste. El consumo de drogas, en lugar de decrecer, aumenta. La imagen del país se deteriora. Cada vez más gente nos ubica como destino peligroso para invertir o pasear.

Entre las razones de la frustración colectiva destaca una, de la que se habla poco: la falta de comprensión y apoyo internacional. El tráfico de drogas es una actividad criminal de carácter global. La verdad es que los países implicados hacen muy poco, casi nada, para resolverlo. Han dejado, sin la menor preocupación, que la bomba estalle en las manos de México, ocasionando más de 35 mil muertes desde diciembre del 2006. Una cifra alucinante.

El caso de la cocaína es ilustrativo. Colombia, Perú y Bolivia, que son los países productores del continente, no se esmeran, ni de lejos, en contener la producción de cocaína. Dicen que por usos y costumbres sus campesinos cultivan la planta. Como no tienen alternativas qué ofrecer a sus hombres del campo, mejor ni le mueven. El resultado es que la producción del alcaloide no se detiene. Todos los años, toneladas y toneladas de droga emprenden desde el cono sur su largo camino hacia Norteamérica, pasando por México.

La droga pasa obligadamente por América Central. Ahí sus traficantes hacen una cómoda escala. Los cárteles operan sin resistencia de los gobiernos del área que los dejan hacer, los dejan pasar; aunque, claro, no pocos les cobran uso de suelo. Parecen aliados de las bandas, prácticamente no confrontan a los delincuentes, les llenan el tanque de gasolina a sus vehículos terrestres, aéreos o marinos y se hacen de la vista gorda. Creen que no su problema

La porra.- Lo peor, sin embargo, ocurre en Estados Unidos. El Tío Sam nos ha venido tomando el pelo, y eso frustra. Nos da atole con el dedo. Sus autoridades, comenzando por el señor Obama, ni la burla perdonan. La frasecita de Barack, de que Calderón está frustrado, merece un recordatorio familiar, merece que la porra lo salude. En lugar de ayudar parece que se alegran con nuestros tropiezos. En los últimos días, para no ir más atrás, nos hemos enterado de que aviones no tripulados de los EU, naves equipadas con la más moderna tecnología, hacen vuelos en cielos mexicanos dizque para dar con los mafiosos. Qué curioso, ¿por qué no lo hacen en cielos americanos para detectar allá los cargamentos?, ¿por qué no se vigilan a sí mismos? La droga cruza la frontera y se adentra en su territorio en tiempo récord. Si tienen sus aviones, ¿por qué no les sacan provecho? La respuesta a estas preguntas es simple: porque no están interesados en detener el flujo de droga ni en bajar los niveles de consumo. Lo que quieren es tener una frontera segura, aunque ésta llegue hasta Panamá.

También nos enteramos del operativo “Rápido y Furioso”, por medio del cual entraron al país cientos, acaso, miles de armas de alto poder con la complacencia y complicidad de funcionarios gringos. De hecho, también se enteró de este operativo turbio el mismísimo Obama que, según penosa confesión de parte, tampoco sabía de su existencia. Nadie le avisó. Y luego no quieren que haya frustración.

Lo que es parejo.- El error estratégico más grave cometido por el gobierno mexicano en esta lucha fue no haber exigido, desde el principio, desde que el primer pelotón del Ejército mexicano se apareció en las calles de Apatzingán, Michoacán, que el gobierno de Estados Unidos y de los demás países implicados también se sumaran a la lucha y que cada uno hiciera su parte ¿Es demasiado tarde? El daño está hecho, pero no podemos conformarnos con atestiguar los sufrimientos de nuestra gente. Hay que llevar el tema a los organismos internacionales como la OEA pero también la ONU. Así por lo menos podremos repartir la frustración de manera más equitativa.

La izquierda: miedo a la sustancia

Jorge G. Castañeda (@JorgeGCastaneda)
jorgegcastaneda@gmail.com
Reforma

Todo pareciera indicar que la izquierda mexicana ha optado nuevamente por un seppuku colectivo, ahora que está de moda lo japonés. Por un lado, el PRD celebró su congreso donde volvió a esconder las profundas divergencias tácticas, estratégicas y teóricas que dividen a sus incontables corrientes; por el otro, el re-candidato López Obrador re-presentó su repetido proyecto de nación. Muchos observadores lejanos, pero al final del día amistosos, hemos subrayado desde hace años que mientras la izquierda y su partido natural, el PRD, no afronten las grandes disyuntivas de sustancia que han fracturado a las izquierdas latinoamericanas y europeas desde hace décadas, le resultará imposible ganar la Presidencia: sea porque no saque los votos (1994, 2000, 2006), sea porque la "mafia" o los "poderes fácticos" o los "usurpadores" le jueguen rudo porque les aterra su llegada (1988, 2006). Hemos dicho también que esos temas de sustancia son: optar entre reforma y revolución; la actitud hacia la economía de mercado; la postura frente a la democracia representativa única como vía para acceder poder; aceptar y abrazar la globalización; y ser defensores de los derechos humanos urbi et orbi, hic et nunc. Hoy quisiera ilustrar este reto de la izquierda mexicana con tres ejemplos.

Libia. Ni en el consejo nacional del PRD ni en el discurso de López Obrador aparece la más mínima atención a la intervención; sea por necesaria, humanitaria, multilateral y conforme al derecho internacional; o sea por inaceptable, dictada por el imperio, y violatoria del derecho de no intervención. El PRD y AMLO no están ni a favor ni en contra de la intervención en Libia, sino todo lo contrario. De acuerdo: no es algo de inmensa pertinencia para el pueblo mexicano, pero cualquier encuestador les puede asegurar a Zambrano, a Padierna y a los asesores de AMLO, que la sociedad mexicana está más enterada de lo que sucede en Libia, que de lo que pasa en Nayarit.

La guerra del narco. Salvo por repetir un lugar común -que debe retirarse el Ejército y la Marina gradualmente-; y por recurrir a una expresión de dudoso significado -"la estúpida guerra de Calderón"- no hay nada, ni en las resolutivas del congreso del PRD, ni en el discurso de AMLO que defina alguna posición clara sobre el tema, éste sí, decisivo de la sociedad mexicana. Se puede estar a favor de la guerra fallida (escribimos un libro entero sobre este adjetivo) de Calderón como lo está el PAN, parte del PRI y todavía la mayor parte de la comentocracia, o en contra como el que escribe, como una gran cantidad de ONG nacionales e internacionales y una minoría creciente y elocuente de los comentócratas. Pero difícilmente se entiende cómo se puede no opinar ni en un sentido ni en otro. Si la naturaleza, según Aristóteles, le tiene horror al vacío: ellos le tienen horror a la sustancia.

Por último, la incapacidad definitoria del PRD: la defenestración de Carlos Pascual. No voy a entrar aquí ni a los chismes ni a los costos, ni a la indignidad de un gran país dando pequeñas peleas. Pero resulta incomprensible que el PRD y AMLO no tengan nada que decir. El único que ha opinado, Carlos Navarrete, transformó en esta ocasión su inteligencia en una aberración: pedirle al embajador de otro país que en cables secretos a sus superiores no comparta sus puntos de vista, aunque sean críticos o incluso falsos. Qué hubiera querido Navarrete, si en el 2006, Tony Garza hubiera obtenido pruebas irrefutables (que en mi opinión no existen) del fraude contra AMLO ¿debió comunicarlo por cable a Washington o callarse para no herir "sensibilidades" mexicanas? Todos los embajadores del mundo en todas las cancillerías del mundo tienen la obligación de informar a sus superiores de hechos, opiniones y hasta chismes. Por eso son confidenciales. Calderón en el fondo le reclama a Pascual lo que pensó. ¿Navarrete está de acuerdo con lo que pensó Pascual?

El proyecto social de AMLO

Leo Zuckermann (@leozuckermann)
Juegos de Poder
Excélsior

Resulta muy preocupante su propuesta de formar mujeres y hombres de acuerdo con valores que él considera los correctos

López Obrador presentó su programa de gobierno rumbo a 2012. Se trata de “50 acciones indispensables para la regeneración nacional”. En lo social, AMLO promete “establecer el Estado de bienestar”pero no queda claro cómo lo financiaría. Y resulta muy preocupante su propuesta de formar mujeres y hombres de acuerdo con valores que él considera los correctos.

Son muchas las cosas que promete AMLO en su política social: “Pensión universal para todos los adultos mayores de 68 años del país y para las personas con discapacidad”. Programas para “combatir el hambre”. “Atención médica y medicamentos gratuitos a toda la población”. “Una auténtica revolución educativa orientada a mejorar la calidad de la enseñanza y a procurar que nadie se quede sin la oportunidad de estudiar, por falta de espacios, de maestros o de recursos económicos. Esto último lo enfrentaremos con un amplio programa de becas, desayunos y con la entrega gratuita de útiles y uniformes escolares. Los estudiantes de nivel medio superior o bachillerato contarán con una beca mensual equivalente a medio salario mínimo. Todos los jóvenes podrán ingresar a escuelas preparatorias y a universidades públicas. Habrá 100% de inscripción”. “Promoveremos la práctica del deporte, tanto en su vertiente de esparcimiento y salud, como en la de alto rendimiento. Se construirán unidades deportivas”.“Apoyaremos a músicos, pintores, artesanos, escultores, cineastas y a quienes se dediquen a la promoción artística y cultural”.

Suena bien. El problema es que cuesta mucho dinero y el Estado no lo tiene. El programa de AMLO contempla una mayor recaudación con medidas tan generales como terminar con “los privilegios de las 400 grandes corporaciones”, “impuestos por las operaciones que se realizan en la Bolsa” o “por extracción de las empresas mineras”. Por el lado del gasto, AMLO propone ahorros reduciendo los suelos de la alta burocracia a la mitad y cancelando “bonos, viáticos, pensiones de ex presidentes, servicios médicos privados, cajas de ahorro especiales, el uso de aviones, helicópteros y otras canonjías”.

Intuyo que, con estas medidas, no le alcanzaría a AMLO. Los verdaderos estados de bienestar cuestan muchísimo dinero. Los países europeos, que son los más avanzados en este modelo, cobran impuestos altísimos para financiar sus programas sociales. Aquí, en México, AMLO promete mucho, pero no dice que esto implicaría cobrar más impuestos: una mayor tasa del IVA y generalizada, por ejemplo. No es gratuito: AMLO está en campaña y resulta impopular hablar de subir impuestos cuando se pretende ganar una elección.

Uno de los aspectos más preocupantes de la propuesta de AMLO es su visión sobre la crisis de valores que, según él, hay en México: “A partir de la reserva moral y cultural que todavía existe en las familias y en las comunidades del México profundo, y apoyados en la inmensa bondad que hay en nuestro pueblo, vamos a emprender la tarea de exaltar y promover valores en lo individual y lo colectivo. El propósito es contribuir a la formación de mujeres y hombres buenos y felices, bajo la premisa de que ser bueno es el único modo de ser dichoso. Insistiremos en que la felicidad no se logra acumulando riquezas, títulos o fama, sino estando bien con nuestra conciencia, con nosotros mismos y con el prójimo. Sólo así podremos hacer frente a la mancha negra de individualismo, codicia y odio que se viene extendiendo cada vez más, y que nos ha llevado a la degradación progresiva como sociedad y como nación”.

Este tipo de pronunciamientos tienen un tufo de “revolución cultural” maoísta. Recuerdan el viejo sueño de la izquierda revolucionaria de construir un “hombre nuevo”comunista. Los ejercicios izquierdistas de “promover valores” desde el Estado siempre han terminado mal. Y es que los gobiernos están para solucionar problemas sociales no para formar hombres buenos, felices y dichosos. AMLO tiene el derecho de pensar que los valores correctos son los que vienen del México profundo, que quién sabe dónde queda. O que el individualismo es una desgracia social. Pero que no trate de inculcarnos sus valores personales si es que llega a ser Presidente.