mayo 10, 2011

Dos máximo…

Enrique Aranda
De naturaleza política
Excélsior

A dos de los cuatro secretarios de Estado aspirantes a la candidatura presidencial blanquiazul, al menos, el presidente Felipe Calderón les habría autorizado ya a “comenzar a moverse, pero sin poner en riesgo la tarea a su cargo…”, aunque, a decir de fuentes vinculadas a la residencia oficial, les habría advertido igualmente que “en su momento, sólo aceptaré una… dos renuncias, máximo”, de quienes integran su equipo más cercano de colaboradores.

En las últimas semanas, efectivamente, y más aún después de realizada la pasarela de preprecandidatos a sucederle en 2012, organizada por Acción Nacional, las versiones sobre un eventual “aflojamiento de amarras…” a los implicados se han multiplicado —ahora sí que hasta el infinito— y destaca, en todos los casos, la supuesta puntualización presidencial de que no permitirá “que el gabinete se le desmantele… por alentar ambiciones de quienes nada tienen que perder, ni qué ganar en este juego”, lo que parece lógico.

Y más, habría que decir, cuando de sobra se sabe que al menos en una ocasión el jefe del Ejecutivo ha dejado sentir a sus cercanos su desacuerdo con la hipótesis de que tres, y hasta cuatro secretarios de Estado —si además de a Ernesto Cordero, Alonso Lujambio y Javier Lozano agregamos al no panista Heriberto Félix— compitan en las primarias del blanquiazul contra quienes se mueven por la libre —Josefina Vázquez, Santiago Creel y el gobernador Emilio González— y, en contraste, su preferencia por definir una fórmula que favorezca una elección interna, sí, pero sólo entre dos o tres aspirantes, uno máximo surgido de su equipo de trabajo y presuntamente con su bendición, con miras a salvaguardar “la (necesaria) unidad del partido”.

Es en esa lógica, igualmente, como en los últimos días y horas comenzaron a evidenciarse movimientos poco usuales hasta ahora, entre quienes consideran que igual posibilidad de alcanzar la candidatura azul de cara a 2012 tiene el titular de Hacienda como quienes despachan en la principal oficina de Educación Pública, Trabajo e, incluso, en Desarrollo Social… por lo que los acomodos, reacomodos y traiciones, como es obvio suponer y aquí mismo lo hemos documentado, en el interior del equipo presidencial, y en torno de uno u otro de los secretarios presidenciables, están hoy a la orden del día.

En las próximas jornadas, a decir de quienes afirman saber cómo es que en verdad se mueven las cosas en el interior de la residencia oficial, comenzarán a multiplicarse las señales para posibilitar la ubicación de quién, o quiénes, serán el ¡uno… o dos máximo! a quienes les será aceptada la renuncia para competir.

Entonces, sólo entonces, vendrá el cierre de filas… ante lo que, por cierto, ya no pocos identifican como el enemigo externo. Al tiempo, pues, que no deberá ser mucho.

Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.

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