mayo 26, 2011

El PRD de Peña Nieto

Carlos Loret de Mola (@CarlosLoret)
Historias de un reportero
El Universal

Hasta ahorita, el más eficaz de los aliados de Peña Nieto en sus aspiraciones presidenciales ha sido el perredista López Obrador, quien dinamitó la verdadera amenaza para el triunfo del PRI mexiquense al bloquear, siguiendo lógicamente sus propios intereses políticos (un éxito aliancista hubiera sido un tremendo triunfo para Marcelo Ebrard), la coalición PAN-PRD.

El apoyo de López Obrador a Peña es involuntario, de carambola. Sin embargo, hay otros cuadros —históricamente identificados con la izquierda y el PRD, pero defenestrados o despreciados por este partido— que se han incorporado al equipo de campaña del priísta y son “cabeza de playa” para el asalto tricolor al principal bastión amarillo: el Distrito Federal.

El grupo político que gobernó y controló durante 12 años la delegación Iztapalapa (la más importante de la capital del país), encabezado por los hermanos René Arce y Víctor Hugo Círigo y la ex diputada Ruth Zavaleta, rompió finalmente con el lopezobradorismo y Los Chuchos, y se salió del PRD en diciembre pasado. Ellos lideran, incluso sin partido que los respalde, una fuerza de votos calculada por las encuestas en 15%.

Hoy son los principales organizadores del proyecto para resucitar al PRI en el DF, con la perspectiva de crear su propio partido socialdemócrata bajo un eventual gobierno tricolor. Incluso se perfilan las candidaturas de Zavaleta a la delegación Venustiano Carranza (que ya gobernó) y de Círigo a Iztapalapa (también segunda vez). Zavaleta ya trabajó con el PRI en Guerrero durante la campaña de Manuel Añorve y se le pudo ver al lado del gobernador mexiquense y su esposa en por lo menos dos mítines en Acapulco. Se añade al cuadro la ex delegada por el PRD en Álvaro Obregón, Leticia Robles, quien se pasó oficialmente al PRI y es actualmente diputada en la ALDF.

Con esas fuerzas ex perredistas, que tienen presencia en las delegaciones del oriente del DF más la capacidad de penetración del candidato Eruviel Ávila (que es de esa zona) en los municipios mexiquenses colindantes, la fuerza que va acumulando Peña Nieto en la metrópoli pone de nervios al PRD. Si a ello se añade la división entre Ebrard y López Obrador, el PRI es competitivo para recuperar la ciudad de México.

El todavía gobernador mexiquense ha atraído también a las prominentes ex perredistas Rosario Robles y Patricia Olamendi, quienes junto con Zavaleta trabajan en su grupo pro mujeres “Las Insurgentes”. Han estado cerca de Peña Nieto en los foros que ha organizado a favor de la mujer, se han fotografiado con él y la ex vicecanciller fue la única oradora en el más reciente, en febrero pasado.

El ex gobernador mexiquense César Camacho es quien ha aterrizado la relación del peñismo con los desencantados del PRD, a los cuales pretenden engarzar con algunos viejos priístas de la capital para ir por la joya de la corona amarilla.

SACIAMORBOS

En algún lugar de la selva de Santa Fe se reunieron Moreira, Madero y Zambrano anoche. Acordaron que sí habrá elecciones en Michoacán y hacer un pacto por la entidad.

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