Desde Cabina
@Adela_Micha
Excélsior

Este caso ha sido muy polémico desde su origen. Porque es al niño a quien todos queremos proteger, sobre todo, en un caso tan grave como el de la violación. Y lo hemos dicho una y otra vez, tan grave es que haya culpables libres, como inocentes presos. Yo me acerqué a este caso para dar voz a una persona que no la tenía. Fui en marzo hasta la celda de la maestra acusada para recoger el testimonio de viva voz, en primera persona, en una larga conversación donde ella siempre se dijo inocente. Y tan hubo irregularidades en el proceso que el amparo que presentó su defensa llegó hasta la última instancia, hasta el máximo tribunal. Y fue, reitero, un voto mayoritario el que resolvió. Yo siempre he dicho que a nosotros no nos toca hacer juicios, ni interpretar la ley, porque justamente para eso están las autoridades: investigar y atender los casos que se presenten. Lo que también creo es que por ningún motivo se debe desdibujar la credibilidad de las instituciones y menos de la Suprema Corte, que es el máximo tribunal de nuestro país. Que a nosotros sólo nos toca presentar la historia. Sí, la declaración del niño es importantísima, pero tiene que estar fundamentada con pruebas, lo que en este caso no ocurrió.
El hecho es que, repito, hay serias inconsistencias, esas sí, dichas, señaladas y demostradas por la Corte. Y su resolución es contundente. Porque la maestra fue absuelta en forma definitiva. En esta historia hay dos afectados. Al Estado le corresponde hacer justicia, como lo hizo con la maestra en una absolución definitiva, pero también en la persona del niño, para garantizar su integridad, física, mental, emocional, que ha pasado por un proceso largo, penoso y doloroso.
Insisto, a nosotros sólo nos toca informar, pero en asuntos legales para eso está la autoridad y ya resolvió. La Corte ya decidió. En mis espacios informativos hemos conocido las dos partes. Grave, sí, es denostar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Porque creemos que en la medida en que se haga justicia se estará formando a mejores ciudadanos, para vivir dentro de la legalidad. Hoy cierro mi columna tal como he firmado aquí en otra ocasión. Esto queda por escrito para que, cuando la historia juzgue, sepa que, a nosotros... sólo nos ha tocado contar la historia.
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