junio 05, 2011

Drogas: romper el tabú a pesar de todo

Diego Petersen Farah
Periodista
El Universal

“Los líderes políticos y la figuras públicas deberían tener el coraje de articular públicamente lo que muchos de ellos reconocen en privado: que la evidencia demuestra de manera abrumadora que la guerra a las drogas no ha sido y no puede ser ganada”.

Romper el tabú. “Buscar un debate abierto y promover políticas que reduzcan efectivamente el consumo, y que prevengan y reduzcan los daños relacionados con el uso y con las políticas de fiscalización de drogas”.

Es una cita del informe presentado esta semana por la Comisión Global sobre Drogas, formado por Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, Kofi Annan, Ernesto Zedillo y César Gaviria, entre otros. El tono es perfecto… para aumentar las preguntas y para ponernos a pensar sobre las políticas antidrogas aquí y en todo el mundo. Es un llamado a gobiernos y sociedades a comenzar un proceso de información y de reflexión.

La legalización (con sus muchos alrededores y tonalidades) se ha logrado imponer como el principal tabú. Cero exploración. Como si hablar de algún tipo de legalización fuera en automático legalizarlo todo: todos los procesos y todas las drogas. O como si significara ponerse contra cualquier esfuerzo por contener la delincuencia con la fuerza.

Hay que matizar. Lo que hay en el documento de la Comisión Global es una invitación a experimentar diversas formas de descriminalizar y a encontrar en cada región la dosis adecuada de distintas estrategias, con algunos criterios básicos, como centrar el uso de la fuerza en los grupos criminales más violentos, “promover penas alternativas para vendedores a pequeña escala” y mejorar las estrategias de salud y de educación para enfrentar el consumo. Y todo con una idea de fondo: el uso amplio de la fuerza y el foco puesto exclusivamente en la ilegalidad y en la persecución generan más violencia. En una de esas terminamos en “una suerte de carrera armamentista”, pues se promueve un fortalecimiento de los grupos. “En este escenario se crean las condiciones en las que crecen las organizaciones de tráfico más despiadadas y violentas”.

Vaya, hay opciones que “deberían explorarse con el mismo rigor que cualquier otra”. Y hay que cambiar el discurso. Yo le entré al informe siguiendo la recomendación de Héctor Aguilar Camín. No puedo más que hacerla extensiva, vale la pena: www.globalcommissionondrugs.org/Report. A pesar de que la Casa Blanca ya volvió a rechazar cualquier legalización (ahí sus víctimas son sólo por consumo), y aunque en México Calderón no tarde en repetir que si México legaliza se convertirá en un paraíso de las drogas, a pesar de todo eso, el documento vale la pena.

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