julio 18, 2011

Pan rumbo al 2012: La cosa es calmada

Jorge Chabat
jorge.chabat@cide.edu
Analista político e investigador del CIDE
El Universal

Después de la reunión de fin de semana que tuvo la dirigencia panista con miras a las elecciones de 2012, una cosa queda clara: para ese partido la cosa es calmada. Las especulaciones sobre si, por fin, el partido blanquiazul se pondría las pilas ante lo que parece ser una derrota anunciada el próximo año, se esfumaron ante el anuncio de que no hay que adelantar los tiempos y que hay que mantener la unidad.

De hecho, todo parece indicar que la reunión en la sede de la colonia Del Valle fue para calmar las ansias del acelerado de Santiago Creel que ya quiere echar a andar el proceso de selección del candidato presidencial pensando que tal vez así pueda aprovechar la ventaja de conocimiento que le dan las encuestas y ser, ahora sí, el candidato blanquiazul para la grande. Pero resulta que no. Que la jerarquía panista le dijo a Creel que calmara sus ansias de novillero y que será hasta fin de año cuando haya humo azul. En otras palabras, el mensaje fue que no por mucho renunciar al puesto, hay candidato más temprano.

La pregunta que muchos panistas se hacen es si ésta es la estrategia más adecuada frente a los dos partidos que compiten con el PAN y que ya están más que adelantados en el proceso de definición de candidato. Y la verdad es que la respuesta no es sencilla. En las dos elecciones presidenciales anteriores el PAN ha tenido dos tipos diferentes de candidato. Para el 2000 Vicente Fox llevaba ya un buen rato destapado y prácticamente en campaña, lo cual sin duda le ayudó a ser conocido y eventualmente derrotar al PRI. En el 2006 el PAN repitió la estrategia de posicionar a un presidenciable, el secretario de Gobernación Santiago Creel, quien tuvo todos los reflectores para que se conocieran sus capacidades políticas (o la falta de éstas). Como es ya conocido, éste al final no fue el abanderado panista y el candidato nombrado, Felipe Calderón, tuvo que desarrollar una intensa campaña, primero para ser conocido por la opinión pública y luego para obtener el voto de los electores. Es probable que el PAN tenga en mente la campaña de Calderón y que por ello hayan preferido no ubicar en la opinión pública a ningún presidenciable para no llegar con un candidato desgastado. Y de hecho, en el proceso de 2006 una de las razones por las cuales el PAN tuvo que remar contra la corriente fue que las medidas para desgastar a sus oponentes se dieron con un mal timing. La difusión del video en el cual Carlos Ahumada le daba dinero a René Bejarano y el proceso de desafuero a López Obrador fueron contraproducentes. El desafuero claramente no contaba con una apoyo de la opinión pública y los videos de Ahumada se difundieron con tanta anticipación a las elecciones que al final le permitieron a AMLO construir la imagen del “complot”. Si ese video se hubiera difundido dos meses antes de la elección, el golpe no lo hubiera quitado ni Dios padre.

Desde esta perspectiva, resulta entendible que el PAN no quiera quemar sus cartuchos ahora. Es probable que esté esperando a final de año para echar toda la carne al asador a fin de posicionar a un candidato o candidata. Es también probable que tenga algunos misiles mediáticos guardados, los cuales usaría pocos meses antes de la elección. De hecho, dada la desventaja en las encuestas y el poco conocimiento público de sus posibles candidatos, se ve difícil que el PAN pueda ser competitivo sin la ayuda de dichos misiles. Desde luego subsiste la duda sobre si el PAN tiene en efecto un as bajo la manga y si ello logrará que se reviertan las encuestas. Pero la verdad es que no hay otra posible explicación para la tranquilidad con la que el PAN está manejando la perspectiva de la elección del 2012. La otra posibilidad es que ya se resignó a perder la Presidencia y que Calderón y su partido van a esperar pacientemente a que llegue el PRI a Los Pinos, lo cual simplemente no tiene sentido.

Todo indica que el PAN ya definió su estrategia para el 2012 y que se va a esperar hasta el final de los plazos legales para designar candidato y que le apostará a llegar con un abanderado poco ubicado en la opinión pública pero, por ello mismo, poco desgastado. Es evidente también que en los meses previos a la elección va a echar a andar toda la estructura partidista para posicionar a su abanderado bajo el supuesto de que “caballo que alcanza, gana”. Es una estrategia arriesgada pero puede funcionar. Ya lo veremos en el 2012.

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