julio 05, 2011

Y, al final, nunca se ha ido…

Yuriria Sierra (@YuririaSierra)
Nudo Gordiano
Excélsior

Fueron más de 30 puntos porcentuales los que dieron la gubernatura mexiquense a Eruviel Ávila.

No son fantasmas que “regresan”. No es el pasado que se nos viene encima para devorarnos el presente. No es que el PRI “regrese”, neta: el tema es que no se ha ido nunca... México llegó a la alternancia sin pasar por la famosa transición. ¿Cómo no iba a ser así, si toda la “estructura” construida por el partido tricolor es la que sigue operando y rigiendo la vida política de nuestro país?

Dicen que fue histórica, la paliza que este domingo le propinó el PRI al PAN y al PRD. Pero también vale la pena decir que, la del domingo, fue una jornada electoral que nos hizo, inevitablemente, recordar aquellos años en que, lo que hoy conocemos como el “viejo PRI”, llenaba plazas y, evidentemente, urnas. Eso entonces, ahora le quitamos el adjetivo (porque el de “nuevo” ya tampoco le queda tanto) y lo dejamos sólo en PRI, porque nos demostró que ése, su modelo, sigue siendo al menos electoralmente vigente. El PRI, el pragmático, el operador político, no desapareció con la alternancia. Tan pragmático y operador como para entender las reglas del juego democrático, y aprender a servirse de ellas.

¿O de qué otra forma explicamos que el domingo se haya llevado todo lo que estaba en juego? Las tres gubernaturas (Estado de México, Nayarit y Coahuila) y la mayoría de las alcaldías hidalguenses. Como en los viejos tiempos, carro completo para el PRI, sus candidatos salieron en autosardina y se irán bajando en sus puestos ganados. Pero ahora, carro democráticamente completo para el PRI… “Politicians are priistas by nature”, decía Adam Przeworski (uno de los politólogos más reconocidos en el EU), refiriéndose a la naturaleza cruda en la que los políticos del mundo entero entienden y ejercen el poder. Y éste, el “nuevo PRI” no lo deja mentir…

Fueron más de 30 puntos porcentuales los que dieron la gubernatura mexiquense a Eruviel Ávila. Y aunque en realidad el abstencionismo fue, como casi siempre, el protagonista inminente, el estudio de votantes que el domingo acudieron a las urnas nos arroja un dato extraño. La mayor parte de los votantes a favor del PRI fueron mujeres y se le agregaron (para sorpresa de no pocos) los “neovotantes”, es decir, jóvenes de menos de 25 años que, seguramente, para muchos fue el estreno de su credencial de elector. Y es que, lógicamente, ellos no conocieron al “viejo PRI”, para ellos es PRI, a secas y con una historia que a ellos no les tocó vivir. Según lo dijo el estudio realizado por CIDAC y Defoe.

Como si no hubieran pasado los años. O como si hubieran transcurrido para decirnos que en esos pasados años nos quedamos. No fue nada nuevo, las encuestas en la víspera ya nos vaticinaban los resultados del domingo, aunque los números reales fueron un tanto más sorprendentes de lo que se esperaba. ¿Indicio de lo que veremos en 2012? Tal vez…

Los partidos que perdieron, y mucho (ahí están los costos de tampoco contribuir a la verdadera “transición” democrática en nuestro país), tienen ahora la penosa y necesaria tarea de analizar sus próximos movimientos ahora que la elección presidencial se acerca cada día más. Y es que, aunque con la sucesión del gobierno en Michoacán como última parada intermedia, poca diferencia podría augurarse si no se plantean cambios de estrategia.

En el PRD, el perdedor no fue simplemente Alejandro Encinas, aunque pretenda asumir la responsabilidad (o quieran que así sea). Claro está que es Andrés Manuel López Obrador quien, queriendo o sin querer, le hizo la campaña al PRI al impedir la alianza PAN-PRD o, mejor dicho, al evitar que cualquier decisión en el interior del partido viniera del grupo de Marcelo Ebrard. Contrario al modelo priista que el domingo se llevó la victoria, el de AMLO quedó rebasado e hizo que el poder político del PRD quedara apenas en un 20% en el Estado de México (y eso sin repartir los votos del PT y Convergencia, que para el caso es lo mismo). La decisión de AMLO costó demasiado al PRD y, con ello, se hace evidente que el partido del sol azteca debió, y deberá, mirar hacia ese otro lado, el de Marcelo Ebrard, como camino viable a la construcción de acuerdos que sí les generen rentabilidad electoral. Del PAN, ni hablar: la ganadora es Josefina Vázquez Mota, por el simple hecho de no haberse subido a un coche que sabía chocado de antemano…

Por lo pronto, el 3 de julio no se olvida como referencia obligada para lo que seguramente veremos en los próximos 363 días…

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