agosto 17, 2011

El Cártel de Tijuana

Rubén Aguilar (@RubenAguilar)
Consultor y profesor de la Universidad Iberoamericana
raguilar@eleconomista.com.mx
El Economista

Benjamín Arellano Sánchez y Alicia Félix Zazueta procrearon 11 hijos: siete hombres y cuatro mujeres. Son el trono de la familia Arellano Félix, que primero vive en Culiacán y después en Guadalajara. En 1982, cuatro de sus hijos (Francisco Rafael, Benjamín, Ramón y Francisco Javier) ingresaron al negocio del narco. La captura de Miguel Ángel Félix Gallardo El Jefe de Jefes en 1989 les dio la oportunidad de quedarse con la plaza de Tijuana. Tras la caída de El Jefe de Jefes desapareció el Cártel de Guadalajara, el cual se transformó en el de Sinaloa. En la distribución de las responsabilidades a Javier Caro Payán, jefe de los hermanos, le tocó Tijuana. Fue detenido en Canadá, pero luego liberado. A su regreso reclamó su lugar, pero los hermanos lo expulsaron y después lo asesinaron en Guadalajara. Así, nació el Cártel de Tijuana o de los Arellano Félix.

Los 90 fueron los mejores años del grupo, cuando operaba su consejo: Benjamín, cerebro del grupo; Ramón, responsable de la seguridad; Jesús Labra, El Chuy, quien era el contacto con los empresarios; Ismael Higuera, El Mayel; Amado Cruz operaba la relación con Colombia y enlaces con las autoridades; Manuel Aguirre, lavado de dinero; José Humberto Ramírez, La Rana, sicario, y Arturo Everardo Páez, El Kitty, encargado de los narcojuniors.

En 1993 detuvieron a Francisco Rafael Arellano Félix, El Menso. El peor año del Cártel fue en el 2002, cuando Ramón, según la DEA, quería matar a Ismael El Mayo Zambada, del Cártel de Sinaloa, quien se le adelantó y ordenó a la policía de Mazatlán que lo asesinara en febrero. Benjamín, El Señor, fue arrestado en marzo y llevado al penal del Altiplano donde permaneció hasta su extradición en abril del 2011. Antes de su salida, reveló que no fueron ellos sino el entonces director general de la Policía Judicial Federal (PJF), Rodolfo León Aragón El Chino, quien asesinó al cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo en mayo de 1993. Así, se cayó la versión oficial del crimen y la iglesia confirmó la suya. En 1993 y 1994, Benjamín y Ramón visitaron al nuncio Girolamo Prigione para asegurarle que ellos no eran los asesinos.

A la muerte de Ramón y detención de Benjamín, la dirección quedó en Francisco Javier El Tigrillo y Eduardo El Gualín. En agosto del 2006, El Tigrillo fue capturado. Hoy cumple cadena perpetua. El liderazgo recayó sólo en Eduardo, médico de profesión y último en involucrarse. Fue arrestado en octubre del 2008 y Luis Fernando Sánchez Arellano, El Ingeniero, hijo de Enedina, una de las hermanas, asumió el control del grupo, mismo que mantiene hasta ahora.

En 1993, los Arellano Félix pretendieron matar a Joaquín El Chapo Guzmán y también a Armando Carrillo Fuentes El Señor de los Cielos. También intentaron asesinar al periodista Jesús Blancornelas, fundador del semanario Zeta, en noviembre de 1997, quien sobrevivió al atentado. En sus años de mayor poder fueron muy violentos, pero siempre hicieron uso de la compra de protección y la asociación con empresarios.

El Cártel cumple 22 años de existencia y a pesar de los golpes recibidos no hay dato que indique que la organización pueda desaparecer pronto. Siempre se ha reorganizado, aunque sin la fuerza de los 90. Son un grupo que actúa sin aliados por conservar su plaza: Tijuana, que cuenta con el paso a California, octava economía del mundo y uno de los mercados de mayor consumo de drogas a nivel mundial.

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