agosto 15, 2011

El Estado maternalista de Josefina

Carlos Mota
motacarlos100@gmail.com
Cubículo Estratégico
Milenio

Probablemente ayer el más relevante de los respaldos que recibió Josefina Vázquez Mota en su informe de trabajo legislativo en el Teatro Metropólitan no fue el de la militancia panista que viajó hasta el Distrito Federal, sino el de Isabel Miranda de Wallace, la ciudadana convertida en voz y personalidad pública de la reflexión social sobre lo que ha significado el desasosiego de la inseguridad durante este sexenio.

Aunque Josefina fue arropada por más: Roberto Gil, Malova, Ramírez Acuña, o empresarios como Gilberto Marín o Jaime Costa Lavín. Con todo, la diputada aspirante a precandidata presidencial equilibró sus agradecimientos, e hiló en la delgada línea que está separando a los aspirantes antes de sus precampañas, para no violar la ley.

Curioso fue que en el exacto minuto de las 12:36, en el que Vázquez Mota pronunciaba severas críticas al endeudamiento desmesurado de estados y municipios —acento particular en Coahuila—, la Secretaría de Hacienda distribuía su informe semanal en el que daba cuenta de cómo el gobierno entrega en tiempo y forma las participaciones a las entidades federativas.

Pero quizá el más valioso de los mensajes que ayer aparecieron en el céntrico teatro fue uno que parece empezar a capturar Vázquez Mota: su deseo de que la igualdad ante la ley para todos los ciudadanos sea la bandera del futuro del país. Es ese mismo terreno fértil en el que hace cinco años AMLO cuajó el odio para hablar de los “privilegiados”, pero que hoy está siendo expresado por Josefina más bien desde la premisa más básica de las democracias: todos somos iguales.

Desde ayer, con su informe, Josefina va en ruta de contender seriamente por la potencial candidatura del PAN a la Presidencia desde una plataforma que combina fuerte militancia de soporte, ideología en proceso, rendición de cuentas legislativas —algo de difícil venta ante la ciudadanía—, sensibilidad social, y entendimiento económico. No la tiene fácil. No obstante, acaso el discurso de apertura de la diputada de Campeche Nelly Márquez le sirva, y de mucho, para transformar el peligro existente de un Estado paternalista, hacia uno maternalista, algo en lo que ningún otro aspirante la podría igualar.

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