septiembre 22, 2011

¿Paramilitares a escena?

Juan Manuel Asai
jasaicamacho@yahoo.com
Códice
La Crónica de Hoy

¿El grupo delictivo conocido como Cártel del Golfo tiene en Veracruz la capacidad operativa necesaria para deshacerse, de un tirón, de 35 rivales del grupo de Los Zetas?

Lo planteo porque en Tamaulipas, el estado vecino, el Cártel del Golfo anda de capa caída, refugiándose en los callejones. Ha resentido la presión de las fuerzas federales, de los propios Zetas, que antes eran sus aliados, y de las policías gringas, que de vez en cuando hacen su trabajo.

La narrativa de que los cadáveres arrojados a plena luz del día en la zona más transitada de Boca del Río, frente a un imponente Centro Comercial y los hoteles más lujosos del puerto, es de pandilleros de Los Zetas y los asesinos pertenecen al Cártel del Golfo, por lo que no hay nada de qué preocuparse y podemos darle vuelta a la hoja; es demasiada plana para ser cierta. Aceptarla sin más es meter la cabeza en la arena de la playa de Mocambo, aledaña al lugar de los hechos.

Hay demasiados cabos sueltos. Una cosa es que muchos medios de comunicación hayan firmado un acuerdo para no dar a la información generada en la lucha contra el crimen organizado un tinte amarillista, morboso, que busque escandalizar; y otra, muy diferente y riesgosa, es que nos conformemos con una explicación dada a bote-pronto sin hacer las preguntas pertinentes. Una cosa es no publicar fotos de los cadáveres con huellas de tortura y semidesnudos, que por lo demás sí aparecen en medios internacionales, y otra recurrir a los sospechosos comunes. Una sin razón de la cobertura informativa es que algunos diarios mexicanos no publicaron la nota en sus primeras planas, pero varios diarios internacionales sí la destacaron en sus portales. ¿Los lectores españoles o americanos estarán mejor informados que nosotros, los mexicanos, de lo que pasa en Veracruz? Es tan obvio que casi no debería escribirlo: se puede jerarquizar la información, de acuerdo con su relevancia, sin incurrir en el amarillismo. Crónica lo hizo.

¿Y los policías?—Los hechos ocurrieron en la zona con mayor presencia policiaca de Boca del Río, no sólo por las instalaciones relevantes que ahí se encuentran, sino porque ya ocurrieron, ahí mismo, episodios violentos como balaceras, persecuciones, incluso agresiones en contra de familiares de uno de los políticos más prominentes del país. Además, en uno de los hoteles aledaños se reúnen hoy todos los procuradores de Justicia de las entidades federativas. ¿Los cadáveres se tiraron ahí, y no en el municipio de Veracruz, que está a unas cuantas cuadras, por casualidad? ¿Por qué a los que llevaban el cargamento mortal no les preocupó ser detectados, seguidos y detenidos por la policía? ¿Cuándo conoceremos los videos de las cámaras de seguridad instaladas en la zona? ¿Cuántos testigos oculares de los hechos rendirán testimonio?

Reconozco que es pronto para plantear nuevas hipótesis sobre lo que está ocurriendo en Veracruz, pues los elementos de juicio son escasos y confusos, pero tampoco hay que conformarnos con el esquema desgastado de que es un pleito entre narcos. ¿Qué se pelean? ¿Hay acaso una ruta para llevar cocaína a Texas, en Estados Unidos, sin pasar por Tamaulipas? ¿Quién controla esa ruta? Hay que seguir preguntando. Mientras más respuestas obtengamos disminuirán las posibilidades de que las masacres se repitan.

Promoción turística.—
Trabajar para mejorar la imagen de México en el exterior parece cosa de locos. Mientras unos tejen, otros destejen. A pesar del trabajo extenuante hay pocos avances. Lo digo porque una delegación mexicana encabezada por el presidente Calderón y la maestra Gloria Guevara, secretaria de Turismo, vuela a Los Ángeles, California, después de una estancia en Nueva York, para presentar por todo lo alto el programa de promoción turística Royal Tour. Mientras los mexicanos aterrizan, la prensa de California publica notas como “Ex presidente Zedillo, a juicio por matanza de Acteal”, “Violencia en México cruza la frontera”, “35 bodies dumped on street in Mexico”. Hay, en consecuencia, dos mensajes antagónicos luchando por establecerse en la mente de los potenciales turistas. Un mensaje dice: “vengan a México, los esperamos con los brazos abiertos, tendrán experiencias inolvidables”. El otro alerta: “ni se acerquen, sálvese el que pueda”. ¿Cuál prevalecerá?

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