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La Razón
Los dos están chocando y les va a ganar Creel.
Lo que ocurrió en el Auditorio del Estado no fue una emboscada de priistas, perredistas o del SME. Lo abuchearon los panistas que festejaban ahí 20 años de gobernar Guanajuato.
Cuando mencionaron a Josefina el recinto estalló en una ovación, y a Cordero lo cubrieron de chiflidos, a pesar de tener el respaldo público del gobernador del Estado, ahí presente.
Llamaron a las personalidades a pasar al escenario, subió Vázquez Mota, Medina Plascencia, Romero Hicks y el gobernador Oliva. Cordero se quedó sentado.
Si Ernesto Cordero no puede subir a un templete en un evento realizado por su partido, pues teme que aumente la rechifla, su precandidatura no tiene un horizonte halagador.
Es un error, una injusticia lo que han cometido con el ex secretario de Hacienda.
Una injusticia de los tres mil panistas asistentes, porque repudiaron a quien no les ha hecho pasar ningún trago amargo ni una vergüenza.
Y también fue un error de quienes lo impulsaron a ser precandidato.
Al funcionario competente y refinado le pusieron una piel de lobo para pelearse a dentelladas con la oposición y con Josefina, en lugar de cuidarlo como un técnico capaz al servicio del país.
Le recomendaron ponerse dientes más grandes para verse mejor en las fotos y videos.
Pero lo que importaba en Cordero no era su look, sino su seriedad y capacidad para generar confianza y reafirmar que en el gobierno hay cuadros preparados.
Ya lo echaron al palenque, ahora lo tienen que rescatar.
Si sube y crece, qué bien. Pero da la impresión de que ese no será el caso.
Santiago Creel, considerado el precandidato opuesto a Felipe Calderón, se mantiene con una buena parte de las preferencias. Tal vez se estancó, va segundo, pero no baja.
Los impulsores de Cordero se van a encontrar con la disyuntiva de que, así como están las cosas, la candidatura la ganará Josefina o Creel.
Si Cordero declina en favor de la ex líder de los diputados, con toda seguridad ella gana. Y si no declina, quién sabe.
¿Le van a apostar al quién sabe?
Esa es la decisión que muy pronto deberán tomar: bajarse para apoyarla a ella en una parejera contra Creel, o seguir en el desgaste y la polarización de la militancia entre Josefina y Cordero.
Una candidata mujer le daría altura al PAN. Sería un signo de madurez del partido gobernante. ¿Eso es suficiente para ganar la Presidencia? No. Pero esa es otra etapa.
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