Se descubrió que...
Milenio

Jobs y Stephen Wozniak nos dieron la primera computadora de escritorio, e hicieron posible usar una Mac para escribir y reescribir cien veces un texto sin una secretaria que proteste y cobre horas extra. Su gusto por la caligrafía dio a los diseñadores gráficos centenares de familias tipográficas: “Humm… no, Mary, haga de nuevo mi artículo en Book Antiqua… No, no, lástima que ya lo hizo, es que se verá mejor en Bodoni”. Y Mary renuncia. Mac, no.
La idea liberadora fue la de hacernos un “escritorio” en la pantalla semejante al escritorio de oficina: una hoja nueva de papel se obtiene picando el icono de una hoja en blanco, un tipo de letra lo ponemos de las 300 fuentes con sus nombres escritos en ese tipo de letra: Helvética light, Times, Arial bold, Arial black, un tamaño: 8, 12, 14…, luego un fólder para guardar esa hoja.
Jobs y Stephen Wozniak idearon el sencillo método de indicar las herramientas con un icono evidente: un fólder lo representa un pequeño fólder. Se acabaron las instrucciones estilo “presionar F1+ F8 con alt + F5…”. Nadie más debió estudiar Basic para poder enviar una nota a Milenio. Tuvimos una computadora en el escritorio y un sistema para usarla con inteligencia de 80 IQ.
Un contrato con el Ejército de EU produjo la primera computadora electrónica y digital. Fue diseñada y construida por dos desconocidos, John Mauchly y Presper Eckert, en la Universidad de Pennsylvania. En 1943, con la Segunda Guerra Mundial llegando a su fin, los nuevos cañones carecían de tablas de disparo con las que se considera el tipo de parábola según el objetivo, los vientos y otras variables. Se calculaban a mano y se enviaban a los frentes de guerra.
La computadora de Mauchly y Eckert no estuvo a tiempo para participar en batallas, pero es, en lo básico, lo que hoy tenemos. Se llamó ENIAC (Electronic Numerical Integrator and Computer), pesaba 30 toneladas. Hoy su capacitad total se tiene en un solo circuito integrado de un centímetro cuadrado. La fama se la quedó John von Neumann, un genio matemático. Y la construcción de computadoras, el hoy llamado hardware, pasó a IBM.
En 1976, Bill Gates y Paul Allen fundaron en Alburquerque, Nuevo México, Microsoft Corporation, compañía diseñadora de programas de computación, software. Nació el sistema operativo que algunos llegamos a usar: el MS-DOS de IBM y computadoras compatibles. Es el Windows de hoy. Una broma de Jobs en su famoso discurso en la apertura del curso 2005 en Stanford, fue que cada nueva versión Windows era el OS Mac de cinco años atrás.
Jobs y Gates nacieron el mismo año, 1955. A diferencia de Gates, de familia rica, Jobs fue hijo adoptado por una pareja de clase media y debió trabajar cosechando manzanas (apples), eso y el sello Apple de los Beatles le dieron el nombre y logo. Dejó su carrera y comenzó a diseñar videojuegos para Hatari. Jobs y Stephen Wozniak, en cuya cochera crearon Apple I, la primera computadora personal, se mudaron a la cochera de la familia Jobs y fundaron Apple Computer en el mismo año que Gates la suya, 1976. En esa cochera mejoraron su modelo y salió al mercado como Apple II, la primera computadora personal que tuvo ventas masivas. Luego diseñaron Macintosh, la primera que podía ser empleada sin conocimientos especiales ni lenguajes de programación.
Jobs murió este 5 de octubre, un día después de que físicos de la Rice University, en Houston, Texas, publicaran su creación de una “supercarretera para electrones”, muy pronto uno de los elementos de una computadora cuántica que use una sola partícula subatómica en sustitución de los transistores digitales integrados en microchips.
Imaginemos lo que Jobs, en 30 años más de vida, habría hecho con un dato de Rui-Rui Du, autor con Ivan Knez del reporte en Physical Review Letters, quien señala: En términos de densidad informática, un microprocesador actual, con mil millones de transistores (mil millones de posibles bits) en su área de pocos milímetros, hace el trabajo de un procesador cuántico de 30 qubits.
Discurso de Stanford:
Maravillas y misterios de la física cuántica, Cal y Arena 2010.
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