Catón
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De política y cosas peores
Reforma
Don Valetu di Nario, señor de edad madura, se quejó con su médico: al hacer el amor con su mujer -le dijo- sufría problemas de disfunción eréctil. Ahí mismo, en el consultorio, el doctor le hizo tomar una pastilla de viagra, y le indicó que fuera a su casa, dejara pasar un par de horas, y luego le hiciera el amor a su mujer (a la de don Valetu, se entiende). Sucedió, sin embargo, que la señora había salido de compras. El señor Di Nario, entonces, tomó el teléfono y llamó al facultativo para pedirle instrucciones al respecto, pues se sentía ya in the mood for love, como dice la canción. Le sugirió el galeno: "Sería una lástima que el bonancible efecto de la pastilla se desperdiciara. Si su esposa no está en casa, ¿tienen ustedes muchacha de servicio? Con su ayuda podría usted aprovechar las favorables consecuencias del viagra". Responde don Valetu: "Con la muchacha de servicio no necesito el viagra"... Steve Jobs, cuya temprana muerte ha disminuido las posibilidades del futuro, hizo junto con su compañero y amigo Woz, Steve Wozniak, aportaciones que no sólo transformaron la tecnología de las comunicaciones, sino que habrán de traer consigo cambios de fondo en las relaciones humanas, vale decir en la sociedad. Ahora mismo estamos viendo el efecto que los artilugios imaginados y difundidos por el genio de Jobs han provocado en nuestro tiempo. Las redes sociales ya fueron causa de trascendentes cambios históricos en diversos países, empezando con Egipto y siguiendo con Libia y otros más. En mayor medida que cualquier doctrina o movimiento de política esas redes son el nuevo motor de la democratización social. Por eso me atrevo a vestir la clámide y coturnos del profeta para anunciar desde hoy la aparición en México de movimientos contestatarios o de resistencia llevados a cabo no por las masas proletarias, conforme a las tesis -y esperanzas- del marxismo, sino por las nuevas generaciones de jóvenes de la clase media, a semejanza de lo que se ha visto últimamente en Madrid y Nueva York. Steve Jobs arrebató el monopolio de la comunicación que tenían los medios de comunicación, y puso a ésta en manos de la gente. De ahí derivarán consecuencias que ahora ni siquiera podemos avizorar. Ahora la comunicación y la información, gracias a Jobs, están en manos de la gente, y serán utilizadas por la gente y para la gente. En eso habrá de consistir la nueva democracia. Y eso se debe a un hombre que ni siquiera tenía un título universitario; soñador que en su juventud debió a veces vender envases de refresco, que recogía en los botes de basura, para poder comprarse una hamburguesa, y que una vez por semana caminaba 11 kilómetros a fin de conseguir una comida nutritiva en un centro de beneficencia. Su último mensaje a los jóvenes: "Descubran ustedes qué es lo que verdaderamente aman, y entreguen a eso su vida. Eso es tan válido para el trabajo como para el amor. Si aún no saben qué es lo que aman, sigan buscando. No se detengan. Mantengan siempre su hambre de sueños. Y sean, permanentemente, un poco alocados"... Estoy buscando ya "El chiste más pelado del año", para narrarlo el último día de diciembre. He encontrado algunos con alto contenido sicalíptico, pero que no alcanzan esa suprema categoría de peladez. Uno de ellos es el que ahora sigue, cuya lectura deben evitar las personas con escrúpulos morales. Yo no capté el sentido de ese chiste cuando me lo contaron. Sin embargo, personas en cuyo criterio confío por su solvencia intelectual y ética me dicen que el relato es sobremanera picaresco, motivo por el cual debe leerse con reserva. He aquí la dicha historietilla... Ya en la cama, el marido se acercó a su mujer con evidentes intenciones amorosas. Ella lo rechazó. Le dijo: "Mañana tengo cita con mi ginecólogo". Después de una pausa él le pregunta: "¿Y también tienes cita con tu odontólogo?" (No le entendí)... FIN.
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