jorge.chabat@cide.edu
Analista político e investigador del CIDE
El Universal

Algunos han especulado que el apoyo a Cordero es sólo una “finta”. Que Calderón sabe que la candidata va a ser Josefina y que el que ésta no sea vista como la candidata oficial del Presidente le va, finalmente, a beneficiar al PAN. Puede ser. Pero la verdad es que para finta ya se está pasando. Todo indica que el apoyo a Cordero es real y no de a mentiritas. Todo sugiere que de veras Calderón quiere que Cordero sea el candidato a como dé lugar y que la estructura de apoyo que trae el ex secretario de Hacienda se sustenta en el gobierno. Incluso hay rumores de prácticas lamentables como compra de votos de militantes panistas. Si esto es así, la única explicación coherente que encuentro es que de veras Calderón cree que Cordero puede derrotar a Peña Nieto y López Obrador. Y la única forma en que el Presidente pueda tener esta creencia es que tiene guardada una verdadera “bomba H” política que puede cambiar de la noche a la mañana las preferencias del electorado. Esto es, es muy probable que el entusiasmo por Cordero se apoye en una batería de golpes mediáticos o judiciales que puedan convencer de golpe al elector que Peña Nieto no puede ser presidente por ningún motivo. Obviamente, en esa perspectiva cualquier cosa es posible: testimonios documentales, grabaciones, videos, etc., que muestren conductas francamente inaceptables de Peña Nieto y del PRI. En fin, todo hace suponer que Calderón tendría varios esqueletos priístas en el clóset que podrían cambiar el rumbo de la elección.
Si lo anterior es cierto, ésta es, de todos modos, una apuesta arriesgada. Es cierto que es posible cambiar de golpe una elección si la conducta indebida de un funcionario es realmente inaceptable. Pero no está claro que es lo totalmente inaceptable para la población. En ese sentido, los misiles calderonistas tendrían que ser realmente contundentes. Sin embargo, las preguntas obligadas son si tiene tales misiles y si van a hacer algún efecto en Peña Nieto y, eventualmente, en López Obrador.
Estamos a sólo una semana de la definición del candidat@ panista. Realmente se ve muy difícil que el arroz que se cueza sea el de Cordero. Lo más probable es que a pesar de la cargada azul, la candidata sea Vázquez Mota. Si así ocurre, de todos modos Calderón tendrá que echar mano de más de alguna bomba política si quiere que gane su partido. Y, francamente, aunque el corazoncito del Presidente esté con Cordero, lo lógico es que acabe apoyando a Josefina por razones de supervivencia política. La duda es si de veras el Presidente tiene guardada alguna sorpresa política que impacte la elección de julio. Mi apuesta es que sí. Veremos.
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