Nudo Gordiano
Excélsior
Vázquez Mota, Cordero y Creel comenzaron a sacar las armas que han debido mostrar desde que el proceso comenzó

Y, con esa premisa, pensamos que el debate de ayer logró poner a los precandidatos en perspectiva. Atrás dejaron las provocaciones, que no hicieron a un lado ni en Navidad, y aunque casi todo el debate se percibió como una larguísima lectura de aciertos durante los gobiernos panistas, al mando de Fox y Calderón, respectivamente, Josefina Vázquez Mota, Ernesto Cordero y Santiago Creel comenzaron a sacar las armas que han debido mostrar desde cuando el proceso comenzó, en lugar de los raspones que quisieron ponerse unos con otros.
Se le vio a los tres hablando de sus fortalezas, las mismas mostradas mientras estuvieron en la función pública en sus respectivas dependencias y en sus correspondientes años.
Cordero habló de la importancia de una economía capaz de soportar los grandes temblores financieros en el mundo, como ese que, según anunció ayer la ONU, se avecina. Y lo dijo pensando, claramente, en aquello que ha sido reconocido incluso por el Fondo Monetario Internacional, sobre el “blindaje” y las decisiones que en materia económica se han tomado en los últimos años. Decisiones todas de la Secretaría en la que despachó Ernesto Cordero.
Josefina Vázquez Mota hizo lo mismo, aunque aprovechó muy bien la ventaja evidente de ser la puntera en las encuestas. Se sabe rentable, competitiva, para enfrentar a Peña Nieto y a López Obrador, y así lo dijo. Vázquez Mota conoce su ventaja, la misma que le da ser la aspirante más progresista en el interior del PAN. Lo sabe y se aferra a esa ventaja que aparece en todas las encuestas.
Lo hizo también Santiago Creel cuando afirmó que, durante su paso en la Secretaría de Gobernación, no se habían presentado muertes como durante este sexenio. Aunque dudamos que ésta haya sido una declaración afortunada, son gobiernos panistas, al final de cuenta.
El PAN comienza así la última parte de su largo proceso para elegir a quien los representará en la boleta electoral el primero de julio. Quieren seguir en Los Pinos, pero deben tener muy claro que, para entrar a una pelea que tiene ya a dos candidatos listos desde hace tiempo, deberá enviar a su posibilidad electoralmente más rentable.
Addendum.
Y a media tarde de ayer, Alejandra Barrales rompía negociaciones con el Diálogo para la Reconstrucción de México, el grupo comandado por Manuel Camacho Solís y que es el encargado del proceso interno para elegir al candidato a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal. El equipo de Barrales anunció que revisarán sus encuestas con las realizadas por DIA y que, si no coinciden, impugnarán. O sea, ¿la van a hacer de tos si no resulta ella la candidata? Tan bien que iban y tan mal momento que escogen para enseñar el cobre...
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