Manuel J. Jáuregui
Reforma
La publicación inglesa The Economist ideó hace tiempo un indicador económico tanto informal como útil: el Índice Big Mac.
La idea es comparar el precio de un bien (en este caso la hamburguesa Big Mac de la cadena McDonald's) que se vende globalmente para medir el poder adquisitivo de la moneda en cada país.
A esta imprecisa, pero divertida nueva rama de la economía se le conoce como "Burgernomics".
El precio promedio de la Big Mac en Estados Unidos sirve como base, y sobre éste se hace el comparativo del costo en los demás países tomando como punto de partida su precio versus la paridad reinante para convertir éste a dólares, que es la constante. Sirve este ejercicio para medir la relativa competitividad de las monedas entre sí, y determinar cuáles están (en relación al dólar) sobrevaluadas y cuáles subvaluadas.
La buena noticia para México es que nuestro PESO es competitivo, y se encuentra ligeramente subvaluado en relación al dólar: la Big Mac es alrededor de un 30 por ciento más barata en México (basado en la relación peso-dólar en octubre 2011).
La Big Mac cuesta 3.71 dólares (unos 50 pesos) en Estados Unidos, y como 2.58 (34 pesos) en México.
Quiere decir esto que la política que ha seguido el Banco de México le concede un grado aceptable de competitividad a nuestra moneda y a los productos de exportación mexicanos, pues México es (relativamente) barato.
No tanto como CHINA, por ejemplo, ya que el YUAN es el campeón de la subvaluación: cerca de un 40 por ciento en relación al dólar.
Le siguen de cerca en orden descendiente Malasia, RUSIA y Tailandia.
En el lado OPUESTO del índice se encuentran los países CAROTOTOTES, los que tienen monedas súper sobrevaluadas, que hacen que todo lo que se produce en su economía sea más caro que en las demás.
La moneda más sobrevaluada es el franco SUIZO; en este país la Big Mac resulta un 80 por ciento más cara que en Estados Unidos: cuesta el equivalente a 6.78 dólares, o sea, unos ¡NOVENTA pesos! Sorprendentemente, del lado de la sobrevaluación en el Índice Big Mac a Suiza le sigue BRASIL, con un 40 por ciento; ahí la Big Mac cuesta 5.26 dólares, o sea como unos SESENTA y OCHO pesos. Considerablemente más que en México, por ejemplo, de ahí que se considere que Brasil ha perdido competitividad. El EURO trae como un 30 por ciento de sobrevaluación, pero va en caída por los problemas de la deuda allá, con CANADÁ y JAPÓN ligeramente más caros que Estados Unidos, pero no mucho.
Las cifras son una instantánea de final del año pasado, de manera que los números seguramente han variado en el lapso transcurrido, mas no dejan de dar una idea de quién es quién en cuanto a PARIDAD y competitividad se refiere.
Claramente México debe de estar preocupado ante el embate de los CHINOS en los mercados internacionales, e igualmente debemos cuidarnos de algunos países asiáticos, y también sin duda de RUSIA, país con una enorme riqueza petrolera y mineral, pero al cual lo arrastra la ineficiencia y la corrupción.
Por el otro lado, poco o nada debemos temer de BRASIL, con el cual escaso sentido tiene intentar un tratado de libre comercio como quería nuestro Secretario de Economía, Bruno "El Vocho" Ferrari, ya que las trabas informales que ellos imponen nos impiden venderles. Ninguna ventaja se vislumbra o se puede derivar de una relación comercial con los cariocas, que traen sus propias broncas, y por ellas que se preocupen ¡los argentinos!
¿Nosotros para qué nos metemos?
Por otra parte, mantener este equilibrio virtuoso logrado en cuanto a nuestra paridad, nivel de inflación y tasas de interés, resulta un reto nada despreciable. Sobre todo porque, sin duda, se avecina un cambio de régimen (aun si ganara el PAN las elecciones) y las tentaciones de arrancar grandes proyectos y de dar enormes zancadas desestabilizadoras en la economía resultarán casi irresistibles.
Por ello hay que escuchar con atención las propuestas económicas de los candidatos y medir las consecuencias de lo que proponen.
Por ejemplo, López Obrador habló hace poco de "fusionar" PEMEX y CFE, y hace unos días de revivir Luz y Fuerza del Centro.
¡Si esto es progreso, entonces nosotros somos SUIZOS y comemos pura Big Mac!
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