Nudo Gordiano
Excélsior
De más están los argumentos en favor de Josefina Vázquez Mota; la enemistad entre ambas, la evidencia Elba Esther

Quadri se ha cansado en decir, aunque sin éxito, que no conoce a la líder del SNTE, que su candidatura no tiene nada que ver con ella, aunque se sostenga por las aportaciones —que no sólo en dinero— llegan de la tan queridísima maestra. Pero justamente hace un par de días, cuando el Día del Maestro, recordamos en nuestro país a cientos de profesores que en verdad nos inspiraron y formaron, aunque también, inevitable y tristemente, recordamos a aquella maestra que ha hecho de ese día en particular su día.
El sindicato más poderoso del país, el de Maquiaelba, se embolsó una cantidad por demás grosera, nada más 20 mil millones de pesos. Con ella, dicen, mejorarán la calidad educativa del país. La misma que hoy anda en último lugar de los 34 integrantes de la OCDE. O sea, más lana para (no) hacer lo que no han hecho con la que ya reciben, que tampoco es cualquier cosa.
Pero, eso sí, lo sabemos, somos los únicos en tener a una maestra con las posibilidades de cerrar tiendas exclusivas con el fin de hacer sus compras, las mismas que la hacen lucir al día atuendos que rebasan los cien mil pesos. El sindicato estiró la mano para recibir tal cantidad de dinero pero, como siempre, dio la espalda cuando se les habló de la evaluación a la que deberían someterse los maestros, por sentido común, para así evaluar la calidad educativa que se imparte en las aulas del país. Tal como bien lo expuso Carlos Loret de Mola en su documental De Panzazo, aquel que “le dolió” a la maestra, según dijo...
Y, bueno, ahora con las campañas electorales pasando por la mitad de camino, la cabeza del SNTE arremetió contra Josefina Vázquez Mota. Sin mostrar sus cariños, pero evidenciando su malestar por la candidatura de quien cuando estuvo al frente de la Secretaria de Educación Pública no cedió a uno solo de sus caprichos.
La declaración que acusa que Vázquez Mota no vio por la educación del país pero sí por su candidatura no trae sino enormes pedazos de rencor, pues olvidó que después del paso de la hoy candidata blanquiazul por la SEP, se fue a San Lázaro a liderar a su bancada. Aunque, claro, Maquiaelba entiende que trabajar en favor de la educación es ceder a sus deseos, los mismos que aseguren su permanencia al frente del SNTE.
De más están los argumentos en favor de Josefina Vázquez Mota; la enemistad entre ambas la evidencia Elba Esther, pero la justifica la candidata presidencial, y es que esto no es sino una jugada clara para intentar un puntapié en la campaña blanquiazul, aunque sin mostrar claramente para quién de los dos candidatos, que no el que dice suyo, es para quien está trabajando. Mostrar el rencor, para de ahí decidir el cariño.
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