Rector del Colegio de Imagen Pública
Excélsior

Eres lo que pareces…
Es frecuente que aquellos que perciben una imagen física piensen que ésta por sí sola representa el concepto general de imagen, como si la simple apariencia de algo representara en su totalidad al concepto. Nada más alejado de la realidad y mucho menos cuando se habla de una imagen pública. La imagen es el resultado mental que se produce en el cerebro de un receptor, después de percibir un conjunto de estímulos verbales y no verbales que alguien está emitiendo y que rápidamente decodificará como la identidad de lo percibido. Dicho más fácil: cuando yo te percibo, voy a configurar en mi mente una idea clara de lo que yo creo que eres y opinaré al respecto a favor o en contra de ti, pero ese juicio de valor acabará convirtiéndose para mí en tu identidad. Es un juego muy cruel, pues tú serás para mí quien yo crea que eres, dependiendo de la forma en la que te haya percibido e independientemente de quien verdaderamente seas. Por eso, en el terreno de la imagen las cosas son lo que parecen ser.
Somos y parecemos piñata…
Ahora bien, la imagen debe fundamentarse en la esencia de tal manera que corresponda a la verdad de lo que realmente se es, pues de lo contrario, si se separa de ella, se corre el riesgo de convertirse en un absoluto engaño. Ante lo percibido en la inauguración de los Juegos, lo que procede es preguntarnos… ¿Los mexicanos somos la piñata que mostramos ahí?... ¿Corresponde la imagen de nuestra delegación a nuestra verdadera esencia? Creo firmemente que sí. Somos una nación multicolor, asimétrica, discordante, desordenada, uniforme pero sin uniforme, constituida por elementos tan diferentes entre sí como las prendas que los deportistas lucieron, pero por otro lado un país bullanguero, despreocupado, lleno de gente que convive aunque esté dividida por sus estereotipos, costumbres, fobias y filiaciones, pero que comparte el orgullo de ser mexicanos, aunque esa identidad nacional esté más ligada a la belleza de su tierra y a su espíritu ancestral, que con su productividad. Gente que en su mayoría prioriza el estar al ser, a la que no le importa tanto lograr resultados como estar presente, no importa que sea una manifestación, una junta o una fiesta olímpica. Así se vio nuestra delegación. Quién sabe qué resultados traerá al final de la contienda, pero eso no importa, lo que verdaderamente importa es que en la inauguración se nos brindó una ovación más ruidosa que a los demás, que sorprendimos, que destacamos por la imagen que dimos y que además coincidió de manera genuina con nuestra esencia: somos y parecimos una mexicanísima piñata, sólo falta que traiga dulces.
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