marzo 07, 2012

¿Qué hacer con él?

Manuel J. Jáuregui
Reforma

Hagan de cuenta que la dama camina por la calle arrastrando un yunque de herrero atado con una soga al cuello.

Coincidirán, amigos, que de esta manera no se puede llegar muy lejos y que la única solución posible para avanzar es soltar amarres y dejar el pesado artefacto ahí tirado. En la fábula de hoy el yunque al que nos referimos es Gustavo E. Madero Muñoz, pseudopresidente nacional del PAN, y la dama que tiene que cargar con él (a menos que decida otra cosa) es la abanderada presidencial albiazul, Josefina Vázquez Mota.

¡Vaya que si este señor se ha desprestigiado, llevándose de pasada un apellido de recio abolengo en las lides democráticas! Ha sido por demás torpe e inexplicable el manejo que ha hecho este Gustavo Madero de la selección de candidatos, muchos de ellos polémicos, controvertidos y repudiados por el panismo tradicional.

No es un solo Estado en el que ha surgido la displicencia y la inconformidad con las decisiones de Gustavo Madero, son varios, y para el colmo ayer en Monterrey apareció una manta acusándolo de estar vinculado con un magnate nacional de los casinos, el cual -según WikiLeaks- es un fuerte contribuidor a los partidos políticos.

Si este Madero ha perdido el respeto de los panistas, también ha perdido prestigio, prestancia, imagen y capacidad de maniobra, ya que todo el tiempo se la pasa defendiendo sus decisiones y para nada impulsando positivamente la causa de la abanderada del PAN, doña Josefina de los Vázquez y los Mota, quien -pese a él- ha logrado remontar parcialmente la enorme desventaja en las encuestas con la que inició.

Para complicar la situación parece ser que el multicitado y decepcionante Gustavo Madero (a quien para no devaluar ese apellido de recia cepa norteña y democrática de aquí en adelante le llamaremos simplemente "Muñoz") es -a decir de no pocos- un simple muñeco de ventrílocuo, siendo su "puppet master" nadie menos que el Presidente de todos los panistas (¡ah, y parece ser que de los mexicanos también!) Felipe Calderón Hinojosa.

Calderón, a decir de no pocos taqueros que saben de aguacates, es el que ordena y el pobre de Muñoz (tiene hijas de edad universitaria, pobrecitas, no queremos quemarlas con sus amigos tatemando a su tata) es simplemente el que hace o instrumenta lo que le dicen. De ahí los enormes desfiguros, embustes, rollos, embrollos y justificaciones que a diario tiene que emitir, a grado tal que carece ya por completo de credibilidad.

Si usted, amable lector, nos dijera mañana "¿Qué prefieres, ir con el dentista a que te saquen las cuatro muelas del juicio sin anestesia, o escuchar 20 minutos a Pinocho Muñoz?". Escogeríamos ¡al dentista, por resultar más útil e incluso placentero! Y no somos los únicos.

Hace poco platicábamos con un amigo empresario, quien conoce y ha platicado "en serio" con este tal GEM Muñoz, y comentábamos ambos lo "denso" que es para entender cuando la gente le dice las cosas. La teoría de su H. servilleta es que el hombre trae una agenda negra secreta, y que todo lo que manifiesta es lo que nuestro más reciente visitante dignatario norteamericano, Joe Biden, llama "estiércol de toro".

Mas la tesis de nuestro amigo era mucho más sencilla: "No descartes", nos dijo, "que sea bastante más lelejo de lo que tú crees". Para el caso da lo mismo: ya sea por lelejo, por dejado, por malvado o por inepto, lo que importa finalmente es que se ha convertido en un problema para Josefina Vázquez Mota y DEBE RELEVARLO.

Va a requerir doña Josefina a un fino cirujano al frente del PAN que se dedique a SANAR y unir a su partido para que funcione como una máquina bien aceitada con la cual enfrentar a sus rivales, ninguno de los dos nada despreciable. El Galán Peña arrastra muchos esqueletos tricolores, pero tiene amplia ayuda de las televisoras y de los VEINTE gobernadores priistas que no titubearán ni un segundo para echar mano del presupuesto, organizar elecciones de Estado y echar a andar el carrusel, el ratón loco, y revivir a los alquimistas con tal de ganar en julio.

El señor López v2.0, abanderado de las izquierdas y de quienes ya están hartos de las pifias de los otros dos, tampoco es una perita en miel.

De manera que doña Josefina requiere alguien con AUTORIDAD MORAL, dentro y fuera del PAN, que le ayude a impulsar su opción con credibilidad. ¡Y ese alguien no es para nada G.M. Muñoz!

De Colosio a Coldwell, algo más que 18 años

Jorge Fernández Menéndez (@jorgeimagen)
Razones
Excélsior

El discurso de Pedro Joaquín Coldwell, el domingo pasado, al celebrarse el 83 aniversario del PRI, fue muy distinto al que hace exactamente 18 años pronunció, en otro aniversario de ese partido, Luis Donaldo Colosio. Aquel discurso de Luis Donaldo dejaba un amplio espacio para la esperanza y lo otorgaba para la autocrítica. Luis Donaldo veía un México de potencialidades y carencias, de posibilidades y estrecheces, en un proyecto que él mismo había contribuido a construir. Me tocó vivir y reportar aquellos días, donde precisamente por esas cualidades, a muchos priistas, sobre todo los que no simpatizaban con su candidatura o quienes pensaban que ésta se podía caer ante los embates de Manuel Camacho, no les gustó, no apreciaron ese discurso que, con el paso de los años, terminó siendo mitificado.

Para ofrecer aquel discurso, Luis Donaldo le pidió asesoría a mucha gente, desde periodistas hasta intelectuales y políticos de diferentes grupos, de dentro y de fuera de su partido. El discurso fue armado casi como un puzzle, incorporando las ideas, las propuestas, los temas, que había recogido a lo largo de una gira de dos meses por el país, que había estado poblada de conflictos, problemas, desazón. Colosio tuvo, además, un gesto que luego algunos también magnificaron, que fue no enviar a Los Pinos el texto del discurso hasta unas horas de aquel acto en el Monumento a la Revolución. Hay quienes consideran que eso implicó una ruptura con Carlos Salinas. En realidad no fue así ni esa era la intención: sí era un gesto, imprescindible en aquellas jornadas, para demostrar un margen de autonomía respecto a la Presidencia de la República, que le permitiera asumir corresponsabilidades y autocrítica, algo que Colosio necesitaba en términos personales y políticos. Pero también me consta que eso no significó una ruptura de Luis Donaldo con Salinas de Gortari, al contrario, tres semanas después, Camacho abandonaba sus pretensiones, un día antes del asesinato de Luis Donaldo.

No recuerdo en mi vida de reportero un discurso en una campaña presidencial que me haya impactado, en su momento, a la hora de pronunciarlo, tanto como aquel de Colosio, quizá sólo el de los cierres de campaña de Cárdenas y Clouthier en 88. Las imágenes de Luis Donaldo enmarcaban el abarrotado edificio del PRI el domingo pasado, pero creo que el discurso de Coldwell quedó muy lejos de aquel de Colosio. Fue una buena pieza de campaña, pero no hubo una línea, el menor espacio para la autocrítica. La frase más recordada del discurso del presidente del partido fue esa en la que aseguró que la “pesadilla del panismo, que ha recetado al país dolor, violencia, corrupción y pobreza”, sería erradicada por el regreso del PRI al poder.

Por supuesto que el tricolor tiene argumentos para ofrecer su regreso al poder luego de 12 años de gobiernos panistas, pero no puede desligarse de sus responsabilidades con tanta facilidad. Enrique Peña Nieto fue, un día después de aplaudir el discurso de Coldwell, a decirle al vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, que continuaría con la actual lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado. Saliendo de ahí mencionó que eso había dicho, pero que lo haría con una estrategia diferente, aunque resulta que la estrategia que ha planteado en los pocos espacios en los que ha hablado de ella es exactamente la misma que lleva el actual gobierno federal.

Es más, tienen razón los panistas al demandar la corresponsabilidad del PRI en la actual situación, ante la postura adoptada por muchos gobernadores de ese partido que simplemente no hicieron nada para combatir a la delincuencia o por gobernantes que la dejaron crecer, en el ámbito local y el federal. También en la ausencia de una agenda legislativa que sacara adelante todo lo que los dirigentes partidarios y los gobernadores habían aprobado. Apenas la semana pasada eso mismo le reclamó a los legisladores Alejandro Martí, respecto a las leyes para interceptar o impedir llamadas telefónicas desde los reclusorios o en casos de extorsiones o chantajes.

Un día después, la Cámara de Diputados, que tiene mayoría priista, aprobó casi por unanimidad esa ley que llevaba congelada en la Cámara baja diez meses y que, unos tres años y medio atrás, había sido aprobada en el Consejo Nacional de Seguridad Pública. ¿Sabe usted cuántas llamadas de extorsión se realizaron desde los reclusorios por la ausencia de esa ley? Según la Cámara de Diputados, se realizan unas seis mil llamadas diarias de extorsión desde los reclusorios, eso implica que los tres años y medio de rezago legislativo permitieron que se efectuaran siete millones y medio de extorsiones telefónicas desde los reclusorios que, además, los administran estados y municipios.

Quizá lo que estamos viviendo es, sí, una “pesadilla, que ha recetado al país dolor, violencia, corrupción y pobreza”. Pero esa receta y su administración tienen muchos responsables y resulta tan desafortunado no reconocerlo como querer atribuir al PRI una línea histórica de negociación con el narcotráfico.

El enjambre neuronal

Martín Bonfil Olivera (@martinbonfil65)
mbonfil@unam.mx
La ciencia por gusto
lacienciaporgusto.blogspot.com
Milenio

Un gran enigma científico: ¿cómo es que el conjunto de cien mil millones de neuronas del cerebro humano da origen a un yo, una mente consciente?

En su magnífico libro Gödel, Escher, Bach, Douglas Hofstadter utiliza la imagen de una colonia de hormigas, la “tía Hillary”, para mostrar cómo un conjunto de elementos carentes de inteligencia, al interactuar en forma compleja, pueden dar origen a fenómenos emergentes como la mente.

Usando esa y otras ideas, el filósofo Daniel Dennett propuso en su libro La conciencia explicada su “modelo de los borradores múltiples”, que busca explicar darwinianamente cómo la conciencia surge mediante la generación de una variedad de “versiones” del relato interno mental, que compiten hasta que una versión emerge y se experimenta conscientemente.

Con los años, se ha demostrado que, en efecto, en los procesos de toma de decisiones en el cerebro hay selección entre múltiples opciones: unas neuronas activan o inhiben a otras, hasta que la población que representa una alternativa excede cierto límite y la decisión queda tomada.

Recientemente Thomas Seeley, de la Universidad Cornell, reporta en la revista Science cómo, en un enjambre de abejas que se prepara para emigrar a una nueva colmena, la decisión se toma por mecanismos muy similares a los que ocurren en un sistema nervioso.

Las abejas exploran lugares para establecerse y reportan sus resultados mediante sus famosas danzas. Usando dos panales idénticos, marcando a las abejas que exploraban cada uno, y filmando detalladamente sus danzas, Seeley descubrió que las abejas que promueven un panal como buena opción envían señales inhibitorias a las abejas que promueven el otro.

Con simulaciones en computadora, Seeley muestra cómo este complejo proceso logra que un enjambre, formado por abejas que individualmente carecen de inteligencia, tome decisiones acertadas sin caer en parálisis por incertidumbre.

Suena asombroso, pero era de esperarse que la inteligencia, en un enjambre o en un cerebro, tuviera que surgir mediante mecanismos naturales a partir de elementos no inteligentes. De otro modo tendríamos que recurrir a explicaciones milagrosas, que finalmente explican nada.

'Allá matan' por Paco Calderón