noviembre 08, 2012

Bienvenida

Macario Schettino (@macariomx)
schettino@eluniversal.com.mx
Profesor de Humanidades del ITESM-CCM
El Universal

Pues, como decían las encuestas, ganó Obama la reelección en Estados Unidos. Por primera vez desde Wilson en 1920, Obama se reelige con menos votos que en su primera elección. Me refiero a votos electorales, es decir, estados a su favor

Desde hace casi cien años, los presidentes que se reeligen lo hacen con más votos en la segunda elección que en la primera, pero algunos no logran un segundo mandato. Es el caso de Gerald Ford, que sustituyó a Nixon pero no logró una segunda oportunidad. Lo mismo le ocurrió a su sucesor, el demócrata Jimmy Carter, que no pudo reelegirse, y más recientemente, a Bush padre. En los tres casos que le comento, hubo recesiones económicas durante sus mandatos que les costaron la reelección. Ahora Obama no tuvo una recesión en su mandato, sino que ya recibió el país en recesión, y tal vez por eso le dieron un segundo período, pero con menos apoyo que en la primera vez.

No hubo ahora la pasión de la primera vez, cuando ofrecía el cambio al grito de “sí podemos”, porque ahora el que ofrecía cambio era su contrincante. Y tampoco podía Obama, como hace cuatro años, culpar al “establishment” político y a Washington de todos los males, porque ya lleva tiempo ahí. Tal vez por eso no podía arrastrar multitudes como en 2008 pero con lo que jaló fue más que suficiente.

Llega al poder con un país dividido, más que hace cuatro u ocho años, aunque no tanto como hace doce, cuando Bush ganó los votos electorales pero perdió el voto popular, y esos votos electorales le llegaron de Florida, estado gobernado por su hermano, mediante un conteo irregular. Daba para “voto por voto”, pero Al Gore apostó por la institucionalidad. Y, en realidad, él había perdido la campaña que Clinton le había dejado en bandeja.

Pero, en cualquier caso, Obama no llega a este segundo mandato en las mejores condiciones. Tendrá nuevamente mayoría en el Senado, pero insuficiente para arrollar a los Republicanos (como sí tuvo de 2008 a 2010), y tendrá nuevamente una Cámara de Representantes con mayoría contraria, como la tiene desde 2010. Sin duda este gobierno dividido le ha impedido a Obama hacer más, pero tampoco parece que tenga una idea clara de qué más hacer, si no es lo mismo que ya hizo. En mi opinión, que no comparten muchos, tratar de impulsar la economía con más gasto del gobierno no tiene sentido, ni lo tiene apostar a energías alternativas, o a sistemas de salud que dependan de la bondad de las personas. Y tampoco creo que la recaudación que pueda lograr subiendo impuestos de quienes ganan más de 250 mil dólares al año dé para mucho.

Tal vez porque esas ideas no parecen muy brillantes (así las defiendan incluso premios Nóbel) es que la bolsa recibió a Obama con una caída importante. O tal vez nada más sea porque ahora ya todo mundo se acordó del “abismo fiscal”, o por pura suerte. Pero como lo único realmente diferente es la reelección, me inclino a pensar que Wall Street no votó por Obama.

No importa mucho. Ahora Obama tiene enfrente varios temas importantes que resolver. El primero, porque quedan 50 días, es el abismo fiscal. Si no hay un acuerdo de fondo, a partir del primero de enero de 2013 entra el “secuestro” del 5% del gasto del gobierno, mitad en defensa mitad en administración, salvaguardando algunas cosas especiales. Esas rasuradas parejas no son buenas, y hay miedo. Así como en agosto del año pasado nos pusieron a temblar porque no elevaban el techo de deuda, ahora va a pasar algo similar. Cada día que pase va a haber más incertidumbre, es decir, más volatilidad, es decir caídas mayores en las bolsas, alzas en las tasas, y eso, con deudas tan grandes como las que hay ahora, puede convertirse en un cambio estructural, mejor conocido como recesión.

El segundo problema que tiene Obama es tomar en serio lo que pasa en Asia. Más allá de los cuentos que contaron como candidatos Obama y Romney, Estados Unidos tiene que tomar decisiones muy importantes acerca de Siria, Irán y el mar del Sur de China. En el primer caso, tal vez tenga que seguir los pasos de su predecesor demócrata, Bill Clinton, en la invasión de Kosovo; en el segundo, habrá que ver si Irán detiene o no su programa nuclear y si Obama cumple su afirmación de que Irán no tendrá bombas nucleares en su mandato. Finalmente, en el mar del Sur de China lo que hay es un reacomodo entre China, Japón, Corea y los países del sureste (Vietnam, Filipinas, Malasia, Brunei, por el momento) que a veces se ve feo. Estados Unidos tiene convenios de defensa mutua con Filipinas, Corea y Japón, de forma que no le conviene que alguno de ellos tenga un conflicto serio con China, porque tendría que entrar. Pero tampoco le conviene que China controle esa región, porque inmediatamente después está el control del estrecho de Málaca, que no es otra cosa que el control de la mitad del comercio internacional.

Aunque escuché a muchos decir que los Republicanos son más agresivos que los Demócratas, una breve revisión de la historia muestra exactamente lo contrario. Son más frecuentes, y mayores, las guerras iniciadas por los Demócratas. Medio Oriente, la meseta Persa y el Sureste de Asia son temas totalmente diferentes, que esperamos que ninguno acabe en un conflicto directo, pero tampoco es algo que pueda simplemente descartarse.

De entrada, así le toca la baraja a Obama, que él conocía perfectamente. Tal vez incluso tenga ya soluciones decididas, pero pospuestas frente a la elección. Lo vamos a ver muy pronto, y esperemos que esté iluminado, porque no son cosas sencillas. En su primer gobierno no se destacó por ser ni muy creativo ni muy incluyente, y ambas cosas son hoy de la mayor importancia. Que haya suerte…

Re-Obama, ¿ahora qué?

Jorge G. Castañeda (@JorgeGCastaneda)
jorgegcastaneda@gmail.com
Reforma

De los comicios en Estados Unidos se pueden extraer muchas conclusiones y reflexiones, pero como hay que escoger, van tres. Se basan en los datos duros de la elección, así como en las encuestas de salida. Conviene, una vez más, recordar que en las democracias maduras las encuestas de salida no son para saber quién ganó, sino por qué ganó. Y vuelvo a decir que México no es una democracia madura.

Primera. Obama ganó por un margen más holgado de lo previsto, tanto en el voto popular (una diferencia de casi 3 millones de votos) como en el colegio electoral (casi 100 votos de diferencia). Los motivos de esta ventaja se pueden resumir en tres. La tormenta Sandy sacó a Romney del aire durante cinco días antes del voto y no hay candidato retador que los resista. Luego, la participación de los jóvenes, los hispanos y los negros fue mucho mayor a la pronosticada (superó en los tres casos a la del 2008), a pesar de la aparente falta de entusiasmo con la candidatura de Obama. Por miedo a la alternativa, por sabiduría o por esperanza semiteñida de resignación, estos tres segmentos de la población votaron más de lo que se sospechaba, y lo hicieron a favor de Obama en proporciones en algunos casos aplastantes. Por último, no se puede descartar que sobre todo las cadenas de sólo noticias 24 horas elevaron las expectativas de un final de fotografía para atraer televidentes en un mercado donde varias empresas se disputan con ferocidad una audiencia informada, politizada y próspera, pero reducida. Nadie se queda pegado a la televisión para atestiguar un acontecimiento cuyo desenlace se conoce días o semanas antes.

Segunda. La importancia y la pertinencia del llamado voto hispano. Sabemos ya que un poquito más del 10% de los más de 130 millones de electores del martes fueron de origen hispano, es decir, mexicano-americanos, cubano-americanos, puertorriqueños, personas de ascendencia dominicana, centroamericana y andina. Este porcentaje rebasa el 8.5% de 2008 y se acerca al 13% del total que son los afroamericanos. De ese 10%, el 72% votó por Obama, el porcentaje más alto desde el que obtuvo Clinton en 1996, pero de un denominador mucho más pequeño. En el sentido estricto de la palabra, Obama no le debe su reelección a este voto, ya que los estados que le dieron el triunfo tienen baja población hispana: Pensilvania, Ohio, New Hampshire, Iowa. Pero en otros estados clave sí pesó, y en el voto popular sin duda fue decisivo.

Ahora bien, las encuestas revelan que tres cuartas partes de los hispanos se mostraron favorables a la legalización de los indocumentados (la llamada "amnistía"), 40% consideró que el tema migratorio era el más importante para ellos, y 60% de todos los votantes también se manifestó a favor de la regularización. En otras palabras, el tema migratorio es clave para los hispanos que votaron por Obama, la legalización es aceptable para la gran mayoría de los votantes, y con 55 escaños en el Senado, Obama sólo necesita a cinco republicanos perspicaces para aprobar -al menos en la Cámara alta- el equivalente de la enchilada completa. Veremos si lo hace.

Tercera. Ciertos sectores de la población son mucho más liberales de lo que se piensa. Se manifestaron en varios estados a favor de los matrimonios de personas del mismo sexo, y sobre todo aprobaron la legalización plena de la mariguana en Washington y Colorado, y su uso médico en Massachusetts. Esto reviste, obviamente, un enorme significado para México: más allá de lo que haga el gobierno de Estados Unidos, y del impacto real que pueda tener sobre las finanzas de los cárteles mexicanos; se antoja más aberrante la postura calderonista de la guerra contra el narco -original y esencialmente mariguanero- cuando estados emblemáticos, aunque carentes de una gran población, caminan en la dirección opuesta. Nunca tuvo sentido poner los muertos mientras "ellos" fuman cannabis; tiene menos sentido aun cuando lo hacen a la luz del día y en sintonía con la ley.

Las legalizaciones

Yuriria Sierra (@YuririaSierra)
Nudo Gordiano
Excélsior

Nada quita la premura con la que debe destrabarse el debate sobre legalización en nuestro país.

Además de la elección presidencial, el martes en Estados Unidos se votaron también libertades en varios de sus estados. No sólo la legalización de la mariguana, también el reconocimiento legal de las uniones entre personas del mismo sexo, pero además, el aborto, la eutanasia, la pena de muerte y muchos temas más se sometieron a la opinión ciudadana. Pero sin duda los dos primeros son los que, por su repercusión, alcanzaron más reflector.

Hablando del matrimonio entre personas del mismo sexo en los cuatro estados donde se habló del asunto: Maine, Maryland, Minnesota y Washington se trató de manera distinta, aunque siempre con la intención de hacer legales estas uniones. Maine y Maryland iban por echar hacia atrás leyes que las tenían prohibidas; en Minnesota, la cosa era saber si los ciudadanos autorizaban una enmienda constitucional que las prohibía y, en Washington, el asunto era saber si retiraría la ley que les da valor legal.

Finalmente, sólo Maine y Maryland se convirtieron en los dos primeros estados de EU en aprobar por la vía ciudadana los matrimonios entre personas del mismo sexo. Al mismo tiempo, en Wisconsin también ocurrió otro hecho histórico referente a la libertad sexual y es que, por primera vez en la historia, fue elegida para el senado la demócrata Tammy Baldwin, quien es la primera legisladora abiertamente homosexual en llegar al Congreso de Estados Unidos.

Y el otro tema, que repercutirá directamente con lo que sucede en nuestro país y la lucha contra el narcotráfico. La legalización de la mariguana sólo alcanzó aprobación en tres de los seis estados donde se tenía planeada consulta referente a la cannabis. Aunque de los seis, sólo en tres: Colorado, Oregón y Washington, se planteó la legalización; en el resto, Arkansas, Massachusetts y Montana, sólo se trató de regular el uso de la mariguana con fines medicinales.

De los tres que hablaban de legalización, sólo Colorado y Washington lograron que se legalizara el uso recreativo de la mariguana. Aunque esto hará que el tema logre un lugar en la agenda nacional de allá y esperemos que de aquí también. Y es que lo cierto es que es importantísimo que ese debate se realice pronto, antes de que esta “legalización hormiga” (sólo en unos estados y bajo las regulaciones que cada uno de ellos quiera establecer) comience a generar consecuencias nada favorables, especialmente para nuestro país. Me explico:

Más allá de que la legalización resulta un golpe a las finanzas de los grupos criminales, el primero de los estragos que estas nuevas leyes que sólo serán vigentes en determinados estados de la Unión Americana, provocará que quienes desde México han llevado la mariguana a Estados Unidos, comiencen a ver pérdidas, que de alguna forma buscarán compensar cometiendo con más fuerza otros delitos, secuestro, extorsión, etcétera. Además, la mariguana que no se vaya para allá, se quedará aquí y forzosamente buscarán colocarla en el mercado y siempre bajo sus formas y sus condiciones.

O sea, mientras que en Estados Unidos se va legalizando para hacerse del control, en México nos quedaríamos, no sólo viendo, sino también haciéndole frente a lo que los cárteles estarán dispuestos a hacer con tal de no verse perjudicados. Estados Unidos legaliza, nosotros seguiremos poniendo a los narcos y a los muertos. Y aunque ya se dijo que lo aprobado el martes pasado en Colorado y Washington será llevado a la Suprema Corte de Estados Unidos, nada quita la premura con la que debe destrabarse el debate sobre legalización aquí. Ya los ex presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox y hasta el mismo Felipe Calderón han sugerido el tema, pero pareciera que el miedo que les da a muchos de que esto pueda ser siquiera una posibilidad, hace que se quede de nuevo ahí, estancada. Una prueba de paciencia para todos, pues mientras le sacan al debate, habrá que ver cuánto tiempo más la región soportará la prohibición y toda la violencia que ésta genera.

Y no es un punto alarmista traído por el triunfo de las libertades en Estados Unidos, porque ese se celebra siempre y en cualquier parte que ocurra; es el llamado a las autoridades nacionales de que se pongan las pilas, que no por nada las elecciones en nuestro vecino al norte causan expectativa: todo lo que allá se decide, tiene repercusión en nuestro país.

De la legalización de la mariguana en Estados Unidos

Leo Zuckermann (@leozuckermann)
Juegos de Poder
Excélsior

El 55% del electorado de Colorado aprobó la legalización y regulación de la mariguana con fines recreativos: alrededor de un millón 300 mil votantes. En el estado de Washington, también 55% del electorado sufragó favorablemente por una medida similar. De esta forma, estas dos entidades se convierten en las dos primeras en reconocer que la prohibición ha fracasado para combatir el consumo y la adicción a la cannabis. Se trata de una victoria para todos aquellos que pensamos que este gravísimo problema debe resolverse más con políticas de educación y salud públicas.

En Colorado, el gobernador y el alcalde de Denver, su principal ciudad, estaban en contra de la propuesta de tratar a la mariguana como al alcohol. Del otro lado, a favor, se encontraban varias asociaciones civiles como una organización llamada Mamás y Papás a favor de la Regulación de la Mariguana. Cerca del estadio de los Broncos de Denver pusieron un anuncio espectacular de un padre abrazando a un adolescente con la leyenda “por favor, pídanle una identificación a mi hijo”, en referencia a lo que ocurre en Estados Unidos en que se pide una identificación a los muchachos menores de 21 años para venderles bebidas alcohólicas. El anuncio llamaba a regular la venta de mariguana para que no llegue a las manos de los jóvenes e invitaba a visitar una página en internet donde se encuentran los argumentos de estos padres para legalizar y regular la mariguana como el alcohol.

Son cuatro:

1. Para reducir aún más el uso de la mariguana en adolescentes: “De acuerdo al último informe del Gobierno Federal, el uso de la mariguana entre estudiantes de bachillerato en Colorado ha caído desde que nuestro estado comenzó a regular la cannabis médica en 2009. Esto se opone a la tendencia nacional de incremento de uso de mariguana entre adolescentes por varios años. A nivel nacional, el uso de la mariguana en los últimos 30 días entre estudiantes del bachillerato subió de 20.8% en 2009 a 23.1% en 2011. Mientras tanto, en Colorado ha caído de 24.8% a 22 por ciento. Durante este mismo periodo Colorado decretó regulaciones estrictas para la venta de la mariguana con propósitos médicos, mientras que en el resto del país no se implementaron regulaciones de este tipo. Esto sugiere que incluso la regulación parcial de la mariguana podría disminuir su disponibilidad y uso entre los adolescentes”.

2. Para minimizar el acceso de mariguana a los adolescentes: “La prohibición de la mariguana, en la cual las ventas no reguladas ocurren en un mercado subterráneo, es la peor política posible cuando se trata de que la droga no llegue a las manos de los adolescentes. De hecho, hay evidencia substancial de que aumenta su accesibilidad a la gente joven. Al forzar a la mariguana a un mercado subterráneo, garantizamos que las ventas sean completamente incontroladas y que los individuos que la vendan no soliciten identificación alguna. Con la legalización, las ventas de la mariguana se llevarán a cabo en un mercado regulado en el cual las comprobaciones para la prueba de la edad serán obligatorias y se aplicarán estrictamente”.

3. Para reducir la exposición a drogas más peligrosas: “Al mantener la mariguana ilegal, forzamos a un mercado subterráneo donde es vendida exclusivamente por individuos dispuestos a violar la ley. Naturalmente, algunos de éstos cuentan con otros productos ilegales disponibles, incluidas drogas mucho más dañinas que la mariguana […] Con la legalización se regularía la mariguana y restringiría su venta a tiendas autorizadas como hacemos actualmente con el alcohol. Al hacer eso, se reduciría dramáticamente la exposición de los consumidores a drogas más duras y su tentación de experimentar con ellas. También se aseguraría que los consumidores sepan lo que están consiguiendo cuando compran mariguana”.

4. Para quitarles las ventas a los criminales: “La prohibición de la mariguana ha relegado su venta a las empresas criminales y, cada vez más, a pandillas. Al hacer eso, se expone a muchos consumidores a gente muy peligrosa. Y puesto que la mariguana es ilegal, estos individuos no pueden recurrir a las autoridades para intervenir cuando ocurren conflictos e incidentes relacionados con su negocio. Esto a menudo provoca violencia que afecta no sólo a distribuidores y consumidores de mariguana sino a las comunidades aledañas”.

Son argumentos convincentes. Como dice Mason Tvert, activista a favor de la legalización, “en Colorado la gente está hasta la coronilla con la prohibición y ha optado por una alternativa más sensata. Esto demuestra que los coloradinos son tan inteligentes como pensábamos”. Y tiene razón.

Obama, mariguana, matrimonios gay

Jorge Fernández Menéndez (@jorgeimagen)
Razones
Excélsior

Barack Obama se merecía otros cuatro años en la Casa Blanca, y la verdad es que el mundo también. Ganó Obama, entre otras cosas, porque la economía finalmente comienza a dar muestras de recuperación aunque sean más que modestas y porque Estados Unidos no puede ser la nación del Tea Party y de las posiciones no sólo más conservadoras, sino también más fundamentalistas de la democracia occidental. En los hechos, la elección del martes demostró que las posiciones tan duras, tan retrógradas, de la derecha más conservadora, tienen cada día menos cabida en una sociedad que, aunque polarizada, está demostrando que esas son las políticas del ayer y que hacia el futuro ven, perciben, otras cosas.

Estados Unidos votó por Obama y los resultados del martes demostraron que lo hizo en prácticamente todos los centros urbanos importantes del país, quizá con la excepción de Houston. Ganó estados como Nevada y Colorado, y se llevó con mucha amplitud el voto de las mujeres, los latinos, los afroamericanos y los jóvenes. El cambio de tendencia social en el largo pulso vivido entre el Tea Party y sus grupos cercanos, desde Provida hasta la Asociación Nacional del Rifle, incluidos grupos y personajes que apenas disimulan su racismo y sexismo, y que terminaron copando a un Partido Republicano cada día más alejado del centro, en su lucha contra las corrientes más moderadas y progresistas de su país (en ese sentido hay que recordar que Obama es un liberal, pero sus políticas están férreamente amarradas al centro, nadie puede calificar como liberal de izquierda al Obama que gobernó estos cuatro años y tampoco parece serlo, según su discurso de anoche, para los cuatro años siguientes) ha terminado por imponerse a estos últimos.

No se puede ganar ni gobernar sin tener un control del centro político y social, y el actual partido republicano lo ha perdido hace tiempo. Muchos estadunidenses, aunque no conozcan a Borges, deben haber pensado como el poeta que en torno a Obama no los unía necesariamente el amor, sino el espanto de dejar el poder en personajes como el candidato a vicepresidente Paul Ryan o la ex candidata Sara Palin.

Esa nueva realidad se vio reflejada en la elección, pero también en las consultas populares. Llamó profundamente la atención la aprobación del uso recreacional (con normas de consumo similares a la del alcohol) de la mariguana en dos estados tan disímbolos como Colorado y Washington. No se aprobó ese uso recreacional por un puñado de votos en Oregón, pero continúa extendiéndose el uso “medicinal” en cada vez más estados: con los que lo aprobaron ayer, serían ya 19. No es un tema menor y amerita un análisis mucho más de fondo, pero marca una consolidación de tendencias en ese sentido que no se puede ignorar. Cómo influirá lo que suceda en Colorado y Washington (el estado, donde se encuentra Seattle, no la capital estadunidense que ya ha aprobado el consumo de mariguana para fines médicos hace tiempo) no lo sabemos, pero en buena medida marcará la pauta para el comportamiento futuro de otros estados y de la administración federal, con obvia trascendencia para países que participan de la producción de mariguana como México (aunque hay que recordar que mucho más de la mitad de la mariguana que se consume en Estados Unidos es producida dentro de la Unión Americana).

Pero no fue sólo la legalización del consumo de mariguana, también se aprobó en Maine y Maryland el matrimonio entre personas de un mismo sexo, con lo cual ya son nueve los estados que los reconocen plenamente, al mismo tiempo que, en Wisconsin, fue electa Tammy Baldwin, la primera senadora que se ha declarado abiertamente lesbiana. No es que no hubiera en el pasado senadores o senadoras homosexuales o lesbianas, es que ésta es la primera vez que alguien que lo reconoce públicamente (y ha ocupado una curul en la Cámara de Representantes desde 1999, sin ocultarlo) llega a la Cámara alta.

Es difícil saber cómo le irá a Obama en estos cuatro años. No tiene el control de la Cámara de Representantes que sigue en poder de los republicanos, pero tiene en su favor el saber que no tiene que refrendar su Presidencia, los segundos mandatos suelen ser mejores que los primeros, por lo menos lo fueron en los casos de Ronald Reagan y de Bill Clinton. Los republicanos en todo caso tendrán que decidir si continúan con una línea que los lleva hacia un retroceso electoral gradual, pero sostenido, o recuperan lo que perdieron desde el primer gobierno de George Bush padre, una política de centro derecha que otorgue certidumbre no sólo a su tradicional clientela rural y extremadamente conservadora, sino a unos Estados Unidos que, inevitablemente, son cada día más urbanos, más plurales social, política y étnicamente y por ende con una mentalidad más abierta.

Fumando un "churro" en Vail

Carlos Puig (@puigcarlos)
masalla@gmail.com
Duda razonable
Milenio

Es un problema para los dispensarios de mariguana medicinal en California y Colorado el manejo de sus muchos ingresos cotidianos.

Los bancos se niegan a abrirles cuentas, las operadoras de tarjetas de crédito no quieren hacer negocios con ellos, lo que obliga a los pacientes a pagar en efectivo. Ni hablar de un crédito para hacer crecer el negocio. Las instituciones financieras, reguladas por leyes federales, temen que el gobierno de Washington pueda acusarlas de transacciones ilícitas y lavado de dinero. Y no les falta razón. La DEA ha sido particularmente agresiva con algunas cadenas de dispensarios y aunque de parte del Departamento de Justicia hay una actitud más bien ambigua ante el asunto, en la DEA hacen lo que pueden para intimidar a los empresarios que quieren entrarle al negocio —legal— de la venta de mariguana.

Esto ya sucedía antes del histórico voto del martes en la noche, en que los ciudadanos de los estados de Washington y Colorado aprobaron en las urnas la despenalización de la siembra, venta y consumo de mariguana para uso recreativo. (El martes, por cierto, se aprobó el uso de la hierba con fines medicinales en Massachusetts).

Barack Obama ganó la elección presidencial en ambos estados. Colorado fue fundamental en su llegada a la presidencia. El mandato de los electores pone en abierta contradicción a las leyes locales frente a las leyes federales. ¿Qué instrucción dará Obama a su Procurador, a la DEA?

Hace unas semanas, el subprocurador le dijo al programa 60 minutos que nunca actuarían contra pacientes —en el caso del uso medicinal—, pero que serían implacables con quienes utilizando ese escudo hacen fraude a la ley y venden a niños y jóvenes que no tienen receta.

Ahora, el escenario ha cambiado. No hay pacientes, hay ciudadanos que quieren darse un gallo. ¿Enviará Obama a los federales?

¿Cómo responderá el gobierno de México ante la decisión de los ciudadanos de Washington y Colorado? Quienes en México siembran, transportan y venden mariguana son delincuentes, sus organizaciones son perseguidas por las fuerzas policiacas. Hay leyes específicas, como la del narcomenudeo, diseñadas para perseguir y castigar lo que ahora será legal a unos cientos de kilómetros de la frontera.

¿Debería el gobierno hacer algo?

Y por último, ¿cómo reaccionarán las organizaciones de narcotraficantes? El reciente estudio de Alejandro Hope, del IMCO, hace cuentas y dice que la pérdida de ingreso será significativa. ¿Qué quiere decir eso para el comportamiento de las organizaciones?

Una maravilla esto de la democracia. Unos ciudadanos, unos votos y tantas preguntas.

Nunca lo he hecho, pero de repente se me antojó viajar a esquiar a Vail.

Entiendo que tendrán que cambiar las reglas de las pistas de nieve. Ya veremos si los expertos en seguridad prohíben ponerse los esquís habiendo fumado mariguana. Creo que no deberían, será mejor experiencia.

Los cárteles mexicanos y la mota legal en EU

Irene Selser
Daños colaterales
Milenio

Los estados de Colorado (oeste) y Washington (noroeste) se convirtieron ayer en las primeras jurisdicciones políticas en el mundo en aprobar la legalización de la mariguana con fines recreativos, como el alcohol; una medida que según expertos va a perjudicar a los cárteles mexicanos, además de que envía una señal poderosa a la administración Obama de que tarde o temprano tendrá que modificar su política antidrogas impuesta a América Latina.

Para Ethan Nadelmann, director de Drug Policy Alliance, organización que aboga por legalizar la mariguana,“si las iniciativas son aplicadas adecuadamente, se reducirán los beneficios de las organizaciones criminales en México” (AFP, 7-11).

Opina que esto “alimentará el debate y combatirá el tabú” en la región, lo que en última instancia ayudará a aumentar el apoyo de la opinión pública a la propuesta de despenalización del presidente uruguayo José Mujica, y que sea el Estado el que regule su producción y distribución, al menos en el caso de la popular y extendida cannabis.

Un tercer estado, Oregon, rechazó la medida, en la misma línea de la Casa Blanca para la cual la mariguana sigue siendo ilegal en el ámbito federal.

Así lo recordó en las oficinas de MILENIO el embajador Anthony Wayne, cuando en un reciente intercambio informal respondió a nuestro reparo acerca del paradójico mensaje que la legalización de la mariguana en algunos estados de la Unión Americana estaba enviando a América Latina, impedida no obstante por Washington de hacer lo propio.

Volviendo a Nadelman, considera que la legalización va a disparar la competencia entre productores locales en EU, con lo cual bajarán los precios pero también mejorará la calidad de la oferta, ya que “típicamente la mariguana producida en EU es mejor a la mexicana”.

Según un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (octubre), de 40 a 70% de la mota que consume EU llega de México y su legalización supondrá para los cárteles pérdidas hasta de mil 425 millones de dólares (23% de sus ingresos).